Foto: I.N., Terraza en Madrid, 2008
Hay una extraña fuerza que amordaza el deseo de escritura, que encuentra maneras de llevarme otra vez a la aridez del bloqueo. Y pese a todo, en algunas conversaciones se filtran trozos de esos cuentos de escritora que no escribe. Me pasó ayer contándole algo a mi hermana italiana. Ella lo notó y dijo: "Tendrías que escribir eso". Yo lo sabía; es fácil reconocer esos desbordamientos y desviaciones, como aquel mensaje de correo electrónico que le mandé a mi amigo serbio hace años. Yo me di cuenta y él también. Luego perdí el mensaje y él tampoco lo conservaba, pero el cuento fue una reconstrucción tardía de aquello, que estaba en mi memoria viva, la más abstracta e inconsciente: utilicé el mismo título del "asunto" o subject del mensaje y la misma estructura, sólo que ampliada. Fue tiempo después, seguramente meses, pero hay obsesiones que crecen en la cabeza y se fijan ahí con sus raíces simbólicas, y a veces descubro en una página de cuadernillo que no he leído frases y cosas idénticas de un cuento que luego he escrito directamente en el ordenador. En cambio otras parecen volatilizarse en la memoria como los sueños, que a veces pasan un momento por la mente al despertarse, a veces abstractos como una atmósfera, una sensación, unos colores, y se vuelven al inconsciente tal vez para siempre. Lo cierto es que ahora tampoco me siento exactamente bloqueada; al contrario, tengo la sensación de que podría en cualquier momento ponerme a escribir, sólo si hiciese el esfuerzo de volver... Cuesta entender cómo esa escritura que me transporta inmediatamente a un estado de rara felicidad me produce también tantos reparos y huidas...
Ayer salió otra de mis reseñas en La Vanguardia (Peter Hobbs). Fue una de las pocas cosas buenas de un día pesado y cargado. Acabé trabajando hasta tarde, integrando nuevas correcciones en el libro de Miñarro y Morandi sobre "trauma psíquico y transmisión" (memoria histórica).
Mañana iré a una comida en la Fundació Jaume Bofill, que financió una parte de mi proyecto (y me permitió emprender los últimos viajes balcánicos), a explicarles mi experiencia allí. Hablar de ese libro balcánico siempre me hace ilusión y yo siento que hay una mezcla de asombro e interés en los que me escuchan. Ojalá los editores alemanes se decidan a quedárselo en Frankfurt.
El otro día, en una conversación con madrileños, ellos me recordaban esa idea de que aquí (per aquests topants, como decía la buena traducción de Parcerisas de los cuentos de Beatrix Potter que compré para G cuando era pequeño... Aquí la gente imagina que se trata de cuentos cursilones o naïf, pero es alta literatura, y si no, lean El sastre de Gloucester, por poner un ejemplo... Naturalmente yo no quise ver esa película estúpida que la banalizaba, pero siempre que voy a algún lugar rural o veo un huerto se me aparece el pérfido Mr. McGregor y los conejos que le sisaban, o aquel cuento en que las ratas apresan a un gato e intentan cocinarlo envolviéndolo en una masa) vivimos en una isla, no estamos rodeados de ese clima del PP que les envilece allí, incluso en el mundillo cultural, y que por ejemplo, en un diario de esa ciudad, un escritor puede preguntarse anhelante dónde está nuestra Sarah Palin (¡y defender un creacionismo sui generis abandonando toda razón!), como si esa figura hiperderechista y deprimente (ya tuvimos a la Tocino: aunque su aspecto fuese mucho menos glamoroso, diría que no se atrevió a defender la pena de muerte ni el dichoso creacionismo, pero era ese mismo modelo de madre de mil hijos, etc) tuviese un atractivo político. Aquí siempre hay gente dispuesta a mirarla sólo por su aspecto, pero si ganase McCain y ella llegase a presidenta todos la sufriríamos (¿cómo íbamos a imaginar que podía haber algo peor que Bush?). Como señalaba la psicoanalista Maria José Muñoz hablando de Zizec, es intolerable que llamen postfeminismo (y hay casos peores, como un titular de El País que decía: "Sarah Palin, ¿un nuevo feminismo?") lo que sin duda es prefeminismo, en el sentido de prehistoria y no de "conducir a", ya que su ideología niega, en pleno siglo XXI, todas las conquistas históricas de las mujeres entre el XIX y el XX, además de negar las leyes de Darwin, etc. Yo comprendo que, cuando uno tiene que oír o leer escritores que defienden el creacionismo y al personaje político de SP, la percepción de las cosas y el humor son otros. "Nosotros también tenemos nuestras cruces", les dije yo a los madrileños. De hecho llevamos una racha espantosa. Después de veintiséis años de pujolismo, cuando al fin llega "la izquierda" a gobernar, nos encontramos que siguen prácticamente las mismas políticas en educación, medio ambiente, cultura, etc. Que sólo cambian una perversión del lenguaje por otra. Que siguen favoreciendo a la escuela privada y religiosa. Que desdeñan la paridad en los cargos importantes. Que destruyen el paisaje, el medio ambiente y el patrimonio sin escrúpulos ni límites. Que continúan con las comisiones y la corrupción y se caen los túneles. Que siguen con la política del cemento y la llevan a sus extremos. Que sólo parece importarles "la cuestión nacional", pero no logran ninguna negociación que cambie el hecho injusto de que los catalanes paguemos más impuestos y recibamos menos que el resto del país, mientras el resto del país nos considera insolidarios.
Hace una tarde silenciosa y sé que se lo debo a la lluvia, que obliga a parar el estruendo de las obras. Cómo me gustaría prolongar este tiempo... Voy a seguir con Daniel Chandler... Por cierto, he visto gracias a Eph una interesante web de Vila-Matas (pero yo no estaba entre los blogs, como en la canción de AM).
El lugar de firmar para salvar los árboles de la Diagonal y la Ciutadella es éste, pero recordad que a aquellos que eligen la opción de que su nombre no figure no podremos contarlos, su firma habrá sido inútil, lo mismo que aquellos que firman sólo con un nombre de pila (como Jose o Artur), desaparecerán de la lista cuando la publiquemos. Y también recordad que esa casilla de la web donde se pide dinero para otras campañas no tiene nada que ver con nuestro manifiesto, ignoradla y seguid... Y por favor, enviad el link a todos aquellos que podrían firmar, advirtiéndoles que añadan su profesión en la casilla de comentarios, que no oculten su nombre y que ignoren esa petición de dinero...
11 comentarios:
Tu libro balcanico tengo tantas ganas que salga ya publicado!!! falta mucho?? Cuando me siento a escribir un post para el blog siempre me acuerdo de vos, de Dante, de Vane de los que creo que les es tan facil expresar lo que sienten, lo que quieren transmitir... pero veo que tu tambien tienes tus baches de inspiración para los cuentos...
Hermosa la foto que publicas de raices es de un arbol madrileño???
Yo reenvie la web de las firmas a mis contactos espero sirva de algo y la gente se movilice...
Besitos guapa!!!!
Gracias, Gisela. No, a mí no me cuesta escribir en este blog, que es un alivio momentáneo y un ejercicio agradable. Tampoco es que tenga baches de inspiración (hay tres cuentos ahí esperándome), es algo que me impide sentarme a hacerlos, a eso le llamo corriente interna.
Ah, de los árboles, no sé, todo es tan lento, y hay tantos que firman sin nombre... no lo entiendo
Ah, olvidaba responderte a la primera pregunta. La fecha de publicación es enero de 2009.
El árbol es de Collserola, antiguo pulmón verde que The Evil H ha mandado talar para construir su montaña rusa...
Ah, la Palin, el creacionismo, ese clima (¿son conscientes de ello?)... cuantas cosas.
Me interesan esas historias que aparecen en los sueños, ¡si se pudieran recordar!. Yo soy muy dormilón y creo que es por lo que llego a disfrutar soñando, sin el freno de lo racional. Aunque yo creo que incluso en sueños me vigilo un poco. El otro día estuve a punto de dormirme al volante y lo noté por que de repente mis pensamientos alzaron el vuelo, como en una película, imaginando historias sin lógica o con otra lógica. Pero por suerte la parte racional recuperó el control y paré a dormir. Esas fuertes ganas de dormir me parecían como una necesidad imperiosa de imaginar cosas.
Pero no de bailar como a ti en el ave, me hizo reír.
Yo no puse la profesión ¿es grave? Es por mi tontería del verbo ser, si es importante la rehago.
Me he imaginado esos pensamientos tuyos que salieron volando como cuando el capitán Hadock se quedaba dormido mientras andaba y transformaba lo que veía, Tintín en vez de mochila llevaba unos paraguas gigantes o algo así, todo era de colores pastel y cambiaban los tamaños... O en Alicia a través del espejo, cuando le dan la mano para saludarla y se encuentra bailando al corro sin transición... Y cuando integras en el sueño los ruidos, yo una vez soñé que uno de una tienda decía, con un timbre de voz absurdo y estridente "Nooooooo..." y era el despertador.
Es mejor poner la profesión, pero como yo tengo que irlas copiando, dime cuál debo ponerte en la lista definitiva (de esa habrá que borrar anónimos, repetidos, nombres de pila sin apellido...)
"Y cuando integras en el sueño los ruidos.."
Ajá. Efectivamente, es como hacerse el mundo a medida para seguir durmiendo a gusto.
Me voy pensando cual es mi profesión y te mando un correo.
Hoy por la tele han dicho que en estos tiempos de tribulación los ejecutivos y financieros de París van a misa a la hora del bocadillo y rezan por la estabilidad del mercado.
Si fueran los de aquí, pero en París, ¿quién va a misa? Cuesta creerlo...
Es el problema de la TV, y de la prensa, a veces cuesta creerlos: pero salieron todos con cara de éxtasis en la capilla y uno declaró que Dios vela por el hombre en momentos de tribulación, o algo por el estilo.
En París, esos serán tres o cuatro
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