viernes, 18 de septiembre de 2009

Poco a poco

Foto: I.N. Parc del Laberint d'Horta, 2009
Mis ruedecillas internas empiezan a moverse, aun con Mercurio retrogradando. Esta mañana he empezado a tomar iniciativas y la acción siempre me anima, aunque los resultados sean desiguales.
Por la tarde he ido a buscar mi té Lung Ching, que se estaba acabando. Llovía y la vendedora italiana ha dicho que apetecía quedarse en la ciudad tomando té. ¿Por qué no seré yo como esos personajes de Jane Austen, que pueden tomar té toda la tarde e incluso por la noche, para tranquilizarse cuando están distressed...? "Es porque estamos acostumbrados", dijo el pakistaní de la tienda de abajo, que también toma té con nocturnidad. He asomado la cabeza a la gran lata de Lung Ching para oler su frescura, como si estuviera en mi tienda favorita de tés de París. ¡París! Tengo una nostalgia absurda de todo, no sé muy bien en qué consiste. Si será la lluvia... Tal vez ni siquiera sea nostalgia, sino una sensación sin nombre, una urgencia de no sé qué imposible, de volver lejos de dónde, tal vez por la máquina del tiempo de H.G. Wells, que le leía a G. de pequeño, o aquel otro túnel del tiempo más patoso y yankie estereotipado de mi infancia televisiva. Es un deseo vago y múltiple de que ocurriera todo lo que necesito, de que se atendieran mis plegarias, de que durante un paréntesis de tiempo, digamos tres meses, se me concedieran algunos deseos importantes sin un peaje muy costoso. De que no fuera todo tan abrupto, sino deslizante y cuesta abajo. De encontrar una lámpara de aceite con un genio. No me atrevo a decir que pese a todo, no ha sido tan terrible como vaticinaba Jacques le fataliste porque su última llamada diciéndome que lo peor está por llegar aún me pesa. Tal vez sólo es que hoy me gustaría volver atrás y corregir algunas cosas equivocadas. O vivir en un lugar donde fueran posibles los milagros.
O al menos, de vivir en una ciudad donde no se destruyera sistemáticamente la belleza, una ciudad de gente más silenciosa, que no acuchillara los troncos de los árboles, ni les tirase basura, ni voceara a gritos su banalidad analfabeta, una ciudad que mostrara las marcas de la historia y no las ocultara bajo un inmenso centro comercial, una ciudad donde políticos y arquitectos respetaran el patrimonio, donde el dinero fuese a parar a la educación, a la investigación, a las nuevas empresas innovadoras, a la cultura, y no a abrir zanjas para sembrar más cemento. ¿Podré yo irme al menos, antes de ver completarse este horror? Sigo constipada y me he prohibido salir esta noche. Empiezo a preguntarme quién presentará mis cuentos. El hombre de la carroza de oro pasa sin detenerse, me dijo el I Ching hace muchos años, en un apuro, cuando le consulté sobre pedir ayuda material a mi padre, así que le llamé y le pedí una cantidad exacta y en esa única ocasión me la concedió. Tal vez debería consultar de nuevo.
Al volver a casa de un recado doméstico, he visto al azufaifo enseñoreándose, precioso y gigantesco, cargado de hojas y se me ha ocurrido mi pieza para participar humildemente en esa campaña pro acercanza (quijotesca, dice él, pero yo creo que algo quedará, al menos todos esos escritores seguirán utilizándola, se les quedará prendida) que hace Fernando Valls en su blog, con tan inspirados participantes, para revitalizar palabras olvidadas y en peligro de caer en desuso, como la bonita acercanza. Luego, camino del Lung Ching se me ha ocurrido el principio de lo que voy a escribir para el aniversario de Cafè Central, que aún está macerando en alguna galería de mi mente.
Y aquí lo dejo, que tengo mucho que leer y pensar...

33 comentarios:

Icíar dijo...

¡¡¡¡Té Lung Ching¡¡¡¡ wowwww ese té verde que a mí me encanta, y que no amarga, aunque te pases un poco en la infusión¡¡¡¡¡

Ya me calle el otro día cuando hablaste del pakistaní, para los que no lo sepan, un té negro divino con canela.

Cuando has hablado del Lung Ching.... no he podido resistir el impulso. Veo que eres aún más amante de los tés que yo. -si te fijas en mis blogs siempre hay una taza de té- así estamos de guapas.

..... y ahora, una vez desahogada, proseguiré con la lectura de esta entrada.

Belnu dijo...

Nueva afinidad, Icíar! Mira, lo expliqué aquí (aunque mi desayuno ha cambiado algo desde entonces)
http://isabelnunez-zbelnu.blogspot.com/2007/10/las-manas-del-desayuno-y-una-maana.html
y esta entrada sale en mi libro "La plaza del azufaifo"

civisliberum dijo...

Tener nostalgia es sintoma de haber vivido, de recordar cosas buenas y desear que retornen otra vez. En el fondo es tener ganas de vivir.

Belnu dijo...

Ganas de vivir! No está mal pensado, Civislib...

tutusta dijo...

Hace muy pocos días recalé en su blog.
Ayer de buena gana me hubiera unido con usted para sollozar con los niños por prácticamente sus mismos motivos... Pensé que era mejor compartir estos pequeños y secretos arrebatos de debilidad -que son solo una pequeña parte de nosotros.

Hoy al leer en su entrada sobre la nostalgia, he pensado en enviarle esto, a modo de presente.

http://www.youtube.com/watch?v=Zk6itNYV8i0

Un saludo

maria dijo...

Lung Ching, proyectos de escritura, cosas que leer, una idea clara y bella de lo que debería ser la ciudad que habitas... estoy con Civisliberum... esa nostalgia que tan bien dices son purititas ganas de vivir, Isabel! La cosa es, porqué estos días septembrinos nos agudizan tan intensamente ese saber (deseo) en forma de recuerdos, esos instantes en que paladeamos silentes y sonrientes la dicha?

Belnu dijo...

¿Secretos? ¿Debilidad? No me lo parece. Ute Lemper canta bien a Weill y es bonita la luz azul. Gracias! Aunque no hablemos el mismo idioma.

Isabel Mercadé dijo...

De estos estados de desasosiego, de estas crisis que apenas se manifiestan como tal, se acaba saliendo reforzada. Me recuerdan a esas gripes infantiles, siempre se salía de ellas con varios centímetros más.

Entre tanto

"While outside, outside, this coat-
which I desire, which I, in the tale,
desire - as it touches the dream of reason,
(...)"

Jorie Graham

Abrazos.

¡oh! ya empezamos, la palabra que tengo que escribir es "sings", claro por supuesto, ella sings...
qué buen augurio.

Belnu dijo...

Crisis? What crisis? Perdonad, yo escribo aquí y lo olvido inmediatamente. Nada dura. Y nunca sé a qué se refieren los otros! Pero me gusta la letra y que las letritas de la barrera jueguen también

Isabel Mercadé dijo...

Isabel, como te decía, yo llamo a esos estados de desasosiego, preguntas, deseos y esperanzas, crisis equiparables a las pequeñas enfermedades de la infancia, crisis para crecer. No hablaba de los otros en absoluto (la verdad es que no sé a qué te refieres) y por supuesto no había ninguna connotación negativa.

Belnu dijo...

No, no, Bel, perdona, el comentario anónimo anterior se ha mezclado en mi mala cabeza con el tuyo. La verdad es que no me siento desasosegada esta mañana y de pronto me preguntaba por qué la gente intentaba consolarme. Por otra parte yo no hablaba de esa clase de nostalgia que interpretaba ese mensaje anónimo anterior, mi nostalgia era más bien, como dijo Civislib, una especie de pasión vital, un latido alegre, como de querer recoger todas las sensaciones. Lo que dice Derrida en Aprèndre à vivre enfin. Quand je me rappelle de ma vie, j'ai tendance à penser que j'ai eu cette chance d'aimer même les moments malheureux de ma vie, et de les bénir... Y también Je suis en guerre contre moi même, c'est vrai, vous ne pouvez pas savoir à quel point, au délà de ce que vous dévinez, et je dis des choses contradictoires, qui sont, disons, en tension réelle, et qui me construisent, me font vivre et me feront mourir. Es exacto para mí también... No podemos esperar ser entendidos. Escribir sí, es lanzar un mensaje en una botella, decía alguien hace poco, el problema es que cuando la botella le llega a alguien nosotros estamos ya en otra cosa.

Belnu dijo...

María, sí, algo de eso hay. No sé si es septiembre, quizás sí, sea sólo la luz, tener que volver a todo lo precipitado, tan deprisa, y añorar lo que queda, el ocio, la calma, o como decía JML, imaginar otra vida quedándose en esos lugares desiertos del verano ya pasado...

tutusta dijo...

Uf! Ya veo que tiene razón en lo de no hablar el mismo idioma, porque no he sido capaz de transmitir lo que pensaba, que se acerca mucho al comentario de Bel M. Le pido excusas, no trataba de hacerla sentir así.
Yo no la conozco, solo la leo porque lo que escribe me gusta.
También su cita de Derrida que ha compartido con nosotros, como yo he hecho con U. Lemper.
Saludos

Belnu dijo...

Es difícil entenderse, por varias razones, Tutusta.
1) Cuando alguien escribe algo, ese algo podría responder a un momento o a la teatralidad deliberada de ese momento. Al momento siguiente todo ha cambiado.
2) Para mí las emociones suelen estar mezcladas, y vivir alegremente con la compañía de la melancolía es algo normal, por eso siempre me desconcierta que me consuelen, porque yo casi nunca me siento sólo triste, sino tristealegrefuriosacuriosaburlonacansada, o algo así, esperanzada y desesperada al mismo tiempo, iracunda y divertida, etc. Será la locura, pero así es.
3) No puedo imaginar la vida sin la presencia de la muerte, no podría percibir el silencio si no hubiera oído ruido, en fin, como cualquiera! Sólo que algunos oyen hablar de la Muerte y salen zingando o creen que estás deprimida, pues no, a mí no me pasa.
4) Mi nostalgia era Nostalghia, ese estar en guerra contra mí misma que decía Derrida. Me falta un verbo en su frase: mi cita qué? Le gustó?

Belnu dijo...

Sobre todo, quería pedir disculpas a los últimos que han comentado aquí. Contesto tan deprisa... creo que puedo parecer brusca o descortés sin quererlo; espero no haberles molestado por pura torpeza y esa aceleración de aries, que actúa antes de pensar... A veces me extraña cómo puedo ser tan primaria y tan secundaria al mismo tiempo... Por un lado actúo sin pensar y por otro pienso y pienso...

Isabel Mercadé dijo...

Es parte de la gracia, de tu gracia, Isabel. La una no existiría sin la otra y entonces no existirías tú. Mucho más interesante el pack entero...
Por cierto, completamente de acuerdo con la cita de Derrida, que tiene que ver con eso también, quedarse con el pack completo de la vida.

Belnu dijo...

Ves? A ti también escribiendo se te asocian las cosas unas con otras, psicoanalíticamente, sí, pero sobre todo literariamente... tendrás que arrojarte a este foso de escritores, a forcejear con las palabras aleonadas, como T.S...

maria dijo...

mmm... no hay consuelo para la "melancolía" cuando es dulce y responde a la plena belleza de lo vivido con delicia, no puede haberlo, no debe haberlo porque es sólo una constatación más de lo que se es capaz de vivir, de lo que se apura saboreando con ganas... a la espera de más, sencillamente... Es omo una afirmación,no? una dosis-recuerdo de lo que nos une a la vida, esa que al replegarse en otoño nos llama con gran intensidad... una dosis_recuerdo para encarar el invierno y su crudeza, para hurgar en el frío, hasta encontrar la chimenea, el jersey de lana, el bol humeante entre las dos manos y cerca de la nariz, las friegas en los pies, y el mohín de los críos al salir a la calle.
Un placer compartir estas ruminaciones septembrinas con ustedes! Gracias por ezse excelente Derrida, lo releeré con ganas con más ganas! Excelente, Ute, like always, y ahora. después de leer a Bel, me encanta pensarme en una gripe de niña de la que se sale crecida!
E Basta! un abrazo,
M.

Belnu dijo...

Ahí está todo eso, María, como una colección de imágenes sentidas, en efecto! Pido también disculpas por mis cambios de nombre, son mis probaturas para no confundirnos y que haya espacio para dos Bel sin que ninguna tenga que renunciar a su nombre.
Gracias por el entendimiento, Otra Bel, Bel M.!!!

Isabel Mercadé dijo...

Bel Nu (que es precioso), acabo de descubrir que el blog de María es colectivo, y en él a una participante llamada Bel que no soy yo. Me pregunto si María no ha visto la M. y cree que se trata de esa Bel.

Belnu dijo...

También yo he visto que era un blog colectivo, ¡pero no me había fijado en esa Otrísima Bel Tercera!!! Qué abanico repentino de Isabeles! A mí me pasaba en Madrid, donde hay muchas más que en Bcn, pero claro, en este espacio virtual, habrá montones!

Belnu dijo...

A mí siempre me queda llamarme Bel Ñu, si se me estropea el Nu (estaba escribiendo sobre algo similar, si supieras cuántas sincronías)

Isabel Mercadé dijo...

Bueno, pues espero que me las cuentes. No creo que el Nu se te estropee. Me parece bastante único y, como te he dicho, precioso.
A las Amapolas también han llegado varias Isabeles, pero todas diferenciadas por su apellido, y encantadoras, claro. ¿Las estaremos invocando?

Belnu dijo...

Ja ja! Sería un buen título para una entrada: Invocación de Isabeles. Lo pensaré. Ya sabes que las isabeles somos campanas
Is a bel(l)
Me lo recordaba siempre un amigo inglés, al que aún echo de menos.

Isabel Mercadé dijo...

Es una maravilla este "Is a bel(l)". Gracias. Como te digo en otro lugar, ya no lo olvidaré.

Belnu dijo...

Sí, nos vemos de otra manera, verdad? Con tañido de campanas! Me gustan muchísimo las campanas, y ese artista que hace conciertos de campanas y el concierto de campanas que escuché en Luxemburgo...

Anónimo dijo...

Es verdad que lo que nos vaticinan, no se suele cumplir. A no ser que nosotros lo interioricemos, hagamos caso de esas palabras.
Y es cierto lo que cuesta mantener, nombrar ciertas palabras ya casi en desuso, por otro lado; palabras adecuadas y más precisas que las que se usan para la reducción de un lenguaje que se de por entendido para todo el mundo, en una conversación cualquiera..
iluminaciones.

fernando megias dijo...

"tristealegrefuriosacuriosaburlonacansada", perfecto, ¡Fantástico!. En esa línea está compendiado casi todo lo que una persona sensible puede sentir cualquier día elegido al azar.

Belnu dijo...

Exacto, Iluminaciones, todo depende de que lo que nos vaticinan encaje con una de esas voces interiores, negativas o aterradas, una de esas viejas estrategias inconscientes... Y tienes razón, porque la dificultad de encontrar palabras de M encuentra en mí unos ecos de mis propias batallas con las palabras. Hay gente que siempre toma lo que digo literalmente. En cambio tú, iluminaciones vas hacia la metáfora y lo simbólico, y por eso tus comentarios iluminan!

Belnu dijo...

Ahora veo que te referías a la campaña para salvar palabras, Iluminaciones. También es verdad. Es bien precisa y bonita "acercanza"

Stalker dijo...

Ojalá se te conceda ese deseo y vivas en una ciudad distinta... mientras tanto, queda cercar la ciudadela interior para preservarla de los bárbaros o impedir que el bárbaro oculto emerja con un grito de guerra. Dentro, donde se embosca el enemigo.

En la entrada anterior veo al que supongo es tu gato. ¡Precioso!

Abrazos

Belnu dijo...

"Dentro, donde se embosca el enemigo": exacto, Stalker, ahí está...!
La gata es Gilda, por aquí anda, ronroneando del elogio. Como dice su paquete francés de comida, pour les chats qui ont tendance à l'embonpoint... mientras el paquete americano dice sólo Obesity.

Belnu dijo...

Gracias, Fernando! Este comentario tuyo había quedado agazapado y sin avisar por el correo