sábado, 14 de febrero de 2009

Rodeos

Foto: I.N., Collserola, 2008
Esta mañana he desayunado con C. en El Escocés, y hemos hablado de libros y escritura y rituales que ayudan a escribir y no posponer, entre otras cosas, y mientras hablaba yo contemplaba la combinación de colores de su chal verdoso y los grises y pardos y el abrigo algo lanoso y la forma de mirar arriba y hacia un lado a veces cuando hablaba, que le daba más luz a los ojos. Luego he tenido que hacer una absurda peregrinación a estaciones de tren y una espera aún más absurda, pero al fin he conseguido cambiar mi billete para el Ave: tantos años yendo a Madrid en avión, siempre creo que tengo que pasar por el aeropuerto y es un alivio que no sea así, aunque es terrible verse rodeada de la fealdad de la grasienta estación de Sants, donde no hay nada, ni un solo lugar bonito donde posar la mirada. Al salir de allí he ido andando, he visitado la fachada del feo instituto donde estudié COU, y luego la Modelo, que sigue siendo -dentro de su significado terrible, que me hace pensar en los que están allí encerrados- el edificio menos feo de esa zona donde todo es mala arquitectura de la que ahora sigue promoviendo el ayuntamiento y lo único que salva un poco todo eso son las suaves acacias y los plátanos, inclinados y abiertos como manos. Esos árboles que el ayuntamiento sólo piensa en cortar.
Y luego, qué felicidad de tarde escribiendo mi reseña de los Cuentos reunidos de Clarice Lispector, y corrigiendo la conferencia del lunes. Le he leído la reseña a G. y él, que es más bien parco en elogios, ha dicho: "Otra gente escribe esas críticas como si fueran informes, pero las tuyas ¡son literarias!" Me ha hecho ilusión que lo viera así porque yo procuro construir mis textos (no aquí) para que suenen , para que tengan una musicalidad si se leen en voz alta. Por eso leo las conferencias, aunque algunos opinen que no debe hacerse.
Más tarde había quedado con M. y L. para ver esa Pitié!, inspirada libremente en la Pasión según san Mateo de Bach, de Alain Platel en el Mercat. Reconozco que me ha decepcionado. Me gustaba la música, cuando cantaban, pero no entiendo esa forma de abordar el dolor y la piedad -para mí tan sugerentes iconográficamente y como reflexión- como una especie de fealdad y horror. No me gustaba la gestualidad desagradable de la coreografía o bien no entiendo su poética, y la calefacción tan fuerte me dificultaba respirar.
D.U. me ha mandado un comentario de mi libro balcánico que me ha alegrado:
Isabel, Per començar et felicito efusivament. El llibre m'ha semblat molt bo, m'ha interessat molt i el trobo una contribució important a la història de la guerra (i del segle xx, de fet). Has aconseguit reunir una quantitat extraordinària de testimonis mantenint-te en un segon pla molt eficient però dirigint el discurs dels entrevistats per fer-los parlar entre ells. És com una mena de novel·la amb diferents personatges, alguns més impressionants i "enraonats" que altres, evidentment, ple de detalls que fan pensar. Està clar que els escriptors són afortunats de poder-se expressar, i de poder mirar d'entendre i pensar, amb la literatura; m'ha sorprès no trobar més desesperació en les seves paraules, en general. (Sempre, quan penso en la història de la guerra de l'ex-Iugoslàvia, tinc al cap el mapa dibuixat de Sarajevo amb els canons dirigits cap a la ciutat.) Val a dir que la lectura del llibre no m'ha portat a "entendre" pròpiament dit els motius de la guerra: el nacionalisme no em sembla tant un motiu com una conseqüència, sobretot en el cas dels que en principi es defensen. No em sembla que la majoria d'entrevistats sàpiguen tampoc per què tot va ser (tan lamentable) com va ser. Ara tinc ganes de llegir alguns dels llibres de què has parlat, per exemple, del Hemon, que m'ha semblat un dels personatge més interessants. Que dura devia ser fer l'entrevista al Toholj, a sobre amb el seu convenciment de la separació entre la cultura i la política! En fi, felicitats, i en parlarem!
Me gusta la idea de que parezca una novela porque yo tenía la sensación de que lo narrativo dominara en el libro, como un hilo invisible o la fuerza del relato que atara las entrevistas, las críticas y los itinerarios, como un solo viaje hacia la guerra de los Balcanes.
Por cierto, para evitar que sigan talando los árboles de la ciudad, podéis firmar aquí. ¡No hagáis caso de la petición de dinero de esa web! Nada que ver con el manifiesto arbóreo

16 comentarios:

el objeto a dijo...

a veces el rodeo es el camino más directo o más adecuado para llegar a algún lugar, el único posible para transmitir algo
como ocurre en esas conversaciones en torno a la guerra

me hace gracia que tu amiga diga que la lectura del libro no le ha llevado a entender las razones de la guerra. Yo creo que es al contrario, y que esa dificultad para dar sólo cuenta de una razón, de una única explicación es la resolución de la pregunta

también me ha gustado eso que dice de que los escritores son afortunados por disponer de la literatura para desplegar su mundo,
tu trabajo como crítica participa de eso,
se hace evidente en las conferencias de estas semanas en el cccb

a mi el rodeo de Alain Platel me sigue pareciendo bueno y lícito, lo sigo respetando, pero entiendo lo que dices, a mi me sucede a veces con creadores como Lars von Trier, o hasta en ocasiones con (ahora diré una herejía) Beckett
yo solo siento habéroslo aconsejado, zorry!

Ephemeralthing dijo...

El dolor desencaja, sea físico o moral, es un estado que desnuda al ser de toda convención.
En "Pitié!" se utiliza la idea de la imagen del Cristo de Grünewald, las actitudes corporales de los modelos de Schiele, los rostros desorbitados de Ensor, el sentido dramático de la composición caravaggiana. Algunos bailarines de "Pitié!" ya dan de por sí el tipo, uno con brazos tan largos, o lo parecía, como sus piernas, otro con una espalda desproporcionadamente ancha en un cuerpo enjuto, o lo parecía. Semejantes ingredientes podrían producir una suma estridente y sobre todo amanerada, pero se recurre el espíritu, no al arquetipo, utilizado todo ello con una carnalidad y tensión física que poco tiene que ver con ningún ideal de belleza física, pero si con la belleza del sentir y el ser consciente de ello, porque ..., ¿es bello el dolor?.
Los personajes se despojan de sus ropas y las intercambian, desnudez y distanciamiento porque se rehuye cualquier convención estética previa. La apariencia de todos es la que hoy tiene las personas, al menos las corrientes: hasta la ropa interior es de mercadillo. La voz como una parte más del cuerpo, su voz: incluso el grito y el balbuceo compulsivo, traduciendo y subrayando humildemente la altísima, infinita, estética de la voz en la música de Bach.
Arropado todo en un marco "controlado", nada bárroco. La exageración es un disfraz y Platel no desea esconderse detrás de nada: admirable la manera como con una intención apolínea se pueden usar tantos elementos expresionistas.

Belnu dijo...

Nooo, no lo sientas, a mí me gusta haberlo visto y los ecos del día siguiente están aquí, flotando, he leído la crítica del País, hablan con mucho respeto de su trabajo pero dicen que este espectáculo es demasiado largo y que le falta un hilo..., no lo sé. La cuestión es que hace pensar... Y no creo que ninguna de las tres lamentara haber ido, sino al contrario. Yo quería saber qué era y sigo preguntándome cosas...
Siempre digo que la guerra de los Balcanes se debió a un conjunto de causas que no pueden negarse, una trama de circunstancias cruzadas que coincidieron, y sería absurdo pensar que sólo una es La Causa. Pero gracias por lo que dices...

Belnu dijo...

No es herejía! Al menos para mí. Y el ejemplo de Lars von Trier es clavado, yo tengo siempre mixed feelings con él, a veces me entusiasma pero otras me sacude, me hace pensar, me revuelve, me mosquea incluso... y no lamento haberlo visto.

Belnu dijo...

Sí, Eph, tú y la petite a coincidís en esa visión. Pero para mí, justamente, esa visión de como es el mundo, de mercadillo y sobre todo esos gestos pellizcándose me recuerda demasiado a la fealdad de la que me siento invadida, y me cuesta. Tal vez sea mi vejez. O mis limitaciones, en cualquier caso. Yo necesito algo de belleza para respirar. Y sí, hay belleza en el dolor, claro que sí...

Belnu dijo...

Es más, creo que esa antiestética no es sino otra estética, es una posición, que en algún momento debió de ser muy chocante. Yo no pretendo un esteticismo o un formalismo exagerado, pero tampoco sé entender ese otro extremo...

civisliberum dijo...

A punto de acabar de leer tu libro y estoy de acuerdo con todo lo dicho por Dolors Udina. Me esta gustando mucho, sigo sin entender la irracionalidad de esa guerra, quizá sea por esa misma iracionalidad.

Belnu dijo...

Gracias, Civislib, pero no vivimos también nosotros en medio de la irracionalidad y muchas veces la violencia? Y todos esos hombres que matan a sus ex mujeres cada día en este país? Y los chicos que queman a una indigente pra divertirse? Y acaso no hubo aquí una guerra encarnizada y al acabarla la violencia y la saña continuaron durante 40 años? Yo creo que no es tan difícil de entender, si somos sinceros y dejamos de lado la hipocresía. Que la arbitrariedad, los celos, la venganza, la cobardía y la violencia son inherentes al género humano. No recuerdas cuando los bondadosos cascos azules holandeses tiraban caramelos a los niños en Bosnia para saber si el terreno estaba minado sin correr ellos riesgos? Y esos mismos bondadosos cascos azules europeos participaron n la orgía de sangre de Rwanda? Es fácil pensar que los otros son los salvajes, pero no es cierto. Allí pasó como aquí hace 70años. Muchos denunciaron o mataron para quedarse con una casa o un trabajo o para vengar su envidia o su odio. También otros quemaron vivos a curas y monjas por el hecho de serlo.
Las causas de la guerra en Yugoslavia están todas enunciadas en el libro y hay que sumarlas. La violencia y las violaciones son por desgracia universales.

el objeto a dijo...

Bueno pues me alegro y me alivia que no haya sido tan duro lo de la danza, pero entiendo el que no te interese...yo sigo evitando a Beckett y comparto lo que dices del loco de Lars Von Trier, a veces tan inteligente y fino

pero sí! Gracias Ephemeralthing, tus palabras me han ayudado a entender mi punto de vista y el interés y el respeto que el trabajo de Platel me sigue inspirando. También ciertas elecciones estéticas mías. Me guardo tu comentario tan esclarecedor. También pienso que el dolor hasta que no ha podido ser transformado en otra cosa puede no se bello, y que hay algo valioso en eso, o al menos a mi eso me permite hacer algo con ello, y que Platel necesita evitar el esconderse detrás de ningún artificio, y que eso en él no es una pose. Los bailarines van vestidos con esa ropa cuando ensayan y en la danza el cuerpo se resiente, está herido, y dolorido la mayoría del tiempo, desnudo, es imperfecto

Anónimo dijo...

Me gustaria saber como se puede iniciar un manifiesto arboreo ya que no conozco uno similar para la ciudad de Madrid donde ocurren todos los dias cosas como estas.

http://www.20minutos.es/noticia/451004/0/tala/arboles/retiro/#comentarios_8

Muchas gracias.

Belnu dijo...

Emma, yo me fui a ipetitions, en la web, pero no es la ideal, si buscas por petitions encontrarás webs diversas. El defecto principal de la mía es que cuando la gente firma piden dinero y a pesar de mis advertencias de que esa petición de dinero no tiene nada que ver con nosotros y hagan caso omiso, algunos se asustan o no saben firmar sin pagar... Si tienes tiempo puedes hacerlo en papel. Yo lo escribí y lo hice por internet porque no tengo tiempo de repartirlo... algunos me escriben y me piden que incluya sus firmas

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la recomendacion Isabel, si tengo tiempo. Veremos lo que sale.

Anónimo dijo...

Yo creo que la buena crítica es sobre todo creadora, Que aun siendo una visión personal sobre un tema tratado, explica de otra forma lo ya contado. Y puede ser que el comentador se quede a un lado, en la sombra, dejando que por lo que escribe, le deje en una semi penumbra.
gracias por el enlace.
iluminaciones.

Anónimo dijo...

Me parece estupendo que lea sus conferencias. Además no olvidemos que lo correcto es decir que la conferencia se dicta. Y más cuando uno lee con tono y ritmo.

Espero con ansia su crítica de los cuentos de Clarice Lispector, los cuales estoy disfrutando estas noches.

Belnu dijo...

Perdone, pero disiento. Una conferencia se puede dictar, dar, pronunciar y casi hasta impartir y ninguno de esos verbos es el "correcto".
Y yo estaba hablando de otra cosa, ninguno de esos verbos especifica si el conferenciante lee su texto o lo dice ajustándose a notas o habla improvisadamente.
En cuanto a la crítica de CL, yo sólo cuento mi lectura y en un espacio limitado, seguramente usted tendrá la suya propia.

Belnu dijo...

Sí, tienes razón, Iluminaciones. A veces la lectura de otro sobre algo que hemos leído, las luces, sombras y penumbras, nos iluminan o nos avivan, como las sombras en la fachada antigua que hacían soñar a una de las protagonistas de Jean Rhys en la cama de su hotel barato