Me lo dijo Casassas, que había encontrado en una web unos haikus de Celdoni Fonoll sobre azufaifos, y aquí están:
Ginjoler-gralla.
Vius espinguets de festa.
Muntanya blava.
Ginjoler
En fer-se gralla,
el ginjoler espingueja
amb cor de gínjol.
Ginjoler
En ser tenora,
el ginjoler refila
amb cor de gínjol.
(Barcelona, 2003-2004)
I también citan al luminoso Verdaguer
Lo préssec d’Illa com pom d’or rosseja,
no tant com lo raïm de Tarascó;
la cirera d’arboç hi vermelleja
amb lo gínjol rient i l’ametlló.
“Cant tercer: L’encís”, Canigó
I a Gaspar Jaen...
…marges per on collia agret a mitjan vesprada;
mitja-taronja blava, Santa Maria al fons;
ginjoler de l’era.
Y mi vecino escritor me pasó el otro día este trozo de La venganza de Don Mendo, de Muñoz Seca, donde aparece el personaje de La Azufaifa, del que ya me había hablado V y que ya cité por aquí, que hace prodigios con su pomada, tan mágica como el brodo della gíuggiola...
Y diz, que una de las moras,
la que Azofaifa es llamada,
sabe de augurios y hechizos
y fabrica una pomada
que aunque al verla se os antoja
vaselina boricada,
es pomada milagrosa,
pues con una pincelada
torna al anciano en adulto
y a la nieve en llamarada.
Quién sabe si me convertiré yo en azufaifa, si sigo así, y acabaré haciendo augurios y hechizos con los frutos que caigan en septiembre...
6 comentarios:
muy buena foto!
me recuerda a algún barrio porteño
Isabel: se ha caído la red y no sé si te llegará el mensaje anterior. si es así, ignora éste.
Te añado dos: "El príncipe perfecto", de Lope de Vega (Acto I).
Y el segundo, la traducción de las Mil y una noches que hizo Vicente Blasco Ibáñez (noche 238):
Soy feliz y ligera como una ágil danzarina!
¡Oh lábios, haced más lentos vuestros trinos sobre las flautas! ¡Guitarras, paráos bajo los dedos para escuchar la canción de las palmeras!
¡Las palmeras están de pie ¡¡Como las jóvenes, murmuran en sordina en la noche clara, y el remolino de sus cabelleras melodiosas responde a la brisa musical!
;Ah! ¡Soy feliz y ligera como una ágil danzarina!
¡Esposa encantadora y perfumada! ¡Al oir las notas de tu voz, las piedras se levantan bailando, y vienen ordenadamente a construir un edificio armonioso!
¡Que aquel que creó la belleza del amor nos otorgue la ventura, esposa encantadora y perfumada!
¡Oh negrura de mis ojos! ¡Por ti voy a dar azulado a mis párpados con la varita de cristal, y a macerar mis manos en la pasta de alheña!
¡Así te parecerán mis dedos frutos del azufaifo, o si lo prefieres, dátiles finos!
¡Después me perfumaré los pechos, el vientre y todo el cuerpo con incienso delicado, para que mi piel se derrita en tu boca con suavidad, oh negrura de mis ojos!
Y de tal modo, el hijo de Primavera y la hija de Prosperidad pasaban las noches y las mañanas en una vida deliciosa...
En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.
Qué belleza: "¡Así te parecerán mis dedos frutos del azufaifo, o si lo prefieres, dátiles finos!".
Perdona la extensión del comentario.
qué bueno Muñoz Seca y los haikus mediterráneos, buena esta imagen y la foto de Linda de esas sillas tranquilas en la playa, tardes de verano perezosas...
Gràcies per fer referència a la nostra web on parlem del ginjoler!
www.muntanyablava.cat
Això que comentes d'acabar convertida en un ginjoler, m'ha semblat molt romàntic, és un fi molt dolç com el til·ler de Baucis. Però abans heu de guanyar la batalla i aconseguir que l'arbre no el moguin d'on és!!!!
Núria
Sí, el til·ler de Baucis! Ben pensat... Justament la hisòria de Filemon i Baucis tracta d'un tema favorit meu, l'hospitalitat. I els arbres. Gràcies per recordar-me'l.
La batalla segueix, avui ha començat una altra fase, que hauré d'explicar al dors, vull dir a la part frontal del blog Polis
Muchísimas gracias, Pedro, todas las aportaciones azufaiferas literarias y/o míticas son bienvenidas...
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