Foto: I.N., el pasillo desde la habitación de G.
Dice G. que le reconforta ver mis libros en esa pequeña estantería desde su cama. Yo lo comprendo. A mí me pasa igual. Le conté de la maravillosa ilustración de Sempé que el librero de la calle Berlinès puso para anunciar sus vacaciones, donde se ve una pareja que duerme rodeada de libros (y con un diván, precisó el sagaz librero), confortada por los libros. Hacía días que G. y yo apenas nos veíamos y empezamos a hablar, primero a actualizar información, repasando las últimas cosas que nos habían pasado, incluyendo algunas películas y libros, él me contó una película muy graciosa, me hizo reír sólo contándomela (decía que yo no le haría caso y no iría a verla, así que la traería a casa, pero ese es un argumento que usamos los dos en ambos sentidos, ambos con razón y sin ella), yo le pedí que leyera un cuento corto de Dorothy Parker, que yo había releído para una conferencia que preparo y sabía que le gustaría, él lo leyó a regañadientes, a cambio de que yo viera uno de esos cortos geniales de animación de los Aardman. El cuento de Dorothy disparó la conversación (sobre parejas y autoconocimiento y recursos varios). Se llama The Sexes, Los sexos (he visto una película basada en ese cuento, pero no me gusta, es demasiado explícita y se elimina esa magia parkeriana en que las palabras dicen otra cosa de lo que pretenden y el lector es como un analista que desentraña su significado; en la película se ve demasiado). Muestra una pareja que discute y se pelea sin decirse nunca por qué, qué es lo que siente y le molesta a cada uno, aunque el lector puede verlo, y la discusión es más difícil y dolorosa precisamente porque no se dice. Por supuesto, el cuento es satírico, pero con ese realismo tan económico y afinado de Parker. Yo le hablé de otro cuento muy en ese estilo, más amargo, de una madre manipuladora y neurótica que lleva esa actitud al extremo, muy victimosa, lo que llaman pasivo-agresiva, y le dije que yo alguna vez había discutido así con él, aunque él, más benevolente, no lo recordaba. Pero en mi entorno original, esas actitudes eran el pan de cada día y yo tuve que desaprenderlas, me libré de ellas gracias al psicoanálisis. Lo cual fue un gran grandísimo alivio y me hace feliz sólo pensarlo, ese gran peso que me quité de encima...
En cuanto a nuestra conversación, que siguió a trozos hasta entrada la madrugada, me interesó tanto que me desveló. G. cree mucho en mi capacidad de entender y explicar las cosas, pero a mí me parece que él tiene un insight sorprendente (que yo no tuve a su edad ni por asomo). Creo que él siempre tuvo una capacidad de observación muy aguda con las personas, las relaciones, es mucho más ecuánime que yo y desde muy pequeño veía cuándo algo le molestaba a otros, y podía reconocer sus propios errores él sólo, al cabo de un rato, y venía a decirlo.
Claro que a veces me exasperaba que le importase tanto la opinión de los otros. Siempre me hacía bajar la voz para que nadie nos oyera y siempre que me hacía comentarios sobre gente conocida, luego añadía (ya era una broma entre nosotros): No l'hi diguis. Y cuando íbamos a casa de alguien, antes de entrar, me decía, siempre medio en broma: "No expliquis res del que he dit i he fet des d'aquest matí..." Y por la calle o en lugares públicos siempre temía que yo llamase la atención o que me quejase de algo, etcétera. Al pobre le costó asumir mis excentricidades, pero ahora que su timidez mercuriana ha desaparecido, ya no le importa.
También hubo una época en que me decía, por la calle: "T'acompanyo, però només fins a la cantonada. Més enllà no, algú em podria veure!" Y es que en esa edad, era casi una humillación que alguien le viera con su madre. Durante un tiempo viajamos juntos, pero en los dos últimos viajes nos peleábamos todo el tiempo. Yo sólo quería aventurarme y buscar, él tenía miedo de que nos perdiéramos o me pasara algo (sobre todo en Estambul), y sólo quería ir a los lugares donde había turistas, cenar muy pronto y retirarnos al hotel a leer. Discutíamos, y yo le decía: "No sé perquè m'agrada tant viatjar amb tu", y él me decía: "A mi em passa igual..." Y es que cada vez que descubríamos algo, venciendo sus barreras continuas, él entendía exactamente lo que yo quería enseñarle y me enseñaba otras cosas... Pero era muy difícil. Y luego llegó la época en que él habría preferido estar en un sotanillo hermético y húmedo con sus amigos que dar la vuelta al mundo conmigo o con su padre... Y ahora es otra fase, en la que nos alegramos mucho de vernos, pero él tiene su vida absorbente y lejana...
Una amiga triestina, lectora siempre despierta y con cierta tendencia a la literatura del Este europeo, me habla de su fascinación por la Ostalgie, esa moda nostálgica (de Ost, Este), el llamado Soviet chic de la parafernalia comunista que se está extendiendo por la antigua Europa del Este (en los Balcanes es la Yugonostalgia), y aunque se supone que sólo es algo superficial, de objetos, vestuario, insignias, camisetas, etc., para mí forma parte de la nostalgia por lo perdido: todos idealizaban la "libertad" del mundo occidental, sin darse cuenta de que perderían los beneficios y la tranquilidad del Estado paterno: casa, escuela, Universidad, atención médica, tv, teléfono, todo gratuito o muy barato, y que aterrizarían en un "sálvese quien pueda" mercantil, justo en el momento del fin del Estado del bienestar (o de su destrucción sin razón, como demuestra Viçenç Navarro). En el fondo, piensan muchos, no se vivía tan mal en el comunismo... El autor de la Ostalgie por excelencia es Ingo Schulze, que pronto aparecerá publicado también aquí. Yo misma le traje a G. un bonito busto de Lenin de yeso, cuando fui a San Peterburgo; entonces aún eran muy baratos, y él se compró una camiseta con las letras cirílicas del PCUS. Yo sigo pensando que el marxismo era una buena idea mal aplicada y G. siente nostalgia de las esperanzas que generó en una época que él no ha vivido...
Y ahora vuelvo a mi conferencia y a mi libro balcánico, ya no sé en qué orden... Esta tarde, sesión de Heddy Honigmann en la Filmoteca...
25 comentarios:
que bonita puerta y con muchos libros que tanbien me gustan y se nota que tienes buen corason y buenos sentimientos pero no tentendi mucho pero me gusta
Pero esos son sólo unos poquillos libros sobrantes que no caben en mis estanterías... la puerta es la de la habitación de mi hijo, claro... Gracias por tu comentario, Gladys
pero entonces solo es la habitación de tu hijo y tienes mas claro que tu escribes libros ya lo he visto. A mi me gusta leer pero ahora no tengo mucho tiempo por los queaceres
Es curioso,un busto de Lenin responsable de aproximadamente 4 millones de muertos.El marxismo como una idea mal aplicada,no era La Pasionaria que dijo algo por el estilo "es mejor que cien inocentes estén en la cárcel que un culpable libre".
Esa pequeña estantería está en un pasillo, frente a la habitación de mi hijo, sí. Yo leo y escribo y hago crítica y no sabría vivir sin los libros. Se puede leer en el autobús, en el metro, en la cama, incluso en el váter, o andando por la calle... ça te change les idées, como dicen los franceses, uno se airea leyendo, te da otra perspectiva...
Perdona, Hommer, pero Lenin y Stalin no eran la misma persona, y esa frase no es de la Pasionaria. Stalin fue responsable de muchísimas muertes, cárcel, etc., fue un dictador perverso y terrible. Yo estaba hablando a otro nivel, de parafernalia, pero en el fondo, sí, somos distintos. Yo fui comunista y sigo pensando que la base ética de ese ideario tenía algo. Aunque como digo, la realización no podía ser porque se necesitan instrumentos de control del poder, es decir, democracia para frenar la tendencia a la corrupción, el abuso, la violencia, etc. Por eso, mi simpatía para con los países nórdicos, que aúnan democracia con gasto social. Supongo que para ti, lo ideal es el neoliberalismo de derechas.
Stalin es responsable de muchos más. El problema de la izquierda europea es que vivió en la inopia durante muchos años: solo ideales. Pero Lenin fue responsable de esos millones de muertos, independientemente de los imputables a Stalin. La frase (estoy seguro) es de La Pasionaria. Y como trabajador con un sueldo bajo, por supuesto que no tengo ideario: tanto la derecha como la izquierda andan lejos; neoliberal, ni por asomo. Por no tener, no tengo casa ni coche en propiedad. Eso sí, libros, vinilos, CD´s y muchas horas de cine.
Tampoco yo tengo nada en propiedad, ni casa ni coche, sólo mis libros y mi ropa, nada de valor. Es fácil afirmar sin citar fuentes ni comprobar y oculto en ese anonimato. Naturalmente, yo no puedo tomar en serio afirmaciones así. La izquierda no quiso ver las atrocidades del comunismo (pero Lenin había muerto para entonces), en eso estamos de acuerdo, pero antes de decir las cosas deberías leer un poco de historia.
qué bueno el de los wrong trouses o algo así...y que bien la charla doméstica...tienes otro anónimo simpson ¡suerte!
Gracias Cacho, los wrong trousers es algún episodio de la animación de Aardman? O qué es? Gracias... sí, estos anónimos...
quina llauna els anònims antipàtics, m'agrada més la Gladys
A mi també, Nmp. De fet, em sembla poc ètic provocar d'amagat. Sort que vosaltres em feu companyia...
ya sabías que me ibas a alegrar la semana con el post! no lo ví esta mañana de lo maluchilla que andaba. He dejado curso, cine, planes y em eh qeudado colapsada en casa después de pasar por el azufaifo. TOTALMENTE de acuerdo con ese talentoso insight de G., que apenas percibo cuando me lo cruzo, cuando me cuentas... precioso relato doméstico librero, me voy a bajar la ilustración de Sempé. Hoy nuestro librero andaba preocupado, se le ha encharcado el sótano con libros incluidos...
Pero antes de que me olvide, me ha gustado este relato de charlas y encuentros, viajes, y recuerdo. Tu "tuve que desprenderlas" como cuentas de un viejo collar qeu ya no sirve, que no brilla.
En cuanto a la izquierda... ayer por la noche ya temiendo ponerme enferma me hice con el ELLE francés, (especial sexo) donde viene una interesante entrevista sobre la izquierda al mediático y siempre pulcrísimo bcbg Bernard Henri Levy y otra bonta a Pennac... volveré, te las pasaré,
bona nit, stàs al cine??
"Yo sigo pensando que el marxismo era una buena idea mal aplicada y G. siente nostalgia de las esperanzas que generó en una época que él no ha vivido..."
Amb aquesta questio de fons el dimarts m'en vaig a Russia. Es una conversa que hem tingut milers de vegades amb els amics i al final la conclusió sempre és la mateixa: el comunisme va ser collonut, pero per nosaltres que no el vem patir. Aqui, per por als rojos, van mirar de que els pobres poguesim anar fent.
Les provocacions anònimes són una merda absoluta. És molt fàcil atacar sense ensenyar les cartes. La solució: no contestar.
Tens aró, Frikosal, però jo m'he passat una temporada entrevistant gent als Balcans i pràcticament tots enyoraven la Iugoslàvia de Tito, diuen que ells vivien bé, no tenien censura per llegir, tenien passaport i totes les coses bàsiques cobertes, i a sobre tenien pisos de propietat, el millor dels dos móns. A Sant petersburg també vaig parlar amb gent que deia que no estava tan malament, és clar que era gent massa jove per haver sofert els anys de la repressió, és clar. Només cal llegir Shalamov o Akhmatova per veure el sofriment. Shalamov, però, criticava l'arbitrarietat i la crueldat, però no el sistema... Tens raó amb el que dius dels comentaris agressius sense firma
Gracias, V!!! Cómo me gusta poder alegrarte la semana! Y que te guste el espíritu de G... Son cosas que algunos comentaristas no pueden comprender, imaginan que toda afinidad es inexistente e hipócrita, que sólo el insulto es real, qué vida triste ser´´ia sin afinidades. Dickinson las encontraba incluso en la tumba, en ese poema tan bonito de dos que se encuentran en sus tumbas y se descubren hermanos del alma y hablan hasta que el musgo borra sus labios y sus nombres...
Frikosal,he intentado buscar tú identidad y no lo he conseguido.Hommer es tan valido como Frikosal,la única diferencia es no tener un blog.
Tener un blog es indicativo, además conozco a Frikosal, que vino a la fiesta del azufaifo, y nunca ha sido agresivo. También está Impromptu, que a veces deja comentarios, pero tampoco es agresivo. Son seres pensantes, ¡no necesitan molestar para vivir! Ni inventarse datos indemostrables... Pueden disentir sin atropellar, aunque te parezca increíble... Frikosal es capaz de fotografiar una luciérnaga encendida e Impromptu hace buenas selecciones de arte... Extremo opuesto al vuestro.
Además, su identidad aparece en el blog, sólo que tú no la has sabido encontrar
Puede ser un punto de partida.
http://users.erols.com/mwhite28/warstat1.htm
(Me voy un poco del tema ..)
Yo en Moscú solamente he estado una vez, aunque trato con alguna joven gente de alli regularmente. No he conseguido casi nunca hablar de politica, aunque tengo la impresion de que efectivamente estan peor que antes. Obviamente, si hablaramos con los deportados a Siberia, seguro que dirian otra cosa. Pero lo que me estremece es que consideran el (mal) gobierno como si fuera una circunstancia meteorológica sobre la que la población no puede tener ninguna incidencia.
Este tema de la vida después del comunismo daría para una buena entrada o artículo, hablando con gente joven de varios países (Cuba, Ex Yugoslavia, Rusia..).
La Odisea es, en mi opinión, muy superior a la Iliada. Pero algunos sostienen que la escribió una mujer.
Efectivamente, es un tema largo, y uno de los peores aspectos del legado de TODOS los sistemas totalitarios es la pasividad, que aquí tan bien conocemos. La gente cree que basta con votar.
A mí me encanta la Odisea, pero me aburría la Ilíada, porque me interesa mucho lo que antecede y sucede después de las guerras, o lo que está detrás, o la pérdida, pero la parte estratégica, los ejércitos y las batallas nunca me interesaron, efectivamente, por falta de masculinidad tal vez en mi caso...
Si les preguntas verás que hablan...
Ah, Frikosal, a mí me encantaría ir a Moscú, sólo conozco SP. Ya me contarás
"A mí me encanta la Odisea, pero me aburría la Ilíada"
Estamos igual. La Odisea (supongo que ya sabes por que lo he dicho) es la historia de una persona sola contra el mundo, la Iliada es un coñazo. Moscú, siento decirlo, es un asco de ciudad, que obliga al viajero a ir a refugirarse al McDonalds para defecar en un lugar limpio e incluso para comer. Todo es carísimo y malo. Voy por asuntos de trabajo. Pero si me quieres sustituir se puede hablar :)
Bueno,pero hay que decir que cada encuentro de la Odisea y cada atmósfera tiene su encanto, yo tengo mis escenas preferidas... En cuanto a Moscú, yo no sé qué trabajo haces, pero seguro que yo no sabría hacerlo, sólo sé hacer lo mío y un par de cosillas más. Pero me gustaría ir a Moscú como fui a SPeterburgo, chez l'habitant; c'est tout autre chose... casa rusa, compra rusa, fiesta rusa, etc y tiempo para ir sola a los museos, descifrando el cirílico con mis mapas...
Publicar un comentario