domingo, 8 de agosto de 2010

He visto

Foto: I.N., Lugar durandiano, 2010
Algunas películas, pero ninguna memorable. En realidad, lo sabía de antemano, pero la cartelera paupérrima y la atracción del rito me arrastró. No me gustó nada Madres e hijas, de Rodrigo García, aunque sé que embelesa a algunos hombres precisamente porque idealiza muchísimo a los personajes masculinos: ellos son como ángeles comprensivos, pacientes, encantadores, sin ningún conflicto, y están ahí para sostener a esas mujeres neuróticas, caprichosas, desagradables, durísimas, que pasan de la helada aspereza al más blando sentimentalismo. Todo es estereotipado, el drama de la adopción, la banda sonora que incita a llorar en los momentos adecuados, el sentimentalismo desbordado, y la trama parece cogida por los pelos. Un desastre a pesar de las actrices. Lo sabía, pero pensaba en los interesantes episodios de In Treatment que había dirigido él mismo y decidí darle una oportunidad. Tampoco me convenció La vida en tiempos de guerra, de Tod Solondz, aunque tenga su interés. Solondz sigue alternando extrañamente un humor banal con unos personajes a veces demasiado paródicos o mal resueltos, otras más interesantes, y siempre con su hondo Tema: padres que abusan de sus hijos, padres pederastas. Familias reprimidas, convencionales y delirantes al mismo tiempo. Esta vez hablaba además del olvido y el perdón, un tema más cristiano que chocaba con la cultura judía de la película; tal vez yo no haya acabado de entender cómo encaja una cosa con otra. Por otra parte, yo suelo identificar "lo judío" con lo analítico, con la cultura, y en sus personajes parece que no sea así. No espero disuadir a nadie de verla; como digo, tiene su interés. Más tarde he visto El silencio de Lorna, de los hermanos Dardenne. Mi amigo serbio decía que el tema albanés quizás podría servirme para mi interés balcánico. La película empezaba deprimente pero iba dinamizándose con su lógica de thriller realista, su "tema albanés", y de pronto salía con un final absurdo, abandonándolo todo.
La ciudad estaría agradablemente desierta, pero nuestros políticos la han desventrado y siguen cortando los árboles y podando los que quedan para arrebatarnos toda sombra, para que el asfalto alcance esos 50 grados febriles, para que no haya respiro. Sólo su mentalidad psicópata, sin empatía alguna, puede explicarlo. El rugido de las obras no se detiene ni en los sábados de agosto.
Vi a un amigo del pasado, de quien me separó un conflicto hace muchísimos años, pero encontró mi blog, empezó a leer y acabamos reencontrándonos alegremente. Llegó G. de Menorca, muy moreno, y se fue a un festival en Girona. Me llamó la Belle Elaine, invitándome a su escenario ampurdanés estos días, a mi vuelta del mar, chez de amis. Yo debería tener un ordenador pequeño, que no pesara, para estos desplazamientos. No me decido a viajar sin este trastito, ni tampoco a cargar con él, dada mi condición prehistórica de caminante. Estuve dudando si irme al Sur, donde uno de mis amigos expone sus pinturas en una colectiva, donde también está la pintora y fotógrafa de cielos vespertinos, gatos, albercas y alfombras voladoras. Pero los billetes son tan caros en esta época del año que decidí posponerlo. Y no puedo dejar de traducir... ni de escribir. Lástima de alfombra voladora: Tir ya bisat!
Aunque empiece a acostumbrarme a la soledad libre de su desaparición, sigo pensando en la gata Gilda al llegar a casa y en muchísimos momentos. La echo de menos. Dos veces he soñado indirectamente con su muerte. Mis noches son inquietas, algo me despierta. Mi amigo insomne me dice que estuvo a punto de despertarme a las 4. También a él le echaré de menos cuando se vaya.
A veces surgen pequeños encuentros desagradables. Esos amigos que nos ahorran tener enemigos. Es una sensación que me produce agotamiento, pero a veces sirve para escribir. Gente que no tiene mucho criterio literario, pero que al leer se siente autorizada y cree que su opinión es valiosa y que nos enseñarán qué es lo que debemos escribir.
En cambio, hablé con una mujer magnética que comprende muy bien mi perplejidad por lo familiar y la pervivencia del pasado en el presente y comparte mi horror a las multitudes playeras. Acompañé a mi amigo serbio un momento a la playa de esta ciudad, que era un hervidero gay y multicultural, pero sobre todo multitudinario, ardiente y lleno de griterío. Algo así como ir en metro en hora punta con gente semidesnuda. Me pareció una escena infernal y salimos corriendo.
Sigo forcejeando con mi novela. Pensé en reestructurar mi material como si fueran cuentos, y acabé desechando la idea y podando más y más lo escrito. Todo es muy extraño. Algo me bloquea, pero de pronto surge una pequeña idea. Pase lo que pase, todos los días estoy ahí... Acabé de leer La mouche de Maupassant y me puse con las Páginas autobiográficas de Turguéniev. En cierto momento Turguéniev cita a Goethe (Lustige Person) diciendo aquello de:
Greift nur hinein ins volle Menschenleben! Ein jeder lebt’s, nicht vielen ist’s bekannt, Und wo ihr’s packt, da ist’s interessant.
(Poned la mano en el interior, en lo más profundo de la vida humana. Todo el mundo vive en ella, pero pocos la conocen. Allí donde puedas atraparla, lograrás algo de interés.)

10 comentarios:

JML dijo...

Tenía interés por ver la película de Solonz, si la echan aquí, que está por ver, pero tu comentario me retrae un poco. Hay que tener cuidado con las obsesiones (lo digo por el tipo de familia que retrata Solonz) para que no se vuelvan manieristas.
Resultan irritantes esos comentarios sobre tu forma de escribir. Yo siempre digo lo mismo, al que no le guste que no lea. Es muy sencillo. No se puede gustar a todos y no se puede gustar todo el tiempo, creo que eso ya lo tendrás asumido, así que lo mejor es que aquellos que no compartan tu literatura te dejen simplemente en paz. Y a otra cosa...
Me ha gustado mucho tu artículo sobre Kosovo que leí en tu otro blog. Muy bien argumentado y muy ilustrativo. Da para mucho más de lo que permite este espacio. Quizás en otra ocasión...
Saludos.

Bel M. dijo...

Ah, eso es, pase lo que pase estar ahí cada día... y la frase de Goethe... me ha hecho reír lo de ahorrarse enemigos. También yo tengo alguno de estos amigos.
Un besazo.
(no sé por qué, no puedo conectar con las amapolas, así que firma semianónima)

Belnu dijo...

JML! Solonz tiene interés, lo que pasa es que esta película quería ser la continuación de Happiness, aunque con otros actores. No me he explicado bien, corregiré.
He decidido surpimir esos comentarios desagradables sobre mi escritura; es exactamente lo que dices, pero mucha gente cree que su opinión es muy valiosa y que ellos son quienes pueden enseñarte cómo debes escribir, ocurre sobre todo con gente que no sabe nada, o que ha leído poco, pero al leer se sienten autorizados a opinar y creen que debes hacerles caso. Ya lo dijo JRJ, "será usted hocicada por el cerdo..."
Gracias por tu lectura del artículo de Kosovo. Tu opinión sí que me parece valiosa. Y sí, da para mucho más!

Belnu dijo...

Gracias, Bel M. Tampoco yo puedo poner mis comentarios a la primera, este servidor rebelde...

´´ dijo...

Últimamente voy a la filmoteca y en agosto la han cerrado, son muy listos. En cuanto a la literatura es el lector el que va al escritor no al contrario, los escritores no tenéis que ceder o negociar con los lectores.

Belnu dijo...

Tienes razón, Francis! El cierre de la Filmo es increíble, pero en este país nunca se hace nada para las minorías, es como si no existiéramos, no se dan cuenta de que una minoría es un pequeño mercado y puede ser rentable. Aquí por ejemplo en las tiendas siguen con la mentalidad familiar, no se dan cuenta de que cada vez hay más gente single o parejas sin hijos o cosas así, y lo mismo ocurre con la programación de tv y cines, etc., más allá del fútbol, nada...
Y en cuanto a lo que dices de los escritores y los lectores, toda la razón. Como esos pesados que vienen a insultar al blog y que yo no dejo pasar, algunos incluso con nombre y apellidos y una profesión pública, no les da vergüenza ser tan infantiles y tener que venir a decirme que a ver si se muere mi gata, que mi escritura es horrible o que los pies de la foto son feos, o que tienen mucho dinero! Pero el mundo está lleno de locura y todo eso también nos sirve para escribir. A veces pienso en todos los cuentos que esperan ahí, agazapados, esperando a ser escritos, mientras yo forcejeo con mi novela...

Dante Bertini dijo...

stalgahs, pone abajo como código de entrada: parece una peli de ciencia ficción... y tú hablando de películas. La de Solondz, ni siquiera sabía de su existencia.
Imagino a Gilda y su presencia fantasmal cuidando tus días sin ella, mientras deambulo, fantasmal también, por una ciudad que no se si me pertenece o ya he perdido para siempre.
Recupero amigos y familia, vivo una intensa relación inesperada,
reencuentro, algunos verdaderamente irreconocibles, personajes de otra época...Viajo sin saber hacia dónde.

Emma dijo...

Qué inmensa la frase de Goethe! pero cómo poner la mano dentro de la vida de los otros, si yo soy una extraña para mi misma y me imagino que a los demás les sucede lo mismo. Pero tenía razón Goethe, sólo de ahí podremos sacar algo de interés.

p.s: Vivo con un gatito estos días, lo cuido porque su dueña está de vacaciones, el gatito me miró anoche fijamente, sin duda se preguntaba quién era yo. Me divirtió sobremanera su mirada seria, y sus ojos curiosos me han acompañado todo el día, quizas intentó "verme", aunque es demasiado pequeño como para saber nada de los hombres... pero quién sabe?

Belnu dijo...

Dante viajero, el mundo se llena cada vez más de fantasmas! Ya lo dice Vinyoli, el pasado crece sin parar y ellos se agolpan. Seguro que esa ciudad te pertenece, si la aceptas transformada, excepto los cambios que no quieras aceptar, como me ocurre a mí aquí... Y sí, Gilda siempre está aquí. Nos ofrecen constantemente gatitos abandonados, pero G. y yo seguimos dudando y nos decimos: septiembre. Y es que Gilda aún...

Belnu dijo...

Emma, había un cuento de Natalia Ginzburg donde salía un gato muy serio, y lo cierto es que mirando fotos de Gilda en muchas me miraba con esa seriedad filosófica de los gatos, de la que tanto se ha escrito, y si no, lee aquel Old Possum Book of Practical Cats de T.S. Eliot!