Hay una canción simple que me hace bailar: es un chico que se pone unos zapatos nuevos y parece que todo a su alrededor se arregle, no hay cosa más tonta, pero me alegra inexplicablemente. Ha venido el del súper (hace dos años tuve un affair con un hombre que tenía celos de los repartidores de caprabo, lo cual siempre me resultó exótico, por improbable -yo necesito una afinidad cultural incluso para algo momentáneo!-, y porque no dirigía sus celos hacia ninguna de las opciones reales). Habían avisado que igual no venían por la huelga y al decírselo, él, que era un joven peruano corpulento, con aspecto de indio y una coleta, y sonreía como un niño, me ha explicado su suerte: por lo visto reparte por el Vallès y Sabadell y milagrosamente no se ha encontrado un solo piquete; en cambio a un compañero suyo le han parado tres veces. Por un momento he pensado que iba a hablar de los ángeles y sacarme una Biblia, pero me equivocaba..
Estaba yo leyendo un librito precioso de Shalamov en italiano "I libri della mia vita" donde dice que no recuerda haber aprendido a leer (al contrario que yo, que recuerdo bien ese aprendizaje y lo que significó para mí, con toda su ambivalencia y la transformación de mi vida y recuerdo aquellas primeras palabras descifradas y mentirosas, cómo me interpelaban), y cuenta (y conociendo sus maravillosos Relatos de Kolyma y su vida, eso duele) que la única biblioteca que tuvo en su vida estaba formada de dos libros: Aj, du, du! y el Silabario de Tolstoi. Es cierto que, como dijo ayer Kalman Barsy, la vida siempre nos derrota (una palabra que no desagradaba a la Ginzburg), antes o después, o al final, incluso a los que parecen tener la fortuna de cara, pero que parece cebarse especialmente con algunos. Y sin embargo, ese sufrimiento (no el de no poseer biblioteca y ser apartado de libros y escritura ninguna, sino su confinamiento en la peor parte de Siberia, el hambre y el frío y la atmósfera más despiadada) ayudó al pobre Shalamov a su escritura luminosa. Como las vicisitudes de Babel ya desde niño, con esa crueldad y esa locura que le rodeaban, le ayudaron a escribir tan bien. Yo siempre vuelvo a aquella frase de Pater que ya puse aquí y que le dije a un atribulado G hace poco, y también le transmití una frase de V que decía: "Yo no me imagino donde estoy sin haber sufrido y vivido lo que he vivido antes... no me imagino ser quién soy y saber lo que sé, sin todas esas historias..." Tampoco yo, pues todo lo que tengo son precisamente mis hándicaps puestos al revés, el dolor seco de la infancia que me hizo comprender, como aquel Double Bind de Hélène Cixous a los tres años en el jardín militar en Orán. Me repito, para variar. ¿Pero qué hacer con las propias obsesiones, si no es dar vueltas siempre con ellas en un perenne baile?
Ayer, cuando le hablé de mis bloqueos de estos años antes, vi que Kalman Barsy también los había sufrido y me contó que su compañera era escultora y ella tenía al menos lo físico. Le dije que siempre envidio ese trazo y gestualidad física a los pintores, porque nosotros, sólo cerebro... a veces pienso en aprender caligrafía china o algo así....Y él me dijo que había probado incluso ejercicios de escritura automática para obligarse... Yo le conté cómo me había consolado comprobar que la frase de Zweig sobre el bloqueo era cierta (al cabo de un tiempo sin lograr escribir, ¡uno escribe distinto, como si se hubiera estado entrenando en sueños, reaprendiendo!) y que también me alivió ver que Isaac Babel (para mí tan exuberantemente creativo) había sufrido bloqueos terribles, algo que leí, si no me equivoco, en un prólogo de La caballería roja (una versión tan mal traducida que tuve que abandonar). Y cuando le conté de cómo se me escapaba la escritura entonces en emails y luego aquí, me dijo: "Ah, tú usas eso para comunicarte..."
Yo seguía preguntándome si vendría alguien a escucharnos esta tarde cuando me ha llegado la noticia de que vienen cuatro o cinco más, entre ellos dos de los más exigentes y para rematar conocedores de mi materia, y me he echado a temblar por una centésima de segundo. Una parte de mí querría que no viniera nadie y se alegra cuando alguien con criterio y conocimiento de causa se disculpa por no venir, y la otra, todo lo contrario: se alegra de que venga gente y sobre todo, escucha inteligente.
Acabo de poner un título a mi dúo de julio en los Diálogos en el jardín que organiza también en el Ateneu el Espai Freud y en concreto el librero de la calle Berlinès. Como ha sido urgente, espero que la psicoanalista que dialogará conmigo esté de acuerdo, porque surge de una idea común: "Sin memoria no hay escritura." Y en versión catalana: No hi ha escriptura sense memòria).
21 comentarios:
La foto del enlace de Zweig es igual que tú.
Me encanta la canción, qué alegre, perfecta para esta mañana un tanto extraña.
Gracias, Nmp! Eso decían cuando era joven, que me parecía a Mary P... Me alegro de que te guste... ¿Vendrás?
Sabéis quién ha comprado el primer libro del azufaifo? El ayuntamiento de Bcn.
Que hermosa la yegua!!! Me gustó la cacnión te hace bailar porque tiene un ritm muy pegadizo y alegre!!!y si lo comparas con los ruidos que genran lo obreros ya ni te digo...
Comparto la frase de V yo ayer hablaba con mi hermana pequeña y le decia algo parecido... y con respecto a la charla de hoy no soy una entendida en el tema pero me gustará escucharte a vos porque me gusta lo que dices y me parece muy interesante tu visión de algunos temas. Y tu amigo el de la calle Berlines es super famoso ya para nosotros tengo una intriga de ver como es??? A ver si hoy puedo ir a comprale el libro...
Y me parece muy adecuando el titulo de la charla de Julio porque creo que sin memoria hay muchas cosas que no funcionarian...
Besikis guapa y nos vemos hoy!!!
Ahh si Cacho va de traje yo me he de poner capelina y vestido largo??
El ayuntamiento compro el libro???? no me lo creo!!!!! jajajaja cuanta hipocrecía no!!!
Gise, tú eres pensante y entiendes todo!
Y sí, da un poco de cosa lo del ayuntamiento, espero que no impidan que salga en la prensa! Pero con la de problemas que tienen, es curioso que a alguien le preocupe lo que escribe esta hormiga
m'agradat escoltar-te aquesta tarda.
Todo con una maleta a cuestas llena de anfibiítcos.
Realidades ficcionadas, realtos en-vasados en hechos reales
Gràcies, Nmp!!!
No comprendo la metáfora. Anfibióticos que son? Unos antibióticos anfibios? Yo, como no tomo medicinas alopáticas, tal vez no estoy al día... Y cuál es la maleta? Mi blog?
Es cierto que ha habido escritores lectores de unos "pocos libros, no sé si recortando parte de lo que podían o necesitaban conocer. De ahí me viene el juicio que lei sobre Nietzsche, sobre que su sistema filosófico se fundó sin el conocimiento directo del hombre, en contraposición a otros filósofos..
También es cierto que los que han decidido ahondar en su infancia, han dedicado media vida a este empeño, escribiendo, indagando , buscando entre el dolor y el placer de los recuerdos.
impromptu.
A mi esa idea de que sin escribir ya estás trabajando me la dijo la primera vez mi hermano,músico de jazz, y con el jazz lo entendí perfectamente. Con la escritura también parece lo más natural y lógico.
Valiente tu título para los sugerentes Diálogos en el jardín!
también podría decirse que uno escribe lo que no acaba de aposentarse y hacerse memoria, sino que necesita repetirse y revivirse ya no como algo recordado sino nuevo, y por ello distinto, desligado... como dice Cixous, escribir lo que no se puede escribir, lo imposible de escribir
fue una velada muy buena la de ayer, felicidades a ti y a Lydia!
ha ha, ¿es Mary Pickford,la chica del enlance,verdad?, sí que os pareceís, sí.
La canción de lo más revitalizante, estupenda. Algún dia me atreveré a ir a escucharte, no lo dudes.
Un abrazo, me voy al cine y a comprar tu libro.
P.D. lo que dice V, sobre el jazz! touché! :)
Jazzy
Pero Impromptu, Shalamov sí leyó mucho, es sólo que no poseyó nunca libros. Aunque dicen que Bernhard leía poco, o eso pretendía. Tampoco creo en esa actitud investigadora de la infancia, a mí me interesa la memoria inconsciente y la que nos asalta con la "magdalena" proustiana, no me interesa buscar en los archivos, a menos que se tratase de la memoria histórica y no la literaria.
Me gusta la lucidez de músico de jazz de S! Gracias por tu comentario. Escribo con ánimo bajo, por las cosas que no comprendo y las que me agotan. He recibido un rapàpolvo que me parece injusto por la conferencia de ayer. Además, parece muy difícil que hagamos esa presentación del libro y yo sólo tengo ganas de renunciar.
Gracias también a ti, Jazzy.
si de memoria se trata, usted escribirá muchos libros, estimada isabel.
Como iba diciendo...¿cómo iba diciendo?
Ingenioso Cacho! Pero aunque los escriba no podré presentarlos. Al menos no en la calle. Y siempre estará ahí el cubo de agua fría para todo... Al menos así me siento esta tarde...
La magdalena es un buen ejemplo, es cierto. Que el tiempo no puede con todo, podría ser la enseñanza. Pero lo cierto, es que escritores han dedicado bastante de su tiempo vital a analizar/entender conscientemente o no, cosas de su pasado intentando explicarse su presente.
Ah, y enhorabuena por la conferencia, y la fiesta...
Gracias, Impromptu! La clave es, como decía Vila-Matas en aquel artículo sobre Spider y Robert Walser, la presencia del pasado en el presente, su huella, sus ecos. Y eso es lo que vibra en todo, en las calles que atravesamos, las imágenes, la música que de pronto cobra un valor sólo por la memoria. Estoy a punto de escribir sobre eso, al otro lado...
Oscar Tusquets está dispuesto a destruir el entorno del Palau para edificar hoteles...
La gauche divine se quita la careta?
Qué espanto! Tusquets ya se alió una vez con Núñez y Navarro! Nunca pensé que fuera ético él...
el tiempo es ondulante, sin darnos cuenta, Walser, mejor ejemplo que la magdalena...
leeré el artículo.
imp.
A mí me sirven los dos. Yo no sería lo que soy sin la magdalena, ni los pavés, todo lo que desencadenaba su récit
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