Foto: Isaïes Fanlo
Iba a irme al cine, pero la sensación de flojera posfebril y el frío me hicieron dudar y al fin decidí quedarme a transcribir más entrevistas balcánicas. Conecté la cámara y cuando Popovic ( ABS HOLDINGS ::: Nenad Popovic ) apareció en la pantalla de mi televisión y en un segundo volví a la atmósfera de su despacho editorial de ese barrio distinto de Zagreb, de casas con jardín de la era comunista y árboles gigantes y aire de abandono ma non troppo, vi sus gestos de cortesía caballerosa al empezar y su abstracción total durante la conversación, con la mirada perdida en un punto invisible y su aire de intelectual izquierdoso europeo de col roulé de otra época, mezclado a su humor balcánico. Hasta me consolaba, Popovic fumando à la balcanique, sin tasa y envolviéndose en humo, de la tos persistente que me impide fumar a mí. Y me sentí feliz de estar aquí transcribiendo, avanzando en mi libro, me sentí casi privilegiada. ¡Pero si esto me gusta mucho más que el cine!, pensé.
Incluso cuando transcribía con cassettes, que es una tortura, recuerdo cuando surgió la voz de Marko Vesovic (frontline: the world's most wanted man: interviews: marko vesovic-) grabada tres años atrás en Sarajevo, la voz heroica, viril y socarrona -a lazy Montenegrian, diría mi amigo belgradense de origen checo, Petar G.- hablando en bosnio, mezclándose con el tono y energético de la poeta sarajeviana Adisa Basic (Poems-Adisa Basic-), que me traducía al inglés y estallaba en carcajadas, de pronto, mi memoria de tres años atrás ¡era perfecta! Todo volvía a aparecer... O la entrevista más reciente, de junio pasado, al también sarajeviano IGOR STIKS en el Retiro de Madrid, con la gitana ofreciéndonos la buenaventura y el camarero repicando los platillos y vasos y repitiendo las cosas, con una voluntad inconfundible de dejar huella en el magnetofón, al que miraba de soslayo... Cómo les gusta las entrevistas al personal de hostelería... aunque el software sea cutre, lo miran con respeto...
Pero la cámara es otra cosa, un milagro. Yo pensaba que no me saldría, que borraría sin querer, que lo estropearía todo... Me pasé el viaje esperando a que algo saliera mal, despertándome por las noches con pequeños sobresaltos, y luego todo salía asombrosamente bien. Espero encontrar la manera de montar mi "gran película balcánica" para poder conferenciar con ella. Yo sé que este tema merece ser contado o que yo tengo ganas de contarlo... De hecho, ya me han invitado a un lugar insólito -y para mí privilegiado- a contarlo. Un grupo de psicoanalistas que trabajan en un proyecto sobre Memoria histórica (http://www.fccsm.net/fundacio.html) [un tema que me interesa muchísimo, como sabrán los hipotéticos lectores de este blog Memoria light - Foros - EL PAÍS y Isabel Núñez - CRUCIGRAMA: diciembre 2006 ] me han invitado a compartir mi experiencia con ellos. Y espero encontrar otros ámbitos donde contarlo porque noto que, pese al desinterés de las instituciones que conceden becas, allí donde hablo de este tema se despierta un interés inmediato, que me sorprende a mí misma. Tal vez sea la pasión compleja y perpleja con la que he explorado.
En cuanto a la ilustración que he puesto, me gusta mucho esa foto de mi gata Gilda espiando la casa de al lado por un huequito de la separación en la terraza, un pertuggio tondo dantiano. La hizo mi vecino Isaïes, que es experto en retratar gatos y pájaros...
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