Réné Magritte, La voix du sang, 1961, Bruselas (gentileza de Laura Z).
Yo empezaba a preguntarme si vendría alguien a la presentación de Si un árbol cae, cuando dejó de llover, salió el sol y justo antes de salir oí el primer mirlo del año. Lo busqué entre antenas y tejados y no lo vi, pero cantaba con toda la potencia del cielo de la tarde. Es verdad que hay partes de la mente mucho más rápidas que la conciencia: yo oigo ese sonido antes de la primavera y siento una misteriosa felicidad. Me veo luego pequeña y vestida con el uniforme gris carcelario del colegio, volviendo a mi casa que era el segundo lugar de horror, sin saber qué era peor, si el colegio o el retorno, con aquella conciencia de inhospitalidad que me rodeaba, y de pronto, por el balcón de mi habitación, que daba a Montjuïc, oía a uno de esos mirlos machos tempraneros, que empiezan a buscar pareja antes de tiempo y cantan justo antes de mi estación favorita. Y como nadie parecía oírlo, para mí era un mensaje personal, ya lo he dicho aquí, pensaba que había algo, una parte del universo que estaba conmigo, que me decía: No hagas caso de todo eso, ya verás... (aunque sólo lo creyese a medias, o a ratos, o riéndome yo misma de mi sensación, ya dice mi amiga new age que soy descreída...) Lo mismo que cuando la bruja que me encarcelaba me enseñó a leer, como si hubiera querido darme inexplicablemente la llave de salida, y yo vi que en los cuentos se contaba mi historia, todo el tiempo, otro mensaje de parte de los escritores: yo era el patito feo que podría ser cisne, era la Cenicienta a quien sólo saludaban los pájaros, era el tercer hermano que no se fijaba en que el camino era de oro y cabalgaba sin apartarse hasta el castillo del dragón y la princesa, era también el hermano asesinado que resucitaba en forma de canción en una flauta hecha con huesos, o la que recorría el mundo gastando siete pares de zapatos de hierro, o la que hablaba con la cabeza de Caballo colgada de la puerta, o el hombre que pegaba la oreja a tierra para escuchar crecer la hierba y oír el avance de las hormigas...
Así que me fui hacia La Central contenta pese a la tensión. VM me deseó suerte. En la librería habían puesto mis tres libros en la mesa principal y luego un montón de Si un árbol cae. Allí se congregó una pequeña multitud interesada, que escuchó a Magrinyà hablando de la desmitificación balcánica de los escritores y elogiando generosamente mi libro, o a Manuel Delgado hablando de lo que es la guerra y la violencia, a su manera provocadora, o a mí leyendo mi texto porque, de no leer, hablando de los Balcanes, no pararía. Hubo gente que preguntó y que objetó y discutió, y en general se notaba un público atento, con nivel en la discusión y algunas figuras conocidas del mundo cultural de esta ciudad -a quienes yo sólo veo en sus propias presentaciones-, y un público comprometido en aquel acto. Fue un alivio para mis inevitables nervios y malestar de la espera, de la anticipación. Fue también, como dijo el librero de la calle Berlinès, una victoria, haber publicado ese libro tan deprisa después de acabarlo, y poder presentarlo, celebrarlo.
Olvidé contestar a un comentario de M. Delgado: ¿por qué no entrevistar a taxistas o a basureros o etc? Olvidé decirle que, aparte de ser actores principales en esa guerra, los escritores son casi los únicos que no se niegan a hablar de lo que ocurrió. Que el silencio es absoluto y la mayoría no quiere hablar de ese pasado aún humeante.
Algunos editores internacionales parecen interesarse a priori en el libro, sorprendidos tal vez de no haber hecho antes ellos ese proyecto, de que sólo se le haya ocurrido a alguien de este país que aquélla era una guerra de escritores y había que hablar con ellos, de que se podía buscar a través de su literatura para comprender, de que había que hacer hablar a los de allí para saber, y dejar aparte esos estereotipos y esos esquemas mediáticos que ocultan siempre la complejidad de todo, que dejan fuera todo lo que no encaja. Veremos.
Ayer estuve en una radio por la tarde. El periodista leyó una cita de Durkheim sobre la guerra y ése fue un buen contexto para la entrevista. El miércoles tengo otra.
Yo sé que aquí es difícil que nos hagan caso. La arrogancia mediática, el desdén por todo lo que no vaya asociado a nombres famosos o a autores reconocidos fuera. La falta de receptividad que sí vemos en otros países. Aquí hay tanta autocomplacencia cerrada... Poca gente tiene criterio para ver cuando algo es distinto, cuándo tiene un valor extraño, cuándo estaría bien apoyarlo. Para qué arriesgarse, cómo tener criterio, qué pereza les daría pensar, discriminar... Lo mejor es seguir premiando y apoyando en primer plano sólo lo que ya es reconocido, mediático y famoso. Seguir dejando que ocupe el espacio principal y reduciendo el espacio que se dedica a lo demás. Pero como el canto del mirlo, yo creo que los libros tienen su camino especial y a veces pueden dar sorpresas. Yo he notado algo que siempre parece producirse cuando hablamos de ese tema, noto una atención en la gente, algo especial. Y eso está ahí y tarde o temprano saldrá. (Aquí un fragmento en you tube)
Y otra vez las prisas, el personaje carrolliano que se aleja mirando el reloj, Oh dear, oh dear, is so late... Por cierto, en la web de VM lean aquel artículo magnífico sobre Beckett, yo lo guardaba en papel porque sólo verlo sobre la mesa me recuerda la sensación de su lectura. (Eph me mandó generosamente unas fotos de la presentación, de composición impecables. Colgaré alguna, aunque verme en formato digital, fotografiada por otros, siempre me cuesta, es triste pensar que me he convertido en eso...) Ah, y ya sé, los políticos arboricidas siguen talando...
20 comentarios:
No em va sorprendre gens el nivell en el que es va moure tot l’acte. El teu editor, el Delgado, els teus amics...
Hauria de ser una mica crític? Enviar-te els meus pensaments. Copiar-te, si pogués. Mentre llegia el llibre pensava en tres o quatres coses: la primera la teva calidesa en interactuar entre el tema (històric), tu i el present en el que transcorre les entrevistes; ha arribat un punt que és un plaer llegir i escoltar-te. Hi ha en els teus escrits un exercici com d’”ensimismamento”, de recitació en veu alta, d’una bona entesa dels continguts mentals amb la teva respiració, i també amb la teva memòria, la teva imaginació que baixa de cop a una realitat que es fa literatura.
La segona és el que Delgado deia de manera brillant: ni els teus entrevistats saben pq va passar el que va passar, apunten tímidament una varietat de motius i causes (qui sap, penso, em recorda que moltes vegades són els de fora els qui realment acaben apropant-se millor a aquestes realitats tan dramàtiques, com en el cas de la guerra civil nostra);
Tercera, l’encert de les preguntes que et fas, l’encert per la sistemàtica del recorregut que proposen, la seva agudesa, l’anar més enllà del mer gènere periodístic de la conspiració este/oest, USA/Europa. Hi eren però hi havia més. Tindràs un ull d’antropòloga primària? T’haurà calat definidament el Delgado?
I la quarta, demana la lectura, saber una mica de literatura i de literatura balcànica. Si no en saps, com jo, si no hi estàs ficat, et perds. Demana una segona lectura amb més recursos. Haver llegit d’ells. Tenir-los més apamats
JCM
Manuel Delgado es buenísimo, lo que dice esta bien pero lo mejor es el entusiasmo. ¿Cuantos libros se puede haber leído Delgado en los últimos años? Que hable con ese entusiasmo del libro es importante pues quien estaba en la presentación y no lo tenia seguro que le entraron ganas de leerlo.
A mí como lector el mundillo literario no me interesa, debe ser un mundo complicado. Hace un tiempo Eduardo Mendoza comento que si un año se publicaran los libros sin poner el nombre de los autores nos llevaríamos sorpresas, yo también lo creo
En efecto, Francis, así es. Yo por suerte he encontrado editores que se leen un original (generalmente lo dan a lectores que cobran una miseria por leer y que sólo hojean las montañas de manuscritos; en Alemania ser lector es un oficio, especialización de una carrera, y se paga bien), a mí me devolvieron una vez un manuscrito diciendo que se notaba que era de una joven generación y eso que en mi libro hablaba del franquismo! Era obvio que no lo habían leído. Y es un castigo porque yo también fui lectora editorial, aunque creo que entre tanta porquería era fácil descubrir el talento. Pero queda la otra parte del mundillo, mucho más reducida y difícil y son los suplementos literarios, las escasísimas revistas, los escasos programas de libros. Es terrible que tengamos tan poco espacio. Y que sea tan dífícil que te dediquen ese espacio. Y que los que lo tengan crean que hay que promocionar sobre todo a lo que creen que vende y muy en pequeñísima medida a lo demás. O que haya tan pocos interesados en descubrir y apoyar otras cosas. Sólo los ya apoyados por su fama o los clásicos tienen su espacio y no siempre. En el próximo post quiero hablar de algunos increíblemente olvidados o desdeñados, que demuestran el bajo nivel del país.
Ah, y en cuanto a Manuel Delgado, así es también, difícilmente encontraría un mejor presentador.
Lamentablemente por estar out BCN no pude asistir, pero me alegro que fuese un exito. De todas formas en modo alguno me perdere el placer de leer tu libro.
Gracias, Civislib! Espero que te interese...
"Cuando la recompensa es grande, los peligros son verdaderos" eso era lo que decian los cuentos de hadas y lo que yo hoy todavia me repito a mi misma en momentos de desesperacion. Tu en tu uniforme soy también yo.
Mi enhorabuena por el libro.
Todas las hadas, duendes, dragones, trasgos y enanos estan sin duda orgullosos y temerosos de tu valentia.
Quien sabe a donde llegara esta chica?, se preguntan.
jijiji
DE momento ni rastro de esa recompensa grande ni recomepnsa pequeña, salvo una presentación interesante, silenciosa y sin repercusiones, como siempre ocurre en esta ciudad. Un amigo mío que ha vivido en ciudades más despiertas y receptivas me lo decía, aquí pasa algo así y crees que alguien va a reaccionar, un periódico, un programa de libros de una tv, una multitud que compra el libro... ¡pero estamos en Barcelona!
Acabado ya con tu libro en estos momentos estoy leyendo a Canetti, búlgaro de nacimiento y de ascendencia sefardí, auténtico referente de lo que es Europa. Está resultando su lectura una continuación, se complementan perfectamente, de algunos temas de "Si un árbol cae".
No me sorprendería que el libro despertara más interés fuera que aquí. El chovinismo no deja espacio para la reflexión y la mayoría está encantada con lo suyo, ve Europa como algo ajeno y no digamos los países del Este, cuando esto no es más que la periferia del continente.
Contento las fotos te gustasen, apenas hice pues me ocupé sobre todo de escuchar. Me sabe mal no haber hecho algún plano general de audiencia.
Uf la comparación me abruma, Canetti es un gran escritor, yo sólo soy una intrusa...
En cuanto a eso segundo que dices, me lo pones muy mal, porque es tan difícil que te publiquen fuera y que te hagan caso... Intentaré pensar que te equivocas porque si no, no volveré a escribir.
Isabel,
Estuvo muy bien la presentación de tu nuevo libro, ¡que diferente a la del Azufaifo! por la plaza, por los vecinos, por los poetas, por el mercado y por las monjas….. Pocos escritores tienen registros tan variados! …y en la Central no éramos cinco, éramos muchos más, la gente estaba interesada y después de las intervenciones de Delgado y Magrinya apetecía mas leer el libro, creo que Delgado provoco el interés (por lo menos el mío)al hablar de que la condición del ser humano era la de vivir en guerra y que la paz era un estado anormal ,este detalle a mí me sedujo mucho, también que los intelectuales fuesen los primeros en azuzar esa guerra , tengo verdadera curiosidad por leerlo….
Este Delgado es lanzado y transgresor me gusta lo que dice y cómo lo dice; tiene una verborrea prodigiosa, y mucha naturalidad.
Lo que me ha encantado es lo que escribes hoy en el blog, esa sensación en tu infancia de que solo te hablaban los mirlos y que escuchar su canto casi era como una dedicatoria. Y me ha recordado que en la presentación de tu libro cuando hablaba Delgado y cuando leías, iba pensando que emanabas pena ó tristeza ó que se yo …y me venía a la cabeza la imagen de una niña ,de no me acuerdo qué cuento, muy, muy desvalida….Es curioso que siendo una persona capaz de escribir lo que escribes y demostrando una y otra vez tu vehemencia y tu valentía puedas llegar a reflejar esa imagen en los demás. Y cuando hoy he leído lo del mirlo , la tristeza de tu infancia y la identificación con los personajes de los cuentos he entendido de donde me venía esa imagen tan melancólica.
Cuando estaba fumando en la calle , antes de la presentación de tu libro, había un chico mirando el escaparate de la central , me miro y sonrió espléndidamente y con insistencia ,yo con cierta incomodidad le pregunté ¿nos conocemos de algo? y me dijo : no pero me gustaría conocerte…hablamos y me preguntó que si la escritora que presentaba el libro era “muy famosa “y le dije : no pero lo será, después le enseñé el libro, miró la portada y muy sonriente dijo: Todo el mundo tiene algo dentro que puede dar a los demás………….Se llamaba Buba y era del Congo.
Y no he podido evitar relacionar a tu mirlo, que canta para que alguien le escuche, con lo que dijo Buba y con mi propio convencimiento de que toda creación acaba surgiendo buscando su camino para que la reciban los demás…….lo jodidillo es encontrarla!!. .Enhorabuena!!! Ratachina.
Copio aquí un mensaje que ha llegado a la lista de xoroi:
Ayer fuí a la presentación del Libro de Isabel Nuñez, Si un arbol
cae, conversaciones entorno a la guerra de los Balcanes, aunque
llegué un poco tarde pude asistir al final de la presentación. Me
alegré al ver que la sala estaba a tope parece que las conciencias no
están tan dormidas y asistí a los últimos comentarios de Manuel
Delgado e Isabel. He empezado a leer hoy el libro y la verdad es que me ha enganchado, como siempre Isabel atrapa por la temática, las
voces y testimonios recogidos y su forma de narrar.
En la presenctación Manuel Delgado hizo una comparación muy visual,
la función de la guerra de los Balcanes en Europa fué como los
tiburones que exponemos en el acuario de Barcelona. Supimos que
podíamos tener una guerra en europa, pero encercada, controlada. De la misma forma Isabel comentó como personas que podían y pueden ser
consideradas como ciudadanos ejemplares, pudieron matar, violar y cometer las máximas atrocidades. Será interesante poder ver la
función de los intelectuales, escritores en esta guerra y como no compararla con las secuelas taponadas de nuestra Guerra Civil.
Os lo recomiendo!!!
Àngels
A mí tb me hizo ilusión estar ahí, y estabas guapísima!
Me gustó mucho lo que dijo el editor, aun con ese tono -átono- su mensaje era contundente, asertivo... estupendo editor!
Me hizo gracia el contraste con Manuel Delgado, que habla con tanta pasión (incluso esfuerzo físico) que casi te agota... Hizo
comentarios muy interesantes, por ejemplo un tema que a mí me parece clave, el hecho de sentirse intensamente vivo en circunstancias de
guerra. Luego añadió esas notas de humor que le salen tan bien y que
suavizan el ambiente. Estuvo muy bien.
Por fin hablaste tú, sin esfuerzos ni distancias, con el tono justo y preciso de quien sólo puede hablar la verdad, fue PERFECTO!
Felicidades!!! Estoy muy orgullosa de tí !!!
P
Hola Isabel,
Et volia felicitar per l'acte de dimarts. La veritat és que em va encantar, el vaig trobar molt interessant! Només em va intrigar el senyor del públic que estava com enfadat amb el Sr. Delgado...
Les reflexions de la guerra civil i els paper dels intel·lectuals senzillament em van deixar morta de ganes de llegir el teu llibre. Me'l vaig comprar i m'encantaria, si no et fa res, que me'l signessis.
C.A.
Hola Isabel.
Sólo decirte que me gustó mucho la presentación de tu libro...
Creo que has sido muy valiente al perseguir como lo has hecho la idea
que se te pasó en algún momento por la cabeza.
Me parece verte, supongo que con algún que otro miedo y ansiedad,
viajando a esas ciudades (y a la tuya propia), indagando en las
emociones de personas que cargan vivencias intensas y dramáticas, que por mucho que leamos no nos podemos llegar a imaginar del todo. Y me emociona.
Me has parecido además de valiente, fuerte, y muy humana. Tu mirada me lleva a eso.
Leí primero "Crucigrama", tal y como te dije..., y me pareció
lúcido, realista y divertido. Me encantó meterme en la piel de esas
narradoras apasionadas, a la vez que desapegadas. Muy lógico y muy
fantasioso.
Y luego....Balcanes. Tan diferente, pero con una respiración que sí me
pareció reconocer. Hay algo lento en tus libros, que me llega de una manera muy suave.
Un beso y gracias.
I.I.
Como te comenté, me gustó la presentación. El antropólogo hizo consideraciones interesantes, a veces algo provocadoras, pero se vió bien que el libro no le dejaba para nada indiferente. A mí tampoco, ha sido una lectura intensa. Igor me ha hecho varias veces elogios del libro, incluso cuando aún estabas redactándolo. Le prometí comentarios una vez leído el libro, le llamaré un día de estos a Belgrado...
Me ha gustado mucho ese modo tuyo de introducir los personajes, los paisajes, las situaciones. Como alguien comentó en la presentación de ayer, es un libro de charlas, de conversaciones, y para nada de entrevistas frías y científicas. Además, has abierto para el lector español una ventana sobre una literatura casi desconocida, por lo que tu libro puede pasar a ser de referencia a distintos niveles.
Julio
De la conclusión del libro (que criticaba ayer tu amigo antropólogo), yo me quedo con tu sensación de haber intentado acercarte, entender, ...claro que sería de una vanidad terrible dar la explicación final y definitiva de aquella guerra (en España somos muy dados a juicios rápidos, basados en dos o tres datos, sin reflexión real). Por eso el lector valorará tu franqueza. Desde luego que cada uno de nosotros puede intuir causas posibles de aquel desastre. Todos tenemos un punto de vista, en gran medida influido por nuestra educación, experiencia vital, encuentros, lugar y época de nacimiento, etc. Pero incluso muchos de tus entrevistados, siendo de allí mismo, también se encontraron ante una situación con la que no hubieran contado poco tiempo antes.
Bel la verdad que Delgado estuvo genial con la critica que hizo, y si te habias dejado la respuesta y la verdad es que caundo estas cosas `pasan deben ser pocos los que quieren revivirlas, ustedes los ecritores pueden dejarnos ver su punto de vista y desde ahi como influyo o influye en la gente que lee.
Te lo dije y lo repito estuviste muy bien, me encnata cuando lees me transportas, esa monja qu ete enseño a leer sabia como darte alas...y como vos nos darias alas a la imagiancion de quienes te leemos...
Hubo algo que dijo Delgado que me hizo asentir con la cabeza casi sin quererlo, las descripciones qu ehaces de los lugares y de las situaciones hacen que uno las viva...por eso me encantan tus cuentos...
No te has convertido en nada mas que en una hermosa mujer!!!! Deberias cambiar tu punto de vista a vos misma y no ser tan autocritica, no te deja disfrutar a pleno de tus logros!!!
Espero no te moleste lo que te digo...
Besitos!!!!!!
Gise, no me enseñé a leer ninguna monja! Era mi tía rottenmeyer, mi carcelera.
Em cuanto a eso, claro, cómo me voy a enfadar, es tu opinión, aunque no la mía! Yo creo que es imposible disfrutar más de lo que consigo, pero es mi visión. Y en cuanto a mis cicatrices, sin ellas no sería lo que soy, así que no, no quiero tampoco imaginar otra cosa.
Bel debbo decirte que me traicionaron los 14 años de colegio de monjas al que fui, al leer "la bruja que me encarcelaba" me hice la imagen de una monja, jejejeje!!!! es lo que tiene el subconciente...
Besotes preciosa!!!!!!
Gracias, Ratachina, por ese comentario tan bonito. Para mí la tristeza convive con lo alegre y gozoso, ya sabes, todo está junto, joyfulness de transformar incluso las cicatrices...
Delgado me dio la bibliografía básica y me interesa mucho su actitud ante la violencia, sin hipocresía.
Espero que te guste mi libro. Lo de tener muchos registros, no sé, quizás todos los tenemos, sólo que algunos se los guardan y yo no puedo dejarlos!
Me ha encantado ese encuentro tuyo congoleño mientras fumabas. No sé si yo seré famosa, ni si pasará nada con este libro porque la prensa parece a veces inexpugnable, pero sí que veo que a la gente que me escucha le interesa, hay algo que flota en el aire, se nota una atención intensa con ese tema, tal vez porque a mí me apasiona, no lo sé. Di una conferencia y fue también así...
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