jueves, 31 de enero de 2008

Danzad, danzad

La primavera, de Botticelli (ahí están las 3 Gracias, no tan densas como las de Rubens, entrelazadas, y la que va sembrando flores podría ser yo en otro tiempo, o en mi danza imaginada de hoy. Me gusta ampliar esa imagen y mirar el cuadro, que no parece un decorado, sino una narrativa misteriosa, ¿está embarazada la que reparte flores? ¿Lo están todas o son los efectos de un banquete anterior, fantasías del pintor o la moda de la época? ¿Y esa especie de Mefisto que tienta a la que está a su lado? Y la mujer ensoñada del centro del cuadro? ¿A quién va destinada la flecha de Cupido? ¿Y ese efebo algo femenino que coge una fruta del árbol...¿Lo está mirando una de las Tres Gracias? ¿Le desea o lo vigila con desaprobación? ¿Y esas texturas casi ornamentales del bosque...?).
Esta mañana había un estruendo terrible en la escalera y cada vez se acercaba más. Dos hombres agujereaban el suelo junto a las puertas para pasar nuevos cables de luz. El ruido era tal que parecía imposible, pero yo corregía erratas de mi segundo borrador de La historia del azufaifo (que anoche terminé, tras recortar también mi reseña de la biografía de Melville para que salga pronto en el Cultura/s. Y gracias a eso me fui a la cama con esa felicidad superyoica de deber cumplido). Estaba pensando en fugarme en cuanto acabara la corrección, pero alguien del MACBA a quien no podía decir que no, me pidió ayer que le tradujera un texto con toda urgencia y yo acepté, así que estaba amarrada al duro banco.
G. ha llegado asombrado de los rugidos y en ese momento ha llamado mi vecino, para preguntarme si era yo quien hacía esas obras. Yo me he quedado estupefacta. ¿Cómo puede pensar alguien que yo hago obras? A menos que se rompiera algo grave, nunca pensaría en producir esa clase de ruido (a diferencia de Kiko Amat, cuyo texto celebrando toda clase de estrépitos tuve que traducir ayer al catalán para un programa de tv), yo sólo pensaría en cómo absorberlo, silenciarlo, huir. Será la edad.... O lo caro que anda el silencio. Pero pese a los decibelios que envilecían mi espíritu, he logrado acabar y enviarlo.
Ayer o anteayer empecé a pedir permisos a algunos de los que escribieron sobre el árbol para incluir sus textos, y todos me dicen que sí, y con mensajes dignos de guardar en mi Carpeta Especial Para Momentos Oscuros... (Antoni Puigverd, Francesc Arroyo, Oriol Bohigas...) O para contrarrestar las noticias del mundo (Mi amigo serbio desespera y con razón: se ve al candidato demócrata serbio muy nervioso y al horrible radical con sonrisa de ganador, viajando a Rusia. " Y en cuanto a aquí, la única noticia buena es el esquinazo que los empresarios catalanes le daban a ese desagradable Pizarro", decía L. con tino.)
Y a media mañana, tal vez influida por la feliz interrupción de ese temblor cósmico en mi puerta, en un momento de osadía silenciosa, le he pedido a Enrique Vila-Matas que me hiciese un prólogo. Como imagino que anda muy ocupado, le he dicho lo que pienso: que él conoce bien la historia del azufaifo y que no me dijera enseguida que no, porque a lo mejor ya tiene ese prólogo escrito en un rincón de la cabeza y sólo tiene que darle al botón de imprimir. ¡Y me ha dicho que sí! Me he puesto tan contenta que he estado bailando sobre la alfombra roja y la gata me miraba con sorna. (Por cierto que anoche la vi observar las volutas de humo que subían hacia el techo con una expresión ensoñada. Si hubiera sido un musical se habría puesto a cantar).
Le he dejado a mi editor, aprovechando su ofrecimiento, que me haga propuestas de poda, no sin miedo, no sin dolor, pero sabiendo que es necesario. Y es que en los blogs, cada día empezamos de nuevo y volvemos a repetir, y esa manía reiterativa ofendería al lector de un libro en papel. Al corregirlo, me he dado cuenta de lo tenaz y repetitiva que he sido en mis cartas a políticos, ¡no está mal para variar! Tanto escucharles a ellos... al menos yo no les he dicho mentiras. ¿Y de dónde habré sacado yo tenacidad? Tal vez de esos sentimientos que me atribuyeron el otro día y que yo no reconozco como míos, "desprecio profundo y hastío, idealización"? Quién sabe. La cuestión es que la furia de la dríade o su nervio dan resultados. También he empezado a seleccionar algunas ilustraciones posibles... on verra bien.
Volviendo al ilustre prologuista, me ha dicho una frase muy suya, que espero que ponga como título de su exordio, porque quedaría muy bien. Luego se lo he contado al Librero de la calle Berlinès, y me ha contestado un mensaje que copio aquí, porque me parece tan inspirado como siempre, y porque también es en cierta manera una autorización, que entronca con mis disquisiciones de ayer y anteayer sobre la autoficción y los que la desaprueban: "És magnífic que Vila-Matas et faci el pròleg. A mi també em fa molta il·lusió el llibre (que surti un personatge inspirat en mi em fa molta gràcia), sobretot pel que suposa de testimoni i perquè crec que serà una magnífica obra 'd'autoficció'. Què ha estat la lluita pel ginjoler sinó la representació d'una petita 'ficció'? El relat del teu blog formava part de la mateixa lluita, un relat inseparable de les diverses accions ciutadanes. Vaja, que la història del ginjoler ha existit perquè l'has relatada. De fet, ja era relat abans de començar les accions: un bon dia la teva cosina V. et va parlar de l'AZUFAIFO i..."
También he recibido un sms de una inteligente amiga psicoanalista, Tessie, que decía: "Has cuidado algo muy valioso. En El Prado vi un cuadro de Rubens, Las Tres Gracias, y supe que eran: Dar, Recibir y Devolver; absolutamente entrelazadas. No hay una sin la otra. Desde avión a Palma..."

12 comentarios:

Anónimo dijo...

cuánto éxito, cuánto prólogo!
felicitaciones
florecerá el azzufaifo...

Belnu dijo...

Mmm, tostadas, lástima que ya devoré las mías... Me encantan esos nombres derivaciones y juegos de Gato de Cheshire. Sí, sí, espero que florezca, "mi" árbol...

nomesploraria dijo...

El bosque, que raro, parecen camelias arborescentes, o quizás rosas.
Sí podrías ser ella.

Es por los decibelios que envilecen que huyo siempre que puedo. Busco silencio, necesito poco más.

Tinc ganes de llegir la teva història i el pròleg del senyor Vil-Matas.

nomesploraria dijo...

Ui! m'ha caigut una a pel camí: Vila-Matas i no "Vil". Che disastro, mil disculpes.

Belnu dijo...

Camelias arborescentes! Me encanta el nombre... La a se habría caído entre las camelias del bosque, yo ni me había dado cuenta... Comprendo esas huidas tuyas al bosque, Nmp. Y gracias!

frikosal dijo...

La verdad es que yo también tengo ganas de leerlo!

Que bueno vivir en un musical y que los gatos se pusieran a cantar... o tal vez no.

Hoy, en la tertulia con los amigos, he propuesto duras penas de prisión para todo aquel que manipule un vehículo motorizado con la consecuencia de que aumente el ruido de su motor.

Aquí, al estar sin dríade y sin fuerzas, nos han arrancado todos los árboles de la rambla. Dieron alguna excusa pero no me acuerdo.

Belnu dijo...

Lo de los árboles arrancados es espantoso. Lo mismo me dijo una chica que vive en Gavà: por lo visto había una rambla con árboles vetustos que daban sombra en verano. Los quitaron porque sí, dejaron el paseo pelado y ahora en verano no se puede ni pasar. Son arboricidas. Si ves que a los árboles aquí les atan cables, los asfixian, les hacen incisiones, y en cuanto pueden los cortan con cualquier excusa, que si están enfermos, que si son demasiado uniformes o ponen en peligro las casas, como decía aquel blogger castellano que venía por aquí de los pobres plátanos. Nos peleamos por eso y no volvió.
En cuanto a los gatos que cantan, mejor soñar. Muy bien tu medida contra el ruido....

el objeto a dijo...

En el mensaje de nuestro Librero de la calle Berlinés he leído "Es màgic que Vila Matas et faci el pròleg" en vez de "magnífic! y es que lo es, y la frase de Tessie acaba de articularlo perfectamente: dar, recibir y devolver! Como te decía creo que a parte de la magnífica historia, lo que hace que a la gente le apetezca participar y leer la Historia del Azufaifo es que es una historia llena de deseo, de ilusión, eso es lo que se desprende y se comparte
re-felicitats!

Belnu dijo...

Ay, gracias, Petite a, yo no sé qué haría sin tus explicaciones e interpretaciones, que dan sentido a todo y lo sitúan en su lugar, como en mi sueño del cerebro. Siempre me produce una mezcla de alivio y fascinación oír o leer esas frases tuyas, lo malo es que crean dependencia!

Anónimo dijo...

Hola Bel: tantas son tus loas al librero de la calle Berlinés, que acabé mordiendo el anzuelo :-) y me pasé por ahí. Es un ser encantador , coincido contigo. Yo, tan contraria al psicoanálisis por malas experiencias personales, acabé comprando una introducción para "reacios" y poco doctos en la materia.
"Todo lo que usted nunca quiso saber sobre el psicoanálisis " de Cristina Fontana. Está francamente bien. La razón de mi cambio?, simple: estoy bastante cansada de mi somatización,si estoy mal animicamente, inmediatamente me enfermo fisicamente . Intento buscar otros caminos.
Un saludo cordial!

Belnu dijo...

Me alegra mucho de provocar visitas a ese librero favorito, con su charme y su sapiencia se lo merece! Y ese libro también lo tengo yo, es decir, se lo compré a G. cuando me dijo que le interesaba el tema; yo sólo lo he hojeado, pero promete... Me alegro mucho de tu cambio y espero que esta vez sí tengas la suerte de encontrar a alguien valioso y que te entienda y te ayude a salir del círculo...

Belnu dijo...

Me alegra verte por aquí!