Seguir escribiendo, pensando, cerrando los ojos al sol, preparando una cena de viejos amigos, leyendo a Valery Larbaud y su nomadismo de hotel mientras recorro las calles feas, ruidosas y contaminadas de mi pobre barrio (que era bonito, frondoso y antiguo hasta que llegó el ayuntamiento de Hereuville a destruirlo), leyendo y escribiendo a los amigos, denunciando en los espacios que tenga todo lo que no funciona y avanza en la dirección equivocada, llamando a la prensa accesible (que es escasa pero existe), apoyando lo que es necesario (como el artículo de Laura Freixas en el Cultura/s del miércoles pasado), intentando compensar con las afinidades y encuentros y lecturas las oleadas y pisadas de toda esa mediocridad despectiva y mezquina, acariciando a la gata Gilda cuando vuelve de su larga siesta soleada, no perdiendo la esperanza de que G. se decida a avanzar, agradeciendo la caballerosidad excéntrica de J., saludando al pasar a mi azufaifo favorito (pronto tendré que actuar como brigadilla de limpieza quincenal porque la gente le tira bolsas de basura, vacía sus ceniceros del coche en ese jardín, y es que este país no tiene remedio), bailando también a veces por la casa, leyendo a Vinyoli al pasar por el baño, celebrando la llegada del segundo tomo de los Relatos de Kolimá de Varlam Shalámov (de Shálamov se habla como si su literatura fuese sólo un testimonio del horror de Stalin en Siberia, en Kolimá, pero se olvida que es alta literatura rusa, que es maravilloso leerle, que su capacidad chejoviana, sobria y asombrosa de convertir en literatura todo aquel hambre y frío y arbitrariedad sin una queja ni una condena, ni una valoración o una lágrima le sitúa en un lugar muy distinto y superior al del quejumbroso Soljenitsin, el lugar de la mejor escritura) y del Viva voz de vida de Marina Tsvietáieva (estoy deseando leerlo), los dos de Minúscula, consolándome de la España de Larra reactualizada y empeorada con intercambios especiales, soñando que la resistencia intelectual de unos pocos compensará el desierto cultural de la Universidad desmantelada, de las instituciones que sólo buscan hipercormecialidad y bajan el nivel de su programación y sus publicaciones buscando un supuesto público-ganado que les saque de la crisis o les justifique numéricamente con sus superiores, escuchando la estulticia de los que creen que la guerra de los Balcanes está pasada, como si el pasado no fuera necesario para entender el presente, como si hubiera que vivir sin pensar, o la de aquellos que creen que hay que disfrazar lo valioso de producto "atractivo" al ganado, riéndonos y buscando, ante la incredulidad de que gente valiosa y llena, absolutamente llena de conocimiento y cualidades útiles e inteligencia esté luchando por salir de la precariedad, animándome momentáneamente con mensajes de escritores que me recomiendan a un editor francés, y también, en este momento, intentando rescatar escritoras y fotógrafas del olvido.
Todos los que me lean están invitados a las conferencias de los lunes en el Espai Cultural de Caja Madrid a las 19horas, plaça Catalunya, 9.
9 comentarios:
entre las inteligentes aportaciones masclistas a un discurso (e)valorativo de las artes y las féminas, te recomiendo
dos sesudos ensayos:
El rouge de labios como aportación negativa a la "maladie contemporaine", de Eugene Castratti, y Formas femeninas y alienación en la vida cotidiana, de
Alexander Malfeto.
mejor tomárselo a broma, porque las ventanas siempre están al alcance del vértigo.
Ja ja, vaya, he tenido que leerlo dos veces! Vaya dos tipos interesantes Castratti y Malfeto... Veo que te has hecho una autopancarta!
autopancarta?
podrías explicármelo?
Es mi miopía! Veo que es una foto enmarcada entre plantas, creí que era en la calle...
por qué a mí no me aparece nada?
y encima la leyenda de abajo dice grapan...me dan ganas de zamparme un bocadillo.
muy interesante el artículo de Laura Freixas, parece mentira que aún nos encontremos aquí!
también que esos hombres todopoderosos y las mujeres identificadas con ellos, que disfrutan de un poder desmedido y unos salarios exorbitados con la única responsabilidad de ofrecer al sistema editorial, cinemátográfico y artístico trabajos de interés y calidad, se estupidicen tan pronto por el fantasma del supusto público-ganado que por supuesto no existe, y fallen en lo único que realmente deberían hacer
En este país, no sé por qué, casi nadie parece tener criterio para apostar por nada que no esté ya archireconocido en otros lares o aquí mismo, nadie parece querer arriesgarse a nada, y esa falta de criterio crea una gran pasividad y aunque alguien haga algo muy bien nadie reacciona, es lo contrario de lo que pasaba en otros lugares del mundo, es una falta de receptividad y decisión que agrava la crisis y la desigualdad y lo hace todo rígido y absurdamente rancio y banal
Espero que se pueda leer algo de esas conferencias, o si hay alguna publicación, etc... interesantes fotógrafas y escritoras. Que difícil parece hacer esa cambio en la mentalidad, las universidades, etc, pero, cuando no lo fue... hoy regalé un cuento de la flauta mágica más un cd con extractos de la ópera a una sobrina, le sonaba a chino! y eso que hay educación musical en los colegios..
Gracias, yo también espero que las publiquemos un día...! Efectivamente, es difícil resistir la corriente de desalfabetización de la enseñanza... ya no les enseñan lo importante, y les producen alergia de todo lo que suene a lectura, a cultura, a conocimiento, así esa ignorancia propicia la pasividad y la sumisión, nada es casual, me temo. Creo que hay un libro excelente, El aula desierta, que explica esas perversiones del sistema.
Publicar un comentario