domingo, 29 de octubre de 2006
El País del domingo
Foto: Isabel Núñez, Berlín, 2005
"Los niños olvidados del vertedero
Medio millar de menores sin escolarizar viven en un barrio ilegal de Madrid entre droga y escombros
Es el paseo de la Castellana del lado oscuro del espejo: la Cañada Real Galiana, 15 kilómetros de una antigua vía pecuaria convertida en un pueblo ilegal de 40.000 habitantes, donde los problemas educativos, sanitarios y de seguridad cercan a los niños. Polvo, basura, droga, brotes de tuberculosis y sarna y medio millar de menores que no van al colegio. Hay niños que viven en chalés de lujo. Otros conviven en chabolas con las ratas. Miles de camiones atraviesan cada día la cañada camino a los vertederos de Madrid, y en cuatro años han matado a cuatro chavales y han dejado graves secuelas a otros seis. Uno de ellos es Hussein, de 16 años. Tiene la mirada fija y un temblor constante. Apenas habla..."
Son estos Nuevos Tiempos tan dickensianos, los bancos españoles compran bancos europeos y anuncian sus crecientes beneficios en primera plana, los precios suben sin control y el endeudamiento medio de los ciudadanos aumenta hasta la asfixia, pero no hay obreros, todo el mundo se considera clase media gracias a las gravosas hipotecas, el paisaje desaparece bajo la fealdad del cemento y los pelotazos inmobiliarios se extienden por los ayuntamientos de este país. Cuando les conté a unos colegas berlineses lo que cobramos en España por traducir o por escribir reseñas, no querían creerme. También les cuesta comprender por qué aquí la gente no vive de alquiler, como hacen ellos, allí los precios son más bajos y es muy difícil que a uno le echen de un piso alquilado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
En efecto, el panorama inmobiliario berlinés no tiene nada que ver con el de "nuestra" Barcelona. Resulta de lo más revelador observar cómo, en Berlín, la gente no siente la necesidad de ser propietario, de entrar en una relación de perpetua servidumbre con los bancos. Cierto es que la municipalidad de Berlín está muy endeudada: en palabras del alcalde, es "pobre pero sexy". Por ello se amenaza estos días con la privatización de las viviendas públicas, lo cual podría producir un aumento dramático de los alquileres. Todo indica, en definitiva, que se desembocará en una situación de "normalidad" capitalista, más parecida a lo que conocemos en España, donde, por mucho que se empeñen nuestros políticos, nunca existió el Estado de bienestar. Pero, mientras tanto, Berlín otorga derechos a los arrendatarios, y eso resulta muy tentador para quienes nos sentimos expulsados de Barcelona y de su tremendo circo inmobiliario.
Estamos contigo ahí Isabel. Caña a la dejadez de las administraciones, a la especulación inmobiliaria. Hay que dar eco a estas cuestiones. ¡Que se agarren los machos!
Gracias, LC, hay que seguir, sí
Publicar un comentario