martes, 26 de abril de 2011

Visitantes

Foto: I.N. Mirlo en Luxemburgo, 2007
Casi todas las tardes, después de comer, viene un mirlo a la terraza, se posa en la barandilla, emite unos ruidillos, yo le contesto en mi lenguaje pájaro más aceptable, él se acerca, baja al suelo de la terraza, me escucha y ladea la cabeza mirándome y va contestándome y aproximándose y acaba en la puerta cerrada, como si pidiera paso, pero si la abro se asusta y sale volando. Ayer estaba G. y le avisé y le hizo alguna foto (a mí siempre me sorprende con la cámara lejos), pero quise dejar la puerta abierta por si volvía. "No volverá", dijo G., y la cerró. Pero el mirlo volvió y se repitió el mismo proceso. "A ver, no le digas nada", me propuso G. Y vimos que si yo me callaba, el pájaro también. G. se burló de mí en el sentido de que me estaba volviendo como M. Tal vez sea algo casual. Tal vez el mirlo no vuelva a visitarme. O tal vez sea la propia M. la que nos visita, en ese caso con un aspecto renovado y juvenil en su siguiente vida.
Por cierto que alguien que cree en las reencarnaciones intentó convencerme de que yo había vivido en Andalucía y había escrito firmando con seudónimo masculino. No le dije nada, sólo sonreí, porque ese tema nunca logró despertar mi curiosidad. Tal vez sea yo demasiado terrestre, o demasiado catalana, el caso es que, de momento, sólo me interesa el pasado de esta vida, el que me sirve como materia de escritura, el pasado que habita y aletea en el presente, no el pasado de otras vidas. Porque sin conciencia, ¿qué importa si fui una escritora germano-andaluza (más tarde recibí un sms diciéndome que yo había sido Cecilia Böhl de Faber, es decir Fernán Caballero, en otra encarnación) o un pájaro negro o un monje chino que pintaba en las montañas?
En cuanto a Sant Jordi, fue agradable y soleado, vinieron visitantes generosos y firmé unos cuantos libros, sobre todo en el puesto del librero de la calle Berlinès, en la Rambla, pero también en La Central, a pesar de la hora temprana, y allí por la tarde se habían acabado los ejemplares de SINRAZONES DEL OLVIDO.
En facebook tengo unos cuantos visitantes y de vez en cuando se cuela alguno con malas maneras. Hoy ha venido alguien desconocido, primero me ha pedido amistad, luego me ha llamado "Isa" y me ha dejado un link de su blog en el muro, por si quería leerlo. Yo nunca dejo nada a otros en el muro (salvo alguna música para felicitarles el cumpleaños) y me parece desconsiderado que alguien entre en tu espacio, no se fije en lo que haces ni te lea si escribes y te plante allí su asunto. Hay gente que no sólo te manda sus libros, sino que te manda un link para que los compres y añaden que si te interesa escribas sobre ellos: seguramente no saben que los críticos no tienen que comprar un libro para escribir en un suplemento. ¿Y la cortesía? Para ellos no existe. Tienen mucha prisa. Creen que nuestra obligación es favorecerles. No se dan cuenta de que si quieren algo de alguien, primero deberían recordar que esa persona existe, leer lo que ha escrito en su espacio, comentarlo, sería una manera de acercarse... El mirlo es mucho más considerado, naturelich...
Hoy he ido a Girona a hacer yo una visita. Iba en tren, pero J. se ha empeñado en acompañarme avec la voiture, un coche blanco que ha alquilado. Llevaba algo de música y la carretera se veía exuberante de árboles. J. llevaba su ipad y mientras esperábamos en la consulta me enseñaba fotos y músicas y noticias. La visita ha sido tranquilizadora, aunque ha planteado nuevas disciplinas radicales para estos dos meses. Hacía calor. Luego, J. me ha invitado a comer ya en BCN, y aunque todo estaba muy bueno y el lugar era muy agradable, nos ha sentado mal la comida. Yo sentía casi sólo una agradable gratitud. Pero al bajar del coche alquilado de J. y subir a mi casa, se me ha perdido mi jersey negro favorito, que tanto me costó encontrar. He vuelto a bajar, pero quien fuera se lo había apropiado y no había dejado ningún rastro.
Leo más la Calima de Lêdo Ivo, ma asomo al Adéu a la Universitat de Jordi Llovet, leo para reseñar la novela de un escritor húngaro contada desde la perspectiva de un perro. Estos días he estado escribiendo algo que creía imposible y a lo que había renunciado. El resultado es un texto "transversal", según la Otra Bel hipnótico y que también me ha elogiado CHM, pues estaba tan llena de dudas que preferí preguntarles a los dos. El texto debe servir para presentar un libro de Denise Desautels traducido y editado por Antoni Clapés. Escribirlo ha sido una experiencia interesante, como todo lo paradójico que sucede en la vida. De pronto me di cuenta de que podía servirme para escribir algo que necsitaba escribir. Y una vez más la escritura me servía, como los sueños, para saber lo que hay detrás de la conciencia, para traer algunos pedruscos en bruto y convertirlos alquímicamente... Aún no sé si debería podarlo un poco más, para no robar más tiempo del aconsejable. También he empezado a pensar el texto de una conferencia de principios de junio, en Girona. En parte, ansío volver a mi Giono y mi MB. Me falta tiempo. Y necesito urgentemente volver a mi novela. Rufus ha estado muy simpático y revoltoso, lleno de iniciativas sorprendentes. Él también tendrá que prescindir de algún capricho nuevo porque se había aficionado al speisequark, que ahora desaparece en mi disciplina radical de estos dos meses siguientes. Lo cierto es que tampoco le sentaba muy bien, aunque él insistía... Ayer, CHM me contó que tienen dos gatos, madre e hijo, pero se ignoran mutuamente y como dijo él, "conviuen, però no s'hi fan". Les dejo, voy a poner mi música de cuencos tibetanos, que sí forma parte de mi régimen. Mañana traeré los links que faltan...

22 comentarios:

Darío dijo...

Los mirlos suelen contestar siempre, pero su canto es teritorial. Los machos que son los que cantan negros ycon pico amarillo, siempre intentan hacer un trino mas largo que el que tu imitas. Yo tengo un jardín pequeño y todos los años vienen a criar algunos. Me encanta ver la pollada aun anura comenzar a buscar insectos... En estas fechas no puedo poner insecticida para que no se envenenen. Bien Una opción es Fernan Caballero pero hay un libro sobre el tema según creo.
http://www.slideshare.net/sunsun/iii-pp-escritoras-con-un-seudnimo-masculino-rebeldes

Belnu dijo...

Gracias, Darío. Distingo bien a los mirlos, porque las hembras, que son más parduscas y de pico oscuro, menos vistosas, vienen en invierno a remover las macetas y llevo años escuchando y viendo cantar a los machos de pico naranja en primavera, desde febrero.
Gracias por las sugerencias, pero lo cierto es que, de momento, las reencarnaciones no me producen curiosidad, ni de escritoras ni de ninguna clase! Intentaba explicarlo en mi post, pero quizás no se ha entendido. Bueno, no importa, miraré tu enlace, gracias

Dante Bertini dijo...

VEO QUE TODO ESTÁ BIEN, CON SU RITMO HABITUAL...me alegro

Yo, como ya te dije, estoy convencido de que los mirlos me siguen por toda Cataluña. Un delirio agradable.

Belnu dijo...

Sí, Dante, un delirio agradable y compartido!

Isabel Mercadé dijo...

Hipnótico, como lo es cada vez más tu escritura, o como tus conversaciones con el mirlo que también acude hipnotizado.

Belnu dijo...

Gracias! Ese adjetivo tan bonito que me has puesto, Bel M!!!

Unknown dijo...

¿Y Quién es "M"? Sabes? Me ha gustado mucho ese punto de atrevimiento con el que has descrito el encuentro con el Mirlo; sin apenas retórica, sin apenas nada, un poco como lo hubiera hecho la niña que un día hubo en ti si hubiera tenido la oportunidad de contárselo a su padre. Aunque sólo fuera por eso, me quito el sombrero para ver pasar al mirlo...

Carlos Morales

Belnu dijo...

Gracias, Carlos Morales!!! ¿No funciona el link? Yo prefiero definir a M así, con mi texto de adiós a su muerte, al que debería llevarte el link si clicas o pinchas en "M"... Voy a comprobarlo, en 5 minutos!

Belnu dijo...

Link comprobado, Carlos, tienes que pinchar en la letra la primera vez que sale así, M . Y si lees ese texto comprenderás enseguida quién era...

JML dijo...

Lo de facebook, Isabel, lo carga el diablo. La cortesía, la verdadera cortesía, es no pedir nada. Es escuchar, aprender, considerar. Cada vez me convenzo más de que esto que hacemos aquí, en la Red de redes, nos pilla con el paso cambiado. A mí empieza a faltarme el resuello. Cualquier día de estos me apeo, y ya puestos hasta me alegra no haber publicado nada para no tener que someterme a la servidumbre de intereses ajenos. Llévalo con calma, en cualquier caso.
Espero que siga progresando tu novela. Aguardo con impaciencia.
Saludos.

Belnu dijo...

Ah, JML, ya sabes que yo siempre me debato entre las dos opciones, desaparecer, aparecer! Pero sí, la falta de cortesía es triste! Una vez, en una conferencia maravillosa de Miguel Morey sobre Foucault, como Morey hablaba de rebelarse y de antiautoritarismo, un joven estudiante le dijo: Pero entonces, sin autoridad, ni respetaríamos el orden de palabra ni... Y Miguel Morey, muy sorprendido, le preguntó: "Ah, entonces tú no esperas tu turno de palabra por cortesía?"

´´ dijo...

Muy bueno lo de Morey, una vez en el metro había una señora mayor de pie y una chica le recrimino a otra que no dejara sentar a la anciana, la otra le dijo y por qué no te levantas tu, la primera respondió pues porque mi lugar no está indicado como preferente para gente mayor, y se quedo tan ancha.

Ephemeralthing dijo...

Creo que fue Montaigne quien "dijo" algo así como que "prefiero las leyes al caos, pero sobre todo prefiero las costumbres".
En esta ciudad y país no se tiene ni idea de lo que es la mínima cortesía. La ven como algo lejano y la consideran clasista, Cuando es lo contrario, basta ver como reaccionan esos desconocedores cuando tienen delante a alguien que ellos consideran autoridad, con todo el servilismo.

Carmen Navarro dijo...

La llegada de la primavera y la entrada de los árboles llenándose de hojas en un estallido de vida siempre son reconfortantes y sentir tus palabras describiendo esos pequeños seres que nos alegran cada día con su presencia es una sensación de relajación y dejarnos llevar por ese pequeño mirlo que visita tu ventana. No dejes de contar tus historias siempre son gratificantes y leerte un placer.

Belnu dijo...

Totalmente de acuerdo, Francis y Eph, el mundo así, sin cortesía, resulta mucho más inhóspito y ruidoso

Belnu dijo...

Gracias, Carmen! De momento, aquí seguiré :-)

Isabel Mercadé dijo...

Vaya, ¡qué coincidencia! la terrible descortesía... me ha encantado pasar por aquí otra vez a oír tu voz y la del mirlo.

Isabel Mercadé dijo...

Al propósito, dice Leopardi: "Casi todos los hombres que valen mucho son de maneras sencillas, y casi siempre las maneras sencillas son tomadas por indicio de poco valor."

Belnu dijo...

Sí, Bel M., iba a decírtelo antes pero se me pasó, que precisamente había hablado de la cortesía en el post del martes!!! Qué buena cita de Leopardi! En qué libro?

Belnu dijo...

Y gracias, Bel M! Hablando de cortesía...

Isabel Mercadé dijo...

¡Ni idea! La tenía copiada, pues es un tema, ya sabes, que me parece importante, pero no sé de dónde la saqué.
¡Gracias a ti por propiciar este intercambio! Siempre es muy agradable saber que no estás sola.

Belnu dijo...

Aquí, en según qué ambientes, defender la cortesía es ser anticuado. Como si la vida no fuera mucho peor sin cortesía ni mucho mejor con ella! Las buenas maneras arropan y tranquilizan, no se trata de hipocresía, sino de consideración...