domingo, 8 de abril de 2007

Li Bai y la ciudad vacía


Foto: Andrea Resmini, China, 2006.
Ayer, después de tres días grises y otros tantos de lluvia inusual, salió el sol. Había un silencio maravilloso en mi barrio, cada vez más difícil en esta ciudad, yo estaba decidida a no salir, pero interrumpí la escritura de una memoria de mi proyecto balcánico (otra solicitud de beca) para dar un paseo, a s'hora baixa, como dicen los isleños, o la poqueta nit, como contó una vez Pasqual Maragall que decía su abuela (confieso mi nostalgia de la presencia de un político letrado -a pesar de sus errores y de que nunca fui votante de su partido-, que se fijaba en las palabras no sólo para distorsionarlas, vaciarlas de sentido y mentir). Yo iba a visitar brevemente a alguien que vive a las puertas de Gràcia, donde todavía no se nota el hormigueo constante de ese barrio. Al volver fue cuando más pude disfrutar de mi paseo, que a mí me pareció stevensoniano. No había apenas nadie en la calle, apenas algún coche. Descubrí un pequeño parque que no conocía, una de esas antiguas casas (¡de veraneo!) donadas a la ciudad como contrapartida al horror inmobiliario, que parecía limitado por la falta de coches, la Casa Sagnier. Un mirlo estuvo cantando ostentosamente para mí en exclusiva, hasta que llegó un señor con su perro y el mirlo se fue. Por un momento, la quietud silenciosa excepto por la vibración del aire me recordó a la atmósfera de Blow Up y casi esperaba presenciar algo misterioso y cortazariano. También me senté un momento muy por encima de la destrozada estación de Padua, frente a un ciprés escandalosamente fálico por su curvatura, que me hizo pensar cómicamente en la falta lacaniana. Allí, otro mirlo me dedicó un pequeño concierto. Luego, al volver, leí uno de los pequeños poemas de Li Bai que me trajo V:

ACOMPAÑO A MI ESPOSA, QUE PARTE AL MONTE LU EN BUSCA DE LA MONJA TAOÍSTA LI TENGKONG II

ALABADA seas, descendiente de ministros,
que aprendes el Curso y amas la inmortalidad.
Tus pálidas manos alzan brumas azuladas,
la falda de gasa arrastra neblinas purpúreas.
Cuando hayas partido hacia las cumbres de Pingfeng,
con fusta de jade irás a lomos del faisán.

11 comentarios:

mr.ed dijo...

jamás me bajé en padua, no conozco ese tronco fálico, nunca fui a china ni un mirlo cantó para mí, pero por suerte dejó de llover gris.

un lindo día para ir a lomos de faisán

Belnu dijo...

Pues sí, pero habría que llevar sombrilla! He estado leyendo el periódico en la terraza de una amiga que sí habrá bajado en Pàdua y casi me fundo bajo el sol... A lomos de faisán y levantando brumas azuladas...

Dante Bertini dijo...

por qué blow up? por qué cortázar?
escribo la presentación del libro de un amigo y hablo precisamente de ellos...coincidencias? es más que eso, verdad?
aunque tal vez todo sea debido a la publicidad que tantos maldicen...

Belnu dijo...

Yo ni siquiera he visto ese anuncio... Será que ellos están de nuevo en el Zeitgeist, el espíritu de este tiempo... no crees? Será que el publicitario lo ha captado, como nosotros...

el objeto a dijo...

te respondo, como hacían los poetas, pero también con un poema de Li Bai,
Amigo Yuan Danqiu
afín al inmortal
al amanecer bebes el agua clara del Ying,
al ocaso va a las nieblas púrpuras del Song,
Las treinta y seis cimas siempre recorres sin cesar,
recorres sin cesar,
por astros y arcos iris,
Vuelas subido al dragón, tus orejas soplan viento, cruzas los ríos y mares y así llegasal cielo.
Te sé vagaroso, libre y con la mente infinita.

Preciosa imagen, perfecta para este día de nuevo gris y lluvioso, me imagino despertar en ese lugar, y desayunar con los campesinos la sopa de mijo hervido y un buen bol de leche de soja caliente

Belnu dijo...

Ah, me encanta ese Yuan Danqiu, "afín al inmortal", que bebe agua clara y vuela como en unas montañas rusas hasta el cielo, y su definición "vagaroso, libre y con la mente infinita". Aunque mis vecinos han vuelto y el silencio ya no es perfecto (les oigo carraspear, hablar, sus músicas que se distorsionan y vibran en ondas extrañas al llegar aquí), tengo un festival de pájaros en el patio de manzana, para mí, el mirlo es el rey, una soprano, a veces burlona, los otros son pajarillos pequeños que pían pequeñamente, y la luz es de primavera aunque sea gris.

Anónimo dijo...

Hola bella,

geoenparis@hotmail.com


bso ;-)

Alma Larroca dijo...

volvieron los días grises, pero la ciudad dejó de estar vacía, ufa...
quiero agradecerte por el contacto con Idoia, ayer nos conocimos y me parece una persona encantadora.

un saludo

Belnu dijo...

Vaya, neuronas parisinas, qué suerrrte la tuya... te perderás un vinillo...
Alma, por lo que oí, creo que el gusto es mutuo... y sí, la ciudad ruidosa y yo agitada...

Anónimo dijo...

están tus trazos en mi bulin

Belnu dijo...

Huy, huy