Foto: I.N., Autorretrato borroso, mayo 2007
Ayer estuve en el Ateneu, en una de las actividades del Espai Freud, "Los unos y los otros. El encuentro con las diferencias. Subjetividad y pensamiento contemporáneo." La interesante combinación de los ponentes -Rithée Cevasco, psicoanalista, Julieta Piastro, historiadora, Jordi Borja, urbanista, y como presentadora y moderadora la psicoanalista Marta Rodrigo- permitió situar el tema de la inmigración y la alteridad en unos parámetros avanzados, más allá de los estereotipos y las discusiones sabidas. Marta Rodrigo hizo una presentación muy crítica, inteligente e ideológicamente muy clara, con ese viejo espíritu de la izquierda de verdad que tanto echamos algunos en falta. Luego Julieta Piastro mostró su insight capaz de entender esa alteridad gracias a sus reflexiones y práctica en las diferencias y cuestiones de género, apoyándose muy bien en análisis de Agambem, Vattimo, Heidegger, definiendo las distintas posiciones y el significado del multiculturalismo, etc., le siguió Rithée Cevasco, que iluminó con un análisis sintético y brillante, pasando desde lo analítico -del goce y la pulsión de muerte- a lo histórico y sociológico, basándose en la realidad francesa, la explosión de la segunda y tercera generación de inmigrantes (no de la primera, y no de la primera viene el arraigo religioso, como defensa, pues entonces funcionaba el ascensor social), profundizando sin necesidad de extenderse, y preguntándose si este país nuestro sabría superar los retos que allí no se habían superado (lástima que en algunos momentos bajaba la voz y yo, en un extremo, no lograba oírla), y acabó Jordi Borja, que tras bromear sobre su posición como el otro y su distinto nivel teórico, y de mostrarse crítico con la política del ayuntamiento y la del gobierno (ley de extranjería, regulación urbana sobre el civismo), situó las cosas en la ciudad, desmitificó la idea de los guetos, condicionó la integración a otros factores (de nuevo el ascensor social; o la ciudad compacta, ideas que personalmente me habría gustado pedirle que elaborase con más detalle, pero no pude quedarme al debate posterior y no sé si si entonces se desarrollaron más). En conjunto, una vez más, un tema tan importante y ubicuo en los medios y en las conversaciones diarias, abordado más allá de la hipócrita "cultura de las mentiras", incluyendo felizmente la perspectiva del psicoanálisis y la filosofía, y a la vez situado en su entorno natural más obvio, la ciudad. Por allí andaba el verdadero factótum de todas estas iniciativas, el librero de la calle Berlinès.
Esta mañana, una amiga poeta que lee mi blog me decía: "Has encontrado la escritura del siglo XXI, el formato, los enlaces, la periodicidad... ya llegará la manera de financiarte o de que se reconozca para que puedas vivir de eso..." (anoche hablé con un famoso blogger, últimamente foucaultiano, rortyano y judithbutleriano, que vive en otro mundo, mucho más receptivo y supportive y a quien The Guardian ha acogido a raíz de su actividad de blogueo) y una vez más, preguntándome si eso llegará, si no habrá sido un error entregarme a esta desvalorizante gratuidad en un país desértico, este abandono antipragmático, esta exposición exagerada que atrae no sólo a mis lectores favoritos, sino también indeseables, me acuerdo de la frase de mi padre: "Elegís caminos tan difíciles...y luego os extrañáis..." Yo le pregunté entonces a quién más se refería, aparte de mí, o en qué grupo me estaba incluyendo, y él soltó su risita de circunstancias, y concluí que me había puesto el plural para no ser tan directo. Y ahora al cabo de los años, si estuviera, podría decirle que sí, que en lo difícil, lo sesgado, lo lateral, los márgenes y meandros he encontrado casi siempre lo que me interesa o mi mismidad o simplemente me he encontrado ahí, por temor a dejar de ser libre, por afinidad con el espíritu del que habla Li Bai o por una inclinación no-sabida. Pero él no está para seguir la conversación, y eso es la muerte y la pérdida, una conversación interrumpida.
Voy a seguir con mi escritura interrupta, antes de que llegue la hora de las celebraciones.
6 comentarios:
si no habrá sido un error entregarme a esta desvalorizante gratuidad en un país desértico, este abandono antipragmático, esta exposición exagerada que atrae no sólo a mis lectores favoritos, sino también indeseables, me acuerdo de la frase de mi padre: "Elegís caminos tan difíciles...y luego os extrañáis..."
No tengo la respuesta pero esta pregunta es una de las importantes y lo planteas muy bien. Claro está, desde mi egoismo es estupendo que escribas tu blog, pero esa no es la cuestión.
Y es que además mucha gente (no solamente en los blogs, también en la vida real) juega a esconderse detrás de un personaje. Si alguien les insulta o les ridiculiza, está insultando al personaje, no a ellos. Salir sin máscara a decir las cosas de verdad, de tu verdad, con implicación emocional sincera, es muy duro y te expone a que te muerdan desde la oscuridad tipos risueños que no tienen nada que perder, por que nunca dieron la cara.
hoy leí algo precioso en el librito de Barthes te tú la que lo trajiste a míque aunque yo compré, siempre considero un regalo tuyo puesto que fuiste tú la que me hizo comprarlo, era algo sobre las ciudades y pensé que te hubiera gustado (lo he colgado en el abatido pequeño objet-a, ya me dirás...)
me ha gustado mucho eso que has escrito al final
"o simplemente me he encontrado ahí, por temor a dejar de ser libre, por afinidad con el espíritu del que habla Li Bai o por una inclinación no-sabida"
además de ser una respuesta muy lakhaniana, tiene algo de una nueva vuelta de tuerca, alrededor de tu enigma, como dicho desde otro lugar...
una inclinación, sin duda, que se sabe al menos salvaguarda del deseo
Bueno, Friks, aunque lleves máscara la gente lo toma igual, ni se dan cuenta de que una no-máscara es más enmascarada que la propia máscara, exponerse más para protegerse, decía un artista alemán, yo me siento bien en cualquier caso, aunque me desconcierte que haya gente que me confunda o se confunda o no sepa entender, otros en cambio entienden enseguida y son los que nos interesan. Y respecto a los locos que insultan, hay que ignorarlos e intentar que sus excrecencias no se te adhieran de ninguna manera a la piel. Creo que va muy bien frotarse con sal!:)
Pero me gusta tu reflexión, también para mí es una suerte que escribas el tuyo!
Ah, objeto a, rápida y capaz de hacer tantas cosas a la vez sin que se te escape una frase de Barthes, que buscaré en el librito famoso (el que debiera haberte regalado!) Ahora iré para allá
Interesante concepto la no-máscara, que en realidad no se si yo utilizo. Esto me parece un tema complicado pero ideal para conversar tranquilamente tomando un te.
En efecto, es un tema que admite muchas matizaciones... y que ha llenado libros y películas, Javier Marías escribió de las reacciones de la gente y la relación realidad-ficción en Negra espalda del tiempo, Woody Allen en Deconstructing Harry, Gombrowitz habla de esa máscara en el principio de Ferdidurke, diría, and so on... Un día tenemos que tomar ese té para que me habléis Nmp y tú de vuestras excursiones faunícolas...
Publicar un comentario