Foto: No sé quién la hizo, tal vez mi madre, soy yo, con el pelo alisado, maquillada para el escenario (como un payaso, más que un duende), en una de las poquísimas fotos felices que tengo de pequeña, a los 7 años, haciendo de narradora del Flautista de Hamelín en Jesús María, de donde me acabaron expulsando. Yo siempre era narradora y lectora de todas las funciones, también en misa. Hasta que me rebelé y me expulsaron, y no pude hacer de Wendy como estaba previsto. La niña que aparece vestida de ratón era Leticia Darna, su nombre se me ha quedado en la memoria: era uno de aquellos ratones que el flautista se llevaba consigo... Y yo contaba la historia. Años después, en otro colegio, cuando llovía, me pedían que contara algo, lo que fuera, aunque sólo pudiera ser una película que hubiera visto, yo no entendía por qué las otras niñas querían que les contara, sentada en una mesa descubría poco a poco que había algo en aquello, cierta emoción transformadora... En mi familia nunca nadie había reconocido nada, ni siquiera servían mis notas escolares triunfadoras, que se ignoraban, y algunas adoptaban mis expresiones como suyas, sin decir (lo cual motivó mi obsesión contraria: citar las fuentes) y eso nunca cambió. Y en ese extraño tercer colegio de donde también fui expulsada, descubrí que el reconocimiento podía venir no sólo de las notas, y no sólo de la mirada masculina, sino también de aquellas niñas que sólo querían escucharme, cualquier coisa, como la canción de Cayetano Veloso...
No sólo huyo a Menorca, adonde no he vuelto en muchísimos años, desde que mi madre vendió la casa de Ciutadella o desde que me dejaron otra cerca de Sant Lluís, hace tanto tiempo que no puedo recordar, aunque lo he escrito un poco en un cuento, y temo lo que puedo encontrarme, cómo habrán cambiado mis lugares preferidos, una cala que se llamaba Pilar y que yo llamaba Clea, porque allí leí a Durrell. Me voy también virtualmente, puesto que no tendré conexión, ni cibercafés cercanos (tal vez sea un error!). Dejo a G al cuidado. Me llevo el ordenador y el manuscrito balcánico con las primeras correcciones de un editor que trabajó en la RAE y es muy minucioso y puntilloso, además de escritor exigente: On verra bien.
Ayer, en Laie, presentamos el libro de la escritora-editora Paulina Fariza, Un cuento chino sobre la felicidad. Yo diría que fue un acto colorido (mi texto aquí), no sólo por los estampados que llevábamos, sino porque la novela lo es y los textos también lo fueron. Paco, el editor de Ellago, empezó leyendo el principio de la novela, que es potente. Elena Vilallonga leyó, con su voz ronca aterciopelada, con el tono de cantante que es y esa naturalidad escénica suya, un texto que hablaba en cierta manera de la amistad, y dibujó a Paulina haciéndose escritora con trazos no sólo afectuosos, sino también irónicos, analíticos, de crítica literaria. Y yo intenté explicar lo que era la novela, de dónde venía, cómo se armaba, su herencia picaresca y de costumbres, su humor berlanguiano, boadelliano, escatológico, su identidad de ópera bufa. Y todos: Paco, Paulina, Elena y yo leímos fragmentos.
Y luego nos fuimos a cenar y tuve muchas preguntas de mis libros, y vimos cómo todo venía del azufaifo (...). Descubrí el lado ensayístico y la fascinación por la filosofía de la ciencia y la relación de la poesía con la física del editor de Castellón que ahora vive en Galicia (y que omitió el nombre de Elena y el mío en su web al anunciar la presentación, y en Laie también la omitieron, ¿por qué ese silencio? ¿Tal vez todo fue un sueño y nunca la presentamos? Misterio), y a su lado se sentó un amigo con aire de poeta romántico que vive en Flensburg y se asombró cuando le dije cómo me gusta escuchar la cadencia monótona, larga y reflexiva de los alemanes del norte, yo le conté como la conversación de dos viejos hippies alemanes del norte me había consolado y protegido como un escudo contra la brutalidad agresiva y primitiva del conductor del bus de Cadaqués a Figueres una vez, y él me animó a ir porque, dijo: "le tienes pillado al norte", y contó que allí los bosques son maravillosos pero no huelen, o huelen a tierra pura, y acostumbrado a la hierba aromática mediterránea, siente como si le faltara algo. Luego vi unos libros de lo que pinta su partner, no puedo recordar el nombre, ¿Anke Blaue? Eran cuadros rothkianos, klineanos, motherwellianos, con una calma apasionada, germánica, muy septentrional.
Y hoy me espera un día agitado de recados y gestiones. Me pregunto si resistiré tan desconectada, con esa condición mía prehistórica de no conducir, que en las islas me lleva a la dependencia de los otros (eso me espanta) y sin conexión, sin blog, sin mensajes... Me llevo quizás una biografía de Rodoreda que ha escrito Mercè Ibarz y que, según Lydia Oliva, es excepcional, y el librito inacabado de Gil de Biedma y tal vez uno que me falta reseñar en La Vanguardia, y ahora rebuscaré en mi atasco maravilloso de libros intentando no llevarme tanto peso, y hélàs, el ordenador, que tanto pesa en los aeropuertos con la pesadilla del control, y las correcciones del editor para mi libro balcánico, me llevo los ecos de ese prólgo donde aún vivo, y me pregunto cómo será el silencio (si aún existe) ese en el que se oye crujir la piedra seca de los muros, porque aquí el fragor es terrible, no se acaba nunca y todo se rompe en mí, sometida a una especie de dentista gigante que horadara sin parar con sus máquinas vibrantes, pobre barrio éste que fue rodorediano y pobres de nosotros sometidos a esos políticos amigos del cemento...
30 comentarios:
que tenga usted un feliz viaje
y vuelva
Y usted un feliz estar!!!
te echaré de menos, por cuánto tiempo??
Un abrazo
Jazzy
No te dará tiempo a echarme de menos, Jazzy! Son sólo cinco días... a partir de mañana. Por aquí estará G al cuidado de Gilda y la casa...
Durrell, Gerald o Lawrence?
Mentalizate de que hacen sacar el portatil de la bolsa para examinarlo a parte. Por culpa de eso perdimos una conexión en el viaje a Brasil y estuve tres días sin maletas, además de pasar una noche en Madrid.
Esta mañana han empezado "nuestras" obras a las 7. Y me dicen que han terminado a las 9. En sueños he oído el martillo neumático y me ha parecido que estaba dentro de tu blog !
Buen viaje. Quien pudiera irse a Menorca 5 dias ahhh que bien. A disfrutarlo.
Friks, me sé el procedimiento bien, lo he sufrido muchas veces, lo que pasa es que mi furia no ayuda, y aún me enfurece más ver a todos esos ejecutivos que se afanan y esmeran con esos rituales con la alegría de unos niños aplicados de este colegio religioso y autoritario que es el mundo. Ahora a los franceses les van a prohibir el alcohol en los bares. Mira, es tan estúpido todo, mientras nadie contiene el precio del petróleo, ni critican que esa nueva ministra del psoe, expulsada narbona, proceda del lobby transgénico. Así va todo. Espero airearme un poco allí
Me refería a Lawrence, "Clea" era uno de los libros del cuarteto de Alejandría, ya veo que tú leíste al hermano Gerald, la verdad es que sus títulos de famiia y bichos me hacían gracia, pero nunca lo leí.
Perdona, Friks, hoy te contesto a trozos. Me ha hecho gracia lo del martillo neumático, aunque en realidad es para llorar. Yo sigo aquí bajo el fragor...
Yo lo leí hace poco, a Gerald, y ojalá lo hubiera leído cuando tenía 14 años (mi hermana me lo recomendó y no le hice caso). A Lawrence no le conozco.
Espero y deseo estar equivocado pero me temo que ese precio del petróleo incontenible es la primera trompeta de nuestro Apocalipsis.
Está bien, te haré caso con Gerald en cuanto se aclare un poco mi atasco de libros, libros de placer, libros para conferencias, libros para reseñar...
Lo de la trompeta me suena muy real.
a l'idò vengaaaa fes viaaaa
mes o manco o passaràs molt bé.
Però que polida sa fieta!!!!!!!!!!!!!!
Ha ha ha, ja sé que és la teva illa, jo només hi vaig de préstec cinc dies, tu hi vas mesos!
Es Pilar es manté verge i neta, és el mar el que està malalt i és per culpa nostre.
Fa poc una amiga tornant de Costa Rica i altres països en un viatge naturalista, em deia que som la metàstasis del planeta.
Muy buen viaje Zbelnu!!!
También qué rico que te escapes de la virtualidad al menos por unos días :)))
Curiosamente esta foto que publicaste es la primera foto tuya que no me gusta. No sé pero hay algo que en verdad me molesta cuando veo una niña maquillada, si todas son tan lindas, qué necesidad hay de hacerlas parecer gortescas!
A mí tampoco me gustan las niñas maquilladas, pero en este caso no me parece un maquillaje sexy ni de mujer, sino casi de pequeña payaso, así que no me da esa sensación. Lo que me sorprende de esa foto es lo contenta que parecía yo, siempre tan melancílica y pensativa en las fotos de la infancia.
Si te fijas, Odette, esa pintura de cejas tan exagerada y tan años sesenta queda de payaso en una niña, en cambio no me pintaron los labios, que sería lo perverso a lo que tú aludes. No es un maquillaje que pretenda ser sensual, es un maquillaje teatral bastante torpe, pero sin esa connotación.
Aunque no tengas los labios pintados, no me gusta.
Pero sí. te ves re feliz... sabes? yo también tuve una infancia terrible. Y recuerdo que mi madre me decía que las mujeres nacíamos para sufrir y que lo mejor de la vida era la infancia... Fígurate! Si yo sufrí tanto de niña, que podía entonces esperar de la vida???
Por fortuna fue la única etapa amarga... no digo que no haya pasado etapas oscuras en mi vida adulta, he tenido muchas, pero los momentos de luz han sido muchos más :))))
Sí y al fin y al cabo, y más en una cultura hispana, llamar Odette a una niña no es como pintarle los ojos? Claro que podían no haber leído a Proust pero algo de eso hay!
A mí sí me gusta esa foto porque pese a ese pintarrajeo torpe, no podían quitarme mi éxito escénico y encima tuvieron que verlo!
Pues estoy como tu... a pesar del pintarrajeo de mi nombre... me gusta mucho!
Que disfrutes tu viaje Zbelnu
a mi me encantó el cuarteto de L Durrell, y creo que también leí uno de ellos en las baleares, y Mi familia y otros animales de Gerarld, maravilloso también!
a mi me gustan los niños maquillados y disfrazados, así como no me gustan nada los carnavales de adultos que hay por aquí (en ejpaña no son muy bonitos) en cambio ver a los niños disfrazados y pintados me encanta,
que los vientos le sean favorables, dríade
uy, lo que et trobem a faltar....
Ja estic a punt de tornar, M... Jueves noche estaré ahí, gracias por tu comentario, tú siempre tan acertada, Petite a! También yo os echo de menos a algunos! Desde el cibercafé bajo la lluvia, donde me invitan a cantar
hehe, lo sabía... hola Bel! :)
Tremendo el cuarteto de Alejandría! ( puf uno que me sé, :))imposible de olvidar.
Te encuentro preciosa y sobre todo RADIANTE en esa foto.Me olvidé de comentarlo, pesó más la noticia de tu ausencia.
Vuelve que tengo que seguir aprendiendo!!
Besos
Jazzy
A ver ese libro de los Balcanes... yo estuve un mes en Karlovak antes de la guerra, la situacion ya era tensa pero nadie imaginava que la sangre llegaria al rio.
Años mas tarde viaje a Bosnia conduciendo una vieja ambulancia.
Quiero leer tu libro.
que no nos cuenten cuentos chinos sobre la felicidad.. la vida es así de compleja o de sencilla, como la trama del libro, supongo.
A veces, nosotros la hacemos complicada, cuando no lo es, no?
feliz viaje..
La vida es complicada porque nosotros lo somos, pero si no sería aburrida, tal vez, quién sabe... A mí me gusta resolver los jeroglíficos e intentar entender las cosas, aunque a veces suelte bufidos y me impaciente...
Me alegro de que te interese, Treehugger! Ahora estamos en fase editorial segunda: tengo que hacer una cronología, un glosario e introducir correcciones... no es un libro sencillo! Pero en enero 2009 estará en la calle...
Qué simpática, Jazzy! Aprender? No será de mí... Mañana escribiré un post... acabo de llegar y es muy tarde!
Como llegue tarde se que lo pasaste bien y desconectaste...
Besikis!!!!!!!
En efecto, así fue, Gise!
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