martes, 20 de febrero de 2007
Memoria histórica
Foto: I.N. Memorial de las víctimas del asedio de Sarajevo.
Esa llama arde justo a la entrada de Baskarsija, el barrio turco de Sarajevo, muy cerca del Centre André Malraux. Lo he puesto aquí para ilustrar que ayer me invitaron a una reunión del Projecte Memòria Històrica (Coordinadora per a la Memòria Històrica: Manifiesto y Acuerdos ... ) para que les hablara de mi libro balcánico Conversaciones en torno a una guerra. Me escucharon y después intercambiamos ideas e impresiones. Yo estoy feliz de poder aportar algo a un trabajo tan necesario, en un país tan enfermo de la memoria, tan condicionado por ese silencio de generaciones que ha hecho a tanta gente pasiva, ignorante, crispada, miedosa, o incapacitada para la reflexión y la crítica, como alguien sugirió allí. Ayer en El País El reencuentro del estudiante exiliado aparecía la iniciativa de una profesora de un pueblo alemán, que había propuesto a sus alumnos reconstruir la vida de un niño judío que había estudiado en aquella escuela. El entusiasmo de los alumnos los había llevado hasta su hijo, ya americano, que no sabía nada de ese pasado paterno y sólo tenía como vestigio de su origen "una máquina para hacer spätzle -una pasta de harina, huevo, sal y agua". Parece que aquí, contó otra psicoanalista asistente a la reunión, si se les propone a algunos maestros, incluso progresistas, iniciativas similares sobre la memoria, vuelven la cabeza. Seguramente piensan, como sugirió un periodista hace poco, que sólo servía para traer más conflictos. Como si los demonios pudieran enterrarse. Como si esos alumnos aburridos no tuvieran que comprender que la historia es algo vivo, que atañe a sus familias, algo que a veces quema, que duele y mata, con heridas que hay que airear para que se curen.
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2 comentarios:
¡Cuántas cosas buenas tienes, Isabel!
¡Tantos libros y amigos y flores!
¿O será que yo no tengo nada?
Espiaré tu blog, ya que, si bien no me entero de mucho, lo encuentro super interesante.
Pero si tú tienes tu jardín urbano con monstruo incluido, que has puesto como una alfombra humeante en un momento... Yo pienso seguir fumando de vez en cuando, detesto la campaña de prohibición, mientras paseo entre contaminación irresistible y estruendo de obras...
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