Foto: I.N., El carrer estret dels contes d'A.C, Cadaqués, 2008
Ya no sé si lo he dicho aquí o fue al reverso, pero necesito repetirlo. Ante la pregunta de si me ha ayudado la escritura en el blog (este mediodía me he encontrado a C. en la calle y me lo ha dicho), la respuesta es sí, absolutamente, me ha hecho soltar amarras... Sólo podría comparar ese entrenamiento de escribir deprisa y ser leída a los ajedrecistas hindúes que juegan en la calle, partidas de cinco o diez minutos. Hay un jugador sentado con la mesita y el tablero y una cola de jóvenes aspirantes que van a por él. La partida se desarrolla en minutos y tienen gran emoción, rodeada de público connoisseur. Esa práctica les permite a los ajedrecistas desarrollar unos reflejos y un sentido de alerta y una capacidad de imaginación rápida en el espacio que son impagables, pero la adaptación a las partidas lentas, ¿reales?, estilo Casparov, de tres, cuatro y cinco horas, es muy difícil. Los ajedrecistas educados en la rapidez de la calle no tienen paciencia, y a veces se adormecen, les vencen por KO. Pero algunos de ellos logran adaptarse y ganar también en la lentitud. Escribir en el blog ha sido para mí una forma de desahogo de esa incontinencia mía, ha sido una exploración de la no-estructura convertida en estructura, de un ritmo otro, de la feliz confusión de los géneros, de la multiplicación de mi vieja costumbre de mandar postales hacia el mundo (This is my letter to the world / That never wrote to me). Una forma de diario interactivo, actualizado, abierto en las autopistas de la información. Una forma otra de exponer(me).
Pero nada de eso garantiza que pueda seguir con mis cuentos. La lentitud de Casparov o de Karpov implica una estructura rígida que no es tan rígida, pero que a veces me es escamoteada, qui se heurte, un poco como aquellos calcetines que según Seinfield se pegaban a las paredes de la lavadora, con las palmas para esquivar a la mano que recoge la ropa, determinados a perderse, siempre uno de cada par, el calcetín rebelde.
Ese pensamiento me viene ahora junto con un deseo de volver a mis cuentos, tras las conferencias, en medio de la urgencia de acabar la corrección del libro balcánico (ya programado en Alba para enero 09), unida a la larga corrección del libro sobre Trauma y transmisión para octubre (y hoy se une una extraña proposición de traducción literaria, casi surreal, que debo considerar para noviembre), y todo eso entrelazado con algún peregrinaje vacacional. No sólo eso. El deseo está ahogado y enmascarado y mediatizado por esa especie de gruesa hiedra de mi perenne y babeliano bloqueo, siempre dispuesto a reírse de mí. Pero de pronto, en los meandros de esa gruesa y peligrosa hiedra, salen ideas sueltas, o una nota en un cuadernillo extraviado, o fulguraciones al abrir los ojos por la mañana. Hoy ha surgido una de esas ideas asociada a mi dolor de ayer y a la frase: ¿es el pasado lo que me duele? Veremos si la dejo salir...
Y una vez concluido El viento ligero en Parma, siento que esa lectura me ha dado una apoyatura de citas y pensamientos para lo que yo hago, para mi escritura sin género o de fusión de géneros, para la autoficción, para responder a esa pregunta exasperada e insistente de por qué hago lo que hago y lo que significa. O a la obsesión de algunos de entenderlo todo por completo y no, como dijo Gil de Biedma que decía Coleridge que había que entender la poesía, "de una forma vaga y general". O de esa realidad que se empeña en vivir dentro de la ficción, como cuando V dice que cuando le cuento mis historias las ve como cuentos míos, o cuando mirando algo o a alguien en la calle me doy cuenta de que otra vez he entrado en uno de esos cuentos, en lo que VM llamaría "la victoria de la invención sobre la vida misma" (algo que conoce bien el librero de la calle Berlinès!). VM, que se siente felizmente en un capítulo "lector invencible" (con su versión francesa del Tristam Shandy en el bolsillo, andando por París, "la vida es shandy") da vueltas en torno a la lectura y la escritura y los escritores, amigos o desaparecidos, y el libro es divertido y deslumbrante (Tenías razón, Ratachina, "Un plato fuerte de la China destruida" es magnífico... ).
Intentaba recluirme hoy a trabajar, pero no lo he logrado. Han venido varios visitantes, primero J con el pequeño Daniel, luego la bella Raffaella, y después he acabado entablando una larga conversación telefónica en el sofá con mi hospitalaria amiga María, que está en Ibiza y espera que le llegue esta tormenta mañana, además del intercambio de fotos por email con L. para nuestras pesquisas de escritoras y fotógrafas. Y ahora al fin hay silencio y siguen los relámpagos a lejos, pero no se oye ningún trueno.
En POLIS, mi otro blog, sobre la destrucción de la ciudad...
6 comentarios:
Los bits son los las damas de la nueva generación de escritores.
Por mi parte también es muy reconfortante escribir en un blog y que alguien te lea, en mi caso desde el anonimato, saber que alguien leera tus preocupaciones y sabra lo que tu quieres que se sepa, lo que te ha pasado y que tal vez te dará su opinión.
También es importante leer los blogs de otras personas, en particular el tuyo me es de gran importancia, tanto por lo que cuentas por lo que como lo cuentas, si lo dejases sinceramente lo encontraria a faltar.
Solo lamentar por mi parte que reconozco que escribo mal, no solo que escribo sin releer ni revisar, sino que la construcción de las frases deja mucho que desear. Todo lo contario que tu blog, cuya escritura y calidad literaria es impecable.
A mi me parece muy potente esa comparación entre el blog y el ajedrez rápido en la calle.
Me quedo con una duda al final de la analogía, cuando la escritura de cuentos se haría equivalente a la partida larga. ¿Es necesariamente así y por qué? ¿Es por su mayor extensión, que es lo primero que viene a la cabeza al continuar con la imágen? ¿O tal vez podría ser por la presión que sufre el ajedrecista de partida larga?
¿No tiene -digo yo- el lector del blog mil tentaciones en forma de enlaces que le llaman a dejar de leer esa entrada? Sin contar con un formato de pantalla que le dificulta la lectura y que multiplica la extensión y dificultad aparente de los textos por cien. ¿No hay que atraparle casi desde la primera palabra? Si llega hasta el final y repite, en un texto que -en tu caso- no se basa en imágenes (aunque las use) ni en artificios informáticos de ningún tipo..
En fin, que se yo.
Es, en parte, mi obsesión por entenderlo todo, que ya empiezo a ver como un defecto y contra la que me impongo un método: En determinadas zonas de mi cerebro debo entenderlo todo, en otras pretendo cultivar un poco la incoherencia y la magia.
Y como otras veces al llegar al final me doy cuenta de que tal vez este comentario es demasiado largo !
Gracias, Civislib! Hace ilusión tener lectores, incluso los lectores secretos y silenciosos, que no dejan rastro pero que un día te encuentras y ves que lo saben todo...
Friks, la comparación no es exacta, pero en cualquier caso, la diferencia no está tanto en los lectores como en la estructura del cuento y la contención que exige. En los cuentos hay que podar y podar para dejar sólo lo esencial. No explicar, no valorar, sólo mostrar y dramatizar. En los blogs puedes acumular y mezclar géneros sin problemas, opinar, pensar en voz alta, fantasear, componer...
Pero tú lo dices bien, hay cosas en las que intentas entenderlo todo (la ciencia?) y otras en las que sólo hay que entender como dijo Coleridge de la poesía, "de una forma vaga y general"
Y no, no son demasiado largos los comentarios!
Que hermosa foto de Cadaques!!! No me hubiera imagiando nunca que se podía jugar al ajedres en tan poc tiempo y en la calle, siempre lo iamginé como un juego de gente calma, serena que se toma su tiempo para tomar decisiones en su vida en general...
Yo por mi parte agradezco que un dia te convensieran para que escribiers en un blog sino de lo contrario no te hubiera conocido, y no me hubiera enterado de tantas cosas que tu cuentas acáy que no se podrían juntar en un libro o si...
Que guapa la foto de "otra" porque en esa palabra, si al foto eres tu con las manos como siempre tocandote al cara y ese mecho que te da un aire entre intrigante y timida....
Besotes guapa y que bien escribes, es tarde pero ahsta no ponerme al dia no paro, me tienes super atrapada!!!!!
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