miércoles, 28 de febrero de 2007
Escribir a ciegas
martes, 27 de febrero de 2007
Cixous encore
Hélène Cixous, éblouissante
lunes, 26 de febrero de 2007
La maravillosa historia de Peter Schlemihl
domingo, 25 de febrero de 2007
Zizek en Babelia
viernes, 23 de febrero de 2007
Anti pillow talk?
Esta mañana
jueves, 22 de febrero de 2007
Quizás
Sorprendente Malcolm
miércoles, 21 de febrero de 2007
La escritura de lo materno
miércoles gris
martes, 20 de febrero de 2007
Visitante
Memoria histórica
Mañana de martes
lunes, 19 de febrero de 2007
Compradores de libros
domingo, 18 de febrero de 2007
Pepe el tonto y otros tontos
sábado, 17 de febrero de 2007
¿Ciudades secretas?
jueves, 15 de febrero de 2007
Miércoles noche
miércoles, 14 de febrero de 2007
14 de febrero
Como doble "regalo" de san Valentín, me ha llegado una carta del Defensor del Pueblo francamente decepcionante, que comentaré otro día, porque me pone de muy mal humor, y una carta de Hacienda donde, sin decirlo así, reconocen su error, y me devuelven lo que me debían.
lunes, 12 de febrero de 2007
Berlinés y las obras
domingo, 11 de febrero de 2007
Anoche vi una película extraña
sábado, 10 de febrero de 2007
en el kiosco
Más libros
jueves, 8 de febrero de 2007
La censura en tiempos de Franco
martes, 6 de febrero de 2007
el té del Marais
Pizarnik, la escritura, el autosacrificio
Arthur Rakham: Gulliver en Lilliput
"Lunes 27 de abril, noche: (...) Hoy todos me han traicionado. El diálogo delirante con mi madre. Es un peso gravísimo, terrible, temible, que me hará perder la vida del modo más cruel. Ella sabe, ahora, del fracaso de toda su vida. ¿Cómo compensarla? ¿Cómo ayudarla? Y ese temblor en los labios, ese tic que le obliga a mover los labios como una criatura que va a llorar. Ésa es mi madre, la que hizo de mi infancia un laberinto de tristezas sin nombre. Y ella y yo estamos tan vencidas que desapareció la culpable, así como la víctima. la quiero mucho, pero sobrellevar su vida (en mis hombros que tanto me duelen) implica inmolarme. Y claro que me inmolo. Por supuesto que me doy en holocausto. ¿Y qué?" Alejandra Pizarnik, Diarios.
Conozco esa sensación, sólo que frente a la escritura, donde interesa más lo enfermo, lo perplejo, lo perverso, lo débil, lo fusional, lo paralizante (la prueba es que en la Comedia de Dante, el Infierno vendió siempre mucho más que el Paraíso, Philippe Sollers dixit, o que "Todas las familias felices se parecen", león tolstoi dixit, y Carlos Fuentes), en la vida hay que huir de todo eso, no autoinmolarse, protegerse, poner barreras, al menos algunos tenemos que hacerlo, no podemos permitirnos esa inmersión... salvo en la escritura... Y a veces, el miedo de que los monstruos de la escritura salgan de la pantalla o del papel y nos devoren o contaminen nuestra vida puede bloquearnos. A veces. Y otras pensamos en la suerte de poder escribir, o como dijo mi antigua psicoanalista: Los escritores no tenéis que esperar a soñar para pescar en el inconsciente...
Y aquí viene al caso un post último de V. "del deseo y la libertad en china" que conecta precisamente con el bloqueo y con el terror de la fusión, la identificación el hundimiento con los fantasmas de nuestros progenitores...