Foto: I.N., Cementerio de Barjac, 2008
Corrijo un libro de Anna Miñarro y Teresa Morandi sobre trauma y memoria histórica (por cierto: me pareció una buena noticia la decisión de Garzón: veremos cómo prospera y en qué queda), y mi brazo no deja de doler. Dos amigos me han llamado a mediodía para huir a una playa y yo les he llevado a aquel lugar solitario que pocos conocen, pero no hacía sol, sino viento. Una medusa fea, que recordaba a un preservativo gigante, me ha pasado rozando la cintura sin hacerme daño, en una dudosa caricia tentacular. Tenía un reborde marronoso que parecía de caucho. Había cierto oleaje, pero no he visto los peces voladores típicos de ese lugar de pinos peinados y compactos. Hemos ido a comer un bocadillo y el pan era de ayer y he dejado la mitad. Luego a tomar un té en un lugar muy agradable bajo los altísimos pinos, pero el agua era mala, no la habían calentado suficiente y el té (de marca irreconocible) sabía a sopa o a jabón. No sé por qué todo el mundo me llamaba y enviaba sms al mismo tiempo: ¿sería una hora telefónica, una hora comunicativa, la hora de Hermes-Mercurio y sus sandalias aladas?
Ayer acabé La preuve (su final melancólico y en parte siniestro no me sorprendió, excepto por un detalle interrogante que no vi claro) y luego leí casi entero Telón de boca, un libro insólito de Juan Goytisolo, con una poética personal (surgido sin duda tras la muerte de Monique Lange) y una narración de la soledad y la pérdida y el desconcierto, con sueños que asocian esa muerte a la muerte de su madre en la infancia, y con una fatiga que prefigura la proximidad de su propia muerte (la del narrador), bien escrito, pero distinto del resto de su obra y con un aliento poderoso.
Aún no he logrado volver a mis cuentos y el dolor del brazo se mezcla a ese otro más leve, desgaste o rozamiento o premura lacerante, confusión desconcertada de que cuando no escribo, no soy o apenas. No diré más: me duele también el teclado. Empiezo a pensar en programas de dictado... Espero reponerme este fin de semana.
17 comentarios:
Vaya, siento mucho lo de tu brazo. Estas cosas son fatales, sobretodo cuando aparecen sin una causa clara. Y además siempre parece que nos duele donde más nos va a fastidiar para hacer lo que deseamos y necesitamos. Cuesta un poco salir de ese ciclo, pero seguro que el dolor se disolverá. Debo decir que no se si la foto del cementerio va a ayudar.
Intrigado me quedo pensando en cual debe ser esa estupenda playa, que haces bien en no desvelar. A pesar de las medusas, que si es cierto que en general son asquerosas, pero algunas de ellas, vistas desde debajo del mar parecen tiestos con flores y pequeños peces satélite a su alrededor.
El tiempo está un poco feucho, se está aproximando ahora mismo un frente por el oeste, no se si en el último momento girará, pero eso seguro que también afecta a tu brazo.
No sé por qué pero me gustan los cementerios antiguos, esos jardines de piedras que recuerdan, en cambio el kich del granito pulido y las flores de plástico nme repelen.
En cuanto a la playa, intento seguir tu ejemplo y el de tu amigo de Barquisimeto; no decir. Pero tú sí sabes!
Y justamente, lo que me sorprendió es que esta medusa fuera fea porque suelen ser maravillosas bajo el agua. La primera vez que me picó una, hace casi treinta años en Mallorca, yo nadaba con los ojos abiertos y de pronto me dije: Qué pequeño arcoiris tan delicado, y estaba tan extasiada que no me di cuenta. Se me adhirió a la muñeca en un beso mortífero y me dio como una descarga eléctrica. Luego dejó una quemadura como de una plancha. Hasta entonces yo sólo las había visto en la orilla de la playa de Roses, muertas como bolsas transparentes.
Huyendo a la playa... Hmmm. Aquí es tiempo de lluvias pre-otoñales y arias purcellianas, como habrás podido comprobar.
Ayer cayó en mis manos del Dietario voluble de tu amigo (y mi admirado) Vila-Matas y ¡sorpresa! en la pág. 145 me encontré a una tal Isabel Núñez ¿la conoces?
Un abrazo
(gracias por el link, me echaba de menos a mí mismo)
Ah, entiendo, el Dietario voluble es la recopilación de sus artículos, y ahí estará "El fin de Barcelona", supongo.
Lo del link era pura restitución necesaria! Sólo mi desorden lo retrasó...
Y allí ya es temporada preotoñal, claro, pero aquí, el bochorno y el calor dominan pese a las nubes.
Perdón, quise decir kitsch (palabreja alemana que en realidad viene del yidish etwas verkitschen), pero con las prisas me salió así
Bel cuida tu brazo, que es tu arma de comunicación, bueno o tu medio... la playa se percibe tan bella como la compañia, espero hayais descansado y disfrutado a pesar de las medusas...
Queda poco del verano y hay que aprovecharlo, ya vendran dias de escribir y de terminar tus cuentos pendientes...
Besototes y cuidate mucho!!!!
PD: la foto es preciosa, deberias conocer el cementerio de la Recoleta es muy guapo!!!
quizás el dolor del brazo es un signo de la importancia de lo que escribes. La Memoria Histórica es algo importante, delicado, sensible, difícil y triste. Ánimo y gracias.
Salud!
Gracias, NoSurrender, yo tampoco me rendiré. Esperemos que el osteópata logre lo prometido.
Dónde está el cementerio de La Recoleta, Gise?
acabo de dejar un comentario muy largo y se ha borrado sin más...existe?
No sé si existirá, pero a mí no me llegó nunca, Cacho, y lo siento...
te decía que estos días anduve por playas más lejanas, te agradecía el extraño y nada despreciable lugar que nos mostraste,
te deseaba una mejoría rápida de ese molesto dolor que te aqueja, comentaba lo guapa que estabas y me preguntaba si no sería absurdo pretender un buen té en el país de las olivas.
Todo dicho de forma espontánea y con mejores maneras.
A Google no le gustó y decidió borrarlo cuando pulsé el enter.
Oh gracias, Cacho. Esos comentarios reconstituyentes siempre vienen bien! Aunque los tontos de google quieran evitarlos. Sí, es absurdo obstinarse: mejor tomar té sólo en esas pocas teterías conocidas y ya. Et pour le reste on se'n fout. Que los dioses griegos te oigan y me reponga...
es gracioso porque mi lectura flotante de esta noche (te había leído rapidamente por la tarde) ha relacionado varias cosas: estar corrigiendo, dolor punzante que pasa por tu lado sin hacerte daño, una playa con pocos colores, lo insípido de un té que no es, los amigos, otro dolor al lado del cual suena una prueba y una soledad en la que resuenan heridas de hace tiempo que parecen rencontradas en los acontecimientos de hoy
espero que como esa medusa, el dolor se aleje pronto
ztdrl
Gracias por tu lectura tan atinada de las metáforas y por los buenos deseos. Ojalá te oigan los hados del dolor y la salud
Y tu brazo? Espero que te recuperes pronto.
También me gustan los cementerios antiguos.
Si hay una cosa peor que los cementerios de granito pulido son las iglesias modernas, ecs.
¿el rostro es de la portada del libro de Goytisolo?
En efecto, Nmp, esa es la portada del libro de Goytisolo, creo que la foto de un cartel de la calle o algo así, es bien bonito, y el libro me ha gustado.
En cuanto a mi brazo, hoy he vuelto a mi nuevo osteóapata, me dice que la cosa será gradual, pero se curará. Ojalá! Y ahora me vuelvo a yoga...
El cementerio de Recoleta está en Buenos Aires.
Un cementerio lleno de mausoleos, que son autenicas obras de arte...
Bueno quiza en algun viaje, y con Dante de guia de la gran ciudad puedas conocerlo...seguro te gustara. Besitos!!!!!
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