Foto: Krafkal, Islàndia, Manel Armengol
A pesar de la arbitrariedad de las mediciones del tiempo, que no significan nada, la presión social acaba forzando a ciertos balances y propósitos en este momento. Marina Tsvietáieva, en una carta a Boris Pasternak de mayo de 1927 dice: "yo no vivo para escribir versos, escribo versos para vivir. No escribo porque sé, sino para saber. Mientras no escribo de una cosa (no la miro), no existe. Mi medio de conocimiento: la enunciación, el conocimiento inmediato, surgido de la pluma... Como la Sibila que, antes de las palabras, no sabe. La Sibila sabe en lo inmediato. la palabra es el fondo de la cosa en nosotros. La palabra es el camino hacia la cosa y no a la inversa." Vivre dans le feu. Confessions
Como balance, diría que vivir me sigue pareciendo curiosamente intrincado e interesante en un sentido de fruición intelectual, de comprender (comprehender) mientras voy andando (o escribiendo), más allá de la apariencia de éxitos y fracasos, al estilo de Davoine (La Folie Wittgenstein ), y en un sentido derridiano, "Quand je me rappelle ma vie, j'ai tendance à penser que j'ai eu cette chance d'aimer même les moments malheureux de ma vie, et de les benir..." (: - Apprendre a vivre enfin ), sólo que soy muy lenta y el tiempo se me escapa para escribir lo que quisiera, como en esos sueños donde quieres correr y el cuerpo dormido te frena incongruentemente... Mientras desayunaba, tardísimo, he encendido la tv y he visto a Deborah Kerr vestida de monja en una montaña tibetana au vent, colgándose literalmente de la cuerda para tocar la campana en una fiebre repentina y transformadora... yo pensaba en Shangri-la, en Somerset Maugham y cosas así. Mis propósitos sólo consisten en acabar mi libro balcánico y perpetrar mi desbloqueo en la ficción para escribir algo más largo (dejar de sufrir entre cuento y cuento), escribir sin tasa, para recuperar un poco el tiempo(!)
1 comentario:
pues yo creo que esta foto tan bonita señala bien un ritmo, tu ritmo, que parece el acertado, el de esa lava, que escribe en la tierra su propio recorrido...
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