Ilustración: La maravillosa respuesta del Caballo que habla, a mi pregunta sobre la Festa del Ginjoler... Me encanta ese retrato del azufaifo músico... Tiene un color de fondo casi de soirée snob chez la princesse... Este caballo que habla se supera cada vez...
Parece que poco a poco, las cosas se van asentando. Sólo tendremos 50 sillas que nos consigue l'Associació de Comerciants de Sant Gervasi. El Ajuntament de Districte no ha podido cedernos ninguna. Si alguien tiene y quiere traerse sillitas plegables, serán bienvenidas.
Según las predicciones, el tiempo cambiará y será un día soleado. Insh'allah...
He tenido que hacer unos recados y he leído mientras andaba (ya sé que no debe hacerse, pero me sé de memoria esos recorridos, he atravesado tantas veces sant gervasi y la diagonal y rambla catalunya que no puede ocurrirme nada), gracias a Nmp, En el nombre del hijo, un libro descatalogado y olvidado inexplicablemente. He hecho trampa y he empezado desordenadamente por el relato que Félix de Azúa hace de su padre y de su infancia, un relato tan apasionado y venal incluso en las pequeñas trampas que me parece detectar, un relato tan de hijo, tan rabioso y melancólico, irónico y desesperado, tan vitalista: me ha entusiasmado (excepto claro, algunos de sus comentarios sobre las mujeres, como es habitual) y sorprendido por las afinidades. Así que él también se pasó la infancia castigado en su cuarto.
Y después he pasado al de Eugenio Trías, que me ha parecido muy triste, aunque no sabría decir por qué, y creo que la tristeza no estaba en su bondadoso relato de un padre falangista al que sí parece idealizar (al menos no ha querido indagar sobre los aspectos oscuros de los que le han acusado historiadores serios), sino en algo ajeno a él, algo que yo proyectaba sobre esas miradas inteligentes, pero pese a todo, vulnerables, de hombres a sus padres. Pero era gracioso imaginar a un Eugenio Trías jovenzuelo luchando con su hermana a mordiscos y tirones de pelo.
Un jour après...
Anoche leí el de Víctor Gómez Pin, aún más brutal si cabe que el de Azúa. "El mamarracho de mi padre", dice, habla de la función del padre y la caricatura de esa función, que es la que vivimos casi todos los hijos. Esos padres distantes sin casa, sin contrato, viviendo en hoteles, ese padre mentiroso sabio del vino, que transmite su conocimiento sin querer, casi por ósmosis, y de paso la abuela analfabeta y leibniziana (de ella el desdén de Gómez Pin por los títulos universitarios y la pomposidad vana que los envuelve y la antigua sabia opción de hacer un doctorado de estado sin necesidad de bachillerato), la madre, independiente y esclava al mismo tiempo, lo doloroso de su claudicación cíclica... Su relato es tan contundente y me produce aún más que el de Azúa una afinidad y simpatía que me asombran y la impresión de comprender mucho mejor al personaje. Me han dado ganas de releer dos libros de Gómez Pin sobre Proust, que recuerdo entrelazados y confundidos en mi herbácea memoria con el Proust et les signes de Deleuze. Me sorprende que nadie siga hablando de ese libro de escritores y padres, que no se haya reeditado, cuando se publican cosas tan ñoñas. ¿Y quién es la inteligente y sutil autora María Charles? ¿Por qué en la web de la editorial no tiene biografía? Eso sí, se lo comenté al librero de la calle Berlinès, y él sí, como buen lacaniano y buen lector, lo conocía y recordaba.
Más tarde, una amiga italo-barcelonesa me reveló más sobre la probable identidad de María Charles.
29 comentarios:
Mi querida Isabel:
El supuesto perdedor que se ve ahí linkeado (gracias!!) ha cambiado su suerte. En estas últimas semanas ha sido un enfermo fiel a la horizontalidad del lecho, con parada y fonda en los hospitales. Ahora regresa inerme y no tiene historias que contar, así que se solaza leyendo las suyas. Ya sabe que a menudo las siento como un recuerdo mío, no por lo que cuentan, sino por lo que me hacen evocar. Sus historias son mis brioches, mis magdalenas proustianas. LLegan a todos mis sentidos, al corazón y a la memoria. Voy a seguir por ahí leyendo, poniendo parches y vendas, tragándome con gusto toda esta farmacopea sentimental a la que me gusta regresar.
Un abrazo
En algún momento me pregunté (también se lo preguntó Cacho de Pan) qué habría sido de usted, si se encontraría en algún tránsito o habría simplemente perdido el interés, olvidado estos territorios virtuales, porque a veces la otra vida cobra tanto peso que nos olvidamos de lo que no tiene una existencia física inmediata a nuestro lado. Yo misma, con mis batallas, mis púas de erizo, mis abandonos, mis rages y también mis imperdonables momentos de autocompasión, de los que me burlo recordando aquel personaje de Alison Lurie, una mujer a la que a veces se le aparecía un perrito faldero lamiéndola o mordisqueando sus tobillos: la autocompasión. Yo casi quisiera quedarme en una imaginaria cama, sumida en una fiebre sólo literaria, porque ahora, me pesa la responsabilidad del festival de poetas en la calle mañana, la condena municipal a responsabilizarme de lo que ocurra y luego mi madrugón para enfrentarme al horror de los aeropuertos atravesando escalas alemanas para llegar a los Balcanes, donde alguien vendrá a buscarme con un cartel en el que habrán inscrito mi nombre (en cirílico? I hope not...) Repóngase, pues, pensando en la suerte de no tener que viajar ni llevar abrigos y botas en la maleta, ni arrastrar el pesado portátil para llegar a un lugar impredecible y marcado por la guerra...
dearest, nos marchamos casi sin despedirnos. Desearte un bon voyage y felicitarte de nuevo por la Festa del ginjoler que ha sido todo un éxito y una bonita celebración!! y gracias por tus bonitas palabras del principio, que como viste, sí que llegué a escuchar!
creo que lo peor con la falta de internet ya pasó y que vulevo a estar por fin conectada! aquí estaré para cuando regreses. Felices días con los desterrados inmortales poetas,
v.
Cuanta verdad en lo de caricatura del padre, salvo excepciones.
La fiesta salvó por fin al árbol?
espero.
ah y buen viaje..otra vez
impromptu
Tú siempre con tu insight, Impromptu.
No sé si lo salvó, pero fue muy bien, y espero que les de la medida de la batalla que continuaremos. Dicen los que cuentan que al menos pasaron 500 personas!
Gracias, Mensajera de Li Bai! Brindaremos por ti antes de arrojar las copas de oro al Danubio!
exitazo no?
Mi querida Isabel:
Ya me gustaría viajar, a donde sea, pero a estas alturas ya sólo podría ser algo así como un snob. El infierno al que viaja no se merece un turista como yo. Vd. tiene otra mirada, y otra determinación (por eso la respeto cuando denuncia su autocompasión). Hace tiempo que el mundo dejó de ser un lugar para mí y se convirtió en un feto. En él escribo, casi siempre, y enfermo, a veces. Lo que no sé es hacer las dos cosas a la vez. Seguro que vd. sería capaz.
Un saludo. Buen y prospero viaje. Y gracias por sus palabras.
Oh ¡Mirad! ¡La mujer del árbol!
Apreciado Perdedor, le deseo un rápida recuperación y que sus problemas de salud pasen pronto.
Albert
Felicidades por la Festa del ginjoler, creo que fue un autentico éxito y que hasta os propusieron a las dos Isabeles precursoral que pasaseis a la posterioridad en esculturas noucentistas junto al ginjoler. Lo dicho ENDAVANT
Por cierto esta tarde he pasado por La Central y he pedido tu libro Crucigrama y no lo tenían.
Gracias, C., escribo rudimentariamente desde la Serbia rural z boscosa, donde los arboles son gigantescos y no haz acentos
No, Perdedor, yo aqui no he venido de turista, sino invitada por el pen club serbio y la casa de escritores... y esto es bastante antituristico o en todo caso, de un turismo de otra epoca, posos comunistas de la antigua yugoslavia, con esos bosques altisimos rodeandolo todo , y como digo, sin acentos ni parentesis, en fin, teclado jeroglifico, letras cambiadas, y el esperanto de los que estamnos aqui, japonesa, rusa, bosnio, serbios, frances, italiana, en fin...
Espero que esa enfermedad no sea nada y te restablezcas pronto, P...
Enhorabuena por tu interés por estos árboles, Isabel. El Ginjoler (Zizyphus jujuba), interesante árbol de frutos comestibles y madera musical, por aquí (La Rioja) no hay porque son muy sensibles a las heladas, por eso no me explico cómo es posible que yo siga con este "caldo de gínjoles" (je, je).
Vaya, el Sombrerero Loco, personaje favorito que me encuentro hasta en la sopa, no sabes hasta que punto /perdona la falta de acentos, en los teclados serbios no hay, y algunas letras estan cambiadas y no encuentro el parentesis ni el guion... Pero hay unos abedules plateados, y platanos inmensos, y prunos y moreras y acacias y robles, hayas... los bosques aqui son otra cosa, que belleza...
¿Qué es eso de que me encuentras hasta en la sopa? Querida Isabel (te llamas igual que mi hija, por cierto) Si creo que es la primera o la segunda vez que te comento algo ¿Es que acaso soy famoso en los Balcanes?
felicidades por los éxitos
NOOOOO, por favor, no me referia a ti, sino al Sombrerero Loco de Carroll. Ese prototipo llena la tierra, siempre me lo encuentro, pero a ti no te conozco y efectivamente nunca me habias dejado ningun comentario... Y si, en los balcanes tambien hay Sombreros Locos y celebraciones de No-Cumpleanyos (no tengo enyes)... Perdona por la confusion
Gracias, Caballo que habla, pense que habias desaparecido...
muy bueno pero ...que es un jinjolero:)
un azufaifo, ves a la calle arimon esquina berlines y veras uno
Lo se, Civisliberum, ya le he dicho a mi editor que lo reponga! Espero que lo haga deprisa... Siempre puedes comprarlo en Xoroi, cerca del azufaifo, en Berlines cerca de Mitre
me encantó el celeste del afiche.
kiss baby. kiss.
muy buena ilustración...por qué no la había visto todavía?
el cabayo habla y dibuja.
Dibuja más que habla, es un caballo lacónico últimamente, sólo se le perdona (por estos lares)por lo bien que dibuja
¡De nuevo mi enhorabuena, Zbelnu!
Un abrazo. :)
Gracias, Mandarina azul, te visitaré pronto...
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