Yo siempre pensé que podría vivir saludable con la medicina alternativa, sin tener que recurrir a los hospitales, la cirugía (y sobre todo, y ahí aún no he perdido la esperanza) sin convertirme en consumidora malgré moi de los despiadados negocios de Pharma. Me equivocaba (I thought love was forever. I was wrong). Hoy es el último día de esa era y mañana tendré que entregarme. Sarinagara... Algo ha cambiado de ayer a hoy. No sé por qué, mi extraña desolación, mi angustia, la sensación de haber entrado en una supersticiosa y fatídica corriente de desdicha que se haría crónica (Per què sempre endevines el futur? me preguntó una vez el perceptivo G. cuando era pequeño, hacia los 9 años, adivinando mi sempiterna fantasía de que todos los males se volverían crónicos) se han desvanecido y han dejado paso a una calma melancólica, tal vez por obra y gracia del sueño.
No se ha evaporado mi enfado por las amenazas arbitrarias con que una médica reaccionó a mis dudas, sintiendo tal vez que cuestionaba su omnipotencia con mi aprensión. Utilizó su conocimiento como un arma arrojadiza, pronunció las peores palabras, las asoció a lo que podía ocurrir dentro de pocos días y no dijo en cambio que todos los demás signos contradecían de momento esa mala previsión. Pero dejémoslo así. Algo me ha pacificado. He dado el paso que me sugirió la Esfinge, de confiar en quien tiene que intervenir, porque, dijo ella: "Somos nosotros quienes damos las órdenes a nuestros órganos y células para que todo salga bien y para ayudar al cirujano".
Me siento como si tuviera que emprender un largo viaje transoceánico y quisiera quedarme en casa, sola, para pensar en mi maleta. No quiero salir, aunque me consuela la lluvia de llamadas de amigos, de ofrecimientos de venir a la clínica, de promesas de mandarme white light o dedicarme rituales o rezos.
He mantenido una tímida socialidad tentativa (acudir sólo a lugares de los que podría huir en cualquier momento), anteayer fui a escuchar a Enric Casasses y Blanca Llum a ese local de los viernes en Topazi-Robí. Yo estaba agotada y poseída por mi angst, pero la escucha me repuso. Me gustó sobre todo la historia del padre científico, laico y descreído que sin embargo medía los espectros con su espectrógrafo, y la sombra burlona del abuelo alquimista. Y el concepto del rebost de l'infinit... Y el poema guerrero que ya había escuchado en la malograda plaça Joaquim Folguera. Y el brío del infierno de ikea y el examen de lengua española de B.Ll y sus citas fulgurantes de Rodoreda, Jacob y muchos otros. Ayer por la mañana fui a la librería Negra y Criminal donde Carlos Zanón presentaba una nueva edición de su buena novela Tarde, mal y nunca. Me gustó el lugar, me gustó la belleza del bar de tapas que hay enfrente, donde los lavabos se siguen llamando Excusados, me gustó ver los balcones con ropa tendida de las casas viejas de la Barceloneta, con su aire de Palermo aún mágicamente no destruido en la fatídica Hereuville. Y me gustó el consejo y el regalo que me trajo un amigo poeta y novelista, cuando me advirtió que persistir en cierto camino "supondría una capitulación", y yo recordé el final de una película de Agnès Jaoui y sentí que había dado en el clavo (el mismo amigo me ha enviado un poema matinal prácticamente perfecto). Hoy me quedaré en esta casa, que aún está en el aire y no quisiera tener que abandonar, porque aquí me siento acogida y dibujada. Cuando estaba en la fase angustiada, me sentí acogida no sólo en este espacio sino sobre todo en el lenguaje de la Esfinge, ese lenguaje que puedo compartir también con alguien igualmente hospitalario. La visita a la Esfinge lo cambió todo porque me permitió poner en orden mis pensamientos, pero además, esas conversaciones me producen el alivio de sentirme entendida.
En cuanto al fin del romanticismo, un amigo músico me recuerda que la música mejoró con el postromanticismo (Mahler, Richard Strauss, Puccini). Pese a todo a mí no ha dejado de gustarme Schubert, ni Chopin (oh ya sé que la música de Chopin tiene elementos singulares que van más allá).
Ayer estuve escribiendo mi novela, despacio, subrepticiamente, vuelvo a encontrar algunas hebras... Me falta rematar mi pequeña intervención del viernes. Me llamaron para invitarme a un estreno el martes, pero dudo que mi estado me permita algo tan arrojado. Ya me será peliagudo asistir a una firma el jueves... Y espero poder ponerme a traducir enseguida porque el trabajo crece y el tiempo disminuye...
Rufus lo sabe todo. Desde hace tres días me persigue para que vaya con él al sofá, abrazarme, enterrar su nariz en mis chales, y yo pienso: We embrace to be embraced. Luego se entrega a carreras desaforadas, patina arrugando las alfombras, salta y vuelve a llamarme, para ir al sofá o para ver la luna y el cielo nocturno. Esta mañana hemos escuchado juntos un concierto de piano de Leon Fleisher en Arte Tv (Nocturno de Chopin, una sonata en si bemol de Schubert, un preludio de Debussy titulado La puerta del vino... Era como ver a Coppola en su salón tocando el piano. Me gustaba cómo movía las manos sobre el teclado, como si hubiera encontrado unas migajas... ¡de oro! Con ese aire entre concienzudo y nonchalant... La música me envuelve como un manto protector. Estoy pensando en imprimir algún capítulo de mi novela y llevármelo a ese fantasmagórico no-lugar donde tendré que pasar la noche, para recordarme quién era yo... Me llevaré dos manzanas -siempre me horrorizó la comida de los hospitales, aunque Giuseppe insiste en que en esa clínica tienen un chef- y tal vez le pida a G. que me lleve uno de mis yogures para esa noche triste... Si todo va bien, volveré por aquí el martes... y el viernes intervendré en esa mesa redonda en la Bertrand.
27 comentarios:
¡Que preciosa foto mañanera de Rufus y tú y tu pie y el piano en la pantalla, los dos escuchando el concierto!
Y es cierto lo que dice tu amigo, después del romanticismo, no sé si mejoró pero, en cualquier caso, se hizo una música igualmente maravillosa.
Ya sabes que estoy convencida de que todo va a ir de maravilla.
Un abrazo fuerte, aunque no se pueda competir con Rufus.
(y gracias por esas repetidas citas que no merezco).
Gracias, Bel M!!! Ojalá sea así... Me gusta la idea de los abrazos imbatibles de Rufus, de todas formas, tú tienes las palabras, y por eso sí mereces las citas, claro está...
Tremendo autorretrato con Rufus. Me encanta.
El romanticismo está en la cabeza o sea que no se pierde nunca cuando se ha tenido. Este dia D sería algo así como viajar en avión hasta la otra punta del mundo para después poder pasear por un bosque mágico. Ánimos y disculpa la torpeza si la hubiera aquí o en el mensaje que he dejado .. la intención sabes que es buena. Hay una novela pendiente de terminar, unas misas homéricas que tenemos que concretar, sesiones de libélulas, estrellas, en fin muchas pequeñas y grandes cosas buenas.
Oh gracias, Friks! No hay NINGUNA torpeza en estos dos mensajes tuyos! Es sólo que estoy como Doris Day en Pillow Talk, todos los amigos me llaman, como en una lluvia de buenos deseos que por fuerza tiene que dar resultado :-)
Y sí, esos son proyectos importantes por los que habrá que seguir...
Todo me resulta un poco críptico e inquietante, pero comprendo tus sensaciones. Espero que todo sea para bien y te tengamos pronto por aquí. Suerte y ánimo.
Gracias, JML! Yo también espero que todo esto sea para bien y sólo para bien...
¡Toda la suerte y un trazo de ese optimismo que también tienes!
Hasta la vuelta.
Acabo de empezar a leer "Pájaros a punto de volar" y me he 'encontrado' contigo en la primera página.
Ese 'angst' tuyo me ha hecho recordar tiempos parecidos esperando otro día "D" que luego no fué para tanto y del que surgieron muchas cosas buenas.
Seguro que todo irá bien.
(Esperamos tu novela! :-)
Gracias, Dante! ¡Sigo con mi "Pillow Talk", comunicando cual Doris Day... y aprovechando las últimas horas de beber agua...
Oh gracias, Qualunque! Ojalá sea como dices que fue... En cuanto a Pájaros, no sé si avisarte de una errata que llegó a obsesionarme... O quizás es reedición y la corrigieron...
Preciosa libreria la Negra y Criminal, trabajo en la Barceloneta y voy de vez en cuando. Paco Camarasa, el dueño de la libreria, me guarda los Punts de llibre ya que los colecciono. La Barceloneta un ambiente de barrio popular de siempre, con muchos turistas i algunos chorizos ajenos al barrio, pero un barrio que cuando te aceptan, estas como en tu casa.
Cuidate mucho princesa !!!
Ya verás como la medicina tradicional estará de tu lado.
Confía en ellos y en tu capacidad para mimar a tu cuerpo.
Desde mi isla paraíso, un fuerte abrazo
Anne
Gracias, Olga!!!!!!!!
Ya estamos en la era E !
Gracias, Anne!
Friks: ¿la era E?
Bueno, después del día D, la era E, que seguramente será muy parecida a la era romántica C.
Tantos años programando ordenadores por fuerza tienen que haberme dejado secuelas en el sistema nervioso jeje
Me alegra leerte en cualquier caso !!
Gracias por la aclaración, Friks!It make sense... Ojalá la era E sea mejor de lo que parece hoy desde aquí!
Seguro que si, yo ahora mismo estoy en la era J o K o yo que se.. el día se presenta horroroso.
http://www.flickr.com/photos/64171408@N00/5454850654/
Dale un vistazo si quieres, igual te va bien, aunque es una foto que necesita tamaño.
Sí, el mío también se presenta lleno de dolor y tristeza... Pero tu foto de la hora azul es maravillosa!
Hola Isabel,
deseo que te recuperes pronto´y sigas con tus proyectos. Por cierto, ¿ya terminaste la traducción de la novela de Maeve Brennan??
Un abrazo,
Kathy
Delicia debió ser la escucha de Casasses y Llum. Hace mucho tiempo que no asisto a ninguna lectura en voz alta y se despiertan las ganas.
Me pregunto cuál película debe ser la que recordaste de Jaoui, me gusta y divierte mucho su obra y no puedo evitar sentir curiosidad.
Hola, Kathy. Acabé las piezas de NY de Maeve Brennan y ahora estoy a medias con los cuentos. Gracias pro todo y espero que nos evamos pronto!
Eph! Sí que lo fue... En cuanto a Jaoui, tendría que hacer un esfuerzo de búsqueda pero diría que fue de las primeras que estrenó por estos lares... Una en la que la protagonista era perseguida por un tipo calvo que no era del entorno teatral, sino empresario, y aunque a ella no le convencía, acababa por aceptarlo un poco con la idea de que no iba a encontrar nada mejor. Voy a buscar
Ya recuerdo el maravilloso personaje de la actriz, pragmático, maduro. Su perseguidor lloraba al verla interpretar teatro clásico en el escenario, siendo que era un bruto que espantaba. La película, casi un berlanga de tantos personajes que salían, creo que era "Le goût des autres", llamada aquí "Para todos los gustos", título que me parece muy distinto del original, ¿no crees?.
Exacto, Eph! Pensé lo mismo con el título, qué diferencia tan importante y sutil, que no percibió una mente zafia! Pero los títulos traducidos en cine no dependen de los pobres traductores, sino de gente que sólo busca lo comercial... Y aún hay estudios donde traducen las secretarias, un poco como pasa en algunas tvs, a la brava, y así salen!
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