viernes, 5 de febrero de 2010

Varada

Foto: I.N. Cielo de la Bonanova, enero 2010
Tengo la sensación de haberme quedado varada en una playa, como esas pobres ballenas confundidas o como una barca embarrancada, sin poder seguir, a la espera de más reacciones de mis cuentos, a la espera de que esa lluvia anunciada de traducciones siga llegando (los autores no cumplen sus fechas y yo no puedo comprometerme con otros, o no tanto, mientras espero que un editor consiga los derechos de una pequeña pieza que me ofreció, y otro empiece a buscar los de un libro que le propuse y que siempre he querido traducir), y también espero que dos influyentes traductores del otro lado de la frontera me lean. Creo que la primera espera es la que más me condiciona para animarme a seguir con esa novela o incluso a acabar mi libro de la ciudad, así que he acabado mis lecturas japonesas y he empezado a escribir caóticamente, empezando in media res, sin saber muy bien cuál será mi hilo, pero adentrándome en el túnel con poca luz y descubro que sí tengo muchas cosas que quiero decir en ese largo artículo.
El sábado pasado, la Belle Elaine me invitó a comer y rescató de lo alto de su estantería -pues ella guarda sus libros más adorados en lo alto, à la manière de Derrida, que en aquella película maravillosa sube la escalerita de caracol que lleva al altillo con mansarda y allí tiene lo que él considera, pese a todo, lo más elevado, y están Hegel y Heidegger-, rescató para mí su viejo ejemplar de La lengua absuelta, de Canetti, que yo no había leído (porque, efectivamente, en eso tiene razón ese anónimo que vino a insultarme, soy muy ignorante y tengo la suerte de no haber leído casi nada y poder leer ese libro deslumbrante de Canetti ahora por primera vez, justo en este momento en que puedo gozarlo, como diría Pauline) y que me atrapó desde esa primera escena terrible. Me gusta imaginar al pequeño Canetti en ese jardín contemplando al triste armenio que cortaba leña, y que antes de cortarla le sonreía, y que le esperaba a él para empezar, como Canetti esperaba su sonrisa, y luego el armenio se ponía a cantar canciones tristísimas, y como no se entendían apenas, Canetti le preguntó a su madre las razones de aquella tristeza y ella le contó la matanza armenia en Turquía y le dijo que aquel pobre hombre, cuando era niño, había visto matar a su hermana y Canetti imagina a esa hermana morena porque él mismo siempre soñó con tener una hermana. Y el libro está lleno de palabras españolas o ladinas y tiene un tono potente que me arrastra, y escenas magníficas, además de su tono sin piedad que tal vez me ayude, en fin, seguiré con él.
Leer la prensa es horrible, las amenazas de que este país nuestro vaya aún más profundamente al hoyo y no salgamos, y si leo las páginas locales también se me encoge el espíritu: veo que van a construir un hotel espantoso junto al bonito Arc de Triomf y que van a levantar un edificio aún más espantoso y siniestro donde antes estuvieron los Bailes Selectos, en esa franja de la calle Còrsega que cada vez vuelven más y más fea, y antes tenía un sentido y una belleza histórica, y el edificio es un CAP de la seguridad social, es decir, lo pagamos todos a pesar del déficit, no se sabe por qué, y en cuanto al otro, ¿quién quiere construir un hotel en Barcelona precisamente ahora que los hoteles tienen que hacer ofertas anónimas para llenar sus habitaciones, quién si no es un mafioso que necesite blanquear dinero?
Claro que tal vez esté yo demasiado influida porque G. ha aterrizado en mi casa con mil capítulos de la serie Weeds, donde pese a la ironía y la suavidad inicial, luego los guionistas se van radicalizando y todo son corruptos y drogas, tanto que casi me intoxico, y al final le he dicho que yo no puedo ver tanto de algo, porque se mezcla demasiado a mi vida cotidiana y acabo inmersa en una extraña inquietud. (Escuchando sus irónicos e inteligentes comentarios, no puedo evitar decirle a G. que es una lástima que no use sus talentos para algo valioso en vez de vivir en unas perennes vacaciones, pero él sostiene que no es así y que el lunes empiezan las clases. Tal vez yo haya olvidado lo que es esa época de la vida. Mientras, repuesto ya de todo, G. ha vuelto con unos guantes aislantes para salir al mar con su tabla, aunque sin muchas esperanzas de encontrar olas).
La única noticia buena que ayer vi en La Vanguardia fue que alguien aún tenía suficiente dinero para llamar por teléfono y sin dar su nombre comprar esa figurilla andante tan esplendorosa que Giacometti hizo después de su accidente, obsesionado por el movimiento, y pagó por ella nada menos que 76 millones de euros (si Giacometti lo supiera).
De todas formas, aunque con la crisis cada vez hay más pobres en las calles y me dicen que aumenta la gente que roba en los supermercados abiertamente o entran y dicen que tienen hambre, en mi barrio, los precios siguen siendo ofensivamente caros, y me refiero a los precios de la fruta y la verdura. Luego se extrañan de que la gente consuma comida basura y se vuelva obesa, si nadie controla los precios, mientras que los sueldos y las tarifas de cualquier trabajo bajan o están congeladas desde hace siglos. Leí que un traductor francés se quejaba hace un par de años de que era vergonzoso que los editores franceses pagaran veinte euros por una página de mil ochocientos espacios, cuando aquí hay muchos que pagan doce y catorce por páginas de dos mil cien espacios, y tan contentos, y pagamos más que los franceses por el teléfono, Internet, los móviles, los tomates, la fruta y las patatas. También se extraña la gente de que haya tantas traducciones apresuradas. Y de que apenas nadie valore la importancia de una buena traducción.
Me dicen que mi libro de cuentos saldrá pronto en una televisión aragonesa. Hoy me ha llamado un amigo escritor y editor y me ha felicitado mucho por mis cuentos. Él afirma que en realidad el libro es una novela, que tiene los ingredientes necesarios de unidad y son casi cronológicos y que podría haberlo presentado a un premio de novela. También dice que le gusta cómo en esos cuentos se habla libremente del sexo sin tapujos, sin pedir perdón, pero sin hacer de esa cuestión un tema principal o prioritario. Me ha hecho mucha ilusión su opinión, llena de humor (ha aprovechado para hacer una reivindicación de Ray Conniff, de quien yo me burlaba en un cuento de la adolescencia, y dice que le gustó que hubiera tanta gente, tantos movimientos de tropas), todo muy en su estilo.
Me han mandado La niña verde, de Herbert Read, que me gustaría leer pronto. Y tengo aquí esperando Tarde, mal y nunca, de Carlos Zanón, y Los temporales de A. Armada, donde algunos poemas son balcánicos. Y muchos más que me esperan gozosamente...
El sábado de la semana que viene iré a Girona a dar una de mis charlas balcánicas a las 19.30 a ese nuevo café-librería llamado Cafè Context, en una serie titulada Un cafè amb... Y el 23 de febrero, para darle la vuelta a esa fecha negra, daré otra charla balcánica, en un brillante ciclo de documental que se celebra este mes en l'Alliance Française de Sabadell, “Balcans: les causes de l’última guerra europea”, antes de una película balcánica sobre la guerra, De guerre lasses de Laurent Bécue-Renard. El ciclo incluye ese valiente y necesario documental sobre los transgénicos Le monde selon Monsanto, de Marie-Monique Robin, que aquí no se ha visto y debería ser obligatorio en escuelas y universidades y partout, y concluye con un merecidísimo homenaje a Marcel Ophuls Marcel Ophuls, parole et musique de Bernard Bloch, además de otras joyas, que ya comentaré aquí.
Reconozco que esos mensajes insultantes que no dejo pasar al blog, del mismo modo que uno no abre las puertas de su casa a la gente indeseable, logran desalentarme en algún momento. Me sorprende que haya alguien que sienta tanta rabia que necesite venir aquí a decirme que me calle, que deje de escribir porque esto "no le interesa a nadie". A él o ella sí que le interesa, puesto que viene a decírmelo. ¿Por qué mi pequeño rincón puede convertirse en una amenaza para alguien, por qué ese alguien no tiene bastante con irse a leer algo que le interese más y no comprar nunca un libro mío, sino que necesita que yo deje de escribir? A mí no me molesta que los escritores que no me gustan escriban, incluso aquellos que venden cientos de miles de libros que yo nunca compraré; nunca he sentido el impulso de ir (tampoco anónimamente) a insultarles. No puedo remediar seguir escribiendo, aunque sea sólo porque no puedo evitarlo, y para esos 300-400 lectores invisibles que vienen diariamente a este espacio, y para los que me escriben diciéndome que les gustaron mis cuentos o para quien me abordó en La Central, con Si un árbol cae en la mano y que me conocía de leerme aquí. Esos lectores que me dedican generosamente una parte de su tiempo. Mi editor cree que Si un árbol cae es un libro que seguirá vendiéndose por goteo y esa idea me reconforta. A veces me escribe un guionista de la tv que se ha entusiasmado con mis cuentos y los recomienda y regala a otros porque, dice, cuando algo le gusta de verdad, intenta apoyarlo. Y en cuanto a las lecturas, no todos pensamos como ese anónimo. Cuando le dije a Magris (en aquel breve encuentro) que estaba preocupada al reseñar a Von Doderer porque yo no soy una crítica profesional, porque mis lecturas han sido siempre caprichosas y llenas de lagunas y él me contestó enseguida: ¡Ésas son las mejores!, y es que los más sabios suelen ser más generosos que ese anónimo. V. me dice que no cree en las lecturas como mera acumulación, que lo importante es la atención que se pone en la lectura y también yo lo creo, como lo creía Bernhard, que decía no haber leído tanto. Es verdad que leer puede significar que establecemos una relación casi física con un libro, y que de ese forcejeo boxeador surja algo nuevo, porque cada lectura podría tener una forma nueva de mirar. Por eso algunos libros no nos entran y otros tardan y ofrecen resistencia y otros se cuelan como si nada, pero no dejan huella... Por eso L.O. y yo acabamos haciendo caso de los que venían a nuestras conferencias y escribimos nuestras lecturas de esas escritoras y fotógrafas, como un paseo nuestro y subjetivo del XIX al XX.
Aunque a ese enemigo anónimo le cueste aceptarlo, yo tengo derecho a seguir escribiendo y esos lectores, aunque sean pocos, a seguir leyéndome o a abandonarme cuando quieran. Para poder escribir, he tenido que construirme un personaje de mí misma, por pura incapacidad de hacer otra cosa; ya sé que a algunos les hace gracia, mientras que otros, como señalaba V., confunden las heridas narcísicas con el narcisismo o la arrogancia. Pero mi personaje sólo es un pretexto para mirar alrededor, un pretexto para contar lo que veo y restituirlo en cierta manera. Para mí es una pequeña obligación, por esa fruición de comprender y de no comprender, esa fruición de vivir incluso las partes peores que me ha quedado. Siempre lo sentí así, incluso de pequeña, en aquella extrañeza de vivir dividida entre la angustia de mi entorno y la felicidad del paisaje (îvre de jouissance en permanence, dice JD) y del aprendizaje de la lectura, cuando descifré el jeroglífico por primera vez y comprendí vagamente, pequeñamente, que había un mundo más afín donde yo podría vivir. Y por suerte para ese anónimo furioso, no es obligatorio leerlo...
Last Minute News: Interesantísimo me parece el debate que mantienen Claude Lanzmann y Yannick Haenel por la novela de este último Jan Karski y sobre las relaciones de la verdad y la ficción, en el caso de la historia. Vean aquí la respuesta segunda de Lanzmann. Y aquí un artículo precioso sobre Tomás Eloy Martínez en La Nación. Y el artículo que el propio Tomás Eloy Martínez escribió tres meses después de morir su mujer Susana Rotker, en el año 2000, In memoriam.

32 comentarios:

Adelarica dijo...

Cuántas cosas, comme d´habitude, que me interpelan y que me interesan en lo que escribes, sobre todo esa voz, à mi-chemin del flujo de conciencia y del monólogo exterior, tan conseguida, tan matizada, tan auténticamente literaria.
Si no lo conoces, te recomiendo, ya que los mencionas a ambos en tu entrada, que leas lo que Magris escribe de Canetti en El Danubio. Muy interesante y hasta desconcertante, aunque sólo se entiende desde la admiración que C.M. sintió siempre por el gran Canetti (si puedes leer también el artículo sobre Auto de fe en El anillo de Clarisse tendrás el dibujo completo de una relación muy compleja e iluminadora)
todos tenemos ese tipo de mensajes: no hay que hacer ni caso (podría decirte muchas cosas de una clase así de personas, de esa extraña forma de patología, pero no merece la pena, de verdad)
saluda de mi parte a la B.E. (que me avise cuando esté su película, por favor)

Belnu dijo...

Gracias, Álvaro, por tu comentario generoso. Debí de leer ese fragmento en el Danubio, pero seguro que no le presté la debida atención. Pero no encontré nunca L'annello di Clarisse! Lo busqué en italiano y en castellano, y nada, está agotadísimo. Supongo que un día lo reeditarán (el título me gusta y ahí habla de Von Doderer también, según me dijiste). La película de la B.E. está al caer! Me aseguro de la fecha y le doy tu dirección para que te avise...

Anónimo dijo...

¿Varada? o, simplemente, "waiting to exhale", una necesaria espera de un respiro.
A.G.

Belnu dijo...

Alberto: para los impacientes no hay matices, pateamos furiosos, aunque ojalá sea como dices

Anónimo dijo...

Sí, Isabel, es así por tu parte, de acuerdo. Pero existe la mirada objetiva sobre tu propio texto del blog y esa es la impresión que uno tiene después de leerlo. Y para esos cretinos anónimos que te niegan el derecho a escribir, y a nosotros el placer de leerte, qué no se habrá dicho ya sobre su miseria moral, sobre su cobardía, sobre su -vana- representación de verdugos de todo lo que son incapaces de crear.
A.G.

Belnu dijo...

Gracias, A.G., ¡por tus comentarios entusiastas y esa llama tuya perenne!

Isabel Mercadé dijo...

Pues a mí me parece un honor que alguien se tome la molestia de insultarte. Significa que te considera, que estás. Blanca Andreu me contó una vez que se inventaba trols en su blog porque al parecer le preocupaba no recibir ataques. Claro que cuando los recibía de veras también le resultaba doloroso. Y recuerda las depresiones que se cogía V. Woolf frente a una crítica agresiva a pesar de las miles admirativas.
Un abrazo, querida.

JML dijo...

Mientras esperas no es mal negocio seguir escribiendo estos desvelos, tan luminosos, tan sinceros, tan estimables. Imagino que sólo irritan a quienes contrastan en ellos su vacío interior, su pobreza intelectual y su dogmatismo...
Creo que te lo he dicho alguna vez, pero yo también comparto la impresión de tu editor sobre tu libro balcánico, me parece una obra perdurable.

Belnu dijo...

Sí, Bel M., pero una cosa son las críticas negativas y otra esa gente cobardemente anónima que siente agresividad y necesita venir a decírtelo, con lo fácil que sería que te ignorasen y no te leyesen (si estuvieran sanos; en realidad es gente enferma a la que hay que compadecer, aunque no tolerar ni dar alas). En UK hay leyes contra los trolls. La verdad es que yo no los echaría en falta si se fueran, y con gusto se los pasaría a B.A., o les daría el teléfono de V., que les atendería en consulta! Gracias por tu comentario...

Belnu dijo...

JML: Gracias a ti también por tu generoso comentario. Yo espero que sí, ya que mi libro balcánico tiene la suerte de un editor hospitalario, que no retira el libro del fondo, pues es una editorial de fondo, de buen fondo!
Un escritor me contó la tristeza de recibir esa carta -en su caso de Planeta- diciendo que iban a saldar o destruir los ejemplares de uno de sus libros, si quería comprarlos a precio de saldo...

´´ dijo...

Estoy de acuerdo con JML, creo que es un libro que se instalara a modo de referencia, es posible que se instale en otros países y que te llamen para un programa de radio o televisan en Francia o Alemania para un monográfico. Aquí el espacio lo ocupan en otras cosas más lights . Hay en La Vanguardia de hoy un par de artículos sobre el cine en España y la imposibilidad de estrenar películas de referencia, son artículos interesantes.

civisliberum dijo...

Lamento estar en desacuerdo contigo en cuanto a los gustos esteticos. En relación al hotel de l'Arc de Triomf me parece una obra de arte, entiendo que una construcción del Siglo XXI no debe imitar a una del Siglo XIX, esteticamente este hotel me parece un edificio-escultura muy bien realizado, teniendo en cuenta que se contruye sobre el techo de una estación de metro. Tambien disiento contigo en la que consideras una buena noticia, el pagar 76 millones de Euros por una figura de Giacometti, que por cierto es fantastica, pero que pasara a ser disfrutada por una sola persona. En lo unico que estoy de acuerdo contigo es en la fealdad arquitectonica que sustituye a la Sala Cibeles de Corsega, un CAP y pisos tutelados para gente mayor contra una hermana gemela de la cerrada Paloma, me parece una sustitución negativa.
En cuanto a los mensajes insultantes que no dejas pasar en el blog, decirte que citando a El Quijote en lo de "ladran luego cabalgamos" deberias sentirte orgullosa porque remueves conciencias y que muchos se inquietan con lo que dices, otros muchos disfrutamos con tus escritos.

Belnu dijo...

Gracias, Francis! Ojalá sea así... Buscaré esos artículos que señalas, es verdad que aquí a veces predomina lo light, aunque claro, hay excepciones, pero yo me decepcioné de que no hubiera más radios como ese programa vasco de Roge, o el programa de radio Ecca o ese programa verde donde en diciembre hablamos del azufaifo, donde acogieran esa clase de temas y no dijeran que "los Balcanes está pasado", frase que hizo reír sarcásticamente a Juan Goytisolo cuando se lo dije.

Belnu dijo...

Civislib, comprendo tu punto de vista, efectivamente si tuviera que elegir también elegiría entre los dos el edificio del hotel. El problema es que yo me he llegado a radicalizar en una posición que puedes calificar de reaccionaria tal vez, porque creo que no habría que construir más, que hay una satiración de cemento y que habría que preservar la historia de la ciudad, que está desapareciendo. En otras ciudades he visto mejores políticas para alternar lo contemporáneo con lo histórico. Aquí me da la sensación de que todo se destruye. Yo no discuto la necesidad de que haya CAPS pero me parece que si hay edificios a rehabilitar y edificios vacíos, se prefiere construir de nuevo, y para eso no se repara en gastos. Además, en este país parece que los arquitectos no hablen con los usuarios de esos edificios y ocurre como en los nuevos pabellones de Sant Pau: hicieron pasillos por donde no cabían las camillas, el oxígeno no podía llegar a los pacientes en la cama, se eliminó la luz natural (necesaria para la salud de los debilitados pacientes) etc., etc., de forma que el edificio viejo seguía siendo mejor y más práctico! Luego vienen las costosas readaptaciones. Parece que se construya sin pensar, cuando no se entierra ofensivamente el pasado y la historia, como en el Fòrum sobre la memoria de los fusilados del Camp de la Bota.
Así que yo me he enrocado. Pero efectivamente ese proyecto del CAP es la fealdad encarnada, y el hotel es escultórico, sí, es sólo que la ciudad no necesita más hoteles...

Belnu dijo...

Ah Civislib, gracias por tu comentario sobre los trolls...

Belnu dijo...

Civislib, olvidaba contestarte a lo de Giacometti. Era irónico. Yo no celebro los desproporcionados precios del mercado del arte. Hablaba de la crisis y de la angustia y de la idea de que alguien de esos pocos que tienen fortunas casi pornográficamente ofensivas por la desigualdad y la pobreza del mundo, compre una bonita pieza de Giacometti (eso sí va en serio, me encanta) en vez de un Hirst es casi algo a "celebrar". Yo también la prefiero en un museo y a mí me parece injusta, como te digo, esa desigualdad del mundo. Una vez, un taxista que me llevaba a una tv (y pagaban los de esa tv), me contó que a ellos les pagaban a 90 días mientras que como huéspedes llevaba en su taxi a estrellas que cobraban a tocateja y con muchos más ceros.

Isabel Mercadé dijo...

Casi se podría citar a Cervantes para todo, como dijo alguien "El Quijote contiene el mundo"...qué bien traído por civisliberum ese "ladran, luego cabalgamos", eso es exactamente, en el fondo un elogio.

Belnu dijo...

Sí, es lo que tú querías decir citando el ejemplo de Blanca Andreu, en efecto, y con el Quijote!

Ephemeralthing dijo...

"La lengua salvada", el ejemplar de la obra de Canetti que tengo traduce de esta manera el adjetivo "gerettet". Estoy convencido que vas a disfrutar con su lectura, a mi me apasionó, nunca me había encontrado con la biografía de una infancia. De ahí pasé ávido a los otros dos volúmenes de la autobiografía de Canetti, pero esa narración primera me sigue pareciendo única e "indispensable". Pongo las comillas porque creo que buena razón llevas, cada texto uno lo acepta cuando interesa en su momento, no cuando marca la lectura obligatoria pseudoacadémica. Faltaría más, ya somos mayorcitos.
Hoy he vuelto a la Ciutadella, pasando por Arc de Triomf hacia abajo y he recordado la imagen virtual vista esta semana del proyecto del nuevo hotel, ¡pobres vecinos, de repente se les va a instalar un gigante que va a doblar en altura sus edificios y les va a quitar todo el sol que da en el interior de la manzana!. Otro gesto privado con el beneplácito de la administración de "izquierdas, verde y chovinista" que no considera el "impacto" que producirá en el bienestar de esa zona. Por otra parte su aspecto es de risa, más feo y ridículo imposible, pura arquitectura "fashion", ... lo siento civisl. Por lo menos lo podrían haber "pensado" en otro color, amarillo o fucsia, o verde, pero, ¡ese negro ahí en medio!.
He vuelto a acordarme del Jardin de Luxembourg paseando por el parque, considerando a los dos no como visión de "postalitas" de un "coffee table book", sino como espacios urbanos con solera y sobre todo historia, es decir, con un carácter muy concreto. La diferencia entre los dos está en como se preserva ese carácter, Luxembourg como ejemplo digno e ilustrado, Ciutadella como ejemplo cateto, ¡esos nuevos dorados a la "Sanssouci" de la fuente de la cascada!, pretencioso y cutre. En cualquier caso, la atmósfera es de civilidad. No hay tanta gente como en el de Luxembourg y todos conviven ajenos a esa entelequia municipal del "civisme", la mujer en silla de ruedas que pasea a su perro anciano, el simpático y espontáneo lolailo con su pitbull que entiende que a L. no le apetece jugar con él y cuida de que su perro no se sobrepase, a la vez que piropea a L. llamándola tres veces guapa. También todos los demás, padres con niños, algunos turistas, grupos variados de gente.
El resultado es silencioso y tranquilo, sumamente agradable, con ausencia de los tópicos floklóricos peninsulares, y aunque el mantenimiento es un desastre, da gusto ver esa vegetación envejecida y añeja. Por otra parte el lugar está lleno de recuerdos de mis visitas infantiles al zoo y he tenido la sensación de que es de los pocos "paisajes" barceloneses que no se han visto brutalmente alterados desde entonces.

Me alegra ir sabiendo de "Si un árbol" y de "Algunos" y de que estén bien.

Belnu dijo...

Sí, ese libro es magnífico, Eph, aunque creo que fonética y poéticamente es más bonito La lengua absuelta, pero no importa, hay mucho más ahí.
Gracias por esa crónica comparada de la Ciutadella en un día tan plácido y agradable. Yo no entiendo por qué hacen falta más hoteles en una ciudad abarrotada de ellos y en plena crisis de turismo... Acabo de ver una película muy sesentayochista de Agnès Varda.

Dante Bertini dijo...

varada como la sirena de Casona o varada en una casona cual sirena?
Ninguna de las posibilidades me parece desastroza, más bien poéticas.

Paseo por los comentarios del anterior y me río con el "enfrentamiento" por los acentos y los signos...
Yo prefiero acentuar las palabras monosilábicas porque si no leo otra cosa, pero por otro lado el lenguaje de aquí debe ser rápido, abreviado en lo evidente, al menos para los educados a la antigua, que lo contestamos todo.
Gracias por recordarme el artículo de TEM sobre la muerte de su mujer, un hecho que me impresiona hasta hoy.

Belnu dijo...

Hay una poesía hasta en el desastre y el fracaso! Sí, a mí me gustan los acentos, aunque a veces se evaporen! Si mandas una respuesta a facebook desde el email desaparecen todas las letras acentuadas!
Ese artículo precioso de TEM sobre su mujer me lo había recomendado nuestra común amiga L.O., es espléndido.
Por cierto, ayer hablando de gatos le contaba a G. cómo Federico está siempre buscando tu voz en el aire.

Ephemeralthing dijo...

"Añadir a cesta". Bromeo, quiero decir que la semana que viene hurgaré en la biblioteca o pasaré por La Central a causa de, bien dices, la generosidad de Alvaro. Ese "Danubio" de M. dispara toda la inquietud y curiosidad.
Retomando el tema "Ciutadella", pasma bastante el que a unos funcionarios no les parezca mal que el entorno inmediato de la sede del parlamento ofrezca un aspecto miserable. Ver la obra de Llimona, "El desconsól", instalada en el estanque vacío sin agua y reconstruido, a saber cuando, con tocho puro y duro es una imagen de total abandono.

Belnu dijo...

Ellos sólo piensan en acabar de destruir el parque para hacer un edificio nuevo para el Parlament y un inmenso parking, lo advirtió Albert Marjanedes. El abandono del parc y la expulsión de museos e instituciones tiene otro objetivo, más negoci, y esos sí que son "añadir al bolsillo"

Icíar dijo...

Yo me alegro de que con todo eso no decaigas y sigas.
No etiendo esas críticas tan pasionalmente negativas, aunque por su naturaleza, creo que esconden frustraciones personales del que las hace, y quizá la lectura de ellas debiera ser más que positiva. Vas bien Isabel, muy bien.

Por cierto libro, tuve que contestar en privado a un comentario, y en la segunda respuesta, me dice la comentarista, ¡Oye, también leí el comentario de Crucigrama y me apetece leerlo¡ ¿se puede conseguir? En fin, de todos los libros, se quedó con Crucigrama. Eso me alegra mucho.
Hay que seguir.

Belnu dijo...

Gracias, Icíar! Y claro, el entusiasmo se transmite. Aún no he pasado por ese otro blog tuyo de los libros, tengo que ir... Gracias por todo

el objeto a dijo...

yo llevo días varada también, como en aquella frase que me dedicaba siempre un amigo, "después de atravesar el océano a nado, quedarse varado en la playa" Te leí pero no te comenté, pero cada vez que vuelvo y veo este título que me interpela...

Belnu dijo...

Irónico pero convincente tu amigo... así son las cosas a veces, y es difícil entender cómo se encalla uno.

Anónimo dijo...

Si este comentario puede nivelar la opinión de tu anónimo furioso, adelante.

Una casulidad me trajo hace unos días hasta aquí donde he encontrado algo más que magia literaria. Es un blog muy hermoso. Y de alto nivel con mucho para aprender. Gracias.

De todos los libros que he ido anotando, comenzaré leyendo uno tuyo: Conversaciones en torno a la guerra de los Balcanes. Me interesa especialmente.

Una anónima serenamente encantada.

Belnu dijo...

Gracias, Anónima, pero más que furia, era estupefacción incrédula ante la agresividad cobarde, con antifaz...

Anónimo dijo...

Entendí que la furia era la del anónimo. Por supuesto que no la tuya. Perdona si no me he explicado.

Sobre la estupefección, de las críticas mejor sólo aceptar las constructivas o cualificadas. No hagas ni caso. Tu blog es excelente.

Sobre la agresividad, quien la sienta hasta ese extremo que investigue en sus propios motivos.

La misma anónima serenamente encantada con tu blog.

Belnu dijo...

Ja ja, perdona mi confusión, yo a veces también me enfurezco, querida anónima, por eso pensé... Tienes razón sobre los que sienten esa agresividad hacia otros sólo porque escriben y necesitan ir a sus espacios a insultarles...
Gracias por tus palabras y por la matización