Ayer, justo antes de irme hacia Laie vi un arcoiris entero, que mi humilde cámara no pudo captar sino a trozos, y en algunas fotos es tan patética la acumulación de grúas y la construcción sobre el Putxet que no quiero ponerlas aquí para no entristecerme, pero fue un espectáculo digno de verse, y cuando le enseñé las fotos a Dolors Udina me dijo algo que yo ya había dicho aquí a propósito de la luz de Cadaqués: al menos esto no pueden cortarlo para construir. Sí, nos queda el cielo diurno porque la belleza del cielo nocturno ha desaparecido con la contaminación lumínica de las ciudades, y en Barcelona lleva camino de empeorar, ahora que la horrible empresa proeixample, contratada por el ayuntamiento de Hereuville, empieza a sustituir las bonitas farolas decimonónicas por unas de autopista (vayan si no a la Gran Via de Muntaner hacia Villarroell y verán el horror que están haciendo sin que nadie proteste, salvo cartas en los periódicos; y yo miro el paisaje nocturno de la plaça Joaquim Folguera, con sus farolas y almeces y me conjuro a resistir contra esos mamelucos).
El arco iris fue un buen presagio para la presentación del libro de Antoni Clapés, donde sobre todo lo que dijo Ramón Andrés, lo bien que situó la escucha de Toni Clapés, su posición en el mundo, de chejoviano no-saber, y esa descripción suya entre analítica, poética y filosófica me encantó, sobre todo ahora, mientras me pregunto quién podría presentar mis cuentos... Pensé que era una suerte alguien que leyera con tal atención y supiera decir(le) así... Aunque fuese secuestrándole entre dos viajes bálticos.
Antes de irme, alguien me habló de un viaje a Crimea que me hizo soñar. Iba yo releyendo unos cuentos de Chéjov, maravillada igual que la primera vez que los leí, aquella vida triste y gris de un joven tímido y algo encorvado al que besan por error en la oscuridad de una biblioteca y cómo brilla momentáneamente su vida para luego caer de nuevo en su monotonía desesperada, o Agafia, casada con el guardagujas y amante del perezoso y guapo Savka, y hoy me ha tocado Turguénev, sus Memorias de un cazador (por culpa de Maeve Brennan y William Maxwell). Venía pensando en esa atmósfera de isbas y mújiks y batíuskas que me transporta. Dice Turguénev: "era un cazador empedernido y por tanto, excelente persona" (qué extraña idea, hoy imposible), pero también: "Aquel bosque contaba con doscientos o trescientos robles enormes, y gigantescos fresnos. Sus cimbreantes y vigorosos troncos negreaban majestuosamente en el verdor dorado y transparente de los avellanos y serbales, elevándose más y más hacia el azul del cielo, desplegando en forma de bóveda sus anchas y nudosas ramas. Azores, esmerezones, cernícalos volaban silbando bajo las inmóviles copas de los árboles, abigarrados picapinos golpeaban con fuerza las rugosas cortezas; junto al trino de la oropéndola, el sonoro canto del mirlo se escuchaba en la densa espesura; abajo, en los matorrales resonaban petirrojos, pardillos y currucas, los pinzones correteaban raudos por los senderos, la liebre blanca corría por las veredas, zigzagueando cautelosamente; la ágil ardilla saltaba de un árbol a otro, para sentarse de pronto elevando la cola sobre su cabeza. En la hierba, junto a inmensos hormigueros, a la sombra de las hojas recortadas de los helechos, florecían violetas y muguetes, crecía toda clase de hongos: rúsulas, amanitas, agáricos, setas de roble, falsas oronjas; en los claros, entre amplias matas rojeaban las fresas... ¡Y qué sombra había en el bosque! Cuando mayor era el bochorno, en pleno mediodía, parecía ser de noche: qué silencio, qué perfume, qué frescura."
Y como estaba yo aún añorando el luminoso Viva voz de vida de Marina Tsvietáieva, de quien me envían hoy una cita optimista ("Yo no creo en milagros. Mas qué dicha es darse cuenta: ¡el milagro - existe!"), me repongo con estos otros rusos favoritos (me dice Valeria Bergalli que en 2010 saldrá el tercer tomo de los espléndidos Relatos de Kólyma de Shalámov, que cambiaron mi forma de entender los cuentos, y que Ricardo San Vicente ya está traduciendo el cuarto...).
G. ha pasado un momento y me ha contado su odisea ayer en la moto renqueante bajo una lluvia furiosa (como aquella de Somerset Maugham que ya cité: "Outside, the pitiless rain fell, fell steadily, with a fierce malignity that was all too human."), una lluvia en tres direcciones, que atravesó su chubasquero, mochila, tejanos y convirtió agenda y apuntes en pergaminos ondulantes y enloqueció su teléfono. Luego me ha enseñado un vídeo de surf que borraré de mi memoria, para no sufrir, mientras él se dirigía a alguna playa con su personaje de neopreno.
Y ahora me queda decidir si cumplo mi promesa y voy a la fiesta lejana en Palo Alto o me quedo leyendo y podando textos en el sofá...
Al final sí fui a ese gran jardín nocturno, incluso entré con T. en un cine para dos, que era un coche decorado con cortinillas. Vi a algunos conocidos de siempre y a la vuelta nos perdimos por zonas de la ciudad antigua que no reconocíamos, y fue un paseo que recordaba a mis postales viejas de Barcelona, antes de que se convirtiera en hereuville... Y al llegar a casa, ¡qué bonito estaba el azufaifo! Reinaba con su majestuosa humildad en su jardín, tal vez aprovechando los últimos días antes de desnudarse para resistir el invierno.
39 comentarios:
precisamente Lluvia es para mí uno de los títulos más bonitos, y evocadores, de la historia de la literatura; tan sencillo y sin embargo figura de tantas cosas, incluida como no la maldad humana
la verdad es que esto de los blogs, sustituto moderno de las tertulias de café, tiene la virtualidad de ver como no es uno sólo el que vive bajo el paraguas de la literatura, aturdiéndose a ratos, pero también obteniendo de las vidas escritas una fuerza sin la que seguramente no podríamos seguir hacia delante
Así es, ¿qué haríamos sin los libros y sin estas tertulias virtuales que nos reúnen? A mí me encanta ese cuento y siempre que llueve ferozmente, como ayer, me acuerdo de él. Y de un pasaje de un cuento de Maeve Brennan que les leí el otro día a mis alumnos, donde cuenta que aparece un pobre hombre bajo la lluvia, chorreando, y tiene tanta lluvia en los ojos que parece ciego, y la lluvia es tan densa que forma incluso una cortina entre él y la niña en el umbral, y es que ha sido "el peor invierno que Dublín había visto en años. Todo el mundo lo decía. No hubo nada más que lluvia, día tras día. Todo estaba tremendamente húmedo… La madre se lamentaba por su jardín, muerto por la escarcha..." y escribí yo que ahí
"son las casas y los árboles los que lloran de lluvia" y que "la obstinada resistencia de la joven a aceptar la ausencia de amor y de esperanza palpita en cada imagen distorsionada por la lluvia"... O sea, lluvia y literatura!
qué bonito
ahí te van dos referencias más: te acuerdas de como llovía en la escena de los muertos de joyce en la que el enamorado va andando hasta dublín para rondarle a la protagonista: llovía tanto que el pobre, tuberculoso y delicado, muere de frío ( y de amor, claro)
2. acabo de comprar un libro, por recomendación de mi gran amigo X.P. que se llama. Rome, la pluie
Oh sí, y cómo me gusta Los muertos de Joyce! Qué ganas de volver a leerlo... Ajá, Rome, la pluie, voy a husmear... Gracias!!!
Why, oh why, can't I?
Como ya habéis hablado de la lluvia (y yo ayer, encerrada, me perdí ese instante mágico del que esta mañana algunos afortunados como tú ya me habían hablado)y de Joyce (por cierto, hace poco releí el retrato del artista adolescente y fue todo un redescubrimiento), mencionaré a los rusos y ese seguro refugio que ofrecen cuando todas la otras palabras parecen "trontollar".
Con afecto.
Buscando una respuesta para ti en las Amapolas, el libro de A.P. se me ha abierto precisamente en "Yo intento evocar la lluvia o el llanto".
Siempre es desconcertante y maravilloso releer un libro mil veces leído. Encuentras frases subrayadas que ahora han perdido el significado que entonces debieron tener y te detienes en otras en las que apenas habías reparado. Es cierto que es el lector quien completa un texto.
Me ha encantado esta tertulia.
Es verdad que hay palabras que con su única presencia nos llaman la atención y cambia todo el sentido de un día o una conversación.
En la escritura de Beckett está esto muy presente, o en Céline, o Brossa. Aunque al poco, se olvida esa palabra sustituída por otra igual o más importante para la narración, unas ocultan a otras. Tal vez sea una rareza dar ese valor único, a una palabra aislada, esa carga poética o de sentido.
Me alegro por la compra de Bryars..
iluminaciones.
Birds flying over the rainbow...
sí, el Ulíses podría ser perfecto para una tarde lluviosa.
iluminaciones.
Sí, Iluminaciones, a veces es un tejido de palabras que nos envuelve. Justo ahora estaba tomando algo con Objeto a y hablábamos de algunas piezas que enseñas en tu blog y de tus comentarios... El otro día también me acordé de ti viendo una entrevista con Robert Pinget, amigo de Beckett y traductor suyo (y a quien Beckett también tradujo)
Ya te diré cuando me llegue lo de Bryars!
Joyce está lleno de lluvia...
Somewhere, over the rainbow, skies are blue, and the dreams that you dare to dream really do come true.
Sienta bien en un día viernes.
Sí, sienta bien...
gracias por los vuestros, que completan muchas veces las imágenes, y lo que veo en ellas.
Se amplían fuera de los márgenes.
iluminaciones.
Diría que había dejado aquí un par de comentarios...
Iluminaciones, me gusta la idea de que se completan fuera de los márgenes!
Bel M: ¿No era en la entrada anterior? Es mi aceleración, que seigo siempre escribiendo...
Bel M., he encontrado un comentario en la entrada Cielo de plomo, pero no más... ¿Se habrán perdido? Voy a mirar que no estén agazapados ahí en escritorio...
Bel M: tus dos comentarios estaban ahí en el Escritorio sin haber llegado al email! Ahora los he recobrado. Qué bueno los libros que se abren por una frase que ya nos tocó hace tiempo. Y sí, escritores rusos y escritores irlandeses, y yo que he dicho en el blog de Lost in Marienbad que no sabía generalizar, héme aquí... no se puede decir
Entre tantas cosas yo me quedo con las estrellas robadas.
Voy a hacer un "pase de diapositivas" en el IEC de Barcelona el viernes 6 y justamente ese será uno de los temas, poner fotos hechas con la misma exposición en cielos oscuros de verdad, los mejores del mundo, en la Isla de Pascua, en Atacama, etc y después en el Pirineo, que es relativamente oscuro.. y finalmente en la ciudad-dormitorio. Ni yo mismo me imaginaba la diferencia, es brutal.
Palo Alto?
Se me olvidaba, te quedaron preciosas las fotos del horizonte. Ya las vi en flickr y me preguntaba donde estarían hechas. Es lo que tiene la fotografía que se puede aislar lo que te gusta.
(Y perdón por la autopromoción en el otro comentario)
Bien por la exposición de estrellas de Atacama, Friks! Sí, el Palo Alto de Poblenou, chez Mariscal
Oh, gracias, Friks! Viniendo de ti es más elogio, que tú sí sabes hacer fotos, y yo soy sólo una hormiga de Figueres con su cutrecámara...
Es una autopromoción muy legítima, que te agradezco, yo quiero ir...
Me gusta la foto: es sencilla pero mágica. :)
(Hola,soy María. Encantada)
Gracias, María!
¿El IEC es l´Institut d´Estudis Catalans del carrer del Carme?. Ocurre que el tema de "el cielo" está resultando ocurrente e igual es una señal de que hay que tratarlo.
Eso imaginé yo, pero habrá que confirmarlo con Friks. Desde luego, no hay que olvidarse del cielo :)
Ja, ja. Estaba tan obcecada con la pena de haberme perdido en mi encierro ese instante mágico que olvidé decirte, sí, cuánto me gustaba la foto. Ahora me lo han recordado Frikosal y María.
Por cierto, si me permites la utilización del espacio, materia de los sueños esos cielos de Frikosal.
Saludos de sábado a todos.
Gracias, Bel M! Vosotros la habéis hecho más bonita... Y claro, es lo bueno de estos espacios, que se conviertan en lugares de tertulia, hallazgos y afinidades...
me ha gustado leer este post. ahora estoy muy lejos de barcelona y tu manera delicada de escribir revive el ambiente que acumulo de ahí, de libros y liberarías y cines y cosas bonitas que surgen espontanea y agridulcemente porque se sabe que la ciudad está cambiando rápidamente y prontito desparecerán, y la creatividad perpetua que todo aquello anima. me cuesta mucho escribir e incluso pensar cuando no estoy en barcelona! (este año no he podido ir porque acabo de empezar un trabajo una universidad en nueva zelanda, donde apenas dejan salir en verano, es una locura, ni hay cursos, no hay razón para encerrarnos en el rincón del mundo...)
un abrazo,
megan
pd- por cierto, la biblioteca aquí se ha encarago de comprar tu libro Azufaifo de la Central!
En Nueva Zelanda! En los ratos que puedas pensar y escribir, cuéntanos un poco de allí. Das clases de literatura o de lengua? Cómo es el sitio?
Gracias por tus palabras y por encargar mi azufaifo, hace ilusión que esté allí y alguien pueda leerlo en las antípodas!
Hola Isabel, felicidades por el nuevo libro! Tiene muy buena pinta (y muy bonita portada), lo buscaré cuando vuelva a Barcelona.
Doy clase de lengua castellana y de literatura hispánica, pero no es enteramente literatura sino "cultural studies"--un poco de todo. Es verdad que hay más movimiento cultural studies en la Pompeu Fabra que en otras universidades en Barcelona?
Pues aquí en NZ hace frío! Se supone que ahora es primavera, pero sigue haciendo frío. Y lo raro es que en las fotos parece que hace calor porque hace sol y hay muchas flores. Todo es muy british, pero más rustico, salvaje y retro. como es una isla muy lejos de todo, todo se recicla y se re-usa, los coches, los zapatos, los libros... hay muchísimas tiendas de repair y de 2a mano. la gente es amable, modesta, bastante tímida. Hace poco subí unas fotos aquí si te interesa: http://www.flickr.com/photos/98159844@N00/sets/72157620582595774/
sigo con tu blog, aprendiendo nuevos adjetivos!
adeu,
megan
Hola, Megan! La verdad es que respecto a las universidades barcelonesas y los cultural studies no sabría decir, tendría que preguntar a mis colegas de la UB, la UAB y la propia UPF, porque yo sólo voy a la UPF a mis cursos de posgrado y apenas sé lo que pasa, y la verdad es que todo es tan bolognés que prefiero no saber. Mi hijo me cuenta a veces cosas que me producen desaliento. Y lo mismo digo de mis amigos profesores, muchos de los cuales sólo piensan en retirarse...
Megan: miraré las fotos cuando vuelva a tener conexión, se me ha escachuflado el router, como diría mi amiga M., y tengo para tres días, dicen, así que escribo (mal) desde cibercafé con música de Brian Ferry (It's all over now, baby blue) y creo que voy a aprovechar una oferta de acogida en casa amiga. Ya te diré cuando vea y gracias!
Megan: me he mirado las fotos y unio a la descripción que das, me encantaría estar allí dando un curso como tú en vez de estar aquí, con estruendo de obras, talas de árboles, corrupción y problemas de conexión
A Nueva Zelanda creo que me iría yo sin billete de retorno. Y más después de haber visto las fotos. Y la naturaleza virgen que debe haber allí.
Friks! Sabía que había más argumentos para irse... Cómo quisiera yo. pues a ti te buscaba, iba a ir a tu blog para decirte que leyeras este post de Álvaro de la Rica, que tan brillantemente investigó sobre Kafka y su visión de la Shoah antes de que ocurriera, y acaba con una imagen de Kafka ante un ramo de flores cortadas y diciendo que son como él, porque están vivas y muertas, me ha hecho acordarme de ti.
http://alvaro-hobbyhorse.blogspot.com/2009/10/dos-notas-sobre-kafka.html
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