jueves, 23 de diciembre de 2010

Y a pesar de todo...

Foto: I.N., Autorretrato nocturno de ayer, en plena gripe paradójica, 2010
¡Cuántas cosas han ocurrido dentro de mi larga gripe! Con la fiebre llegó otra clase de fiebre, la que me recuerda simplemente que estoy viva y que este extraño periodo de retiro era provisional. Y aunque sin duda el deseo duele, sigue siendo un dolor dulce; con toda su vulnerabilidad, no apaga los fuegos de la celebración. Ando por las calles buscándole, como si pudiera aparecer en cualquier esquina, como si mi propio deseo o el suyo o la asombrosa conexión que producen fuese capaz de acercarnos geográficamente. ¡A veces lo es! Yo sé que es un campo minado, que está lleno de riesgos, que puede ser efímero. Pero aunque todo se acabara en este instante, aunque se hubiera acabado ya, nadie podrá arrancarme lo que ya ha sido. Rufus también se ha asustado un poco y cuando estamos solos me pide más atención que antes, pero sigue teniendo sus gestos graciosos. Ahora se ha subido a mi mesa y mira por la ventana con su orgulloso pelaje felino bien ordenado. Le acaricio admirando su belleza rayada y le digo que no se preocupe, que nada le apartará de mí. Tal vez esas noches sin sueño y esa celebración o mi miedo o mis reservas a aceptar la revolución interna hayan contribuido a alargar mi gripe. Sarinagara...
Yo detesto la navidad y aquí todo el mundo lo sabe, pero me hace gracia cómo Scrooge se apodera de todos e incluso la gente más improbable empieza a inundarnos de ardientes felicitaciones, a desearnos lo que no nos desean el resto del año. Un lector de este blog (Sir Edmond Black Adder) me ha mandado una especie de arquitectónica felicitación preciosa, mostrando una casa durandiana de Puig i Cadafalch en una playa secreta y me dice que la casa es también mía en cierta manera. Hay algo alegre en ese fuego, más allá de la parte cutre y franquista del villancico y las feas luces y decoraciones de las calles. Ya no me siento como La pequeña vendedora de fósforos de Andersen, aunque siga siéndolo. Escribí otro de esos extraños poemas y ya empezaba a estar algo más allá, empezaba a no ser del todo inteligible para mí misma y eso me alegró. Pensaba en lo que decía Gamoneda del pensamiento que va después, de ese poeta que sabe, aunque no sepa que sabe. A pesar de todo la Belle Elaine consiguió que mi primera tentativa, que en realidad es fallida y debería enterrar, aparezca en esa correspondencia que vamos a publicar.También en medio de esta gripe he perdido una amiga (a la que rendí homenaje aquí) y siempre duele, aunque en este caso, algo en ella me hizo darme cuenta de que no podía ser autrement. Otra mala noticia es que Francis ha cerrado su blog Borra el humo de tu frente, por el tiempo que le robaba a sus lecturas. Le echaremos de menos.
Vuelvo a traducir al deslumbrante Giono, la semana que viene volveré a traducir para el museo y me dispongo a desaparecer dos días por cortesía y mi espíritu antinavideño. Me enfurezco en facebook contra todos los ignorantes y salvajes que proponen que los escritores y compositores trabajemos gratis. Creen que es moderno estar a favor de la piratería y el robo. Porque desprecian la cultura, están dispuestos a pagar royalties de diseño de sus mac o sus iphone o la cocacola, pero no quieren pagar por la literatura, que no valoran, ni por la música. La ley de descargas de este gobierno podía tener defectos o estar hecha en USA, pero creer en la esclavitud para los creadores es grave. No es extraña la fama que los españoles tenemos en Europa. En Berlín hay un restaurante donde cada uno paga lo que cree que debe y puede ese día: los españoles no están bien vistos; de hecho no son admitidos allí, por chorizos. Ese es el espíritu de este país. Es el único país de Europa donde los autores no estamos protegidos y donde los escritores no tenemos ninguna manera de saber cuántos libros vendemos, y tenemos que conformarnos con que los editores nos digan y paguen lo que quieran sin demostrarlo. Yo he trabajado dentro de editoriales y he visto cómo se liquidaba la mitad de lo que se vendía... sin problemas. Sé que se sigue haciendo lo mismo; todo el mundo lo sabe y nadie hace nada para evitarlo, porque éste es un país de sumisos. Yo intenté a través de las asociaciones de autores, traductores y agentes que adoptáramos el sistema francés (el más económico y plausible), pero a nadie le interesó seguir. Y ahora, para agravarlo, nos condenan también a ser robados impunemente. "El dinero no da el valor de las cosas", pretenden algunos, que por supuesto cobran por su trabajo, pero no creen que nosotros merezcamos cobrar por el nuestro. Como si a los escritores y compositores no nos cobrasen el alquiler o la calefacción. Como si pudiésemos trabajar siendo indigentes, en la calle. En fin, todo es coherente con el país que menos paga a los traductores de toda Europa y donde nuestras tarifas han ido bajando en lugar de subir. Naturalmente, los autores han reaccionado (unos mejor que otros, que aún temen quedar como antiguos si no defienden el robo).
Todo esto ocurre al mismo tiempo que la extraña, irreductible gripe. Después de mi penúltima clase en el Ateneu, fui a "La perfecció és feixista", donde se hablaba de la obra de Carles Hac Mor y se discutía y conversaba. Lo que más me gustó fue la intervención de CHM -con su mezcla de ingenio, ironía y audacia y la de Ester Xargay, que había traducido con rima un fragmento de la Zazie dans le métro de Queneau (¡me dieron ganas de releerla! O de ver la película. de Louis Malle.. Está claro que a EX le inspiran los desafíos de trabas y limitaciones), como celebración del aniversario oulipiano y forzada por la prohibición de CHM de que leyese algo de él. También la intervención de una de las dos inteligentes artífices del MX Espai. Se habló de la crítica y yo dije que a mí me molestaba que algunos críticos hicieran como si lo subjetivo no existiera, pero el crítico que había allí ridiculizó mi afirmación, creyendo que yo defendía ese estilo de reseña donde el que escribe habla de otra cosa, sólo de sí mismo y no de su relación y conflicto con el libro. Yo también he sufrido esa clase de reseñas (un crítico que hablaba de La plaza del azufaifo y dedicaba la mitad de la reseña a Adriano Celentano) y no me refería a eso. Pero el entendimiento era imposible, allí no cabía el espíritu psicoanalítico, tal vez porque mi gripe me incapacitaba para transmitir, sobre todo tras haber logrado heroicamente dar mi penúltima clase en mi estado de ofuscación y falta de voz. Todo eso a pesar de la generosidad entusiasta de CHM, que había elogiado mis tentativas de poemas; y es que él diferencia mi escritura y la valora más allá de los géneros o las posiciones. También hablaron del estereotipo que separa al humano del resto de animales por su capacidad de simbolizar. Yo dije que me interesaba la forma de simbolizar de los sueños, por su absurdo aparente, y en ese terreno, parece que los gatos nos ganan por mucho en actividad onírica y simbólica. Por cierto que un poeta y traductor que últimamente vive al otro lado del espejo me dio ganas de buscar el libro de Perec L'homme qui dort y resultó que tenía en casa la versión castellana de Impedimenta. Había pasado el día lloviendo y el barrio gótico estaba precioso y vacío por una vez, y pude disfrutar sola de esa belleza. ¡Ay! Olvidaba decirlo. No sé por qué será pero el patio del ciprés, adonde da esta terracita mía, se ha llenado de pájaros y por primera vez en invierno han venido a cantar dos mirlos.

10 comentarios:

Isabel Mercadé dijo...

No eres en absoluto la vendedora de fósforos, pero es llamativo cuánto te pareces a esa actriz.
Felicidades por ese gran fuego!

JTrueno dijo...

Hola, Isabel

Nos conocimos vagamente en un alojamiento de la Provenza, este verano, aunque creo que ya nos habíamos conocido antes. Sólo quería comentar ahora que estoy de acuerdo con lo que dices sobre los derechos de autor y de este nuevo mundo tecnológico en el que los palurdos se han hecho con el poder. Feliz Navidad y que te mejores. Jaume.

Belnu dijo...

Bel M: Sí, yo soy de esa época, eso lo tengo claro y de joven me decían siempre que me parecía a Mary Pickford. Ahora la cosa va empeorando, en efecto! :-)

Belnu dijo...

JRM: Soyez le bienvenu. Me alegro de que estemos de acuerdo. Parecería una cosa bien sencilla, pero este país se ha llenado de esa algarabía de gente que reivindica el robo y la vulnerabilidad y desprotección de los autores, alejándonos una vez más de Europa

Icíar dijo...

¡Feliz Navidad, Isabel!
Te escribo para dejarte este mensaje únicamente.
No te olvido, y en sacar el hueco que mereces me pongo de lleno a leer las últimas entradas que últimamente no he podido.
Un abrazo

Belnu dijo...

Gracias, Icíar, estoy refugiada y con una conexión incómoda, pero feliz navidad para ti también!!!

Ephemeralthing dijo...

El cierre del blog de francis b es una pena. Tendrá sus razones.

El poeta que puede ver más allá de sus ojos, lo sabe sin engreimiento.

Como dice Javier Marías: que el panadero no me cobre por el pan que hace. Más claro imposible.

Belnu dijo...

Gracias, Eph! Efectivamente, a los salvajes de este país les parece bien pagar el pan, pero creen que los autores no merecemos cobrar por nuestro trabajo. Yo sólo pienso en cómo emigrar

Stalker dijo...

Belnu:

espero que te recuperes de esa gripe ya mismo...

Respecto a la ley antidescargas, no entro en la polémica porque me faltan datos y aunque tengo algunas ideas no estoy seguro de que sean correctas y no puedan pensarse más a fondo.

Sin embargo, me espanta que Savater diga tan tranquilo que quien se descarga una película es un "imbécil moral" o que Goytisolo afirme que "quien pide que la cultura sea gratis es precisamente quien tiene menos cultura".
Con esos argumentos, esa agresividad y esa soberbia moral pontificia se hace un flaco favor a esa reivindicación.

Y lo que me pregunto es si yo soy un delincuente por haberte copiado las películas de Akerman y Aristakisyan, y si tú lo eres por haberlas copiado y pasado a tu vez.

¡A lo mejor sí lo somos! Y mira que no he tenido esa sensación ;)

abrazo

Belnu dijo...

A mí no me gusta el estilo de quien se sitúa arriba en la montaña, Stalker. Yo nunca me he bajado una película, pero he aceptado que me las pasaran, en efecto. También robé libros cuando era adolescente. Pero defender que los escritores, compositores y directores no tienen derecho a cobrar por su trabajo ni a ser protegidos contra el robo me parece atroz. Y más en un país donde la ley no protege a los escritores del engaño de distribuidores y editores, y nunca sabemos lo que vendemos ni cobramos por ello. Es un país de brutos, de gente irreflexiva e ignorante que no se para a pensar y se agrupa con los que le parecen los suyos, sin ir más allá.
Gracias. Sigo con una parte de esta gripe, pero hoy soy feliz porque aunque sea fugazmente he vuelto a mi novela, y por la feliz y extraña noche antinavideña de ayer.