viernes, 23 de febrero de 2007

Anti pillow talk?

Foto: Doris Day en Pillow Talk Esta foto no refleja mi sensación de hoy. Pero precisamente por eso quería ponerlo aquí. Es casi el reverso. A veces el teléfono no suena durante dos o tres horas. Y de pronto, todos llaman al mismo tiempo, llamadas en espera, mensajes, etc. Y otras raras veces aparece alguien, uno de esos personajes para quienes el teléfono es una prolongación de su cuerpo, como en eXistenZ , donde se enchufaban las consolas dolorosamente en un agujero de la espalda, y decide que tiene que hablar con nosotros, aunque sea interrumpidamente, aunque no queramos o no podamos. Y si decidimos no coger el teléfono, porque ya ha llamado cincuenta veces y tiene un humor difícil, insiste y deja mensajes en móvil y fijo, y manda emails diciendo que "tenemos que hablar", aun cuando no parece tener nada que decir, salvo desahogarse, obligarnos a poner límites que él no logra imponerse, recobrar la sensación de que está vivo con la pelea, o bien el alivio de comprobar que aún tiene accesoa todas partes, que sigue estando presente en todos los lugares donde estuvo una vez. Tras una reunión otra en un escenario del pasado familiar, he vuelto a casa, y una frase de V. me ha inspirado una solución. Hablar sí, pero no por teléfono. Desenchufar la consola de David Cronenberg (aunque duela al salir de la zona lumbar), romper el maleficio telefónico y tomar un café al aire libre para preguntarle realmente qué le pasa, qué quiere. Y esa propuesta sola ha bastado para volver a la calma. De pronto ya no hay prisa, hay incluso una insinuación de empatía.

3 comentarios:

g. dijo...

No sé porqué pero esa fue la única peli de mi vida en la que me levanté del cine, dejé solo a mi chico y me fui a esperarlo al bar de la esquina. Pedí un cortadito y abrí mi libro. La foto de Doris me encanta, y bien podría reflejarme esa tarde noche en el barcito de Barcelona, esperado a mi enamorado que vuelva del cine. No estaba tan desnuda, claro.



Bso. ;-) Vuelvo.

Anónimo dijo...

Mmm, yo nunca fui ni iría al cine a ver a doris day! pero ella era ubicua en nuestras televisiones de unos años, todo edulcorado... y la cosa es que cuando esas raras tardes de teléfono y sofá (bañera o cama, la même chose) con carcajadas y largas conversaciones siempre me hacen pensar en pillow talk, qué buena expresión, y en ese par...

Anónimo dijo...

sí a cronenberg -inseparables, la zona muerta, una historia de violencia-, uno de mis directores de peana, aunque sí también a Doris, que mostraba su cara edulcorada, haciéndonos la vida un poco más ligera, y luego se divertía con sus ligues ocasionales, casi siempre muy jóvenes y "autoestopistas"...
yo copié su baño de espuma mientras esperaba el resultado de "la sonrisa vertical": dió resultado, ya que apenas enjaboné mi por entonces larga cabellera, me avisaron por teléfono -lo había dejado al lado de la bañera (gracias nuevamente doris por la idea)- que sí, que lo había ganado...por supuesto que por poco me ahogo en agua jabonosa, mutando de day a night...