miércoles, 28 de febrero de 2007

Escribir a ciegas

Foto: Flannery O'Connor A mí, que escribo a ciegas, dependo de los humores inconscientes (y eso me expone a bloqueos crónicos), siempre me consuela saber que algunos grandes escritores usaban ese mismo misterioso procedimiento. Un amigo escritor serbio me decía que no se puede ni se debe escribir así, él es cerebral, planifica todo, hace esquemas y los va rellenando, nunca se bloquea. "Tienes que estar relajada y jugar", me dice (¡en esto último no se equivoca!). Él no puede creer que Raymond Carver escribiese así, pero Carver lo dice claro en Call If You Need Me: The Uncollected Fiction and Other Prose price ...- (en la traducción castellana no se incluyen estos sugerentes ensayos sobre la escritura, espero que algún editor los publique un día, valen la pena), dice que a veces sólo tiene una frase cuando empieza a escribir un cuento, por ejemplo I was running the vacuum cleaner when the telephone rang (Estaba pasando el aspirador cuando sonó el teléfono). No sabía lo que ocurriría después cuando escribió eso... La prueba de que mi amigo serbio se equivoca y Carver no miente es que a Carver también le consolaba ver que otros grandes escritores también escribían a ciegas. Y cita a la poderosa Flannery O'Connor * con su GOOD COUNTRY PEOPLE : dice Flannery que cuando empezó esa historia, no sabía que habría una universitaria con una pierna de madera, se encontró simplemente escribiendo de dos mujeres de las que sabía poco, y antes de proponérselo ya les había puesto una hija y una pata de palo, respectivamente. Y luego apareció el vendedor de Biblias, pero no sabía qué haría con él. Sólo supo que el vendedor de Biblias le robaría la pierna artificial doce líneas antes de que lo hiciera, pero cuando lo descubrió, comprendió que era inevitable. *Por cierto, que Lumen editó no hace mucho Cuentos completos (Flannery O´Connor) Respecto a este asunto de la escritura, Helene Cixous dijo ayer que había que laisser venir les idées, pas les faire venir, que las ideas, como las ciudades nos vienen, no vamos a ellas.

martes, 27 de febrero de 2007

Cixous encore

Ciudades Secretas, Seminario con Hélène Cixous. Casi cuatro horas de Hélène Cixous en ese frío subterráneo del auditori del Macba. ¿Cómo explicar? Una especie de fiesta de la inteligencia, el humor y la sensibilidad. Le di mi carta, donde intentaba explicarle mis razones por las que JACQUES DERRIDA ha sido vital para mí, y por las que sentí una soledad de huérfana cuando desapareció, aunque yo siempre le hubiera leído a mi manera sesgada, superficial, ilegítima y no tenga derecho a decirlo, y cómo ella y su escritura distinta, desde lo poético y los juegos de la homonimia (no quería ni pensar cómo su traductrice heroique debía traducir lo intraducible, cada palabra suya juega con una homónima, y de ahí va a otro sentido), me consolará ahora que Derrida ya no está ahí para seguir explicando lo que pase en el mundo. Bien presentada y acogida por Marta Segarra (Centre Dona i Literatura ) y Xavier Antich, Helene Cixous ha leído su texto de autoficción, llena siempre de un humor elegante que excluye cualquier autocompasión y la sustituye por una pasión de comprender, de poner palabras, de nombrar y así analizar y desbordar, su trayecto desde Orán (en la pizarra: je suis d'Oran, d'hors en, or, ore, ores, en dehors, Orange, Osnabrück), con la escena de exclusión en un jardín militar a los 3 años, que la llevó a la filosofía con un Double-Bind, o la escena burlona del aprendizaje de la homonimia con la mímica de su padre, las ciudades au secret, o el encuentro con Derrida en un París detestado -les deux exiliés, terrifiés, refugiés dans le ventre de la langue française (la serrure qui serre la clé)- y ha contestado a las preguntas a su manera lúdica y reflexiva, siempre abierta. Una fiesta también para los traductores... Para Cixous, todo es traducción. Sueña con una lengua que hablara todas las lenguas y que no tuviera que pedir excusas pour emprunter un mot d'une autre, que no cometiera ninguna faute d'hospitalité. Citando a Derrida: La traduction assure la survie du sens par délà de la mort, avec la mémoire fidele, est expérience endeuillée, et réleve le valeur du sens, le sens du sens. Y también: en la traducción, el texto o la palabra pierden el cuerpo para ir al sentido, mediante el proceso del duelo. O su definición atea de dios, cuando un oyente (judío y ateo como ella, ha declarado, y ha añadido que temblaba por hablar con ella) le ha dicho que encontraba a un dios de la escritura en sus libros, Cixous ha respondido que eran sólo "les prénoms de dieu" y que tout ce qu'est plus grand que moi, en bien ou en mal, des expériences, on l'appelle dieu. O su explicación de Moisés y su deconstrucción de ese pasaje bíblico en que Moisés es "castigado" por dios a no entrar en la tierra prometida (pero quizá ese castigo es algo feliz, como en la Felix Culpa de San Agustín). O si alguien dice: pero eso es un sueño, ella dice: "Ah, no es la realidad, ¿pero qué es la realidad? Viene de res, de cosa, ¿y qué es una cosa? Un sueño es también la realidad, nadie lo puede negar." Ojalá en Barcelona hubiera más ocasiones como esa. PS. Un artículo de Le Monde sobre ella, recomendado por X.A.: http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-3230,36-860986,0.html

Hélène Cixous, éblouissante

Helene Cixous en el auditori del Macba. Ha leído un texto indefinible, poético-filosófico en esa manera suya de pensar con el lenguaje que conecta con Derrida (o más lejos con Barthes y Foucault, y claramente con el psicoanálisis), un texto que había anticipado en parte con su Lettre à Zohra Drif [Hélène Cixous : croisées d'une œuvre (1998) ] una carta que nunca había escrito o que había escrito sin mandarla o que acabó convirtiendo en texto literario, en carta abierta, y en un silencio que sólo habían roto, Zohra y ella, cincuenta y tres años después (études-coloniales ), un silencio pensante, "un silencio que escuchaba" y al final, ya fuera del texto, la foto de las condenadas a muerte, el peso de la guerra de Argelia. La voz muy clara surgía de su cuerpo delgado, con esa belleza sobria suya, fuerte y delicada, bajo una lamparita. La poética de su lenguaje preciso, su manera de empujar o impulsar las palabras para hacerlas decir y sugerir y desencadenar, su approach de autoficción filosófica, su emocionante "mon ami" asociado siempre a Jacques Derrida, su être dédans-déhors, su condición de extranjera en todas partes, judía argelina, de origen español por parte de padre, ligada solo a la lengua francesa (ha dicho que el castellano y el catalán eran lenguas que oía hablar de pequeña, como el árabe, en Argelia y que no aprendió. "Pardon pour ne pas les parler"), su lectura pirata de la Chanson de Roland ("una joya de la lengua francesa y una joya del racismo"), su "algerience", su prisión interna, collée toujours à moi, como esas compañeras de clase luego condenadas a muerte, su definición de la ambigüedad de la urgencia, su aclaración de que la deconstrucción y cualquier lectura es siempre política... Ha dicho que veía Barcelona en cierto modo como Oran-, y también ha pronunciado la frase que se ha convertido en cita de mi libro y con la que le he escrito ya a mi vez una carta, una carta que no sé si llegaré a darle o si se quedará en mi ordenador, sin cerrarla y por tanto abierta (si no se la doy el martes). El auditori estaba repleto de jóvenes.

lunes, 26 de febrero de 2007

La maravillosa historia de Peter Schlemihl

Ilustración de George Cruikshank y Emil Preetorius El otro día, un blogger ilustrador comentó que un editor le había encargado las ilustraciones de un cuento para él desconocido, y no era nada menos que LA MARAVILLOSA HISTORIA DE PETER SCHLEMIHL, el cuento romántico del desdichado poeta Adelbert von Chamisso (1781-1838) , que trasladó sus vicisitudes, su ruina, su soledad y las dificultades de su propia vida a un personaje despojado de su sombra, con un nombre que lo ridiculizaba, (schlemihl en hebreo significa inepto), y que incapaz de abordar su encuentro amoroso acababa a bordo de un barco con una misión científica. Peter Schlemihl fue un personaje de mi infancia, como Aladino o la Alicia carrolliana o tantos otros, así que me chocó que ya no se le conociera por estos lares. Sé que Siruela publicó una versión con ilustraciones de zush (o Evrug) no hace tanto tiempo. Aunque mis favoritas eran las de George Cruikshank y Emil Preetorius, con esa silueta delgadísima del diablo que me recordaba a otro cuento alemán del XIX, de Heinrich Hoffmann, el Gaspar de la sopa, Die Geschichte vom Suppen-Kaspar , aquel niño que no quiso comerse la sopa y fue adelgazando y al quinto día se murió... (del pobre Preetorius apenas hay rastro en Internet...).

domingo, 25 de febrero de 2007

Zizek en Babelia

Aunque Enrique Lynch acaba situando a Zizek fuera de la filosofía y no seré yo en mi ignorancia filosófica quien se atreva a corregirle, me parece muy interesante su reseña Devoto de Lacan de VISION DE PARALAJE en el Babelia de ayer, sobre todo cuando dice "El problema es que resulta fácil determinar de dónde sale Zizek, pero no lo es tanto saber adónde va a parar." Desde mi lectura apócrifa y no filosófica de Slavoj Zizek, muchas veces he tenido la misma sensación, a veces irritante (recuerdo el interesante pasaje dedicado a Castro en Bienvenidos al desierto de lo real, sus decepcionantes alusiones a las feministas en ese mismo libro y su negación de todas las posiciones "solidarias" del mundo occidental, con una buena argumentación crítica, pero sin revelar dónde se situaba él). Y por otra parte, su posición interrogante, siempre rodeando y dando vueltas en torno a las cosas o incluso su im-posibilidad de concluir me recuerdan al propio Jacques Lacan, tal como lo explicaba V. en el objeto a, pero también tal como me suena en las propuestas de los psicoanalistas (lacanianos) que me invitaron a colaborar en el proyecto de memoria histórica (Microsoft PowerPoint - agendaUPEC2006 ).

viernes, 23 de febrero de 2007

Anti pillow talk?

Foto: Doris Day en Pillow Talk Esta foto no refleja mi sensación de hoy. Pero precisamente por eso quería ponerlo aquí. Es casi el reverso. A veces el teléfono no suena durante dos o tres horas. Y de pronto, todos llaman al mismo tiempo, llamadas en espera, mensajes, etc. Y otras raras veces aparece alguien, uno de esos personajes para quienes el teléfono es una prolongación de su cuerpo, como en eXistenZ , donde se enchufaban las consolas dolorosamente en un agujero de la espalda, y decide que tiene que hablar con nosotros, aunque sea interrumpidamente, aunque no queramos o no podamos. Y si decidimos no coger el teléfono, porque ya ha llamado cincuenta veces y tiene un humor difícil, insiste y deja mensajes en móvil y fijo, y manda emails diciendo que "tenemos que hablar", aun cuando no parece tener nada que decir, salvo desahogarse, obligarnos a poner límites que él no logra imponerse, recobrar la sensación de que está vivo con la pelea, o bien el alivio de comprobar que aún tiene accesoa todas partes, que sigue estando presente en todos los lugares donde estuvo una vez. Tras una reunión otra en un escenario del pasado familiar, he vuelto a casa, y una frase de V. me ha inspirado una solución. Hablar sí, pero no por teléfono. Desenchufar la consola de David Cronenberg (aunque duela al salir de la zona lumbar), romper el maleficio telefónico y tomar un café al aire libre para preguntarle realmente qué le pasa, qué quiere. Y esa propuesta sola ha bastado para volver a la calma. De pronto ya no hay prisa, hay incluso una insinuación de empatía.

Esta mañana

Foto: Gilda en sus dominios He pescado a la gata en otra fase de sus rituales hedonísticos. Tras tomar el sol protegida por la sombra de su caseta, que alcanza temperaturas de invernadero almeriense, se echa en el suelo caliente, con la vaga sombra de la maceta. Hasta que el estruendo de las obras la exilia al sofá de la sala y a la búsqueda de bichitos internos, ya que la caza de lagartijas suele ser nocturna, y en cuanto a los pájaros, que se burlan de ella desde las ramas (sólo una vez logró cazar a un pobrecillo; la terraza quedó llena de plumas y ella nos dejó el trofeo en el umbral, como el gato con botas. No me pareció apropiado tirarlo a la basura, así que lo enterré en una gran maceta, ¡pero he olvidado cuál!), tampoco vienen mientras dura el festival de ruido, tan inherente a estos alcaldes, que pasarán a la historia (espero) como destructores implacables de esta pobre ciudad.

jueves, 22 de febrero de 2007

Quizás

estoy desviándome de mi espíritu bloggeriano con flores y pájaros, pero quería registrar aquí aunque fuese un detalle de la transformación de los tulipanes del año chino, que parecen agotados, como si hubieran ido al baile de Las flores de la pequeña Ida de Andersen . Y lo curioso es que apenas unas horas antes estaban más altos y abiertos como bocas con sus lengüetas negras, peludas y misteriosas como pájaros, mirándome sorprendidos desde la mesa de mármol. Luego, el profesor de yoga les habrá dicho con su acento hindú: soltad las cervicales... y ahí están, humildes o exhaustos, ni se sabe. Voy a seguir leyendo. Tengo que traicionar a Janet M. para leer a S. Maliqi, que me desentraña muchos enigmas sobre Kosovo, y a quien espero entrevistar muy pronto (Shkelzen Maliqi "Beyond The New Art of Kosovo"- o también UN RADIO IN KOSOVO ).

Sorprendente Malcolm

Foto: Janet Malcolm, Collage Además de ensayista aguda y provocadora, Janet Malcom es artista y no hace mucho tiempo inauguró su exposición de collages en Nueva York http://www.msnbc.msn.com/id/3638911/site/newsweek/ . Lo he descubierto en el Newsweek cuando buscaba una foto suya para este post, y en vez de retrato me he quedado con una de sus piezas. Y es que anoche, al volver de una película anodina, leyendo Psicoanálisis: una profesión imposible me encontré con unas páginas donde se describe la conducta de los miembros de una institución como algo muy parecido al patio de un colegio. "Este tipo de fantasía e infantilización se da en cualquier profesión... Dice Freud que en la vida ocurren cosas que corresponden tan estrechamente a fantasías infantiles que determinan que las fantasías o experiencias infantiles dominen la vida adulta..." Se ve a todas esas personas rivalizando entre sí "para acceder al dormitorio de los padres", y es que al parecer "Si el trabajo fuera considerado por lo que realmente es -la pobre cosa que es-, ¿quién desearía hacerlo? Ahí está la cuestión. ¿Cuáles son las fuentes de motivación y de placer? Los deseos infantiles." La explicación me resultó más interesante justamente porque en esos días me había invadido el asombro al observar el funcionamiento extrañamente infantil de los componentes de una institución. Andaba yo comprobando perpleja las relaciones de vasallaje, adulación mutua entre la cúpula, ignorancia y desdén a los que no pertenecían a ninguna capilla o no se doblegaban ante los señores, o a los que incumplían las rígidas reglas tácitas y absurdas de la jerarquía, a los que osaban tener éxito en otros quehaceres, lanzándose cuchilladas repentinas o envolviéndose en mantos de silencio, y en general, la sensación de que toda esa gente adulta y experimentada en su oficio vivía allí, algunos incluso íntimamente, que estaban presos de aquel lugar jerarquizado y estrecho donde el aire olía a cerrado, cuando no a rancio... No había podido evitar quedarme contemplando el juego con cierta fascinación, tal vez porque yo había topado con un ejemplo caricaturesco, mucho más extremo y ridículo de lo que suele verse. "Por suerte, yo no vivo ahí", fue mi conclusión horrorizada. Pero sin duda el mejor consuelo siempre está en los libros...

miércoles, 21 de febrero de 2007

La escritura de lo materno

Hoy en La Vanguardia Cultura/s sale mi reseña Madres y artistas de Moyra Davey, ed., con traducción de Elena Vilallonga (quien tuvo que traducirlo rodeada de niños, como las narradoras del libro) publicado por Alba. El libro es (me cito a mí misma, quel horreur) "el insólito reverso de lo que leemos en los manuales del embarazo, el opuesto a la imagen estereotipada de la madre feliz." Reúne cuentos y ensayos de muchas escritoras y artistas, intentando reflejar la im-posibilidad de ser a la vez escritora o artista y madre, o de sus desviaciones, de toda la ambivalencia y el rechazo, la melancolía y la desesperanza, el silenciamiento, el tedio, la asfixia y el horror de lo materno sin negar su parte gozosa, ni el humor. Está mi favorita, Grace Paley, pero también Doris Lessing, Jane Lazarre, Adrienne Rich, Linda Schor y tantas otras. La cuestión es esa Otra escritura de lo materno, tan inexistente por estos lares, y que abre tantos interrogantes, tantas sosspechas. No apto para embarazadas.

miércoles gris

Gabriele Basilico: Beirut, 2006 He vuelto a XOROI, libros de psicoanálisis (Barcelona). donde ahora tienen mi libro CRUCIGRAMA, y también la plaquette EL CEC DE L´ODISSEA, EL BLOQUEIG I UN SOMNI D´EDITORS. Yo estoy feliz ante la posibilidad de tener algún lector psicoanalista, un oficio que me resulta muy afín. Rodeada de un mar de prometedores libros psicoanalíticos, he tenido que respirar hondo para no comprar, ya que el atasco de libros que esperan ser leídos en mi casa es grande... Una vez, al hacer la declaración de la renta y ver el dinero invertido en libros ese año me pregunté qué había hecho con ellos. ¡No podía haber leído toda esa inversión! Y concluí que los habría comprado para rodearme de ellos, para envolverme y mirarlos y picotear en ellos, una frase, unas palabras, un poco como el Tío Gilito, revolcándose en sus monedas... He vuelto a atravesar ese desierto asolado que son las obras de la calle Berlinès, y mientras observaba los vestigios de las casitas en las paredes medianeras: dibujos de escaleras, de cuartos de baño, de cocinas, de los colores que tuvieron las habitaciones y la intimidad de sus habitantes, veía una belleza melancólica en esa destrucción, sobre todo porque, al fondo del enigmático entramado de cimientos metálicos sobre pilares de hormigón, había un grupo de obreros sentados a comer, en una especie de alegre picnic urbano. He pensado en hacer una foto con el teléfono, pero me estaban mirando y no me he atrevido. En vez de eso pondré aquí algo de Gabriele Basilico, que era arquitecto antes de hacerse fotógrafo y tiene una relación especial, cercana, casi carnal con los edificios. No sólo los retrata como a personas, sino que parece conocerlos y mirarlos desde ángulos secretos, sobre todo, a los edificios destruidos. ¿Tal vez se ha dado cuenta de que los arquitectos deberían estar prohibidos (salvo para restaurar) y los constructores, todos en la cárcel? Ahora cada guerra y cada desastre ecológico lleva asociado su proyecto de gran negocio inmobiliario. Y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya sigue apoyando a las constructoras El TSJC falla contra la Generalitat en un contencioso con una constructora para que creen amplias urbanizaciones con muchos campos de golf. En un país que va a convertirse en un desierto, según los expertos. ¡Ay! Este post se me ha politizado, debería estar en polis... Tiene razón V( el objeto a), ¿para qué los tuve que separar? Y a todo esto, el librero que despreció a Henry James y a Jane Austen sigue sin aparecer, ¡y yo que ya me estaba gastando el dinero de los libros desechados en tesoros urbanos...!

martes, 20 de febrero de 2007

Visitante

Por primera vez en este año, hace unos minutos, ha venido el primer mirlo macho y ha cantado en el patio apenas un momento, aprovechando que los de las obras ya han terminado su festival del ruido. En invierno sólo vienen hembras como la de la foto, parduscas y silenciosas, y remueven las macetas buscando no sé qué raíces o contribuyendo a algún ciclo biológico. Pero en esta fecha aparecen los primeros cantores, negros y con el pico naranja vivo. Primero vienen tímidamente, como hoy, y luego cada vez más sistemáticos, me despiertan por la mañana y vuelven al atardecer, y convierten el patio de manzana en un gran auditorio. Una tarde de tormenta, G y yo escuchábamos a uno que cantaba rompiendo el aire como una soprano. Lo buscamos con prismáticos y allí estaba, mojándose desesperadamente en la copa del ciprés de enfrente, del único jardín que queda en el patio, con suelo de pizarra. El mirlo tenía el plumaje negro absolutamente empapado, con destellos azules, y seguía cantando a toda potencia bajo la lluvia, sacudiéndose a veces las gotas que brillaban como pedazos de diamantes sin que las alas las absorbieran. Aquel pobre pájaro negro, bañado en lluvia e infatuado de su voz, parecía presa de una repentina pasión primaveral.

Memoria histórica

Foto: I.N. Memorial de las víctimas del asedio de Sarajevo. Esa llama arde justo a la entrada de Baskarsija, el barrio turco de Sarajevo, muy cerca del Centre André Malraux. Lo he puesto aquí para ilustrar que ayer me invitaron a una reunión del Projecte Memòria Històrica (Coordinadora per a la Memòria Històrica: Manifiesto y Acuerdos ... ) para que les hablara de mi libro balcánico Conversaciones en torno a una guerra. Me escucharon y después intercambiamos ideas e impresiones. Yo estoy feliz de poder aportar algo a un trabajo tan necesario, en un país tan enfermo de la memoria, tan condicionado por ese silencio de generaciones que ha hecho a tanta gente pasiva, ignorante, crispada, miedosa, o incapacitada para la reflexión y la crítica, como alguien sugirió allí. Ayer en El País El reencuentro del estudiante exiliado aparecía la iniciativa de una profesora de un pueblo alemán, que había propuesto a sus alumnos reconstruir la vida de un niño judío que había estudiado en aquella escuela. El entusiasmo de los alumnos los había llevado hasta su hijo, ya americano, que no sabía nada de ese pasado paterno y sólo tenía como vestigio de su origen "una máquina para hacer spätzle -una pasta de harina, huevo, sal y agua". Parece que aquí, contó otra psicoanalista asistente a la reunión, si se les propone a algunos maestros, incluso progresistas, iniciativas similares sobre la memoria, vuelven la cabeza. Seguramente piensan, como sugirió un periodista hace poco, que sólo servía para traer más conflictos. Como si los demonios pudieran enterrarse. Como si esos alumnos aburridos no tuvieran que comprender que la historia es algo vivo, que atañe a sus familias, algo que a veces quema, que duele y mata, con heridas que hay que airear para que se curen.

Mañana de martes

El florista de la plaza no tenía tulipanes rojos para celebrar el Año Nuevo Chino 2007 ("¡El año del cochino!", me dijo, lo había oído en la radio), así que se los compré rosas y amarillos. Es de una familia gitana que vende flores por todo este barrio. "Mi primo es gitano, pero trabaja", me dijo una morenaza en un tren de Figueres. Una vez le pusieron al florista una caseta de CIU al lado en una campaña electoral. "¡No te dejes convencer", le dije al pasar. "¡Yo seré pobre, pero no soy tonto!", contestó, y añadió que era de izqierdas. "Entonces somos dos en este barrio de derechas", le dije. Carles Hac Mor me cuenta que ha estado en Perpinyà dándose un baño de cultura popular y gitana y mora y marginal y resistente; me lo cuenta en un email donde habla de elitismo y cultura, a su manera sintética y a veces hermético-indicativa-poética-burlona. Los robots que me ponen anuncios estúpidosen el blog me obligan a venir a pasar la escoba. Siempre me acuerdo de una amiga judía de Palma que, cuando no tenía trabajo, me decía que todas sus obsesiones venían de "darle demasiado al mocho". Según ella, el mocho le hacía darle vueltas a las cosas de su familia, a su manera analítica y con la persistencia insostenible del mocho. O de la escoba. Pero yo la pasaré muy deprisa... Y con esto y las flores chinas, me he olvidado de decir que Dante bertini no sabe muy bien (dice) dibujar rosas. A mí me gustan más los tulipanes.

lunes, 19 de febrero de 2007

Compradores de libros

Con el orden que recomiendan para el Año Nuevo Chino, junté un centenar y pico de libros y hoy ha venido un librero de la calle Canuda a ver qué me daba. Enseguida ha empezado a decir que ahora se editaba demasiado y que todo era una porquería. Pero oiga, le he dicho yo: si Henry James, Jane Austen, António Lobo Antunes , Carlos Fuentes y ALBERTO BEVILACQUA son malos autores, entonces, ¿qué es para usted buena literatura? No me ha contestado. Enfadado con mis pobres libros y refunfuñando como un zapatero que hace años había en la calle Camp, que nos regañaba a todos por llevar los zapatos en aquel estado (y la gente se reía en la cola, "yo no sé por qué venimos", me confesó una señora una vez), ha declarado muy seguro que de esos cien, sólo quince serían vendibles y que me daba ciento veinte euros incluyendo los tres antiguos (que tal vez valgan algo). El hombre tiene que hacer su negocio y yo quiero que esos libros que yo ya no leeré, o que tengo repetidos, en ediciones originales sin traducir, puedan encontrar un destino mejor, así que he aceptado. Pero no me ha caído simpático. Podría haber dicho: sólo puedo pagarle esto, sin necesidad de despreciar a los pobres Henry James y Jane Austen. ¡Por un momento he considerado la posibilidad de enfurecerme por ellos! Yo tengo todos los libros que escribieron esos dos, en bonitas ediciones inglesas. O una traducción de Emily Dickinson-. ¿Cómo se atrevía ese hombre a desdeñar a la maravillosa Emily Dickinson? ¿Qué será para él alta literatura? ¿La catedral del mar? No, no, la alta literatura serán estos mismos libros cuando ocupen un estante de su librería...

domingo, 18 de febrero de 2007

Pepe el tonto y otros tontos

He encontrado, gracias al préstamo interbibliotecario y a la ayuda de una experta, el libro de cuentos absurdos y vagamente crueles que recordaba. El problema es (aparte de que no he aprendido a usar el escáner) que la memoria transforma y enriquece la realidad. La que yo recordaba indigente y homeless a quien unos niños recortaban la falda mientras dormía, y que luego, al mirarse en un charco, no se reconocía y se preguntaba angustiada: ¿Pues quién soy si no soy yo? era en realidad una vendedora de huevos, a quien un ropavejero recorta la falda, y no se refleja en un charco, sino que va a su casa y el perro le ladra... Pese a todo, ese libro sin firma de autor ni más datos que el ilustrador, Pablo Ramírez y la editorial Molino, tiene su meollo perverso, cruelmente arbitrario. Hay una mujer que vive con sus 5 hijos en una bota y cada noche les da un plato de sopa "y con unos azotes los mandaba a dormir". Se ve a los niños en fila, algunos ya colorados del azote y llorando. ¿Por qué los azotes? No se sabe. Un calabacero que no tiene para mantener a su mujer y la mete en una calabaza (la mujer parece muy pequeña y furiosa en el dibujo) y "muy bien la conservó", y así sucesivamente. Lo peor es que un comentario en el dorso dice que "La sencilla trama de los cuentos será fácilmente comprendida por los pequeños", que no dormirán sino con extrañas pesadillas... Me gustaría proponerle a algún ilustrador (tal vez esos amigos de Dante bertini ) hacer una nueva versión de Pepe el tonto...

sábado, 17 de febrero de 2007

¿Ciudades secretas?

Gabriele Basilico, Istanbul Me he asomado a la posibilidad de asistir al seminario de Helene Cixous- en el Museu d'Art Contemporani de Barcelona , aunque hay que leerse previamente una bibliografía señalada y resignarse a un encierro de tres o cuatro horas, dos días, en aquel subsuelo del auditori, veremos si puedo conseguirlo, pero su historia de pied noir judía francesa, su dédans dehors histórico, sus afinidades no sólo históricas sino ideológicas y filosóficas con Jacques Derrida, su escritura poético-filósofica-analítica, su discusión y aportación feminista al psicoanálisis de Jacques Lacan (esa aportación que parecen ignorar las mujeres de este país que acusan el psicoanálisis de misoginia, como si todo hubiera acabado en Freud y nunca hubieran existido aportaciones como las de Cixous, Olivié -Christiane Olivier Psychanaliste Ecrivain et Conférencière - y tantas otras; cayendo ellas en esa misoginia que pretenden denunciar) me fascinan e interesan. Hablando de ciudades secretas, o ciudades interiores, anoche fui a ver la última película de Gondry, pero pensé que al menos en parte tenía razón el artículo de Letras Libres - "La ciencia del sueño, de Michel Gondry" por ... porque la ausencia de su guionista habitual, por ejemplo en Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) o Olvídate de mí, ha convertido las ideas más intensas y la tristeza quebrada de esa película en casi casi pura atmósfera, aunque haya destellos reconocibles y momentos geniales en ese cuento loco y triste, pese al final. También es verdad que me cuesta juzgar cuando algo me angustia, también me angustió su película anterior, con una desazón parecida a la que me produjo Dancer in the Dark de Lars von Trier. Algo que se filtra como una duda, en este caso la locura, en el caso de Lars Von Trier, la negación y el sacrificio y le maltrato. Mi sabia prima V. dice que La ciencia del sueño es la historia de una psicosis, y efectivamente, it makes sense. Pero creo que Gondry, sin su guionista, carece de disciplina y que sólo muestra su locura sin poder domesticarla y de pronto se asusta y nos sirve ese final de cuento. Hay una duda persistente en toda la película, una indecisión narrativa que no se cura, un temblor... Tengo que reconocer que a mí me ha pasado a veces con Samuel Beckett , que su aproximación a la locura me asustaba demasiado. He comprobado que a otros les ocurre con autores que a mí me fascinan, como una vez me dijo Emilio Manzano sobre Fiódor Dostoievski, que yo siempre releo con la misma fruición, no sólo los Hermanos Karamazov, sino CRIMEN Y CASTIGO.

jueves, 15 de febrero de 2007

Miércoles noche

Foto: Giacometti, Mujer con flores Anoche, la fiesta del (h)Original empezó con Xènia Dyakonova (Barcelona poesia ) recitando sus traducciones (sorprendentemente inspiradas, y es que XD domina el catalán y puede tomarse licencias y ensanchar la lengua sin quebrarla) de algunos poemas de Aleksandr Kushner , que después leía en ruso con una sonoridad magnífica, murmurante y acuática. Hubo uno donde en medio de la noche alguien oye a otro que llora y se soprende, y quien está con el narrador en la cama le conmina a dormirse, pero él o ella no puede, y sigue detecando llantos y silencios e interrogándose... Después yo leí mi texto El cec de l'Odissea, el bloqueig i un somni d'editors, tras precisar lo intrusa que me sentía en ese ámbito (como en casi todos) y luego Osias Stutman (Osías Stutman: Poemas con palabras inglesas ) recitó sus poemas homenaje a Antonio Porchia, poemas precisos, afinados, nocturnos y a la vez llenos de silencio y de luz. Fue curioso que Toni Clapès nos ordenó intuitivamente y pareció que nos siguiéramos el hilo como en un Cadavre Esquis alargado, porque si uno hablaba de sueños, tejidos de palabras, ciegos de la Odisea, el otro le seguía, y así nos fuimos siguiendo uno al otro, rematando Jordi Nopca y Josep Pedrals, experto en cierres festivos y rotundos. Cuando le dije a Clapés lo de su orden inteligente, me contestó "L'atzar és sempre millor que les altres opcions", rescatando el espíritu del coup de dés mallarmeano o de las ordenaciones aleatorias de John Cage. Y hubo un momento especial en el que Carles Hac Mor leyó un generoso poema (metafísico-ontológico-lírico-freudiano-fonético-lúdico) dedicado ¡a mi escritura! Qué psicoanalítico y brillante, dijo mi prima V (el objeto a ). Fue una pequeña fiesta poética y musical. Copio aquí el poema de CHM: EL NO-ÉSSER NO ÉS Per a Isabel Núñez. Zbelnu, Zbelnu, oh Belnu! Beleguin, Beleguin! l'ésser no pot ser no-ésser! Això no és sinó un himne del no-ésser clavat a com escrius! El dolor ve del tu i el dol és pel jo. El pèl del do de pit, però, el fa eixerit, l'ego sense tutú. I en l'endemig, ai!, tots els tus del teu jo llisquen per l'exidiu: la flor que fa estiu n'es un sense jo. El dolor ve del tu i el dol és pel jo. Carles Hac Mor

miércoles, 14 de febrero de 2007

14 de febrero

Arthur Rakham: Alicia y el conejo blanco ("¡Tengo muchirrísima prisa!") Para celebrar el día de San Valentín, podéis visitar el blog de J.A. Millán http://jamillan.com/librosybitios/blog/, y veréis (entre otras rarezas interesantes) los Lenços de Namorados, unos antiguos pañuelos portugueses con poemas amorosos que a mí me recuerdan, en un tono menos melancólico, a los poemas sefardíes inscritos en las piedras del maravilloso cementerio judío de Sarajevo, que comentaba Ivo Andric. Otra opción es venir al Bar HORIGINAL a las 20:30 a la presentación de varias plaquettes de Cafè Central, entre ellas la mía, copio la convocatoria... Dimecres 14, a dos quarts de nou del vespre, a l'Horiginal (carrer Ferlandina, davant del MACBA) es presentaran les novetats de la col·lecció de plaquettes Els ulls de Tirèsies de Cafè Central: Poemes d'Alexander Kuixner (traducció de Xènia Dyakonova) La lliçó, de Jordi Nopca Ver y oír, d'Osias Stutman El cec de l'Odissea, el bloqueig i un somni d'editors, d'Isabel Núñez en l'"¡ai, adéu!", de Josep Pedrals, amb dibuixos de Marc Torrent. Hi sou convidats a participar-hi.

Como doble "regalo" de san Valentín, me ha llegado una carta del Defensor del Pueblo francamente decepcionante, que comentaré otro día, porque me pone de muy mal humor, y una carta de Hacienda donde, sin decirlo así, reconocen su error, y me devuelven lo que me debían.

lunes, 12 de febrero de 2007

Berlinés y las obras

Ilustración de El-Ed para Letras Libres He entrado a la calle Berlinés, con la intención de dirigirme a Xoroi, la librería psicoanalítica, tan cerca de mi casa. No sé qué pasa en esa calle, antes tan tranquila. Parece que han decidido acabar con ella. Soplaba un viento huracanado que no se notaba en las demás calles, un poco al estilo de la casa de Los Munsters, donde siempre llovía y era de noche. Están derruyendo todas las casitas que quedaban en pie, y ahora comprendo parte del fragor infernal que oigo por la mañana y que obliga a la gata a abandonar su baño de sol en la terraza y a entrar en casa. No comprendo por qué en este país la gente sólo se queja del ruido nocturno, el de los bares y festejos, pero a nadie parece importarle ese festival de ruido matinal, de obras que van devorando la escasa belleza y gracia que le quedaba a esta pobre ciudad, de ambulancias subidas de decibelios, de motos sin silenciador, de camiones municipales de bcn neta y autobuses estruendosos. Al fin he llegado a Libreria Xoroi, libros de PSICOANÁLISIS (Barcelona) y en ese refugio del pensamiento analítico y un lenguaje afín, a salvo de las obras y la fealdad que quieren imponer en todo, he intentado seguir la recomendación de mi prima V (a saber, ir a mirar libros, bañarse en ellos, no comprarlos), y he estado apreciando unos cuantos lacanianos incluyendo uno de SOLER, COLETTE , Lo que Lacan dijo de las mujeres, pero al final he caído sólo levemente por otro de Janet Malcolm, Psicoanálisis: una profesión imposible. On verra bien. Luego, ya en casa, he ido a visitar los blogs de El-Ed ( mi bulin ), de donde he robado esta bonita ilustración suya, sorprendida porque al pinchar en este misterioso link desopilante velocidad ¡me ha aparecido un vídeo de youtube de Harold Lloyd! A quien justamente puse aquí hace un par de días, véase más abajo, colgado del reloj. Y ese ha sido el único link que he pinchado... el azar...

domingo, 11 de febrero de 2007

Anoche vi una película extraña

13 Tzameti (2005)- del georgiano Géla Babluani ,donde las imágenes en blanco y negro, los silencios, la forma de narrar transmiten códigos distintos, de una rara intensidad poética, tan poderosos al menos como la desesperanza y la violencia de la propia historia, especie de gran ruleta rusa donde el protagonista aterriza sin saber, sumergiéndose en un azar despiadado, como si estuviera acostumbrado a la hostilidad del mundo y no dudara de ella, entregándose con la idea de conseguir dinero, y ahí tal vez el origen del protagonista (Georgia, la violencia sorda de la política en las ex repúblicas soviéticas) elíptico en la narración, es un signo importante, un ángulo que transforma la historia y que explica la entrega absoluta de ese personaje a su destino y a unas reglas que acepta sin conocer. Dinero para los suyos, un reducto amoroso -aunque el amor también sea elíptico, sólo está en la sonrisa del hijo mirando la expresión de la madre al ver los billetes, en el gesto casi al final del intercambio telefónico con el hermano- que sólo puede encajar sobria, económicamente en el engranaje falsamente sencillo del género, serie negra, tras el largo duelo que homenajea oblicuamente los westerns. El actor es hermano del director, otra referencia que evoca autobiografía, aunque sea equívocamente. Hay algo expresionista en esa mirada aparentemente inocente, esquemática, naïf, un legado del cine mudo y del cine soviético, pero también hay algo de los primeros filmes de Polanski, EL CUCHILLO EN EL AGUA, por ejemplo. Y la distancia fría y elegante que permite observar la dureza sin flaquear.

sábado, 10 de febrero de 2007

en el kiosco

Un perro se ve reflejado en la franja del mostrador, que es un espejo, y se pone a ladrar furioso, ante la sorpresa de todos los que pasan. Dice su dueño que es muy combativo, que siempre que se ve en un espejo intenta atacar al "otro"... La verdad es que el pobre perro lleva una especie de jersey algo ridículo y tal vez su imagen le resulta intolerable...

Más libros

A pesar de mis propósitos de contenerme con los libros, ayer compré dos microlibros, una nouvelle de Somerset MAUGHAM-, animada por mi comentarista anónim@, que me recordó la publicación de Theater/Julia en Ediciones B, y luego, en El País, vi la crítica del estreno de El velo pintado. Pero salvo la maravillosa The Razor's Edge (1984)- (Al filo de la navaja), con Gene Tierney, en épocas más gloriosas del cine, yo prefiero leer a Maugham que ir a verlo. No encontré Theater y me compré Up at the Vila- sobre la que también hubo película. Y para compensar la dureza pétrea y deslumbrante de los Diarios de Pizarnik (cuya lectura les debo a Dante bertini y a Pere Gimferrer por partes iguales), me llevé de la alta estantería de La Central SUR PAROLE : INSTANTANES PHILOSOPHIQUES, une oeuvre de DERRIDA ... , tuve que subirme a la escalera, pero no me importó porque pensé en esa maravillosa película sobre Derrida, D'ailleurs, Derrida (1999)- donde él enseña su biblioteca en París, y con escalera de caracol, sube a un pequeño altillo con mansardas donde sólo tiene la filosofía pura, Heidegger, etc..., y lo dice con su sonrisa, un poco como ironizando su adoración o recordando la idea de los místicos y esotéricos de poner siempre los libros sagrados en alto, que nunca tengan nada encima... Y le preguntan a Derrida (me encanta el título sur parole, la connotación judicial y la asociación a la libertad) cómo pasó a la filosofía si soñaba ser futbolista. Él precisa que ser futbolista fue sólo uno de sus sueños adolescentes, pero explica cómo la lectura de Les nourritures terrestres de Gide, gracias a un maestro llamado Lefevre, le trajo la primera epifanía y de ahí pasó a nietzsche. También cuenta cómo lloraba al separarse de su madre en la escuela y cómo cantaba al salir, y como al preguntar dónde estaba su madre, le dijeron que su madre "faisait de la cuisine", creía que había una cocina en la escuela donde podría encontrarla, ya que no podía imaginar que ella estuviera en ningún otro lugar salvo en el mismo edificio donde él estaba. La cara de Derrida me consuela, hay algo en su expresión que me produce un efecto casi terapéutico, reconfortante e inmediato. Tengo un libro sobre él, un número monográfico de la revista Europe, Jacques Derrida (con un texto maravilloso sobre la traducción), y su foto en la portada es mi favorita, no me resuelvo a guardarlo, siempre está por ahí encima, acompañándome. Leí que PETER SLOTERDIJK contaba su impresión, al saber la noticia de la muerte de Derrida, como si cayera una sombra sobre él, la sensación de soledad fulminante. Yo había sentido algo parecido, a pesar de mi manera ignorante y maladroîte de acceder a su obra, y tal vez por eso intento seguir siempre leyéndole y viéndole por la casa.

jueves, 8 de febrero de 2007

La censura en tiempos de Franco

Un comentarista anónimo me hace precisar. Por lo visto, las ediciones de Janés de W. Somerset Maugham-(como El velo pintado) estaban salvajemente mutiladas por la censura franquista, faltaban pedazos enteros, "como Mogambo (1953) pero a lo bestia" (en Mogambo el loco censor hizo que Clark Gable y Ava Gardner fuesen hermanos, y todo se volvió incestuoso) y el pobre Maugham no podía defenderse, como sí pudieron hacer algunos, como se recuerda en la biografía de Ricardo Muñoz Suay, sobre Buñuel, cómo la intervención de la censura en la escena final de Viridiana (1961) le permitió a Luis Buñuel colar un final mucho perverso, aunque menos explícito, de simbólico ménage à trois, jugando los tres al tute. Aunque la portada de Tharrats fuera tan bonita. Ahora Bruguera publica El velo pintado en su versión íntegra, y desagravia al pobre Maugham y sobre todo, a sus lectores en castellano.

martes, 6 de febrero de 2007

el té del Marais

Mi prima V volvió de París y me trajo dos nuevos tés rojos para mis tardes, uno africano (Red Cape Town) y otro egipcio (Nil Rouge), sin teína, para poder conciliar el sueño y no despertarme en medio de la noche. Son de mi tienda preferida de París, MARIAGES FRÈRES (como no quiero hacer propaganda, pongo el link chino), donde unos dependientes hermosos y educados te tratan siempre como a la reine des thes aunque compres dos paquetitos de 6 euros, y con toda la paciencia del mundo, guantes y delantales impecables, siguen escrupulosa y naturalmente el ritual: traen esas latas negras gigantescas para que puedas hundir la cabeza en ellas e impregnarte de los efluvios de cada té y tomar la decisión. El peligro es que allí, todos parecen maravillosos porque el decorado es perfecto, teteras chinas y una atmósfera entre parisina y también pecaminosamente colonial. Y como en el Pergamon Museum- de Berlín, The British Museum de Londres o las bibliotecas inglesas y francesas, te preguntas por qué los españoles destruyeron el esplendor de su sangriento imperio y no supieron aprovechar ni preservar ninguna rizqueza... ¡excepto la lengua! Ayer un amigo me mandó un absurdo vídeo donde unos hispanos ofrecen clases para aprender a hablar inglés con acento hispano y así conseguir trabajo en California.

Pizarnik, la escritura, el autosacrificio

Arthur Rakham: Gulliver en Lilliput

"Lunes 27 de abril, noche: (...) Hoy todos me han traicionado. El diálogo delirante con mi madre. Es un peso gravísimo, terrible, temible, que me hará perder la vida del modo más cruel. Ella sabe, ahora, del fracaso de toda su vida. ¿Cómo compensarla? ¿Cómo ayudarla? Y ese temblor en los labios, ese tic que le obliga a mover los labios como una criatura que va a llorar. Ésa es mi madre, la que hizo de mi infancia un laberinto de tristezas sin nombre. Y ella y yo estamos tan vencidas que desapareció la culpable, así como la víctima. la quiero mucho, pero sobrellevar su vida (en mis hombros que tanto me duelen) implica inmolarme. Y claro que me inmolo. Por supuesto que me doy en holocausto. ¿Y qué?" Alejandra Pizarnik, Diarios.

Conozco esa sensación, sólo que frente a la escritura, donde interesa más lo enfermo, lo perplejo, lo perverso, lo débil, lo fusional, lo paralizante (la prueba es que en la Comedia de Dante, el Infierno vendió siempre mucho más que el Paraíso, Philippe Sollers dixit, o que "Todas las familias felices se parecen", león tolstoi dixit, y Carlos Fuentes), en la vida hay que huir de todo eso, no autoinmolarse, protegerse, poner barreras, al menos algunos tenemos que hacerlo, no podemos permitirnos esa inmersión... salvo en la escritura... Y a veces, el miedo de que los monstruos de la escritura salgan de la pantalla o del papel y nos devoren o contaminen nuestra vida puede bloquearnos. A veces. Y otras pensamos en la suerte de poder escribir, o como dijo mi antigua psicoanalista: Los escritores no tenéis que esperar a soñar para pescar en el inconsciente...

Y aquí viene al caso un post último de V. "del deseo y la libertad en china" que conecta precisamente con el bloqueo y con el terror de la fusión, la identificación el hundimiento con los fantasmas de nuestros progenitores...

lunes, 5 de febrero de 2007

Tharrats y Somerset Maugham

Foto: J.J. Tharrats en Pineda de Mar Me han mandado El velo pintado (The painted veil) de Somerset Maugham, que ahora reedita Bruguera de la mano de Ana María Moix . Como acababa de proponer otro libro, no podré reseñarlo y lo siento porque me encanta Somerset Maugham (ya sé que tiene mala prensa en algunos círculos, una vez leí a Herralde desdeñarlo, tal vez porque estuvo de moda en esos años tristes del franquismo, pero hay cuentos suyos y nouvelles maravillosos, ese narrador viajero, confidente de los personajes femeninos más sutiles, temperamentales y complejos y siempre ambiguo y discreto, que revive en unos cuentos de Magrinyà, me emocionaba y me sigue interesando). Lo que no comprendo por qué no han utilizado la magnífica portada que Tharrats, Joan Josep hizo para la edición de José Janés en los años sesenta, y que puede verse en unas estupendas vitrinas de la Fundació Tharrats. El año pasado fui con Àngel Vilalta (Angel Vilalta Scholarship and Teaching Fund ) y Anna Maio a visitar la Fundació y tras el horror de perdernos por los alrededores del pueblo (una especie de barrio industrial que han construido por allí, con una fealdad monstruosa, que se extiende comme un cancer malheureux, étalant ses ganglions de misère et de laideur", como escribió Albert Camus en Le Premier Homme), llegamos al lugar y fue maravilloso ver sus collages y sus maculaturas, en la magnífica selección que ha hecho su hijo editor (y librero de Cadaqués), Joan Tharrats. Y en esas vitrinas descubrí la colección de Janés que había visto siempre en casa de mis padres, con aquellas portadas tan modernas que ya entonces me subyugaban, sin saber que eran suyas. Ya sé que hay que felicitarse de que se reedite a Somerset Maugham, pero con portada de Tharrats habría sido un lujo.

domingo, 4 de febrero de 2007

Zambrano, la música (mnemónica) de las palabras, la pastora de gansos

Arthur Rakham, Blancanieves En El País de hoy, Gustavo Martín Garzo cita a María Zambrano en su artículo La caja de música para adentrarse en esa memoria musical de las palabras que los escritores heredan como legado (la madre asomada a la cuna, murmurando o hablando al bebé). Yo no creo que mi madre se asomara a mi cuna para hablarme, pero hubo un personaje más ambivalente, la tía malvada que fue mi Némesis de la infancia y a cuyo maltrato me costó tanto sobrevivir, también me enseñó a leer y me regaló mi primer libro, de Andersen, cuya portada verdosa recordaba vagamente y que recuperé hace unos años milagrosamente de casa de mi madre, Almendrita y otros cuentos. Mi primer libro me produjo un alivio asombroso, fue la revelación de un mundo, descubrí que existía otro mundo, más afín que el que me rodeaba, y que al mismo tiempo recogía a todos sus personajes terribles: madrastra, hermanastras, brujas y hadas, dragones y castigos despiadados, pero también transformaciones felices para el patito feo y la Cenicienta. Las palabras de ese y de los cuentos que le siguieron (Los Hermanos Grimm, Adalbert von Chamisso, Charles Perrault, Ras, Matilde , Fortún, Elena , IONESCU, Angela C., Beatrix Potter , los Cuentos Marujita-) su musicalidad y sus rimas se me quedaron grabadas, como la pastora de gansos que hablaba con la cabeza de su caballo muerto, colgada de una puerta: "Ay de mí, cabeza de Falada, que de la puerta estás colgada..." O que hacía soplar el viento para ahuyentar al pastor y poderse peinar tranquila: "Vuela vuela, viento alado y llévate el sombrero de Conrado, para que él vaya detrás, corre, corre y correrás..." O el humor despiadado de Pepe el tonto y otros tontos (un libro maravilloso que por desgracia ya no existe ni he podido encontrar. RBA compró editorial Molino y probablemente todo se destruyó, como sólo ocurre en este país, y tampoco pude encontrarlo en casa de mi madre, que acumula todo lo imaginable, pero se desprendió inexplicablemente de todos los cuentos): "Pepe el tonto fue a pescar/ con una gran coladera/ y se enfadó porque el agua/ se le caía por fuera..." O también en aquellos cuentos pequeños llenos de duendes con zapatos puntiagudos y grandes hebillas cuadradas en el cinturón, colección Marujita: "Madroño encantado, trabaja por mí, haz buenos pasteles, me fío de ti..." Por cierto que ayer una amiga me instigó a leer a Gregorio Morán en La Vanguardia, donde elogiaba a un escritor que yo no conocía. Como es su costumbre, Morán aprovechaba para arremeter contra unos cuantos, entre ellos Rafael Conte, pero no contaba con el azar o la justicia poética o quién sabe qué, porque en el Babelia de ayer, Rafael Conte defendía al mismo escritor, Ricardo Menéndez Salmón en Una (estética) huella alemana . ¿O acaso ambos lo sabían, por ese espionaje misterioso entre periódicos y suplementos? Yo suelo leer a Morán porque en un país donde nadie es libre de meterse con nadie y la crítica contra los famosos o reconocidos no existe (mientras los críticos silencian, ningunean o arremeten sin piedad contra los nuevos o poco conocidos, nadie se atreve con los consagrados), él sí que lo es. Algunos dicen que es resentido. Tal vez. Yo no siempre estoy de acuerdo con él, pero es una excepción a tener en cuenta.

Más de Montaigne, la memoria y las mujeres

Picasso, Le rêve Montaigne con sus obsesiones latinas, cita a Cicerón "Memini etiam quae nolo, oblivisci non possum quae volo" (Recuerdo lo que no quiero; no puedo olvidar lo que quiero) y a Séneca "Inners malorum remedium igborantia est" (La ignorancia sólo es un débil remedio a nuestros males) para defender la memoria y criticar las vanas tentativas de olvidar y enterrar de algunos: "Où ils ne peuvent guérir la plaie, ils sont contents de l'endormir..." El pensador francés defiende siempre la necesidad de recordar para saber y la asocia a la identidad y al conocimiento. Lo malo de ser lectora es que, tarde o temprano, cuando leo a mis autores a veces incluso favoritos, siempre me encuentro con horribles ataques de misoginia. En el caso de Montaigne, un pasaje donde cita a dos mujeres maravillosas, una de las cuales, como su marido sufre de una enfermedad terrible, le propone que se suicide y se ata a él para arrojarse desde un precipicio. Como aquellas viudas indias obligadas a inmolarse en la pira del marido. En medio de tanta racionalidad, surge el odio irracional a la madre, y no sólo pasa en la época de MONTAIGNE, se puede encontrar en las páginas de los peródicos, en escritores aparentemente racionales, y también en escritoras. Hay un libro duro y necesario, Una Breve Historia de la Misoginia - Criticadelibros.org , de Anna Caballé, donde nos recuerda de qué país venimos, y algunas citas (como la de Valle Inclán) me sorprendieron en particular. La profesora Anna Caballé incluye también frases misóginas de Almudena Grandes (según ella no hay mujeres que sean buenas escritoras, las incluyen en las antologías sólo por ser mujeres) y Elvira Lindo, quien le contestó en su columna dominical. Aunque no se incluye a muchas otras. En este blog aparece el intercambio y la carta de réplica de Anna Caballé, donde describe el estereotipo de las mujeres descritas por Lindo, siempre en trances depilatorios mientras su "santo" lee libros de interés. 24/7 - La misoginia de Elvira Lindo, según Anna Caballé

sábado, 3 de febrero de 2007

No me gustó Marina

En una entrevista en la CNN sobre su libro Anatomía del miedo - Ed. Anagrama., JOSÉ ANTONIO MARINA parecía atravesar los límites de la filosofía y ofrecer unos trucos ya que, según él, el psicoanálisis no ayuda a vencer el miedo. Me decepcionó su actitud de casi-curandero o de autoayuda, que ensombrecen la luminosa actitud especulativa y analítica de la ética y la filosofía. En cambio, sí me ha gustado Javier sadaba ( Javier Sádaba : : : : : El Poder de la Palabra : : : : : o Frases de Javier Sádaba ) en otra entrevista de la misma cadena, hablando de un tema para mí ininteresante, como es el derecho ético a tener hijos de una mujer de 67 años, cómo con su sentido no común sino propio ha abordado esa estúpida tendencia reglamentadora y prohibitiva de la vida y las relaciones, en la que podría incluirse la horrible e hipócrita ley antitabaco (mientras no se prohíben pesticidas, contaminantes, mientras no se lucha contra el cambio climático, mientras España se opone a eliminar materiales tóxicos de la construcción, ni se reduce la contaminación de los coches y calefacciones, ni el ruido, ni las radiaciones de las antenas, etc., pero eso sí, se condena a los fumadores a quedarse en sus casas, si es que no les denuncian los vecinos), o la futura ley que nos va a prohibir el alcohol como en la Ley Seca, etc. Sadaba ha dicho también que había que pensar en las familias como algo no necesariamente relacionado con la tríada cristiana, sino menos estructurado, distinto, más abierto a lo de fuera, más rico y socializado.

viernes, 2 de febrero de 2007

Montaigne, Betteredge y Robinson

Michel de Montaigne El volumen II de sus Essais (Les Essais de Montaigne ) es uno de los libros que han aterrizado en el cuarto de baño para quedarse ahí en los últimos meses. Michel de Montaigne es inteligente, agudo y sutil, a veces me cuesta imaginarlo con ese aspecto tan antiguo porque me parece insólitamente cercano. Hoy he abierto una página donde decía: "Or, de moi, j'aime mieux être importun et indiscret que flatteur et dissimulé." Qué consuelo para mí... Una vez, un amigo antropólogo me dijo: "Tú no puedes evitar ser excesiva..." ¿O dijo excéntrica? ¿O exagerada? ¿O extravagante? No, ya lo recuerdo, dijo: "Tú no puedes evitar ser desmesurada..." También recuerdo que la madre de una amiga, cuando éramos adolescentes, le dijo algo elogioso de mí, pero añadió: "És una llàstima que sigui tan extremada"... Mi caos personal, o mi despiste o mi tendencia a abstraerme me impide ser realmente discreta, y también una urgencia de expresar, una impaciencia, una especie de obsesión por mi verdad o la percepción de las cosas, todo eso me impide ser siempre oportuna, diplomática, discreta. Aunque esa desmesura o esa supuesta radicalidad sea también malgré moi. En cuanto a flatteuse, alguna vez habrá que practicar ese deporte, como tragar, pero me produce una cierta repulsión. Tal vez por eso me monté mi arriesgado e independiente chiringuito, para sustraerme a ciertos imperativos sociales cotidianos... Se pueden leer Les Essais de Montaigne como Betteredge, el mayordomo de The Moonstone (Penguin Popular Classics) ,de Wilkie Collins- leía Robinson Crusoe , como si fuera una especie de Yi king: el libro de las mutaciones. Betteredge lo abría al azar (al azahar, como dijo alguien) para resolver una situación o un dilema de su vida cotidiana. Yo probé a hacerlo una vez, cuando me comunicaron que no iban a renovarme el contrato de Prensa de Seix - Barral y Ariel, hace muchos años (antes de montar el chiringuito). Sentada en los FGC, línea Tibidabo, abrí mi Robinson y me encontré con una frase perfecta de sus Diarios, donde decía que no había que lamentarse por la pérdida, sino pensar en lo que se tenía. La verdad es que no he vuelto a probarlo... Años después, un músico del silencio (cagiano) llamado Tres (Tres _____ elsilencio.com ///////////////////////////// )me contó que había coincidido conmigo en ese metro una vez, pero que yo iba leyendo tan abstraída que ni siquiera levanté la vista, mientras él me observaba a su antojo, sentado frente a mí, hasta que alguno de los dos se bajó. Yo pensé que tal vez fue el día de Betteredge y Robinson. Y para rematar este post, un bibliófilo inquieto y particular como es Pérez Andújar,. Javier, a quien antes veíamos en el desaparecido Saló de Lectura ( El Llibreter: Tanquen Saló de lectura ), al leer mis cuentos de CRUCIGRAMA, dijo, generosamente: "Leídos todos seguidos dan una impresión robinsoniana, de selva como medio de vida preferible a lo que se cuece en el océano cuando el agua se pone a hervir. Me encanta tu manera de tomar la anécdota para darle un sentido dramático, pero sin elevarla a categoría (y disculpa aquí el retruécano dorsiano, pero me sirve para explicarme..., creo). Y lo que más me ha admirado es que si todos los ingredientes están tomados de escenas, anécdotas, impresiones nacidas o que llevarían al pesimismo, queda un regusto de supervivencia, de noble robinsonismo, ya te digo, y eso es mucho contar."