sábado, 19 de junio de 2010

Memoria y obsesiones

Foto: I.N, Gilda, ayer, 2010
Mis obsesiones son más pertinaces que mi memoria consciente, de modo que muchas veces me he comprado libros que ya tenía, me pasó con el asombroso Tristan Shandy y con algunos otros... Siempre recuerdo a Gil de Biedma diciendo que algunos poemas ajenos volvían una y otra vez a su mente, nunca los suyos; a mí me ocurre siempre, de tal modo que creo estar siempre citando lo mismo. En una conversación a gritos en un bar ruidoso sobre escritores que hubieran publicado libros sobre sus padres y madres, MGT me dijo algo de un libro de Handke sobre su madre suicidada, pero con el ruido yo entendí Fante, y me pareció plausible, pero busqué y no lo encontré, y al preguntarle por email MGT dedujo que me refería a Handke, y aludió a una traducción española titulada extraña y feamente Desgracia impeorable. De pronto se me ocurrió que pudiera ser lo mismo, pese a la incongruencia, que Le malheur indifférent, y ya estaba a punto de comprármelo en abebooks cuando tuve un presentimiento, recordé haber pensado en ese recuerdo vago cuando PH se puso tan fanático pro Milošević que incluso asistió a su funeral, negando las atrocidades (eso no significa que no tuviera razón en la primera parte, al criticar la ceguera y el maniqueísmo de la prensa eropea occidental respecto a los Balcanes, como se veía en Si un árbol cae, pero hay algo en el gran escritor que fue Handke que le lleva no sólo a la provocación digamos interesada o comercial, sino algo dolorido, espinoso, que me devolvió a la sensación de mi vieja lectura, aunque entonces yo no podía tampoco acabar de comprender, porque lo leí en el setenta y fu, en esa época mía demasiado loca), subí a mi estante germánico y allí estaba, un libro viejo, de 1972, Le malheur indifférent, edición de Folio con un dibujo deprimente a bolígrafo en la primera página, que una tal Valérie debió de regalarme y yo, como decía, leí en mi época kamikaze y había olvidado, pero no del todo. ¿Pero por qué esas traducciones tan divergentes? En el título alemán, Handke parodia la expresión alemana Wunchloses Glück, felicidad inimaginable, y le añade el Un, Wunchloses Unglück, desdicha inimaginable, que en inglés tradujeron como A Sorrow Beyond Dreams, literalmente una tristeza más allá de los sueños. Desdicha inimaginable, pesar inimaginable, tristeza inconcebible por una pérdida insoportable, todo eso me recuerda lo que decía Barthes al perder la suya en ese libro del duelo de su madre, Journal de deuil. Pero no me gusta Desgracia impeorable, ni tampoco Le malheur indifférent... ¿De dónde sacaron la indiferencia? Tendré que releerlo para comprenderlo. Esta noche, por primera vez he dormido seguido y esta mañana me siento capaz de más cosas, tal vez incluso con coraje novelístico... veremos. Gilda hace sus probaturas, pero sigue igual... El mirlo canta victorioso, ya sin la tortura del pitido de la grúa.
Me llama la Belle Elaine, que arde con sus proyectos y a la que veré, con suerte, si me recobro, para celebrar este solsticio en su colina. Hablo con DB, que elucubra sobre el malaise y los gatos y me anuncia que en La Vanguardia publican una carta del poeta que defiende a los árboles centenarios en Sant Cugat. He logrado recuperarla del pdf, pero no sé si me faltará algún trozo o es sucinta, con esa envidiable capacidad de síntesis de los poetas. Árboles centenarios
El inicio de la calle Villà de San Cugat del Vallès es un tramo espesamente arbolado, pues es el comienzo de la calle que lleva al golf y donde antes, en 1900, había torres con mucho espacio y jardín. El otro día desperté con un ruido de motosierra. Estaban cortando árboles, ya habían talado tres. Son árboles centenarios, gruesos, que no los puedes abarcar con los brazos. Paralizamos entre seis o siete vecinos la tala, de momento.
Rodolfo Hasler
Otro arboricidio aparece documentado aquí
Una sorpresa extraña es la que he encontrado aquí, en Verbalia, donde proponen un acertijo futbolístico y prometen al primer acertante un ejemplar de mi libro Algunos hombres... y otras mujeres. Gracias, Màrius Serra...

12 comentarios:

Nuesa Literària dijo...

A mi me pasa con los balones de fútbol. Me compraría más y más. También con algunos libros.
Son objetos que parece que detrás de su materia esconden grandes posibilidades; un pozo de arte, de inspiración. De niño me pasaba con las libretas.
Saludos!

Belnu dijo...

La verdad es que me cuesta ver la relación, pero qué le vamos a hacer, somos distintos, yo detesto el fútbol y huyo de los balones en la calle. Los cuadernos sí me gustan, pero para mí los libros no son pozos de arte, sino la posible conexión y transporte a otros mundos que me interesan más que mi entorno, demasiado lleno de balones. Por otra parte, en una de mis fotos preferidas de pequeña tengo un balón de reglamento

Isabel Mercadé dijo...

¡Qué bueno lo del acertijo con tu libro como premio!
Creo que nuestras palabras, después de dichas, dejan de interesarnos, en cambio las de otros, a veces, resuenan y resuenan. Yo a veces me descubro siendo capaz de recitar partes o por entero poemas que no era consciente de haber memorizado.

Belnu dijo...

Sí, algo de eso hay, Bel M., y es verdad lo que dices de esa misteriosa memorización inconsciente...

Icíar dijo...

Me ha gustado eso que cuentas de las obsesiones que permanecen más allá de la memoria. El hilo de la historia que al final te lleva a un libro en concreto de tu estantería germánica. ¡Qué cosas!
Ahora .... como cosa, lo del futbol y tu libro, está muy bien, ¿dónde hay tanta gente en torno a algo? Todos esos, van a conocer el libro.

Dante Bertini dijo...

veo que las dos se recuperan y eso me tranquiliza.
Me comuniqué ya con Rodolfo para darle mi apoyo. Me impresionó verlo en el diario, firmando esa desesperada alerta-necrológica.
Un fragmento de la población de este país, desgraciadamente con poder, odia los árboles y ama la sangre. Mal lo tenemos.

Anoche vi el Horroerror de la ALicia de Burton...!!!!

Belnu dijo...

Es un proceso extraño,Bertini, yo volví a recaer anoche y esta gata, aunque sigue jugando y tomando el sol, sigue su ayuno férreo y su sistema digestivo sin funcionar, además de esa extraña respiración. Nada parece funcionar, y es tan rara la espera...
Respecto a esa Alicia, es lástima que renunciara a la parte filosófica-simbólica-literaria, al mundo onírico, porque hay cosas muy logradas en ese casting y algunas imágenes fantásticas. A mí me gustó verla, aunque no entendí por qué un director que entendió tan sutilmente el cuento de Sleepy Hollow no pudo con la maravilla carrolliana o renunció a su meollo.

Belnu dijo...

Y respecto a los árboles y los arboricidios, ya no sé qué decir, excepto que algunos obstinados seguiremos resistiéndonos. Viste el caso de la calle Suïssa en el blog Observatorio de la Destrucción del Paisaje urbano de BCN? Has pasado últimamente por el blog de Millán? Hay una historia de mármoles y taconeo nervioso-melancólico que tal vez te gustará

´´ dijo...

Ahora que hablas de traducción , una curiosidad, la editorial "Nórdica libros" recupera la obra de Flann O’Brien, son cinco libros y cada traducción es de un traductor diferente, es un escritor bastante peculiar, con bastantes pies de pagina y notas del traductor por lo que parece más lógico que existiera un traductor para la obra completa que son cinco libros no ochenta

Belnu dijo...

Pues sí, parece bien difícil Flann O'Brien, ya te dije que me compré un libro suyo que tiene un pintazo, The Poor Mouth y que sólo empecé. Ese caso puede deberse a que
1) el editor no está contento de la primera traducción
2) hay un desacuerdo sobre el precio y el traductor se niega a continuar
3) el editor no valora la importancia de una buena traducción ni de la coherencia de esas lecturas para el lector

Por desgracia, nuestro mundo editorial está lleno de todos esos casos. Hay un editor bueno y culto, con fama de cuidar las traducciones que sin embargo es hipertacaño, se niega a pagar más y no conserva nunca a casi ningún traductor. En cambio el otro día oí a un editor decir que él pagaba mucho mejor a un traductor bueno y veterano que a uno cualquiera...

nomesploraria dijo...

Impeorable. Me he acordado de las peoras que indefectiblemente los clientes se empeñan en añadir a los trabajos presentados.

Rodolfo Hasler és un poeta impressionant. El seu llibre "Cabeza de ébano" és un dels llibres de poesia que més m'estimo.

Gran Marius Serra. Una vegada va escriure un article on parlava de mi. És la única vegada que he sortit a un diari per qüestions no delictives.
Es pot veure aquí
.
El vaig conèixer per fi l'any passat a Ciutadella en la presentació d'un llibre seu.

Belnu dijo...

Sostiene Buendía!!! I no era Aureliano, sinó tu, oh Nmp. M'ha agradat la història del sipadais. Li diré el que has dit a RH, sempre fa il·lusió tenir lectors entusiastes com tu. Buscaré Cabeza de ébano. Crec que aviat veuré RH i parlarem d'arbres i de llibres.