Si yo creyera en la lotería estaría comprando boletos compulsivamente con la esperanza de poder llevarme mis libros y bártulos a un país civilizado y mantenerme allí, donde no corten los árboles. En la Gran Via ya han empezado a sustituir los magníficos plátanos por palitos escuchimizados que no resistirán y se rumorea entre los vecinos que tal vez decidan poner maceteros. Andar por la ciudad será pronto tan peligroso como andar por la autopista, por el calor ardiente y la contaminación. Si todos llevamos ddt en el cuerpo, ahora llevaremos más y nos oxigenaremos menos. Por qué sigue ocurriendo todo esto sin que nadie proteste es un misterio para mí, y ya sé que los que prefieren mantener los ojos cerrados o decirse que no tiene remedio y no vale la pena protestar piensan que lo mío es obsesivo y fanático y no se dan cuenta de que en otras ciudades del mundo las cosas no funcionan así, no se cortan los árboles y la gente no es tan sumisa y el Estado invierte en algo que no sea el cemento.
De momento, necesito restaurarme viendo cine y leyendo. Ayer, A. me había dejado unas películas de emergencia y una de ellas -que él no había visto, porque es fan de Clint Eastwood y cree que ese cine no puede gustarle, sin darse cuenta de que él es un personaje salido precisamente de ese mundo que prefiere ignorar- era de Rohmer. Pertenece a la serie Comedias y Proverbios y se titula L'ami de mon amie. La vi mientras desayunaba y pasé todo el día rohmerizada. No sé por qué van vestidos como si fueran progres de los ochenta, algo terrible, pero que pasa a segundo plano. No hay música y se oye el viento en los árboles. Pasean por parques exuberantes de París. Esa atmósfera de personajes -en este caso jóvenes- que se interrogan sobre sus relaciones o mejor dicho, sobre sí mismos a través del otro, y especulan y sueñan y se buscan y huyen y se echan sobre la hierba bajo los árboles gigantes me hechizó. Esas mujeres parecen caprichosas y lunáticas y capaces de estropearlo todo pero sus supuestos caprichos resultan ser sólo fruto de su observación, sus temores, sus preguntas rodeando el deseo y la amistad y la traición, y todo acaba encajando mágicamente porque siempre hay otro capaz de comprender o de compartir incluso lo más loco. O un maupassantiano rayo verde que cambia la percepción de las cosas. También vi El hombre de Mackintosh (si tú eres la mujer de acer, bromeaba J), que era clásica y trepidante, como yo necesitaba esa noche. Pero anoche no pude seguir con mi campaña paulnewmaniana porque en The Hustler bebían y bebían de la mañana a la noche y lo perdían todo y ya se me removía el higadillo, que según las Sátiras de Cicerón es el depositario de la tristeza y las pasiones.
Aún vivo con los ecos rohmerianos, mezclados con el insight de una sesión de V sobre la lengua china, la traducción, la letra, los poetas. Esos ideogramas y su articulación extraña y sus significaciones tan psicoanalíticas y los malabarismos de una traductora intuitiva y sensible para ofrecer una versión no sólo fiel e inteligible sino también maravillosa me alegraron las horas. Esta mañana soñaba, pero he olvidado esas colas del sueño, por no apuntarlas enseguida. Luego he ido a la playa solitaria con J., , V. y AT. La luminosidad de la luz sobre el agua me llena de una respiración feliz, aunque se agrava mi aspecto de western. G. deambula por la casa con sus músicas y su tos perenne, derivada de esa nocturnidad suya intoxicante, de sus vacaciones también perennes. En unos días saldrá hacia el sur, a coger olas del Atlántico. Me pregunto si estudiará algún día con interés.
En cuanto a mi escritura, estoy encallada, como ese poema de Li Qingzhao en que el crepúsculo parece detenido en el recuerdo del pabellón y el riachuelo y ella, ebria, no encuentra el camino de regreso, y cuando se apresura a volver, la barca queda atrapada entre las flores de loto, y forcejea para avanzar y despierta a gaviotas y garzas de la orilla, que rompen a volar como la alondra imaginaria (de los pensamientos) en el soneto de Shakespeare. Y en esa intoxicación encallada, entre flores de loto y nocturnidad y pájaros tal vez encuentre al fin otra cosa. Por lo menos estoy trabajando... De momento, el transportista retiene las pruebas de mis cuentos hasta el lunes, diabólicamente, porque ha llegado unos minutos después de que yo saliera.
14 comentarios:
Hace un par de horas acabo de llegar de la Catalunya Nord y Narbonne. En el Boulevard Wilson y la Bassa de Perpinya platanos el doble que en BCN, En Ceret la Passeijada mas platanos enormes con casas alrededor. En Narbonne el Canal de La Robine cubierto por arboles.
Lastima que en Perpinya al igual que en BCN cubran los parteres de los arboles con la pasta roja y con piedrecitas igual que aqui.
Envidio a los que creen en la lotería, a mí nunca me podrá tocar, me falta fe, pero yo haría lo mismo!
gracias a ti he podido regresar unas horas durante este extraño mes de agosto a los poetas chinos y a sus "meandros de la traducción", citándote,- y me han reconfortado, aliviado de las preocupaciones y refrescado mente y cuerpo, mientras los preparaba. Me alegra mucho que te haya servido mi lectura y que te acompañen los versos de Li Qingzhao, que te van tan bien, por cierto que me gusta mucho como lo explicas, refiriéndote a tu momento,
también he podido recordar gracias al trailer esa película de Rhomer, la vi en una época en que estudiaba francés como una loca, antes de irme a vivir a francia, y la disfruté mucho. me intriga saber cómo las vería ahora.
he tenido que seguir a tope con la casa, así que me gusta leer que al menos tú estás escribiendo,
y qué bien que ha sentado la playa
Pero allí no planean talar el 70% de los árboles, Civislib!!!! Allí no se tala...
Gracias a ti, objeto a! Esta noche me siento como los poemas de Li Qingzhao, seguiré mañana, ojalá me traiga el día algo energético y un camino abierto para escribir y desencallarme
yo ví "Crepúsculo" para estar al día de lo que pueden hacerme los vampiros jóvenes...
Son vegetarianos, una boutade asaz conocida.
Federico tampoco se aclimata a Hereuville, haciéndome sentir culpable.
En el Motseny, en el Montnegre, todavía quedan árboles majestuosos, a pesar de los que se construyen sus casas horrorosas en un lugar verde para convertirlo de inmediato en un desierto.
Esa es la lotería que me gustaría ganar: la de la justicia y el respeto hacia los seres vivos.
Sí, los años del franquismo y la deseducación se llevaron todo sentido de la belleza. Si vieras qué lugares he visto días atrás y qué bloques estilo bellvitge se construyen frente al mar, destrozando maravillosas bahías... Esa lotería sería también la de la salud mental porque vivir en medio de esta locura agresiva y arboricida acaba enfermando a cualquiera con una mínima sensibilidad
Sí que m'agrada Eastwood, sí. ¡Y a mucha honra! :-) Em toca d'a prop la seva cosmogonia. Ja et vaig dir que crec més en les passions que en els cànons i si algun prejudici puc tenir amb Rohmer o una part del cinema francès (o europeu, més continental, diguéssim, excloent el nòrdic i el dels països de l'est, més particulars) no serà perquè m'agradi Clint Eastwood... Jo el que et deia un dia és que aquestes pelis franceses actuals a estones em sembla que tenen molta loquacitat verbal i una mica de laconisme visual, però hi ha moments per tot! A mi ara mateix em senta millor el silenci de Bergman, per exemple, de qui vaig veure ahir la dolorosíiiissima Gritos y susurros. Sona pedant, però després de veure-la vés a saber si ets la mateixa persona... Però ja et dic, de fet crec que sí m'agradaria Rohmer, encara que ell, evidentment, no necessiti de la meva aprovació.
Els arbres? Senzillament no ho entenc, com no entenc l'escalada d'obres que estan duent a terme dia a dia al nostre carrer. De debò tenen tant poca imaginació els polítics municipals de Barcelona que per crear llocs de treball decideixen fer més amples les voreres del carrer Arimón? De debò pensen que traient arbres que li donaven salut i color al paisatge urbà i posant-hi palets faran una ciutat millor? No sé jo, no sé jo… Paul Newman forever and ever and ever!
A., el fan de Clint Eastwood que deixa pel·lícules a la seva veïna escriptora: serà una trama rohmeriana?! :-)
Ningú que em conegui dirà que a mi m'importin més els canons que la passió. Tothom sap que jo sóc capritxosa i`erràtica i que no m'he guiat mai en el cine ni en la literatura per uns canons ni per res que no siguin les meves contradiccions, moments, estats d'ànim, passions pures. Un dels meus títols preferits són les Strong Opinions de Nabokov, precisament per la seva visceralitat vehement, que no coincideix amb la meva. Tampoc no crec que Rohmer sigui el cine francès d'ara, és nouvelle vague i té 86 o 84 o potser més... Ja sé que Clint Eastwood no té la culpa que et faci tanta mandra mirar una peli de Rohmer, jo crec que hi ha una raó amagada, era més aviat una manera de parlar o de situar-te!
Pel que fa als arbres i les obres, estem d'acord del tot! I ara vaig a mirar una altra pel·lícula de Rohmer...
No no, jo no he dit en cap moment que tu et guiïs per cànons. Que et guies per les passions i no pels cànons ho intuïa, i ho sé, de fet, per coses que t'he sentit o llegit.
L'altre dia vaig llegir a Cromofobia, del David Batchelor: "Como ocurre con todos los prejuicios, su forma de manifestarse y el odio que suscita encubre un temor", i segueix, referint-se al prejudici pel color en un moment determinat de la història de l'art. Fent un esforç especulatiu d'autoanàlisi, et diria que potser el prejudici encobreix la por a ser interpel·lat. Però és igual, no és ni el lloc ni el moment. Sobre gustos no hi ha res escrit. Isobre prejudicis potser sí, però costa saber-ho. I ja deixo de molestar. Disfruta amb Rohmer.
1) No molestes
2) Em sembla que els prejudicis són necessaris per pensar. La condició és saber que ho són i que no siguin fixes, o sigui, que no t'impedeixin canviar d'opinió quan surt alguna cosa o fet que et demostra el contrari del que pre-pensaves...
M'alegro que t'hi hagis fixat!
Me n'oblidava: Rohmer és ple de silencis. No posa música a les pel·lícules i hi ha moltes estones de silencis, vent sobre els arbres, sorolls del carrer, gent que es mira o s'observa de lluny...
vi algo de Rohmer en su día, pero ese exceso de lo afrancesado no me hizo seguir, aunque reconozco sus méritos, su experiencia con el cine. Respecto al cine de imágenes hay otros ejemplos más representativos. Lo que no resta capacidad de verdad a sus diálogos. Shakespeare dando siempre en el clavo, como de costumbre.
iluminaciones.
Cada uno ve una película distinta; yo no veo ningún exceso en Rohmer, veo una complejidad interior que me gusta, una mirada, una escucha. Y los paseos entre los árboles
Publicar un comentario