domingo, 9 de agosto de 2009

Hace un calor silencioso

Foto: I.N., Lugar durandiano, 2009
Tengo la sensación de que estos días he tenido poco tiempo para pensar, para darme cuenta de mis cosas, y esta noche un sueño me lo confirmaba advirtiéndome y hablándome del pasado. Era una inmensa fiesta o recepción oficial donde yo había perdido el bolso con todo, mi dinero (mis recursos), la documentación (mi identidad, mi yo, mi idea de mí, la imagen que me devuelve el otro, los otros), las llaves (cómo retirarme, mi espacio individual, mi refugio), y lo peor era que yo misma me escandalizaba de la calma con que lo había aceptado, resignada a la pérdida, y cuando iba a reclamar a una posible oficina de objetos perdidos, me entregaban, tal vez con cierto reproche o poniéndome en evidencia, un bolso que ya había perdido en el pasado, la otra vez, el otro año, en la otra fiesta, que estaba vacío, era un fino envoltorio sin gracia, de un color fosforescente (¿acaso sólo era luz o espuma, como la sacrificada sirena de Andersen?) y ni siquiera pesaba. En el pasado lo había perdido, había renunciado y vivido sin todo aquello, ¿y ahora iba a volver a renunciar? Me he despertado con un sobresalto angustiado y al atravesar el pasillo para ir al baño, la luz que iluminaba el suelo de madera, la visión atisbada de algunos libros, objetos y fragmentos de historia me ha hecho reconciliarme con mi casa antes de volver a dormir una hora más. Es verdad que estos días el caos de mi casa ("está en modo verano", como diría un sobrino mío) me pesa, me detesto por mi desorden, necesitaría unas vacaciones enteras para revisar y tirar... Lo haré cuando se acabe el contrato, cuando vaya a habitar ese sotanillo hermético y húmedo en Nou Barris de mis pesadillas diurnas, o peor, cuando me vaya a la calle lo harán otros por mí. O tal vez lo haré yo misma y me enseñorearé de mis aposentos. O quién sabe, puestos a soñar, si entraré en ese cielo del que habla un amigo, ese cielo en el que me incluye generosamente. Quién sabe.
Leo y leo a trozos, entreviendo posibilidades, juzgando traducciones. Mañana me queda un maratón hospitalario con M. (ayer me había dejado un mensaje en el contestador: "Isabel, decir algo", eran sus palabras; por lo visto alguien le había marcado), tal vez vaya acompañada por J. si es que aún no se agotó su paciencia, y luego tal vez ya pueda al fin empezar mis vacaciones, en sentido simbólico y real, aunque no vaya a moverme mucho. Olvidarme de los asuntos familiares. Volver a mi vida de antes. Ayer acabé de escribir un microcapítulo de mi novela y justo cuando ya tenía que irme -a visitar la nueva casa de V. y A., que me encantó y envidié por muchas razones, y luego a una cena generosa en la bonita casa de J., con mis persianas favoritas y visitada por una brisa silenciosa, ordenada como nunca estará mi cueva de Alí Babá, con un rape frío y delicioso-, empecé a escribir una escena que espero seguir hoy y que me produce ilusión contar al fin. Es extraño escribir esas historias obsesivas que tantas veces he formulado. No sé por qué me asusta tanto esa novela, si a veces, aunque sea a momentos, me produce esa rara felicidad. Hoy tengo un domingo shakespeariano, me voy con la reina de la traducción y el editor de Cafè Central a ver otra versión del Sueño al Maresme. Ya les contaré, lectores silenciosos, lectores tal vez inexistentes del verano.
Ah, en esta ciudad abandonada y desierta del verano (hasta los comerciantes chinos habían cerrado hoy), sin apenas kioscos, sin gente, algunos periódicos también se aligeran tanto que no nos dicen nada. En lugar de aprovechar la canícula para los artículos de reflexión, nos cuentan trivialidades -Como esos que piensan que en verano sólo se pueden leer best-séllers: ¡si es cuando mejor entra la filosofía, y los libros más largos y densos, cuando hay más tiempo para pensar!"- Y los correctores también se van de vacaciones. El otro día, en El País, un periodista veterano de ese diario empezaba su crónica diciendo "Estirado en la playa..." ¿No queda nadie que sepa ya que en castellano se dice tumbado o echado y que estirarse no significa eso, sino ponerse tenso o tirante? Parece que las redacciones están desiertas mientras los que mandan en el mundo siguen moviéndolo. El otro día, un veterano lector de periódicos me confesó que ahora ya sólo los lee en Internet. Esa actitud podría significar la desaparición de la prensa escrita en el mundo. Murdoch ya ha decidido cobrar por la lectura digital. Yo sigo comprándolos en papel, se leen de otra manera, los compro por turnos, los dos que me gusta leer, y echo vistazos digitales a la prensa extranjera. Alguien me pedía que escribiera más en mi otro blog. ¡No tengo tiempo! Cuando la prensa vuelva en sí, yo volveré a Polis.

19 comentarios:

Adelarica dijo...

cuenta, cuenta, que estamos atentos
la habitación como prolongación, como otra piel

Belnu dijo...

Pero... si acabas de despedirte sine die! Creí que ya no estarías en el mundo digital durante una temporada...

Adelarica dijo...

ya, soy un pesado…, mañana, mañana me voy. Con pena, por cierto.

el objeto a dijo...

Tu sueño se parece mucho, tal vez no tanto en la forma pero sí a lo que apunta, a uno mío que se repite desde hace años, ése en el que me mudo o me voy de viaje y no hay tiempo para preparar mis cosas. Ese miedo a perderlo todo, a que todo esté en desorden. Y no hay tiempo ¿para qué hacer? me pregunto, también me reprocho el haber renunciado, y entiendo bien ese miedo o ese desamparo que aparece cuando algo del pasado ya superado reaparece... para algo es "nuestro" pasado... aunque ya sabes también lo que yo suelo pensar, que mejor soñarlo que no vivirlo, y así uno va liberándose poco a poco.

A mí me gusta mucho tu casa, es acogedora y está llena de libros y objetos bonitos, y tu cocina es como de casa de nueva york, llena de tés de todas partes, y el salón hospitalario está abierto a un patio silencioso y alegre

también tengo esa sensación desde hace semanas de no haber tenido tiempo para estar en mis cosas, y anhelo poder volver a hacerlo, a estar presente en mi mundo y en el de quienes me importan,

en fin, que este post estaba lleno de resonancias!

vesos

Anónimo dijo...

los libros a veces nos recuerdan la casa, podrían ser una casa. El sitio, el lugar. Lo que conocemos, o un reflejo. Nos recuerdan también personas, al igual que la música. La libre interpretacióin de un sueño, es lo más parecido a la creación.
iluminaciones.

Belnu dijo...

todo lo contrario, don Álvaro, se te echará de menos!
Petite a: mañana te contesto, me voy a mis aposentos con urgencia!

Belnu dijo...

Es verdad, Iluminaciones, la libre interpretación de un sueño! Es tan extraño el proceso de creación, pero en mi caso yo no soportaría que fuese menos a ciegas, más consciente, más dependiente de la voluntad porque lo que más me gusta es la parte desconocida e inconsciente, como en los sueños...

Belnu dijo...

Sí, Petite a, ese pasado nos pertenece, pero qué melancolía a veces cuando algo lo trae demasiado al presente, qué alivio comprenderlo un poco más, pero qué difícil cuando vuelves a ver todas sus imposibilidades plantearse en la escena de ahora...
Gracias por lo que dices de mi casa, ahora está un poco en crisis, pero en fin... Y enhorabuena por la tuya!

Belnu dijo...

Los libros son también una casa, sí, Iluminaciones, una casa múltiple o muchas casas y refugios donde guarecerse, hamacas a la sombra

fernando megias dijo...

Efectivamente los que dirigen el mundo parecen no descansar nunca, esa es nuestra pesadilla. Fascinado por como relatas tu sueños. Yo no se si lamentar no recordar los míos. Si tu casa es como tu debe ser envidiable. Ánimo con tu libro.

Belnu dijo...

Yo sólo recuerdo un sueño entre mil, Fernando, y no suelo entender nada... excepto algún relumbrón. A mí me gusta mi casa pero si los hados me protegieran y me permitieran seguir viviendo aquí unos años, me gustaría tener la energía y el dinero para hacer buenos armarios y muebles y ordenar un poco este caos incontrolado que lo engulle todo... Aunque tal vez sea imposible acotar más mi lava de libros, papeles, fragmentos, restos de naufragios, pedazos de historia tejidos...

Anónimo dijo...

Acabo de ver a un oso corriendo , me he despertado y he salido a dar un paseo por el camping y con la luna llena se veia muy bien , ha salido disparado como una bala, pero corren diferente con sus 4 patas a la vez. Esta tarde un mapache comiendo manzanas silvestres tan campante, tengo foto, el perro Pepe se lo queria comer y lo hemos metido en
el coche para que no se asustara. Ya estamos en Arkansas, hemos
viajado por Oklahoma, y por el Este de Texas que es una preciosidad.
Anoche dormimos en un parque forestal de pinos con un lago al frente lleno de nenufares y te podias bañar, los pinos altisimos y una vegetacion muy interesante y setas a doquier!
Con el nuevo telefono me puedo conectar a la net usando bluetooth, es conveniente y divertido, aunque uso mas los mapas de papel.
Nos quedaremos por estas montañas unos dias. Esto me recuerda a Suiza o Austria , muy muy verde todo el Noreste de Texas, Oklahoma y ahora Arkansas.
Muy divertido viajar asi, en la naturaleza cada dia, divertido y muy bonito.
...
Estamos acampando al lado de un lago enorme, no hay nada construido a los alrededores y nada de contaminacion. Es una zona de minas de cuarzo, mañana iremos a buscar cristales "digging for diamonds " y a las aguas termales, en Hot Springs, una ciudad de balneario en medio
de estas verdes montañas tan poco colonizadas. Me acuerdo mucho de ti por el tamaño y la impresionante cantidad de arboles. Arkansas me ha impactado,precioso estado, y la gente, que tiene fama de red necks son muy simpaticos, segun Roy aqui no se pueden cortar los arboles...
Estoy conectando con el lab top a traves del telefono y aunque no haya wifi funciona de maravilla, gracias a D, pero es muy facil con Bluetooth.
G se ha encontardo a una tortuga paseando, él paseaba con Pepe,
la tortuga sola. Pepe la ha mirado y olido confuso. Era en el
camping del oso donde habia una laguna con un avispon que me ha
perseguido durante millas, corre que corre y siempre estaba entre mis piernas pica que pica , dicen que cuando tocas un nido segregan una hormona para localizarte y no abandonan la persecucion , con decirte que me he metido en el trailer agotada con el screen , mosquitera cerrada para que ese wasp malvado se diera por vencido , que risa los
que me vieron correr y dando manotazos al aire. Tengo unas picadas de nada.
Espero ver mas y mas animales en este bosque junto al agua. Que
grande es todo aqui.
...
Estoy de vuelta de Hot Springs, la ciudad donde crecio Clinton, tipo Luxon, pero con un balneario detras del otro, aguas a 143 grados F, sin nada de quimicos.
I.B.

Belnu dijo...

Me encantan esas crónicas tuyas de vida salvaje, I., osos y armadillos! sigue mandándomelas, por favor...

Emma dijo...

He visto tu foto con la frente ceñida por flores blancas, porque eras tu, verdad? Quizas ibas sin bolso o sin bolsillos. En todo caso, parece que estabas asustada.

nomesploraria dijo...

Darrerament també els llegeixo a Internet però no hi ha res com el paper imprès, res.
Que torni aviat la normalitat al teu dia a dia.

Un petó estimadíssima Isabel.

Belnu dijo...

Estaba de muy mal humor, ´me estaba conteniendo para no soltarle un bufido al fotógrafo. Nunca me gustó q me hicieran fotos y el calor era sofocante. No, no me asusté, hice lo que hice deliberadamente y a sabiendas. Además, ya sabía dónde me metía, perfectamente, aunque fuese la boca del lobo para mi parte libre

Belnu dijo...

Gràcies, Nmp! I sense ordinador! Ara veig que encara falta una setmana per recuperar-lo, ai, i jo amb aquesta màquina del passat, que no puc emportar-me

odette farrell dijo...

Me gustó mucho tu sueño pero también sentí una angustia...

Belnu dijo...

Lo comprendo, Odette!