Foto: I.N, Bruselas, diciembre 2008
...en voz alta en conferencias y presentaciones. Sé que a algunos les molesta: de hecho siempre hay una persona que me regaña y los demás me dicen que está bien así. Ayer volvió a ocurrir en mi conferencia sobre Jean Rhys. Sé que cada opción tiene sus contrapartidas: al leer, se pierde espontaneidad y relax, pero el texto es mejor y se puede construir, encajar, hacer que sea redondo, casi un texto literario, casi como los cuentos, casi... Y además, se controla mejor el tiempo y no quedan cosas fuera, olvidadas. Hay quien detecta esa magia en la sonoridad y recibe las vibraciones de matices que la voz transmite, yo leo poniendo intención en cada palabra, notando la escucha de los que están, y sé que a muchos les llega. Pero siempre hay alguien, uno, que no puede seguir, siempre es demasiado rápido para ellos (yo ayer notaba que respiraba tranquila, que hacía las pausas), no pueden con las palabras y se pierden. Ayer le pasó a una señora. Dijo (generosamente) que yo hablaba muy bien, pero que le gustaba más en las respuestas finales, cuando hablaba sin leer, y era "una lástima" porque si yo leía, ella apenas podía seguir. Y pese a todo, yo creo que la magia siguió flotando ayer en esa sala del CCCB (vertiginosa) frente al cielo urbano y nocturno, atravesado por aviones furtivos y silenciosos. En cuanto acabé de hablar me puse a disfrutar de la conferencia de Lydia Oliva y las imágenes de FBJ. Creo que la escritora y la fotógrafa se desplegaron frente a un público interesado, que hacía preguntas al acabar, y seguíamos allí hablando y apenas nadie se iba, habríamos seguido indefinidamente y tuve que ser yo quien levantara el campo (!)
Hoy volveré a leer, en mi presentación balcánica. Tal vez lea ante una Central vacía, sólo mis cinco amigos, el editor, Manuel Delgado y dos libreros que puedan subir en ese momento porque en Barcelona cuando llueve nadie va a ningún sitio y porque algunos me escriben o llaman para decirme que no podrán. Llueven esas disculpas como la lluvia del cielo. Así que, ¿por qué temer nada? Yo temo mi constipado, que crece de pronto, que ayer estuvo a punto de no dejarme hablar. Temo que mi conferenciante llegue tarde, temo... cualquier coisa, como en la canción de Caetano. Y a la vez estoy feliz de presentarlo. Temo no resistir las radios de estos días, el discurso del sábado con su excursión y comida en La Jonquera, sobre el exilio de la Guerra Civil. Podría decir que temo quedarme en blanco o echarme a llorar o ponerme a cantar una canción medieval, como Iris Murdoch al empezar su alzheimer (ella cantó algo irlandés, y el público lo tomó con humor, pero era el principio) pero tampoco sería verdad. Sólo temo encontrarme mal, quedarme sin voz, la chimenea obturada y sin los deshollinadores mágicos de mary poppings... O no temo nada y bailo por la casa, en algún momento (pongo la música por MB, que me preguntó con qué bailaba y que hoy tampoco podrá venir :(). Ya ven... Ayer, un amigo se equivocó y fue a La Central, anticipándose...
Mientras (infiltración de Polis), todo cae económicamente, este país se ha convertido en una broma para Davos, y nuestros políticos, en lugar de corregir, siguen apostando sólo por el cemento. Nuevas talas de árboles (desapareció también la placita arbolada frente al Barcino, en lo alto de Balmes. El ayuntamiento se ha propuesto destruir todas las placitas arboladas. Una imagen como la de arriba, de una placita silenciosa en torno a un árbol magnífico, con pájaros, será pronto imposible en esta pobre ciudad). El gobierno de ZP cambia la normativa para poder seguir comprando y vendiendo las casas construidas en primera línea de costa, para consolidar la destrucción. Los banqueros siguen repartiendo pingües beneficios y negando créditos a todos. Y aquí no se les ocurre nada. En alguna ciudad de provincias, los empresarios extremeños amenazan con encerrarse en los bancos si no les conceden créditos ni hipotecas. Al menos ellos hacen algo...
23 comentarios:
Si se sabe leer tan bien como tu, esa fidelidad al texto escrito tiene su encanto, de lo contrario se olvidan o cambian cosas. Cada uno tiene su manera de plantear las exposiciones y es imposible gustar a todos. Por ejemplo yo no podría leer, soy incapaz de hacerlo bien.
Tengo un proyecto que presentar mañana, pero sentiría perderme esa presentación. Haré lo posible, incluso un poco más, seguro que va a ser un éxito.
Gracias, Friks! Yo sentiré no ver tu cara por allí, no digo entre el público, me pregunto si habrá público. Un amigo inglés se burlaba de que en esta ciudad, en cuanto llueve se estropean los trenes o hace frío, el metro y la gente decide no salir, como si viviéramos en la época de Jane Austen...
qué díficil es mantener una relación estable contigo...
siempre dispuesta a la agresión con la gente que menos te lastima.
Al margen de esto, y a pesar de que quedaré muy mal con mis compañeros de ACEC (esta tarde a la misma hora hay un acto "importante" sobre la Excelencia en ese lugar), iré a oírte a la Central, tratando de obviar también la hostilidad de los empleados de la librería, de cara tan "aixuta".
Ayer, a pesar de la lluvia y tal vez por la presencia de E.Mendoza, la sala grande del Ateneo estuvo llena por un buen rato...aunque sólo por un buen rato.
Pero, Dante, podría yo decir lo mismo. Muchas veces no llegan o desaparecen comentarios, ayer mismo me pasó en el blog de Linda, pero nunca se me ocurriría que me los han censurado, y tú siempre, todas las veces que eso te ha ocurrido, me preguntas aquí si yo te los he borrado! Tanto es así que cuando llegan por duplicado casi temo borrar uno por si te enfadas! A mí me pareces tú difícil, saltas como un felino en cuanto te parece que la mosca se acerca! Con la misma rapidez y estilo que ellos, conste... Pero qué le voy a hacer, se ve que soy torpe y lo hago muy mal contigo.
Pero lejos de mí ninguna intención de ofenderte! Mi respuesta sólo expresaba la impotencia que siento cada vez que me llega una de esas acusaciones tuyas. ¿Qué puedo hacer yo contra la cibernética y mi falso servidor de blogspot?...
Hoy no vendrá gente y serán tantas las ausencias que no podrán contarse. Lo que importa, supongo, es que el libro siga su camino y que los libreros no lo devuelvan enseguida.
Mary Poppins
Es verdad que no se puede gustar a todo el mundo cuando uno expone o lee. Recuerdo la presentación del último libro de Maillard. Unas diez o quince personas escuchábamos sus palabras, a penas llegada de Málaga, dijo venir cansada con el traqueteo del tren todavía en la cabeza. Enhorabuena por las superventas del libro..
ilumunaciones.
Huy, superventas es mucho decir, Iluminaciones! Sólo una librería, y estar en la lista de más vendidos de no-ficción, en sexto lugar... sobre todo porque en esa librería de la calle Mallorca, como en el Librero de la calel Berlinès (Xoroi) me dan visibilidad.
Pero sí, es como dices. Recuerdo un monólogo de Copi extraordinario e hilarante hace muchísimos años en el Diana, creo, éramos ocho o diez y llorábamos de risa y aplaudíamos con frenesí. Uno se fue...
Pasmado quedo, hay gente para todo. Precisamente el que alguien te lea en voz alta considero es un lujo. Yo he disfrutado mucho de las lecturas de poesía en el bar Heliogàbal, y si encima quien leía era Casasses ya era el colmo, puro relajo "al lado de la chimenea".
Hoy a merendar bien y después hacia La Central de Mallorca.
Ja ja, gracias, Eph! A mí también me encanta escuchar a otros que leen (uf, ahora me entra el miedo de hacerlo mal hoy!), yo siempre tuve que leer en voz alta en el cole, en las funciones hacía de "narrador", las monjas me hacían leer en la iglesia, en los actos y ceremonias, así que leer lo que yo quiera me parece una suerte!
Esta tarde seguiré tu consejo... Está saliendo el sol!
En esas fotos tuyas de Bruselas se oye el silencio y nuestra presencia, verdad? Están muy bien. Son como un diario o un paseo por las calles y rincones de esa ciudad.
L.
Zbelnu, yo vendré sin falta hoy. Además igual ya no llueve. Por cierto, tu libro está en el escaparate de Laie desde hace días.
Un abrazo. Julio
Gracias, Julio! Lo del escaparate de Laie me hace ilusión! Gracias por venir. Y sí, ha salido el sol...
Bueno llego de la presentación y ha estado muy bien, mucha gente, los parlamentos muy buenos. Delgado es bueno y una persona del publico le ha dado una replica también muy interesante, ha valido la pena ir, estas cosas se pueden convertir en meros actos promociónales y aquí no ha sucedido sino que el acto ha tenido valor en si mismo. Cuando me he ido la escritora seguía firmado libros
Gracias, Francis, yo estoy muy contenta, todo ha ido tan bien y con tanta gente, y sobre todo la sensación de una buena conversación allí con ideas que se quedaban como interrogantes en el aire
Me encanta caundo lees porque lo haces con una dulzura y y le das un ritmo magico...la priemra vez que te oi leerte, en aquella charla sobre Natalia Ginsbur, te dije que al leerte yo te "oia" asi tambein y me gustó esa sensación...Tu crees que se puede contentar a todos? para poder apreciar un lectura hay que saber escuchar muy bien y dejarse llevar por el que nos lee...
Me gustó la presentación estuviste fantastica como siempre y claro que hubo gente y mucha como no podia ser menos...me gustó verte en la cena ya relajada disfrutando de la charla con todos...te llamé para despedirme pero no me oiste, era tarde y no quise entretenerte mas...
Besitos!!!!
Gracias, Gisela, por venir y por lo que dices. No, no se puede contentar a todos, es sólo que yo siempre escucho los noes, siempre me dejan un eco de interrogación. A mí me gustó mucho lo de ayer, a pesar de mi nerviosismo. Ojalá sirva para algo más, porque en esta ciudad, tan pasiva y quieta, nunca se sabe...
Zbelnu: muy bien la presentación de ayer. Al acabar te ví atareada firmando libros y preferí no molestarte. Te mandaré un correo aparte sobre el libro. Un abrazo. Julio
Estuvo muy bien la presentación, la sala llena hasta los topes y la gente entusiasmada.
Todo ello a pesar de que el tema del libro es muy duro y su lectura -aunque muy necesaria y recomendable- en algunos momentos no es fácil. La conclusión (es mi conclusión por lo menos) de que todo esto podría pasar aquí mismo cualquier día me resulta aterradora. Después hablé un poco con Delgado, él insistió en que tal vez esta violencia contra un grupo es un mecanismo habitual en la sociedad y en que no siempre es lícito dar la culpa a los americanos, a los medios de comunicación, etc. Pero de esto se podría concluir que es absolutamente inevitable y yo sigo pensando que los medios de comunicación y los políticos pueden apaciguar a la gente o incitarla al odio. Quid prodest. ¿Tal vez el fútbol es una cosa positiva para desahogar todo eso?. Después está lo del nacionalismo pero yo no tengo claro que significa esa palabra, a mi me han llamado nacionalista personas que tienen la bandera colgada en el balcón - y yo jamás he tocado *ninguna* bandera y me da igual si gana o pierde una u otra selección. ¿Debo preocuparme?
Disculpa si el tono de mi intervención es un poco sombrío, pero es que todo esto me alarma, más en tiempos de crisis.
En fin, por la parte positiva ayer vi la primera lagartija del año y poco después anunciaron un retraso en mi plazo de entrega y pude venir a verte. Sentí no poder quedarme un rato más, como siempre. Y no haber conocido a algunos de los que habitualmente comentan y ahora veo que también estaban. Esa timidez me pierde.
Lamento formar parte de ese grupo de gente que no vino a tu presentación. Me hubiera gustado, de veras, pero mis dificultades logístico-maternales lo impidieron. Tengo tu libro, a la espera de terminar con el que leo actualmente.
Una abraçada.
me lo pasé bien de verdad...
si casi no me importa la tos post-tabáquica (es broma!)
Qué bien que lo pasaras bien, Cacho... Antídoto, estaba abarrotado, la gente no se podía sentar, así que no podían contarse esas ausencias. Dijeron en La Central que hacía tiempo que no había un lleno así. Y el nivel de la discusión también.
Friks, esa sensibilidad sombría... Un día hablaremos de la diferencia entre Hannah Arendt y el matiz de Lanzmann y los psicoanalistas, que son menos pesimistas sobre esa violencia (no cualquiera es capaz de ese mal, hay que tener algo roto dentro, pero si de mirar hacia otra parte). Lo del fútbol era la vieja teoría de Elias Canetti, no es ninguna tontería. Todas las representaciones sirven para canalizar esa violencia... hasta que en ciertos momentos no son suficientes.
Todo el mundo me dice que la lectura de mi libro es fácil! Pero claro, cada uno lee un libro distinto. Me encanta el contrapunto de la lagartija.
Si, correcto. No es que la lectura no sea fácil, lo que por lo menos a mi no me resulta fácil es asimilar lo que cuentan los entrevistados sobre la dureza de la guerra.
Sí, entiendo que en cierta manera hiera tu sensibilidad, ¡no lo digo con ironía! A mí me pesaba esa realidad, lo que pasa que como dije en la presentación, necesitaba hacerlo y sentía que ayudaba a corregir algo contándolo. A mi madre también le cuesta. ¿Será que los amigos de las lagartijas...?
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