Foto: Linda Danz, Central Park, Nueva York, 2007 (ciudades que protegen los árboles, a diferencia de nuestro municipio arboricida)
Yo tuve una vez un affair breve y gozoso con alguien que no vivía en ninguna parte. Tenía una base de operaciones en casa de unos amigos, en Toronto, ciudad que detestaba, y organizaba su mundo, sus artículos, sus encuentros internacionales y su activismo entre la virtualidad y las ciudades del mundo. "Tendrá el chakra raíz muy fuerte", me dijo enseguida P, admirada, y yo pensé que mi caso era el opuesto, siempre pegada a las casas como la tortuga a su concha: hace años que me preocupa lo que ocurrirá cuando se acabe mi contrato de alquiler, y aún no me he repuesto de los últimos traslados ni de la pérdida y desorden que implicaron, aunque hayan pasado treinta años. Como Grace Paley, tengo que reprimir el impulso de llamar a la puerta de mis viejas casas, que sólo he visitado en sueños, pidiendo por favor que me dejen entrar y mirarlas porque siguen siendo un poco mías, si no en el sentido brutalmente material de la ley de propiedad capitalista, sí en un sentido más romántico e histórico, porque algo de mi espíritu debió de quedarse ahí. Mi amigo (el del chakra raíz fuerte) se ha posado un tiempo en Londres y aparece de vez en cuando, aunque sea virtualmente, pero hay en su vida una mezcla de secreto y exhibición (no digas en tu blog que he estado en BCN, me pidió una vez, con razones vagas) que me parece familiar y contemporánea, aunque a veces me he preguntado si no será simplemente un espía.
Tengo una amiga que detesta las casas viejas: "están llenas de fantasmas", dice. En su caso es comprensible, ya que probablemente, los fantasmas le hablarían, le pedirían atención y quién sabe qué, como el fantasma de la señora Muir (una película recomendada por un librero que escribe y que si no me equivoco, ahora está en Figueres). Mi amiga me aconsejó que no visitara al azufaifo de noche, porque todos los espíritus se agazapan supuestamente allí. Pero a mí, porque no los veo, como tampoco veo auras a la gente (en sentido estrictamente esotérico) ni imágenes del futuro en los pasamanos de cristal o los vasos de agua, no me disgusta la supuesta presencia de esos fantasmas o sobre todo sus vestigios históricos: ¡qué emoción me produjo cuando, al cambiar el contador de la casa de la calle Herzegovina, encontré un contrato de la luz de un alemán hecho en 1932! Ya he dicho aquí que me gustan las casas abandonadas (en Barcelona ya apenas existen, las tiran cuando los ocupantes acaban de bajar las escaleras, ya no hay historia que buscar) y que hace años me colaba en ellas siempre que podía.
Alguien que no para de moverse pese a su crisis me llama, y como llama tanto y siempre aprovecha el momento en que coge taxis (es un gesto que se repite simétricamente: primero me saluda, luego dice: "Perdona..." y añade: "Vamos a Ciutat de Balaguer con Arimón..." o bien lo dice en portugués, o pronuncia una calle madrileña) o cuando espera a coger un avión, y en tal caso se oye sonido de aeropuerto... Yo siempre olvido dónde está y le imagino en un espacio intersticial entre Madrid, Barcelona, Extremadura, ses illes o Lisboa. Curiosamente, si quiero comunicarme con él, es inútil llamarle: él nunca contesta o no suele. La única manera es esperar a que vuelva a llamar. Su identificación telefónica tiene una característica particular, cierto poder que nadie ha sabido explicarme, pero que su hijo ha comprobado igual que yo. Si estoy hablando con cualquier persona por el teléfono fijo y llama él, se corta la llamada en curso y aparece su voz. Si le pregunto cómo se hace, se ríe y no dice nada al respecto. En realidad, no oye la mayor parte de cosas que le digo, o sí las oye, porque puede repetirlas, pero no las computa realmente. Tiene cierta capa impermeable a lo que oye, y hace años, cuando traducíamos juntos, él siempre olvidaba lo que habíamos traducido. "¿Y qué pasa con X?", me preguntaba. "¿Pero no te acuerdas? Lo mataron en el capítulo anterior..."
Ayer, en el metro, estuve leyendo la deliciosa biografía que Natalia Ginzburg hizo de Chéjov. Fue V quien me la pasó (yo se la había regalado) y me hace gracia descubrir cómo Ginzburg lo ve o en qué aspectos se detiene (yo tuve que incluir fragmentos biográficos de Chéjov en dos reseñas de La Vanguardia y en los textos de portada de una edición barata de El jardín de los cerezos y La gaviota), pero me la compraré en italiano porque leer libros ajenos significa no poder doblar las páginas que me interesan, las que querré citar más tarde, en algún momento, a veces al cabo de mil años. Habla de un cuento titulado "Tristeza" que no recuerdo haber leído, donde el cochero ha perdido a su hijo pequeño pero no encuentra a nadie dispuesto a escucharle y le cuenta la historia al caballo: "'Mi querido rocín... Kuzmá Iónich ya no está entre nosotros... se murió de repente...' La ciudad está cubierta de nieve y de barro, es una noche gélida, en la cochera el aire es sofocante, y los demás conductores entran y salen, indiferentes. El caballo echa el aliento en las manos de su amo, come avena, escucha. El cochero se lo cuenta todo." O también habla del horrible sacrificio de la hermana, que Chéjov pretende no saber... Y tantas otras cosas en un texto tan breve y maravilloso, y sobre todo, Ginzburg sabe bien el valor de la escritura de Chéjov, su sequedad, su falta total de lágrimas y autocompasión, su asombro y extrañeza al no comprender el mundo, todo lo que ella (y todos los que intentamos escribir cuentos) aprendió leyéndolo.
Y sigo con la oleada dylaniana de la reseña que aún no he hecho, y que espero hacer esta tarde. Y no pierdo la esperanza de que esta tarde se me ocurra qué puedo decir en la presentación de La plaza del azufaifo sin repetirme. En cuanto a la película de ayer... (que tanto decepcionó a V. pero que hizo pensar a J.) no puedo decir que me molestara verla, pero tampoco podría recomendarla.
Por cierto que yo suelo tirar directamente a la basura suplementos de ocio, viajes, tv., etc. de los periódicos que compro y hoy el nombre de Magrinyà en una de esas páginas (así me he dado cuenta de que otros escritores colaboran ahí. En el mismo suplemento, Jorge Wagensberg habla complacido de la ciudad, habla de árboles y no dice nada de las inminentes talas ni de las talas ya habidas, como esos mentirosos documentales que muestran una vida salvaje que ya no existe y ocultan los estragos) y lo he leído. El artículo Las ventajas de una guía de viaje caducada vale la pena: cita Redburn de Melville como el primer caso y acaba hilando graciosamente algunas escenas de divergencias entre las guías y sus propios viajes, reales o construidos, secretos o exhibidos, como el bar de asesinos que visita sin sospecharlo en NY., en una época bienhumorada en que llevaba el pelo de dos colores, "blanco y negro, como una vaca)" me ha hecho reír y recordar inevitablemente mis esfuerzos por localizar en el mapa las calles con nombres siempre cambiados en Belgrado, y era inútil haberme aprendido un poco el distinto abecedario, o buscar los sitios con mis indicaciones escritas por las calles sin nombre de Pristina, y el único tip interesante que encontré en una guía inglesa casi clandestina de Belgrado, donde explicaba que en esa ciudad, nada es lo que parece y los mejores lugares son imposibles de encontrar mirando la fachada; se descubren en la incredulidad, atravesando portales y patios oscuros, al fondo de los cuales puede haber un jardín lleno de música y gente conocida.
23 comentarios:
Más de una vez yo he estado a punto de llamar a la puerta de la casa donde pasé mi infancia para pedir por favor poder ver otra vez el jardín. Yo lo recuerdo como algo magnífico pero me temo que mi recuerdo, que debe ser lo que aparece en mis sueños, es totalmente distorsionado.
También suelo doblar las hojas de los libros pensando que algún día volveré.
Me interesa lo de los documentales de naturaleza falsos donde aparecen como si fueran habituales animales que ya están prácticamente extinguidos. Yo soy muy pesimista. Esta mañana hemos estado con los niños en un lugar maravilloso, que creo está fuera del parque natural.
Estando junto al río ha aparecido nada menos que el martín pescador, que es como una estrella fugaz de color azul eléctrico. ¡Todavía existe, en una zona tan humanizada! Pero allí mismo, dentro del río, habían huellas de motos. ¿Qué hacer? ¿Pedir que se proteja? Entonces van a publicitar su existencia, para atraer a más y más visitantes-votantes. No hacen nada si no es para obtener algún rédito. Y al final estará tan degradado como el parque natural y como todo lo demás que administran.
ESo mismo me pregunté yo, cuando fui al lugar que ya te dije en un email, tan cerca de la civilización, pero lleno de esos pájaros maravillosos (no sé si habría un martín pescador porque yo no llevaba prismáticos ni objetivos, sólo mis pobres ojos), cómo podían coexistir... Y sí, habría que pensar qué es mejor, a quién llamar, qué departamento queda con naturalistas o biólogos serios, qué instituto de investigación discreto podría intentar algún gesto de protección sin prensa. Me pregunto si Wagensberg estaría dispuesto a colaborar. No lo sé pero sin duda habría que intentar algo. En realidad, mi parte iluminada o la influencia de mis amigos esotéricos o el exceso de calor me hace decir esto: tal vez esa visita visión del martín pescador es un aviso de que hay esperanza y debes hacer algo... En fin, perdona, no he bebido más que agua, eh?
En cuanto a la casa esa, yo te acompaño, si te hace falta fuerza moral. Podríamos decírselo a Nmp...
De momento lo que voy a hacer, eso seguro, es regresar al río esta misma noche, por si hubiera algún paisaje nocturno poderoso. Nunca se sabe.
¿Qué tal organizar un grupo de soporte para ir a ver en grupo y por turnos los viejos lugares donde vivimos, incluyendo colegios?
Exacto, nunca se sabe. Y en cuanto al grupo del túnel del tiempo, cuenta conmigo. Aunque en mi caso, habría que ir también a Figueres (en Roses, donde está el jardín con luciérnagas de mis primeros veranos, la destrucción es tal que renuncio; cada vez que he pasado por ese pueblo me he puesto enferma de tristeza) y a Menorca... Pero podemos restringirnos a BCN y sus rodalies..
algún día contaré mis experiencias de regreso a las casas antiguamente nuestras; hoy me moriría de tristeza. Creo que el verano, si no se vive con plenitud, enfrentándose al sol, al calor, a la dureza de su clima, nos envenena la sangre. Reseñaré la película de anoche. Hay un ojo en primer plano persiguiéndome: hoy hasta me obligó a entrar a mi chino de las maravillas para salir con la enésima tetera que nunca usaré. Verde chino indescriptible.
Tengo la suerte de conservar todas las casas que viví en mi infancia, si no en propiedad, si dentro de la familia, por lo que el acceso a ellas sigue siendo posible. Quizá por haber crecido al mismo tiempo que esas casas, mis recuerdos no se conservan tan nítidos; están emborronados por su apariencia actual, y los cambios sufridos con el paso de los años.
También yo me relacioné con alguien sin base fija (debía tener el chakra raíz muy fuerte, como tu amigo), y me costaba comprender ese desapego. Yo necesito echar raíces como los árboles; me considero una basurera-recolectora de pasado, que halla en las casas antiguas los mejores tesoros.
queridos camaradas, me alegro que la película de ayer no os contrariara tanto como a mi, yo necesitaba una película con algo de bellezam, buena fractura, me dijo A. que era el director de Blue in the face y de pelis buenas, no sólo aquella horterada de J.L, pero, sí, me decepcionó demasiado,
pero me gustó verlos, aunque nuestra conversación desconsolada sobre la decrepitud de barcelona tampoco me ayudó, yo soy un poco como ese amigo tuyo sin raíces, mi locura no es la misma, es la tener que ver siempre el camino de salida, la parte buena, del calor, de la destrucción masiva,
en fin, yo me prensenté en el museu de les drassanes de barcelona para que me dejaran visitar el jardín de esA MAGNÍFICA CONSTRUCCIÓN DE BARCELONA. Hubo un amable responsable que me abrió los jardines y me acompañó en un paseo mágico que siempre recuerdo,
besos y gracias por el árbol de central park!
Qué bonita se ve la casa de Herzegovina, la fachada, no me habia fijado que era tan bonita.
Estoy indignada con la tala de Lledoners. No pot ser!!
están locos. Dime como puedo ayudar para que eso no suceda. Qué masacre. Si es lo unico verde que queda por esa parte de el barrio.
Aquí en Austin hay que pedir permisos para talar o tocar un árbol, y ves
muchas casas edificadas alrededor del árbol.
Aunque también hay nuevas edificaciones en otros counties y barrios que pasan de todo y lo pelan lo rasuran para que la constru sea mas fácil y luego plantan tres merdetas que mueren desolados.
Ya falta menos para tu presentacion, tienes tanto que contar a la gente sobre estos matones de arboles que toma aire y todo saldra con tu clara voz.
Sin rabia y con calma, explicalo todo para que no talen más.
Tu libro concienciará a muchos de el tema. Lechuza
Cacho triste del solsticio, lo siento, espero que te vayas alegrando en cuanto te airees un poco en un lugar más fresco y silencioso, pero pétillant!
Lo sé, Petite a, ya me fijé que el pesimismo de ayer nos arrastraba como marea, pero yo no puedo evitarlo y acabo alegrándome aunque sea con la sensación del deber cumplido. Además, he cenado con unos amigos, él filósofo ahora plácidamente de baja y ella muy inteligente trabaja en el ayuntamiento y tiene una visión desdramatizadora que ve rápidamente los defectos prácticos y lo que habría que cambiar para que las cosas fuesen mejor. Me tranquiliza y le brillan los ojos, no tiene espíritu de funcionaria ni de aparatchik porque no lo es.
Pero Antídoto, ni siquiera en tu juventud viviste en una casa de paso? Yo he habitado tantas casas, y aunque fues en verano, o las que visitaba, o las de mi padre muerto, o sus casas de Cadaqués, ya perdidas, y la de mi madre y mi infancia vendida, o la de Figueres, tantos lugares perdidos y colegios y jardines donde pasábamos los veranos con luciérnagas y el mar al fondo, en Roses, que entonces era un pueblito de pescadores y ahora es un lugar terrible...
Mi querida lechuza. Nuestra casa de Herzegovina fue restaurada, por eso la ves más bonita! Y claro que ayudarás, ya me has mandado a un montón de activistas verdes de la parte alta y resistiremos!
Pues yo siempre quise tener una casa mia... para prueba el padecer que le hice a mi árbol de jacaranda por querer plantarlo en un terreno mio...
Y siempre he pensado que mi chacra raíz es muy débil, durante años la postura de yoga que más me costaba hacer era justo Vrkshasana: El Árbol.
Pero por fortuna hace algunos meses la puedo hacer! Quizás mi chacra raíz estará ya fuerte ahora que me convertiré en una mujer nómada... justo el mes que viene venderé y regalaré la mayor parte de mis muebles... no sé, pero siento que emprenderé una hazaña quijotesca :) ahora lo único que realmente necesito es saber que en un futuro tendré un lugar donde pintar, aunque sea sin base fija...
lo que sí, el día que dejé mi estudio romperé en llanto, no obstante ya pueda hacer vrkshasana :((((
He sido nómada toda mi vida, aunque no lo vivo mal. Colegios: mil , sin olvidar el verano en el "extranjero" ,( muy de moda esta frase en la época, dentro del contexto de mi familia burguesa- poco culta y sin ideología), expulsiones, monjas,quelle horreur! .Casas?, muchas!, las tengo todas scaneadas en mi mente, es todo un bagaje y asi lo acepto ( ahora, en el pasado era otro cantar), sin más.
Por cierto, leo que no os gustó a peli de Wang!, algunas películas suyas me gustaron muchísimo ,su tándem con Paul Auster aunque luego se enfadaron, fué magnífico, esa Smoke sensacional, me gustó más que Blue in the face!, Mil años de Oración no me desagradó.
Ah! leí en tu libro el fragmento en el que hablas de Pollack, las deudas y The Yakuza , me reí, puesto que yo comenté esa peli , en un dia de atrevimiento, en el blog de Cacho.Continuando con cine, me gusto una barbaridad la última de Lumet. Y no, no he bebido más que agua,ésto sucede por hablar de cine y de casas...
Bueno, ya falta menos , no te stresses, Bel, ni tengas ansiedad anticipatoria, todo saldrá estupendamente
Buenas noches.
Jazzy
Lo comprendo, Odette, yo soñaba con tener un jardín donde plantar mis arbolillos de maceta, y siempre pensé que Forster tenía razón con su idea de la generación del alquiler, desarraigada, pero el afán propietario de pisos nunca lo tuve y más bien me desagrada ese mundo de hipotecas que aquí se importó de usa y nos diferenció de europa para mal. Es decir, mi padre vivió de alquiler o malvendió, no nos dejó nada y a mí lo único que me hubiera gustado poseer de verdad era una casa con jardín, totalmente inaccesible para mí, así que... chakra raíz flojo y ni intento hacer el árbol, en cambio tú vas felizmente para nómada, lèíste alguna vez Orlando de Virginia Woolf?
Caramba, Jazzy, tanta afinidad y coincidencia empiezan a preocuparme. A ver si habrá habido alguna clonación sin que lo supiéramos. Si hasta usas mis expresiones. No sé si debería borrarme del mapa para que quedara sólo una. En fin, no me hagas caso. Y sí, me estreso porque no soporto la precariedad de los aspectos externos e infraestructurales, mercado, luz, locos callejeros, sonido, sillas, todo eso no me gusta y es la última vez que me meto en algo así.
no te preocupes mujer, yo estoy años luz de tí, culturalmente,
pero aprendo, esa es mi meta hasta que muera.Lo del Pollack es real,. mira en el blog de Cacho, no miento nunca.
besos y hasta mañana.
jazzy
Me encantan las casas viejas con sus fantasmas familiares. Suelo ir a una casa familiar cerca de Lleida que hece poco cumplió su 300 aniversario. El crujir de las vigas, su mosaico, las puertas y los muebles muy vividos hacen que se produzca un dialogo permanente con los antepasados que la habitaron.
El porche orientado al sur, su higuera adjunta, el frescor en verano en su interior estando a mas de 40 grados en el exterior y sobre todo los recuerdos familiares.
El problema es el caro mantenimiento que hace que las reformas para que no se caiga cuesten más que hacer dos casas nuevas. El futuro es aguantar hasta que se pueda y la venta de la misma para que hagan en su lugar unos horribles pisos con aire acondicionado.
Quien no reconoce lo que ha perdido probablemente es que nunca tuvo nada o no apreció o disfrutó lo que tenía. Sólo lo usó.
El sentimiento de perdida es inherente al vivir y ocurre con todo, personas, paisajes, cosas. Si tengo la oportunidad me gusta mucho el reencontrar, aunque a veces resulte penoso o frustrante. Igualmente ayuda a evocar lo que se estimaba y eso es hermoso.
No entiendo muy bien, quiero decir que no tengo una idea clara, en qué va a consistir el acto de mañana. Sólo se me ocurre decirte que descanses y no te preocupes, lo que sea será y valdrá la pena, si es que puede ser el inicio de una contestación civil a la arrogancia y jeta de ciertas administraciones.
Un saludo.
Sí, Civislib. Los ingleses, amantes de su patrimonio, ayudan a financiar hermosas casas con jardines a condición de dejar entrar a la gente una vez al año, o también, en caso de un jardín modesto con árbol histórico, ayudan al mantenimiento del árbol... Aquí es lo contrario, se apoya a todo aquel que quiera tirar y talar. De hecho, por lo que supimos con el azufaifo, Parcs i Jardins firma muchas licencias que falsean la información, negando la existencia de árboles importantes para facilitar esos derribos y talas... o trasplantan como simulacro, con un 75% de fracasos...
Eph: respecto al acto de mañana. Es una presentación en la calle y con el Distrito en contra. Eso significa que dependemos del mercado para tener electricidad, pero el del bar del mercado no nos deja empezar hasta las 8.30 (tenemos permiso desde las 7, pero imposible), tendré que pagarle de mi bolsillo 40 euros al barrendero del mercado para que se quede cuando cierren y podamos enchufar los micros. El equipo de sonido es barato, espero que funcione. El músico que acompañaba a Casasses no podrá venir. No tenemos sillas y tendremos que ir tres personas un poco antes a un convento donde nos dejarán 15 y lograr que el barrendero nos suba otras diez, más que nada para que la gente mayor del barrio pueda sentarse, aunque serán insuficientes (el año pasado tuvimos 70 sillas aprox). Y además, en un acto callejero siempre hay gente que se cree con derecho de intervenir y sabotearlo. También habrá tráfico y veremos si el equipo de sonido lo contrarresta. Por todas estas razones yo espero no tener que repetir nunca más ese tipo de acto, y limitarme a las presentaciones en librerías, donde sillas, micro, sonido y etc está garantizado.
Civislib, tu descripción de la casa cerca de Lleida me gusta. La higuera es uno de mis árboles favoritos, ese olor... será porque yo nací en Figueres
Hola Bel. Veig que ha tornat a sortir la señora Muir al blog... :)M'ha encantat el post, Tomas de tierra, tenia ganes de dir-t'ho.
Ànims demà, segur que surt molt bé.
P. S. "los mejores lugares son imposibles de encontrar mirando la fachada; se descubren en la incredulidad, atravesando portales y patios oscuros, al fondo de los cuales puede haber un jardín lleno de música y gente conocida." Patapam; bravo. Un final lumínic per un post ple d'arestes.
Abel
Gracias a Dios no me he mudado muchas veces en mi vida, asique mis receurdos están en la misma casa donde ahora vivien mis padres, del priemr piso donde vivi tengo muy buenos recuerdos pero no he vuelto a pasar por alli...
leyendote me recuerdas a Marta Vives un personaje que conocía la historia de muchos lugares de Barcelona, ella era secretaria de un abogado pero en realidad es historiadora y le gustaba ahondar en la historia de los diversos lugares...
Yo no presto mis libro creo que no ls cuidarán como lo hago yo, si em interesan alguans cosas las marco con resaltador...
Me los imagino a todos en grupo tipo, boyscaut o los niños en las noche de Haloween golpeando a la puerta de vuestras antuguas residencias, y pidiendo permiso para entrar jajajaja!!!
Que lindossssssss!!!!!!!!
Por sierto has hecho taichi alguna vez?? yo tengo una amiga qu eiba y dice que es bueno eso de abrazar árboles que carga de energía... Lo ddigo por lo que estaba leyendo en el libro del azufaifo...en la boquería venderán azufaifas??
lamentablemente por problemas del curro hoy no podré ir me da mucha rabia pero te aseguro que a las 20 horas estaré pensand o en vos y enviandote toda mi energía para que salga todo pedir de boca!!!!
Besotes y abrazos presiosa!!!!
Gracias, Abel, por tu mensaje!!!!
Ojalá te escuchen los dioses griegos (como su padre escuchó a Daphne, y lo contó Ovidio)...
Gise, a mí me gusta haber cambiado de casa, aunque los cambios sean trastocadores, me gusta tener esas distintas casas con las que soñar retornos posibles. La nostalgia es buena para escribir, siempre que uno logre desecarla de todo sentimiento y reducirla a una nostalgia fría, mental, matemática!!!
En cuanto a lo de esta tarde, no comment, pronto habrá pasado.
Ah, Gise, en la boquería no venden azufaifas, aunque habría que pedirlas para que volvieran a venderlas, los gínjols, (antes las vendían en todas partes, y en Andalucía aún están en los puestos de pipas y otras cosas, aquí prefieren esas horribles chuches), pero sí las encontrarás en las tiendas chinas y en Italia y el del restaurante La Taula importó de no sé dónde unas azufaifas confitadas deliciosas!
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