... En un lugar que me devuelve al pasado, los electricistas extranjeros que han cortado la luz de la escalera de mi casa durante diez horas de hoy no podrían imaginar hasta dónde me han llevado. Había otras posibilidades donde trabajar (con portátil o pinganillo), pero todas parecían más complicadas. En casa de N había obreros desde muy temprano, V estaba de viaje, en casa de B la perra no me habría dejado trabajar, y la casa de E me habría obligado a cruzar la ciudad. Así, la hospitalidad de J parecía la mejor solución. Su casa, en cierto modo una versión ordenada y pulcra de la mía (que fue nuestra antes de volverse mi cueva de Alí Babá), donde todo es sistemático y casi nada accidental. Yo sabía que estar aquí era entrar en su mundo. Hace un tiempo ni se me hubiera ocurrido aceptar su ofrecimiento; esta vez se lo propuse yo misma. Su equipo de sonido suena bien, la música que escojo de entre la suya me parece triste, pero tal vez sea la luz. Muchas cosas me resultan familiares. También en este patio canta un mirlo. Las fotos de G con su padre por todas partes, pequeño, adolescente... Las fotos de J con los personajes de su otra vida me rodean también. Y sus colecciones de pequeños objetos. Una tortuga de madera oriental. Una foto de mi padre cantando ópera. La casa es sobria, preciosa, tranquila y alegre, aunque yo la veo a través de esa nube del pasado, mi pasado, lo que yo esperaba y no supe hacer, mis deseos, mis sueños y mis errores, el tiempo dedicado. ¡Veo la vida! O la mitad de ella. Me duele el brazo. Traduzco textos críticos y políticos, para el Macba, ya no es Nancy Spero, sino Francesc Torres. Aquí todo está limpio y en su sitio, incluso las colecciones de bolas de cristal, de fósiles, de piedras, de objetos variados. El suelo de madera, impecable a la luz de este día opaco y gris y la memoria, como las temperaturas que bajan, como una lluvia sobre una gabardina de un tejido completamente aislante. Hay algo contagioso en mi proyección, pero da la sensación de que desaparecerá en cuanto me vaya. Pero también, al contemplar lo que J acumula, sistematizándolo, me parece que esos fragmentos componen su personaje y su humor, y la idea me hace reír. "Si quieres te alquilo esta casa para trabajar", me dice J al volver. Bromea de que no me haya ido aún, dice que quiero quedarme. Entonces me doy cuenta. Estar aquí es como estar en Luxemburgo, en el apartamento de N. Estar aquí es vivir por unas horas la vida de otros, la vida de J. y G. en esta casa. Como asomarme a esas ventanas iluminadas que muestran a la calle un paisaje sólo atisbado. Casi me parece otro barrio, aunque sólo dos calles más allá está mi casa, sumida en la penumbra y con el portal lleno de electricistas. Creo que, al lado de ésta, mi casa es más que nunca la cueva de Alí Babá, aunque me guste. Al mirar por la ventana de ese lavabo y ver un patio desconocido me ha vuelto la curiosidad vertiginosa de la época en que buscaba piso, y en cada uno de los que visitaba me imaginaba viviendo. Imágenes intensas de otras vidas posibles, como en otras ciudades. Por un momento he pensado que había vida más allá de mi casa, que dentro de dos años tal vez sí encuentre otro lugar donde prolongarme y rodearme de mis libros (no sólo un sotanillo hermético y húmedo en Nou Barris, como cabría esperar por los precios). Se me ha pasado la melancolía. Tengo ganas de fumar, de pasear, de escribir, de pasear por una playa lejana... Por cierto, tengo una lejana cita en Brighton para septiembre de 2008.
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22 comentarios:
Se agradece un poco de romanticismo en este mundo de otros, cada día más ajeno. Aunque no sea totalmente serio, esa relación da todavía mucho de sí.
Me gusta este post, tan íntimo y sentido.
Gracias, Cacho. Me llega en una mañana dura, aunque estaba anticipado, el primer no a mi libro balcánico.
siempre que escucho descripciones de casas, me viene a la memoria Benjamin.
impromptu.
A mí Benjamin siempre me produce nostalgia. Pero ya no recuerdo si alguna vez habla de casas. Quien sí que habla es Baudealaire, de las ventanas entrevistas, y claro, Benjamin habla de Baudelaire... pero quizás tú te refieras a un texto que yo no recuerdo... Tal vez debería comprarme otro volumen de esas completas tan bien editadas...
En dirección única y sobre todo en infancia en Berlín habla de ello, del interior de las casas, entre otras cosas, dos pequeños libros de alfaguara.
impromptu.
Uno de los posts que más me ha gustado, hago mia las palabras de cacho y agrego: la foto de G (magnífica), detrás suyo la de tu padre, la misma que has linkeado aquí.Buenas vibraciones.
Ésto funciona!, querida Bel.
Buenos dias por la mañana
Jazzy
Gracias, Impromptu, no lo recordaba. Es algo que me pasa con Benjamin, tendría que releerlo siempre, me quedan las sensaciones vagas, pero olvido lo importante. Tengo dirección única, pero no sé si Infancia en Berlín. Iré a por ello...
Gracias, Jazzy! Buen ojo tienes. También mi anfitrión de ayer está contento con el post, o eso creo. ¿Qué es lo que funciona, el blog, las buenas vibraciones? Necesito un golpe de suerte, aunque creo que la tengo ya, pero está sólo en el aire...
m'ha encantat el text de casa el jose.
sempre són bonissims els textos del teu blog... com pot ser? haha
o almenys a mi sempre m'agraden molt, sobretot quan parles de coses del nostre voltant (però d'altres coses també)
G.
No lo sé, pero funciona.No tengo ojo, soy muy cegata :), pero sí soy muy observadora.
El G que ha escrito en el mensaje anterior es el G que yo creo que es?, por si la acierto, un abrazo para él, me da la sensación de conocerlo desde siempre.
Bah! locuras mias.Seguro que no es él.
Hasta mañana!!
Jazzy
Sí, G es mi hijo, efectivamente, el de la foto y tantos posts, ¿lo ves como tienes buen ojo?
y el mate con la bombilla, de quién es?
sólo un recuerdo telúrico o a veces tiene uso?
y el niño repetido, en plan muñeco pequeño y muñeco mayor...muy bueno
(por competir con el ojo de jazzy, soy de lo que no hay)
Uf, yo no veo ese mate con bombilla, ni idea, Cacho, otro ojo que todo lo ve, seguro que si está es un recuerdo, J es experto en coleccionar sin usar. Pero viste esa foto suya riéndose de lado? Es de nuestra boda! La hizo un fotógrafo italiano, entonces cuñado mío, luego pasó le tourbillon de la vie y no quedó nada, de unas ni otras bodas...!
Dearest, estoy leyendo tu mail y tu post al mismo tiempo. Siento mucho este primer "no", que abrirá otras opciones sin duda. Me gusta esa idea de refugiarse en algo prestado en el que una se mira, el refugiarse en un lugar del ayer. Como dice Cacho, romántico y una relación que aún da mucho de sí, y G. en ese rincón cálido, como observando, que también se parece a tu cueva de Alibaba
Sí, es un retrato bonito, que Gui se hizo copiando uno que le había hecho su padre más pequeño y que está ahí en la estantería, como una mise en abîme, ese motivo de heráldica que luego recobraron los teóricos franceses, tras lo de Godel, Escher y Bach, ya sabes...
Que alguien te deje su casa habitual es signo de una fuerte amistad. Es como abrir tu corazon y tussecretos a otra persona y mas si es tu ex.
Parece que G. sigue los pasos de su madre en cuanto a aficiones. Lo digo por la camiseta de la libreria Strand de NYC.
Es verdad, Civislib. Pero los que me conocen saben que yo nunca intentaría meterme donde no me llaman ni averiguar sus secretos!
En cuanto a Strand, G y yo estuvimos allí cuando aún viajábamos juntos. Y sí, yo creo que seguirá siendo lector o que volverá a serlo, aunque en esta época de dispersión lo ha dejado un poco, pero ahora mismo está leyendo "Una temporada con L" y creo que le gusta mucho.
Me encanta esa foto de tu padre y el autorretrato de G. Dile que un pelo más a la derecha, que se vea más la biblio (ley de tercios, buena para empezar y buena para cargarse más tarde)
Una cita en Brighton, jo també vull venir :)
Li diré de part teva! Ja saps que tu estàs permanentment convidat...
Habitar un día o dos o tres una casa ajena es un ejercicio muy estimulante para la imaginación narrativa.
Un saludo.
Tal vez. A mí no me ha inspirado ningún cuento... pero yo estoy en el postparto balcánico, veremos...
jajaja, he abierto el zoom, eh? todos ojo avizor ..
Cómo a Només, la foto de tu padre me encanta, bonita cabeza, bonitas manos ( mi padre las tiene preciosas a sus 85 ), bonita actitud vital
Saludos
Jazzy
Sí, es una bonita foto.
Y en efecto, lo tuyo es contagioso!
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