Sin saberlo, fui a NY a trabajar. O tal vez la mente no puede dejar de trabajar en ningún caso. La cuestión es que traduzco a Maeve Brennan y también traduzco un catálogo sobre la transformación de Manhattan desde los años sesenta hasta ahora (Mixed Use Manhattan) y los trabajos de una serie de artistas sobre esa ciudad. Mis propias fotos parecen ilustrar esos textos que traduzco. No acerté a planteármerlo así, a llevar la traducción más allá de sus miserias, como la apasionada traductora Selma Ancira, que cuando decidió traducir el maravilloso Viva voz de vida de Marina Tsvietáieva supo que tenía que ir primero a Crimea, a ver la tierra de Voloshin (¡Crimea! Planeo repetir con ella ese viaje para mayo de 2011). Mientras espero los libros de La Vanguardia, leo La estepa de Chéjov; el prólogo magnífico de mi edición americana cuenta esa parte ecologista de un Chéjov furioso con los efectos de la industrialización y el desarrollo incontrolado que destruye el paisaje y también su decepción al volver a su tierra natal y descubrir 60.000 habitantes preocupados tan sólo por comer, beber y reproducirse, "qué sucio, ocioso, analfabeto y aburrido es Taganrod" (a mí me parece que esté hablando de Barcelona o de este país entero, excepto quizás en lo de reproducirse; son otros tiempos), y de cómo se puso a plantar árboles y siguió haciéndolo en Yalta al final de su vida. Me dice C.U. que mis cuentos le recordaron a La estepa (comparación mil veces generosa y excesiva, naturalmente!) por la sensación de paisaje continuo o trayecto del niño en el que los personajes van apareciendo y desapareciendo. Esa idea me gusta más que lo que he leído en muchos lugares, pero es que no hay mejores lectores que algunos escritores, como EVM, como Zanón, como Magrinyà, como muchos otros que me han llamado o escrito para decirme sus impresiones sobre mis cuentos, todos los que son capaces de leer sin prejuicios misóginos, con criterio propio para descubrir algo por su cuenta. Me gusta muchísimo La estepa. Hay un momento en que una mosca filosófica intensifica ese efecto de calor abrasador y desnudez del paisaje. Dice Chéjov que la mosca "vuela justo por encima del suelo, batiendo suavemente sus alas, y de pronto se detiene en el aire, como ponderando el aburrimiento del mundo, luego agita las alas y vuela a través de la estepa como una flecha, y no puede decirse por qué vuela ni qué quiere..."
Estos días me despierto aún extrañándome de que la luz no venga del lado izquierdo de mi almohada, tan poderoso ha sido el efecto de la Gran Manzana sobre mi mente. Sé que en mis sueños sigo un poco allí. Ayer en el sol radiante de la terraza me comí el 95% de mi cosecha espontánea de fresitas: ¡¡¡9 diminutas y deliciosas pequeñas fresas, encontradas antes de que llegasen los mirlos!!! También ayer fui a correos y me di cuenta de que el cartero trabaja para mí: tenía ocho libros esperándome, por una semana de ausencia... Entre ellos estaba My Mother de Richard Ford (a quien traduje en una época muy distinta de mi vida), Summertime de Coetzee (me intriga esa dureza contra sí mismo de la que me hablaba Dolors Udina mientras le traducía) y los envíos que me hacen los editores: el Ramaiana de Atalanta, qué preciosa edición, y una novela elogiada por su traductor, Martínez Lage, La biblioteca de los sueños rotos, de Peter Manseau y otros...
También traduzco un libro maravilloso de Jean Giono que a veces es endemoniadamente difícil, tanto que vuelve a ocurrirme lo que ya sufrí con Jacob Riis (ganaba más por hora la señora que venía a limpiar mi casa que yo traduciéndole), persiguiendo a expertos para poder desentrañar una frase, un nombre. Ayer recurrí a mis franceses de Facebook, pero no supieron ayudarme. Al final me ayudó Annie Bats. Pero yo misma me meto en estos líos tremendos. Y en este caso, todos esos compromisos, que asumí cuando temía quedarme sin nada, suponen una renuncia a mi escritura. Sé que no escribir me mata, es un veneno a veces lento o una mina enterrada que estalla de pronto, no sé a qué estoy jugando, tal vez debería haber hecho caso al brujo madrileño y haberme arriesgado a ser rápidamente homeless, tal vez ocultarme tras el azufaifo, escribiendo sin parar, sin pagar los gastos que ahora me atan estúpidamente. Pero soy demasiado vieja para resistir debajo de un puente. Y también está G... Así que quién sabe. Otras veces me consuelan el sol y las sombras de las hojas de árboles (los que Hereu no ha talado aún) con esta luz maravillosa y pienso que algo bueno ocurrirá y que podré comprar tiempo y seguir escribiendo sin traducir...
El sábado leeré mi conferencia Danielle Collobert, Naufragi en un mar de paraules. Le he añadido una pequeña introducción, porque sentía que traicionaba a Collobert con mi imposibilidad y luego he leído su prosa, mucho más penetrable para mí. Será a las 12h, en L'alliance française de Sabadell. Si yo viviera en esa ciudad, no saldría nunca de L'alliance. Siempre me llegan noticias de películas magníficas y conferencias. La grande illusion de Renoir, Hannah Arendt, María Zambrano...
Ayer vi a mi amigo serbio, que está en plena forma, con sus libros, traducciones y lecturas. Me dijo que leyera la primera novela de 2666 de Bolaño, o las dos primeras, que para él son lo mejor de ese libro compuesto, y claro, le haré caso. Hasta ahora lo había evitado porque mi Bolaño preferido siempre es corto: Estrella distante, Literatura nazi en América, Llamadas telefónicas; ya sé que no es lo que opinan los críticos, pero en la lectura, nos puede lo subjetivo, aunque muchos no quieran reconocerlo. Estos días pienso mucho en esos escritores como Bolaño y como Jean Rhys, a quienes el éxito llegó demasiado tarde; creo que ya lo dije aquí. "¡Primero hay que morirse!", bromea mi amigo serbio. Tal vez sea así.
En el avión de vuelta escribí unas frases que podían significar otro principio para esa difícil novela. Aún no he tenido opción de probarlas porque para eso necesito al menos dos horas, mucho coraje... o tal vez es mi parte gallina, que se acobarda y aprovecha la coartada de la traducción. Hoy he tenido una reunión en el Raval con una fundación en la que me ocupo de la comunicación y la vista desde la ventana baja de la calle del Carme, con los prunos exuberantes y a punto de florecer sobre una fachada rojiza y mediterránea era maravillosa. ¡Esta luz! El mirlo está cantando ahora mismo. Siempre me ha alegrado esta época del año, el retorno de los pájaros, la fruta, y sobre todo la luz. Por eso me hizo ilusión cuando G., muy pequeño, me dijo que cuando llegaba este tiempo la luz que entraba por los ladrillos de cristal de la escalera le ponía contento.Yo sé que G. es un buen lector, un lector más sensible e inteligente que muchos profesionales, porque siempre entiende lo importante en lo que lee y se lo digo, para animarle en sus posibilidades. Mi primer día en Manhattan, con el jet lag y sin haber dormido apenas, me pidió por el chat que le diera unas claves para comparar la ética protestante de Weber con Marx y con Freud. Pues bien, me salieron unos cuantos argumentos, tal vez inspirados en mi cansancio y la emoción americana. Yo sé que él, con esas claves, puede hacer un trabajo inspirado. Sólo le hace falta tener confianza.
Por cierto, tal vez deberíamos aprender en BCN estos consejos para turistas que ponen en una web de NY... Ah, y ayer me hizo ilusión recibir el libro Els arbres de Figueres, de Cristina & Josep Viñas, en la página 74-75 , en el apartado El ginjoler, hay un párrafo de La plaza del azufaifo, sale V. y mi infancia y el principio de todo. Me habría gustado ir a la presentación, pero estaba yo en ultramar...
Y ahora vuelvo a la traducción...
30 comentarios:
Los detectives Salvajes lo he intentado leer varias veces y no puedo, 2666 no lo he intentado , los cuentos de Bolaño tampoco me gustan , por contra su libro de critica (Entre paréntesis) es uno de mis preferidos, lo he leído muchas veces de forma desordenada.
Hay personas que cuando uno de sus escritores ocultos se hace famoso les da rabia, a mi me pasa lo contrario, si hay algún escritor que le gusta a mucha gente y a mi no me acaba de convencer siempre pienso que no lo se leer, que hay algo que no estoy captando y vuelvo y vuelvo y claro al final lo acabo odiando.
A mí tampoco me gustó los DS, Francis. Pero leíste Llamadas telefónicas? Leíste Estrella distante? Leíste La literatura nazi en América? Son maravillosos...
Sí, hubo alguien que me apoyaba antes de publicar y de pronto no soportó que publicara, inexplicablemente... Esas cosas ocurren. Pero lo que está claro es que la lectura es subjetiva. Nabokov lo demostró en Strong Opinions, que es un libro genial. Y en sus Cursos de Literatura...
Estupenda entrada (como todas). Se te echaba de menos.
Ya me leí Verano de Coetzee. Tiene razón tu amiga, sobre la dureza con la que se describe, a veces yo me llegaba a cabrear de que hiciera tanto eso. Pero ya soy incondicional. Me encanta.
Gracias, Icíar! Como en estas cosas soy tenaz, espero que Coetzee te convenza! Para él, la memoria histórica es vital, su obra no podría entenderse sin ese afán de aclarar y remover y analizar todo lo más doloroso.
Bienvenida de nuevo a este país, felicidades por tu viaje !
Si, yo también creo que los cuentos me gustan más. Literatura nazi.. es muy buena, y encontré una novela real (terrible) de ciencia ficción que podría haber estado en esa supuesta antología. El Gaucho insufrible también me gustó mucho, por ejemplo ese cuento de las ratas está muy bien, Y Nocturno de Chile. De Los Detectives.. yo me quedo con la primera parte. Estrella distante es terrible. 2666 me gustó a ratos.
Hace dos o tres semanas que no tengo tiempo de leer absolutamente nada. Es tremendo.
Sí, es tremendo, Friks, esta vorágine de trabajo me mata a mí también, aunque yo leo para trabajar, claro...
De verdad no te gustó Estrella distante?
Y gracias, Friks!
Jajajaja, ¡qué graciosa! En fin, no creo que tenga muchas ganas Coetzee de convencer a nadie. :P
Pero ¡oye! yo no estoy en contra de la memoria histórica ¿ de dónde sacás eso vos? (pero no me gusta Villarejo)
Me refería a convencerte leyéndolo!! Me refiero a eso que dices de más vale no remover... él es partidario de remover las heridas, abrir, airear, analizar para poder desinfectar y curar
Si, si, me gustó.. pero es terrible.
En cambio yo la recuerdo aunque dura luminosa
pienso, que en la escritura, la visión del autor difiere mucho, por no decir exageradamente de la del lector. Es así, Y la apreciación general sobre una obra suele sorprender al autor, sobre todo cuando no puede decir poco o nada, como cuando ya no está, como dices, después de desaparecer. Pienso en la idea que tenía Beckett sobre su obra teatral, y los pocos críticos que han visto el humor soterrado que intencionadamente situaba entre las líneas.
Tal vez, la obra y la vida por eso sean como ese simil del agua y el aceite, cosas de distinta densidad.
iluminaciones.
Tienes razón, Iluminaciones. Siempre tenemos esas sorpresas en las lecturas de otros, pero a veces hay algo especial en esas lecturas, algo que sí reconocemos y es emocionante, suele ocurrir con lectores sensibles y perceptivos que nos dicen cosas que nos resuenan. En cambio, qué árido cuando nos hablan de todo lo que no nos interesa o se creen que contamos nuestra vida y nos dicen esa frase estereotípica sobre un supuesto y falso desnudamiento y no comprenden que en la escritura lo importante es la construcción y que la autoficción sólo es una máscara sobre otra máscara...
Y sí, Beckett es un buen ejemplo. Pero su expresión en las fotos parece hablar de ese humor
He leido Estrella Distante y Putas asesinas y no me gustaron , buscare Estrella Distante. Hace años que lei los dos de cuentos.
Estrella distante me encantó, ese ambiente de los talleres literarios, las escritoras, en el Chile pre-golpe, me encantaba y se me quedó grabado. Ayer me decía mi amigo serbio que Bolaño explica mejor que nadie a escritores, editores, etc. Ese cuento de los dos escritores que se presentan a todos los premios y fracasan y no se arredran siemrpe me vuelve. Es mucho l¡mejor Llamadas telefónicas que P.A., que yo detesté por el título (la parte rabiosamente misógina de Bolaño, que a veces le salía) y no me gustó tanto, creo que hubo un cuento que sí, pero no recuerdo el título, y el libro era prestado...
Quería decir que he leído Putas asesinas y Llamadas Telefónica, la que me falta y buscare es Estrella Distante, perdón
La portada de La literatura nazi en América fue polémica , títulos portadas estas cosas hay que cuidarlas
.
http://www.librerialuces.com/fotos/9788432212116.jpg
Tiene razón tu amigo serbio respecto a 2666, aunque yo añadiría la última parte. Es "la parte de los crímenes" la que se hace más árida, sobretodo por la saturación de tantos y tantos crímenes, por su disección forense. Esa saturación acaba inmunizando al lector ante el horror, aunque yo diría que ese efecto era el que buscaba el propio Bolaño.
Comparto tu opinión sobre "Estrella distante", aunque a mí me gusta más el Bolaño de largo aliento, el de los "Detectives salvajes" y 2666.
Ah, vale, Francis, no te había entendido. Creo que Estrella distante te gustará. Sí, algo leí de esa portada de Literatura nazi en América, ese libro es prodigioso, qué bien imaginó a esos nazis locos hispanos, qué bien entendió lo que eso era, parecían biografías auténticas
Mi amigo me dijo que la parte última le resultaba insoportable y supongo que me pasaría lo mismo. Además, yo sé de la ambivalencia de Bolaño con las mujeres; sus retratos de mujeres no son nada misóginos, pero a veces le salía su rabia tremenda y no tengo ganas de verle en el fondo empatizando con esas matanzas, como a tantos les ocurre con la violencia, no sólo contra las mujeres. Es para mí lo que me repele de Les bienveillantes, ese punto de partida, demasiado complaciente e interesado en los verdugos (Grace Paley escribió un cuento desde el punto de vista de un joven violador y asesino y no tenía ese morbo, y era seco, perfecto). Bolaño defendió a Migoya, que para mí no tiene ningún interés, por ese resentimiento.
Preciosa entrada otra vez, Isabel. Y estoy de acuerdo con casi todo lo que decís en los comentarios, con esa línea que te mosquea :-) un poco entre la descripción de un crimen y la casi empatía con él, con la brillante "Estrella distante" de Bolaño y con esa maravilla de mosca filosófica de Chejov que me ha recordado a Issa Kobayashi:
"Yareutsuna
haega tewo suri
ashiwo suru"
(No la aplastes.
La mosca se frota
manos y patas.)
Gracias, Bel M!!! Y por traer a esa mosca de Issa Kobayashi, no sé si recuerdas que yo hablé (aquí) en La plaza del azufaifo de una mosca frotándose las manos (y puse ese mismo link de la mosca de Albert Buendia), es un gesto que me encanta, la humaniza. Sí, sabía que tú entenderías esa diferencia entre describir y empatizar demasiado...
Sobre esa diferencia, Bel M, precisamente la distancia y la sensibilidad de Bernhard ante la locura violenta de Trastorno es lo que para mí lo salva; lo mismo ocurre con Chéjov, incluso con Faulkner en Santuario, él mira, pero no está esa pringosa complacencia de esos otros.
Esa foto con esa luz... es una maravilla!
Espero pronto vuelvas de lleno a escribir....
Gracias, Odette! Yo también lo espero, en mis buenos momentos
precioso y apreciado relato
muy buena foto
gracias
Gracias a ti, Dante! Esa ciudad es tan fotogénica...
Isabel, tú lee la pentalogía completa, en todo caso, cuando comiences seguirás hasta el final.
Perdona, Teresa, ¿de qué me hablas?
Además, en este momento el atasco de libros es muy grande, leo para reseñar, leo siguiendo mi deseo, y no voy a leer algo sin razón, porque alguien me lo ordene din srgumentos, ja ja
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