viernes, 3 de octubre de 2008

Bel Van Winkle

Foto: I.N. Algún lugar de Mallorca, 2008
Elegí para pasar fuera de casa una noche de cambios. Se oía llover en la terraza. Por la mañana, cuando salí a aquella calle, la ciudad me pareció otra. De pronto, hacía mucho frío. Subí por unas escaleras mecánicas que nunca había practicado. Pasé por la calle Santuari, donde hace muchos años vivía un amigo que, tras descubrir la dirección de su deseo, decidió desaparecer y romper completamente con el pasado, y al que aún echo de menos de vez en cuando. Divisé una extraña perspectiva desde lo alto. Mi anfitrión, que iba en manga corta y con una taza de café en la mano, American style, me acompañó (con algunos de sus futuros cuentos resonando) hasta la parada de un autobús que no reconocí. "Ya ha llegado el invierno", había sentenciado antes en su terraza. Compré el diario, en una tentativa de gesto cotidiano, pero la sensación de extrañamiento seguía. Al meter la tarjeta, la máquina me la rechazó. Yo había anotado el título de un diccionario, y al parecer, la escritura tocaba la franja magnética. "Se la cambio", me sugirió el conductor, que era corpulento, con aspecto de indio americano y una trenza. "La máquina es muy sensible y no acepta cualquier cosa", añadió sonriendo, y yo me pregunté qué querría decir con cualquier cosa. Al llegar a República Argentina decidí bajar, me gusta el nombre de esa calle y me resulta familiar. Pero me encontré haciendo un recorrido ajeno, que pertenece a G. Una vez, andando por ese mismo trayecto descendiente, alguien lloró a mi lado y me dio las gracias por una frase mía que había desencadenado sus lágrimas liberadoras, yo nunca supe bien por qué. El frío seguía, a pesar de que yo creía haberme abrigado, por si acaso decidía volver a mi casa en medio de la noche. Al andar, mi cuerpo irradiaba marcas de memoria reciente, que me restituía como flashes, intentando tal vez luchar contra el enrarecimiento, devolviéndome a la tierra. Vi dos de las hermosas torres que aún quedan en esa calle, pero parecía como si los edificios nuevos de arquitectura mediocre se hubieran multiplicado. Vi una palmera gruesa y frondosa encajonada entre dos edificios. Pero un hombre con mono la estaba mirando con aire de acción y temí por ella. En Balmes me crucé con alguien que parecía Félix de Azúa, llevaba cazadora de ante y dos bolsas llenas de viandas. Debía de ser cualquier señor del barrio y no él. Con mi miopía y mi idea anglosajona de que mirar directamente es de mala educación, no pude comprobarlo. Al llegar a la plaça Joaquim Folguera, decidí comprarle unas flores al florista, el mismo que me alertó sobre la tala de los almeces de la plaza y que siempre me pregunta qué he hecho al respecto. Entonces sentí una punzada por Frikosal, que odia las flores cortadas y seguramente con razón. ¿Todo estaba equivocado? Tal vez. Me pregunté si mi casa estaría habitada por otros, si la llave ya no abriría la puerta, si no podría reconocer las tiendas, si quienes antes me rodeaban seguirían existiendo. Podía ir a ver si el librero de la calle Berlinès seguía en su lugar, tranquilizarme con su humor analítico. ¿Y si la librería ya no estaba? ¿Y si en su lugar habían puesto un bingo? La idea me produjo un escalofrío. ¿O era el aire gélido de la mañana? Entonces vi al azufaifo, grandioso y espléndido, chino y africano, desde su mejor ángulo. En la portería había una mujer rubia desconocida limpiando, en sustitución de la risueña marroquí que sí conozco. Mi casa me pareció extrañamente desordenada, como si hubiera salido deprisa, sin pensar. La gata estaba hambrienta. Por un momento me pareció que iba a salir el sol.
Last Minute News:
He escrito un manifiesto para evitar las talas indiscriminadas que el Ayuntamiento prepara en la Diagonal, la plaça Joaquim Folguera y el Parc de la Ciutadella. Quien quiera puede firmar aquí. ¡Y un millón de gracias a todos los que ya habéis firmado!
El lunes me voy a Madrid. Apareceré en el programa de Sánchez Dragó, en Telemadrid, con otros autores de la antología de Funambulista, editada por José Ovejero. Como Umbral, ¡yo quiero hablar de mis libros! No me gusta nada verme en la tv, tardo días en reponerme de esas visiones apocalípticas de mí misma... pero sé que incluso de madrugada, siempre hay público y eso apoya a los libros. Me encanta la radio. Siempre quise tener un programa... un día contaré algo de eso...
Tres: el blogger de los cuentos de barro me entrevistó aquí.
Y cuatro: Hoy a las 20.30 en el informativo de Localia TV, canal 49, me entrevistan al pie del azufaifo, hablando de la política arboricida municipal. A partir del domingo por la noche estará colgado en youtube.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

amb el sanchez drago, isabel????!!!!

Dante Bertini dijo...

muy buena entrevista, verdad?
dejé un comentario, elogioso por supuesto.

Ephemeralthing dijo...

Firmado el manifiesto.
Magnífico el sugerir que consellers i parlamentaris utilicen el transporte público y dejen a la Ciutadella en paz.

Belnu dijo...

Gracias, Cacho de amabilidad! Iré a verlo...
Gracias por firmar (a los dos). Eph, ya va siendo hora de que lo hagan, ¿no? Y si quieren seguir contaminando, que encima ésa sea una razón para talar más árboles, es el mundo al revés!

JH dijo...

bella entrevista, la referencia a Barthes me encantó

Belnu dijo...

Gracias, José. Sí, esa metáfora me encantó a mí y me hizo gracia proque el otro día la utilizaba alguien en un buen artículo de la revista Las Nubes hablando de Coetzee.

Anónimo dijo...

Bel Van Winkle! Quin post preciós has fet avui, Bel...
Quan tingui més temps llegiré l'entrevista encapçalada per la foto cubana (sempre m'ha agradat aquest gest de quan algú es gira en un camí
per mirar enrere un moment, encara que sigui per una foto, com en aquest cas).
AR
Rellegiré el post. Que tinguis bona tarda. Suposo que Sánchez-Dragó es podrà veure al youtube o a la web de telemadrid, n'est-ce-pas?

Anónimo dijo...

Tu post fantasioso me ha gustado. un poco en la línea de extrañamiento de Vila-Matas.
Carlota

Belnu dijo...

Gràcies, AR!
I sí, suposo que es podrà veure a youtube i a canal satèl·lit.
També això que va sortir ahir del ginjoler a Localia TV es podrà trobar a youtube dilluns.

Belnu dijo...

Carlota: Ahora, hay que reconocerlo, cualquier extrañamiento es vilamatiano, aunque antes escribió Washington Irving (Rip Van Winkle, ya sabes, ese hombre que desaparece en la montaña y al volver han pasado veinte años), y luego Chéjov definió la perplejidad y extrañeza del escritor, y Maupassant también la expresó, etc... De todas formas, ya sabes que soy fan de VM.

frikosal dijo...

Es una entrada deliciosa con este aire tuyo que no se por que a mi a veces me transporta y me resulta relajante. No entendí el título pero por suerte existen google y la wikipedia.
Con una sonrisa aclaro que no es radical mi oposición a las flores cortadas.
Para mi fue un buen presagio ese encuentro en el aeropuerto, el viaje fue bueno y pude conocer a un blogger con quien hace tiempo que intercambio correos, resultó ser una persona interesantisima y muy hospitalaria, que seguro te hubiera gustado conocer.
Tal vez si que después de todo los blogs sirven de algo.

Belnu dijo...

Gracias, Friks!!!! Yo lo explicaba aquí en estos comentarios, a mí siempre me fascinó y aterró ese cuento de Washington Irving desde pequeña, pero aquí no lo conoce tanta gente (los americanos sí), de ese pobre tipo que se queda dormido en la montaña, vive una noche intensa y al volver a su casa resulta que han pasado 20 años y su casa está derrumbada o sustituida y sus amigos han muerto, etc. Qué fantasía del tiempo y la relatividad de todo... Y yo tuve esa sensación ayer al volver a mi casa por la mañana.

Anónimo dijo...

A veces ocurren esos desfases temporales, lo que nos da señal de lo extraño del tiempo, medible y a la vez desconocido, pero somos nosotros los que sentimos ese destiempo, no los demás, y así. Lo que decías de si existe la historia en tu entrevista es un ejemplo equiparable al tiempo. Ha llegado el invierno, pero, para quién? Y tal vez ese Azúa que viste, era un descendiente suyo en otro tiempo, pero con una edad similar. Enhorabuena por la promoción de tus libros...
iluminaciones.

Belnu dijo...

Gracias, Iluminaciones. No logro pescar qué es lo que yo decía de si existe la historia. A lo mejor te refieres a la relación entre la autoficción y lo real de la que hablábamos en la entrevista? O te refieres al extrañamiento del post?
Te confesaré algo: sí que era el auténtico F. de A. y además confirmado porque casualmente otro amigo le vio en esa misma calle y le describió tal cual en esas horas. Pero era gracioso sentir que tal vez no lo era porque incluso su aspecto y las bolsas contribuyeron a intensificar mi extrañamiento de esa mañana, al volver a mi realidad tras visitar otro mundo.

Anónimo dijo...

sí, en algún momento de la entrevista dices algo como que no sabes de la certeza de la existencia de la historia, y pudiera ser sobre lo real y la ficción, etc. y lo comparé con la nebulosa que supone el tiempo.
iluminaciones.

Belnu dijo...

Seguramente no me refería a la Historia, sino a la relación entre la ficción y lo real... Gracias por la aclaración, Iluminaciones