martes, 12 de enero de 2010

Horas azules

Foto: Manel Armengol, Tardes blaves, Cadaqués, cap d'any de 2009
Yo sigo envuelta en mi enigma, sin saber por qué esquivo y aplazo el momento de la verdad de la escritura, sin saber cómo se me escapa el tiempo. Anoche, ya tarde, reuní un momento de valor y entré a mirar. Quería volver a leer un fragmento para mí clave en esa novela, aunque sigo dudando si debería ser el principio, si... Primero lo deseché mentalmente. Luego me gustó. Lo escuché imaginariamente en una voz alta interior y me gustó, aunque me sorprendió que ése pudiera ser el tono, mi tono para este libro. Aún no lo sé. ¿Debería seguir esa vía de la lentitud vondoderiana y ampliar con macro-objetivo el paisaje físico de esa bomba de relojería que es mi infancia? ¿O lograr como una de mis escritoras favoritas que el paisaje hablara y contuviera todo lo demás? ¿O debería seguir el para mí extraño consejo de mi amigo escritor serbio? ¿Y para cuándo mi coraje en ese empeño? Estas palabras se han borrado dos veces de este espacio virtual y he tenido que recomponer mis dos entradas, no sé por qué, misteriosamente.
Leía de esa biografía que han escrito Anna Caballé e Israel Rolón sobre Carmen Laforet, galardonada con el premio Gaziel y que se publicará en primavera, y me gustaban sus reflexiones. Dice la autora que, a diferencia de Cela, quien la ninguneaba y temía su competencia, Laforet “nunca se construyó un personaje que mediara entre ella y el público (cosa que sí hizo Cela, por ejemplo)." Y la compara con Greta Garbo, que estuvo huyendo de los fotógrafos toda su vida. Y Anna Caballé va más allá: "Dice Philip Roth que un escritor debe disponer de la fuerza necesaria para resolver este conflicto insoluble y seguir adelante. Pero esa fuerza, ¿cuánta fuerza es? ¿cómo se consigue? Laforet lo intentó y escribió cuatro novelas más, pero sólo fue libre escribiendo Nada”. Es una cuestión importante, que me devuelve a la frase de JRJ sobre "ser hocicada", y también a esos personajes que no logran seguir a flote a pesar de las tentativas de rescate, y que a mí siempre me atraen, aunque necesito sobre todo a los que a pesar de todo sí logran flotar, a pesar de sí mismos y del peso que les ha llevado al fondo tantas veces, como Jean Rhys o Dorothy Parker. Y también habla de ser libre, de esa necesidad de dejar jugar libremente al niño -la niña- interior, una criatura salvaje, sin moral, a veces casi terrorista, pero que sólo ataca literariamente y que necesita carta blanca para no enfadarse y bloquearnos. He leido del horror de Haití, una sola imagen que sobrecoge. No puedo decir nada. Me da la sensación de que el planeta se agite apocalípticamente.
He empezado a buscar traducciones sin desearlas, y eso significa que pueden lloverme o puedo no encontrar nada, porque los modos del inconsciente son múltiples, pero de momento, esa búsqueda va propiciando un gracioso acercamiento a algunos editores afines. Quién sabe lo que ocurrirá, como ya dije, todo está lleno de misterio...
Me ha llamado un antiguo amigo de la adolescencia, un guionista de éxito en las televisiones que de muy joven viajó por el mundo con varios circos, dando saltos mortales. Dice que se compró mi libro, lo leyó en un día y le gustó mucho y pensaba recomendarlo, y su entusiasmo generoso me ha alegrado la tarde.
He puesto aquí una foto que hizo Manel Armengol la última tarde del año, sin saber, mientras buceaba en el azul, que esa noche de fin de 2009 saldría una luna azul... Anoche G. y yo hablábamos de esas extrañas conexiones con alguna gente, que nos llevan a adivinar cuando nos llaman, aunque hayan pasado meses de silencio. Recuerdo a un artista conceptual que tenía una extraña conexión conmigo, casi telepática. Yo soñaba con él una noche y a la mañana siguiente reaparecía telefónicamente tras meses de silencio. O le encontraba en un restaurante japonés y me decía: "He soñado que estarías aquí". Creo que ya lo puse en algún cuento...

19 comentarios:

Isabel Mercadé dijo...

Tal vez la respuesta te la has dado en tu enlace, esa entrada antigua tuya con la carta de JRJ, que finaliza con el consejo "Huya de usted misma".
¿Tal vez huyes de ti?
En cualquier caso, me ha emocionado, porque sí es una respuesta para mí, y me ha emocionado que JRJ utilizara exactamente las misma palabras que yo... ¿Recuerdas las entradas en mi blog tituladas "por qué huyo de mí"?
Pero en tu caso, como ya te dije, da la impresión de que estás a punto, que sólo te falta encontrar eso, con qué pirueta te lanzas de nuevo a las profundidades, porque tú ya las conoces, ya has estado en ellas.

Belnu dijo...

Yo siempre me repetí esa frase de mi querido (aunque no lo entiendan algunos poetas modernos) JRJ, Bel M, y ese forcejeo ha sido una de mis constantes. Por eso me tocó esa entrada tuya, ese título... Efectivamente, yo ya estoy en la arena, el problema es que cada libro me compromete más y esa novela es para mí una obsesión, qui me harcèle y por otro lado me aterra...

frikosal dijo...

Yo leí ese texto sobre Laforet y me hizo pensar en ti. Ánimo con esa novela.

Belnu dijo...

Gracias, Friks, es difícil, pero no imposible, como el funambulismo

Adelarica dijo...

Grandes verdades lo que dicen, ambas, sobre Cármen Laforet. Nada es la libertad, en estado puro. Y después, no fue capaz de mantenerse en esa tensión, demoledora. No seré yo quien la culpe. Por cierto, y ya que los has asociado, ¿conoces la carta que JRJ le mandó a Cármen a propósito de Nada? Si no la conoces, ya te la pasaré, o la publicaré en el blog.

Belnu dijo...

No conozco esa carta, Álvaro! Tú siempre has leído más sobre todas las cosas y es una suerte comprobarlo, sobre todo para la pasión lectora que nos devora a veces, o siempre... Y JRJ es un favorito. Leíste aquello del mayordomo avisándole: Señor, el crepúsculo...?

Ephemeralthing dijo...

Pensaba hace unos días que algún otro creador que yo pueda conocer, normalmente plástico,utiliza en su proceso de trabajo un espíritu tan científico a partir de teorías y conceptos preestablecidos, que resulta un poco aburrido el escucharles hablar de ello. Todo viene a cuento porque me parece un privilegio el poder seguir aquí tu manera de trabajar en la escritura, como utilizas tu experiencia y sentido crítico pero sobre todo como no olvidas tu instinto y deseo. Gracias por compartirlo.

Belnu dijo...

Oh gracias, Eph! Siempre alegra vuestra escucha inteligente! No es la ciencia, porque hay científicos que contagian su pasión en sus procesos... y otros nada

Belnu dijo...

Quería decir que en algunos incluso el método más rigurosamente científico deja espacio vital para el deseo y la intuición, pero hay gente que se escuda en esos métodos para no ver, ni escucharse, como esos médicos que apenas miran ni escuchan al paciente, sólo miran los resultados de las pruebas

nomesploraria dijo...

Yo sueño que estoy soñando y que no me puedo despertar. También sueño que me peino. La foto es muy bonita, me recuerda a los ullastres retorcidos menorquines.

Belnu dijo...

El ullastres! Sí, Nmp, ese sueño tuyo peinándote es muy gracioso. También yo sueño que conduzco...

Dante Bertini dijo...

yo, en mis sueños, sigo sin zapatos ni pasaporte: un engorro.

Belnu dijo...

Yo he andado descalza en muchos sueños y he perdido muchas veces el bolso, lo gracioso sería encontrarnos en uno de esos, también con Nmp peinándose, al menos iríamos a objetos perdidos hablando de por qué los perdemos... aunque ahora llevo una racha onírica calzada y con bolso, a ver si se arregla!

el objeto a dijo...

la imagen es preciosa, hoy el cielo estaba azul intenso oscuro sobre las copas de los árboles del parque del putxet, y el amanecer los iluminaba con una luz entre rosada y naranja,

Tal vez se trate de escribir sin coraje, escribir desde esa falta de coraje, que también es un lugar, desde ese lugar en el que te salvas siempre, sarinagara,
en mi sueño hoy Enthoven era mi anfitrión atento en una casa en la montaña cavada en la piedra

Belnu dijo...

El coraje lo necesito para abrir uno de esos archivos de pruebas, o uno nuevo, para enfrentarme a lo escrito o probar una frase, para decidir lo que hago con ello. Sin coraje, simplemente hago otras cosas, cualquier otra con tal de no escribir lo que me acosa. Es lo que he hecho hasta ahora y no me sirve ni me lleva a nada más que al desaliento...

Belnu dijo...

A mí me consolaría soñar, aun que no me recibiese Enthoven

Isabel Mercadé dijo...

Que vaya muy bien esa tertulia, Isabel (leído en Hobby Horse).

Belnu dijo...

Gracias, Bel M!!!

Belnu dijo...

No he invitado a nadie porque he entendido que son un grupo de tertulianos más o menos fijos y que para ir hay que proponerlo antes, etc. Puede ser que no venga nadie, todo es posible, pero...