viernes, 31 de agosto de 2007

Huston, Freud y traducción


Fotograma de la película, Freud-Montgomery Clift y la "paciente" Susannah York

En el Meliès, he visto la película de John Huston sobre Freud. Tiene la ingenuidad del principio contada a la americana, pero también tiene algún guiño orsonwelliano y aunque sea algo esquemática -la respuesta airada y el escándalo que suscitaban las teorías de Freud en la conservadora clase médica vienesa, su descubrimiento del origen de la neurosis en el complejo de Edipo, a través de una paciente y de los recuerdos "refoulés" del propio Freud respecto a su padre y a su deseo de la madre, trasladada al rechazo que suscitaría y aún suscita el psicoanálisis en el mundo, a pesar de que gran parte de su discurso y su lenguaje está ya en boca de todos, incluso de quienes lo rechazan...-, es una historia bien contada por Huston y bien interpretada por Montgomery Clift, Susannah York, etc. La película es de 1962 y creo que la voz del narrador es del propio Huston.


Yo venía pensando que la vida era como en la visión baudelairiana, un gran hospital, lleno de enfermedad y de locura, y que andamos con nuestras enfermedades intentando buscar caminos de salida, como ese Freud de la historia, con la verdad flotando entre mentiras.


Pensaba también en los oráculos, en la Esfinge y en Delfos. Y también me preguntaba por qué me siento tan libre escribiendo en el blog, sin la presión de la pantalla en blanco. Y mientras andaba, iba contemplando los magníficos plátanos de Barcelona y disintiendo de un blogger profesor de literatura, según el cual (o según una experta arboricida que le convenció) dañan las calles y sus raíces arrancan los cimientos de las casas (¡Barcelona no existiría!), y resultan monótonos. Pero yo los veía estirando sus brazos al cielo cada uno con una forma distinta y con esa corteza sutilmente tricolor y las elegantes arrugas de las mangas en los codos, y me pareció que rompían la monotonía arquitectónica, permitían escapar de la fealdad de los rótulos y edificios vulgares y le daban a las calles una belleza más anárquica e imprevisible. Seguramente él se refiere a las carreteras que en este país se han talado y destruido (Bohigas intentó evitarlo en los setenta, en Serra d'Or) pero que aún pueden verse en Francia (afortunados vecinos gabachos), pero a mí me encanta esa supuesta monotonía y la prefiero a nuestras carreteras sin árboles, puro asfalto bajo el sol despiadado y sin sombra. Y en cuanto a esta ciudad, los pobres árboles que soportan el ruido, las vibraciones, la sequía, sufridos y larguiruchos plátanos conviven bien con acacias, tilos y palmeras. Veo que Amics Arbres cita a Bohigas defendiendo con buenas razones (en 2005) los plátanos de Barcelona contra los arboricidas municipales que, con argumentos parecidos a los de esa experta, han empezado a cargárselos. Además, talar árboles viejos y sustituirlos por otros que jamás llegarán a alcanzar su volumen, con la contaminación y el cambio climático, no parece justificado.


Debo advertir que la copia era bastante mala, con saltos y algún corte, y el traductor o traductora, ¿de dónde lo habrían sacado? Al parecer había traducido de pantalla, sin guión escrito, ¡pero ni siquiera sabía quién era Darwin! Ni que existe la palabra "histeria". Realmente tenía que estar en la web que una agente literaria inglesa (de origen) quería hacer una vez, hemeroteca de errores de traducción. Yo tengo una vieja deformación, y no puedo evitar mirar los subtítulos. En Sarajevo una vez no pude seguir una película americana porque me entretenían los subtítulos serbocroatas, aprendía palabras o lo intentaba, y se me escapó del todo la compleja trama. En los Balcanes, todo se subtitula y jamás se dobla. Tal vez por eso la gente hable los idiomas sin acento, acostumbrados a escucharlos a diario.


Y dicho esto me vuelvo a la calle, a tomar algo con unos amigos que viven aquí cerca. Tal vez unos interlocutores iluminen un poco mis pensamientos.

29 comentarios:

el objeto a dijo...

mis padres llegaron a barcelona cuando yo tenía tres o cuatro años, y después de ir al parvulario en el magnífico y preferido edificio de les Drassanes de barcelona en un patio lleno de árboles distintos me llevaron a un cole de monjas (!) en la rambla catalunya con un patio enorme de esos del eixample lleno y lleno de altos castaños. No puedo imaginarme barcelona sin ellos, sin su combinación de colores, sus troncos rasgados.
Me hen entrado ganas de ver al guapo Montgomery haciendo de Freud, me ha gustado mucho eso de la verdad flotando entre mentiras, y es que a mi me cuesta entender a toda esa gente que se intenta cargar obsesivamente todo lo que articuló Freud basándose en sus historias de alcoba.

Belnu dijo...

Pero eran plátanos o castaños? Creo que plátanos, por lo que dices... Y sí, esa resistencia colectiva siempre ante la búsqueda más osada de las verdades propias, esa resistencia sigue y seguirá, siempre como un camino lleno de polvo y piedras. Montgomery Clift leyendo su exposée con una lluvia de gritos y abucheos, aunque suele haber siempre alguien capaz de comprender, los demás se portan como las masas de la Jauría humana (otra película que me gustaba).

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En el fondo, estimada Isabel, no hay polémica.
El problema se produce sólo cuando se plantan demasiado cerca de los edificios. Creo que ahora hay una normativa que exige, para estas especies, al menos cuatro metros de distancia. cosa que en los cascos históricos de las ciudades se da pocas veces. Como te dije, no es nada agradable comprar una casa, que te planten un plátano a menos de esa distancia y acabes encendiendo la luz, cuando crecen, a las dos de la tarde porque su copa no deje pasar la luz: ni el árbol ni tú tenéis la culpa. El error no es del árbol, por supuesto, sino de aquellos que deciden plantar esta especie porque es la más cómoda.
En lo de la monotonía, reitero: unos grandes plátanos en una amplia plaza, en una gran avenida, en la ribera de un río, cerca de las carreteras -me acuerdo de aquellos hermosos negrillos que adornaban las carreteras de mi infancia, tan hermosos: más hermosos que los plátanos- pero no tanto que aumenten el número de muertos- nunca serán monótonos sino hermosos por su sencillez. Pero cuando durante décadas eran los únicos árboles que se plantaban en las ciudades, como si no existieran los álamos, los almendros, los olivos... tu azufaifo. Los que vivís en zonas en las que esto se cuidó -aunque ahora os lo estén destrozando- no podéis saber de lo que hablo.
No hay polémica, Isabel. Pido variedad y adecuación. Y conservación de lo que hay. Comprenderé que se quite un plátano que alguien plantó irresponsablemente y que afecta a una vivienda cuando crece, pero nunca que se tale para construir un carril más: ya tenemos demasiado coches y cada vez menos árboles.
Pero quiero una ciudad con álamos, pinos, abetos, frutales, olmos, castaños... y plátanos.

Belnu dijo...

Tal vez es que yo he visto demasiados arboricidios en este país con el pretexto de que los árboles estropeaban supuestamente la vista o sus semillas irritaban la nariz o sus frutos, como los del azufaifo, dejan el suelo pegajoso o sus hojas son grandes o están enfermos, como dicen de los plátanos de Barcelona, o se cimbrean demasiado con el viento, como la altísima y antigua palmera en Cadaqués, que talaron preventivamente (dijo un botánico que jamás una palmera sana iba a caerse con el viento, no estábamos hablando de tifones). En otros países no se puede hacer. Y francamente, entre un árbol centenario y una casa nueva, yo siempre defendería al árbol. Aquí, si hubiera selva, habría que talarla en beneficio de los pobres madereros, naturalmente, que tienen que alimentar a su prole. Y así, sucesivamente. Y los plátanos no son eucaliptos, no crecen con la aceleración de Corioli, que yo sepa. Tampoco me parece comparable un plátano a un aligustre. En Barcelona se consideran emblemáticos, inspiraron a un escritor (Els plàtans de Barcelona) y tienen defensores ilustres(Bohigas).

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Isabel: lo extraño es que, al hacer una casa nueva, dejasen vivo un árbol cerca, tenga la edad que tenga...

Loredana Braghetto dijo...

besos.

http://lafanfarlo.blogspot.com/

Dante Bertini dijo...

rivadavia, en buenos aires, una de las avenidas más largas del mundo, estaba sembrada de plátanos a ambos lados.
con mi familia vivíamos en una de esas márgenes y las ramas llegaban al balcón de mi casa. el sol entraba a raudales en ella porque el plátano pierde sus hojas en invierno, cuando se hace necesaria la luz, y las gana en verano, para darnos sombría frescura. no quedó ni uno solo con la excusa de que levantaban las aceras...¿y qué? ¿no se podría haber dado una solución a eso?
la realidad es que no les gustaba que el follaje tapara los carteles o hiciera menos evidentes las entradas de sus negocios desde la carretera. también les molestaban las hojas caídas y, supongo, que pudieran durar más y mucho mejor que ellos. los desalmados siempre encuentran una razón para sus crímenes. Es genial: no les molestan los ruidos, los malos olores, los agresivos borrachos ocupando las aceras, los vómitos por cualquier lado, la fealdad creciente de los lugares que habitan, pero un árbol les parece un estorbo. y todavía creen que nos hacen un favor.

Dante Bertini dijo...

rivadavia, en buenos aires, una de las avenidas más largas del mundo, estaba sembrada de plátanos a ambos lados.
con mi familia vivíamos en una de esas márgenes y las ramas llegaban al balcón de mi casa. el sol entraba a raudales en ella porque el plátano pierde sus hojas en invierno, cuando se hace necesaria la luz, y las gana en verano, para darnos sombría frescura. no quedó ni uno solo con la excusa de que levantaban las aceras...¿y qué? ¿no se podría haber dado una solución a eso?
la realidad es que no les gustaba que el follaje tapara los carteles o hiciera menos evidentes las entradas de sus negocios desde la carretera. también les molestaban las hojas caídas y, supongo, que pudieran durar más y mucho mejor que ellos. los desalmados siempre encuentran una razón para sus crímenes. Es genial: no les molestan los ruidos, los malos olores, los agresivos borrachos ocupando las aceras, los vómitos por cualquier lado, la fealdad creciente de los lugares que habitan, pero un árbol les parece un estorbo. y todavía creen que nos hacen un favor.

Belnu dijo...

Exacto, Cacho, es justo lo que quería contestar al anterior mensaje. Esa idea de que los árboles quitan la vista o dañan con sus raíces. Los coches, las motos, la polución, la radiación, los materiales tóxicos, todo lo que enferma, como hoy y ayer ha mostrado El País (y ya lo sabíamos hace tiempo), eso no molesta a nadie, la basura en el suelo, estas ciudades españolas de puro cemento, pero lo importante es que las hojas de los plátanos le tapan "la vista" a la casa (en verano! les dan sombra, y para qué quieren sombra? mejor el sol sobre el asfalto, como en las carreteras, "distraen a los coches", dijeron para talarlos), sobre todo tapan la vista al edificio de enfrente, qué molestos les parecen los árboles... Es sólo ese espíritu arboricida tan hispánico del que ya habló Stendhal, que llegó también a Buenos Aires, un espíritu del que se mofan ingleses, franceses, alemanes y suizos...

Anónimo dijo...

Hola Isabel,

Desde Bogotá, donde he estado planificando un proyecto de reforestación en
tierras tropicales desde la Fundación MATRIX, te mando un afectuosa
felicitación que deseo trasmitas a Isabel Lacruz (no tengo aqui su e-mail).

El valor simbólico y práctico de esta victoria del ginjoler de Sant Gervassi
debería ser una semilla para la esperanza en una cultura global...

Saludos muy cordiales,

Javier Montalvo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es difícil explicarse en pocas líneas: me encantan los árboles. Me gustan los plátanos: planté uno con mi padre en el jardín de la casa en donde nací, que acabó derribado por un pequeño vendaval, dado que son árboles muy proclives a enfermar y su gran copa les hace débiles, lo sé por experiencia (otro cayó sobre la furgoneta de mi hermana cuando estaba aparcada en una céntrica calle de su ciudad y se libraron por muy poco). No soy partidario de arrancar ninguno.
Ahora bien, ¿no hay otras especies de árboles tan o más hermosos?
Cacho de pan: en verano también se necesita luz en el interior de las casas. Me alegro de que vivieras en un casa bien orientada, que necesitara sombra en verano y luz en invierno. No siempre es así, como sabes: nuestros urbanicidas suelen construir como les da la gana, aprovechando al máximo el terreno y sin tener en cuenta la orientación. También deberían construir cimientos de las casas, adoquinado y canalizaciones y tuberías y conductos de electricidad que resistieran la acción de las raíces de algunos árboles. Pero no siempre es así. Lo normal es que se construya barato y que no se supervisen adecuadamente las obras. Y luego, en la concejalía de turno se decida la plantación del árbol más barato, de rápido crecimiento y resistente para que en seguida dé la sensación de árbol grande. Y qué triste una ciudad sólo con plátanos... Yo prefiero que haya todo tipo de especies, ¿no os parece? Y que cada una se ajuste exactamente al suelo en el que está plantada, a las dimensiones del lugar... no es tan difícil. A mí, por lo menos, me gusta la variedad: disfruto con una avenida de plátanos, con una carretera con negrillos, con jardines con almendros.

Belnu dijo...

Yo nunca he visto una ciudad sólo con plátanos, pero más triste me parece una ciudad sin árboles, y es lo que ahora vamos a ver cada vez más, o sólo con cañas en vez de troncos... Son débiles y enfermizos! Pues en Barcelona hay millones y no se les ve tan mal... y qué árbol tolerará la contaminación, el ruido, el suelo compactado, la sequía? Y siempre he visto que conviven bien con otros árboles...
En cuanto a construir, creo que NO habría que construir nunca más, el mundo está excesivamente construido y las viviendas vacías sobran, los arquietctos deberían restaurar o adaptar y los constructores (son todos corruptos y sospechosos)francamente, a la cárcel...

Belnu dijo...

Y a Javier Montalvo, gracias y felicidades a ti, por la parte que te toca!

Anónimo dijo...

sí, viva la diversidad!
pero a plantar más, a dar vida a los que todavía la tienen...y sí, también me gustan las acacias y los abedules y los castaños y los alamos y las palmeras y los ceibos y los gingos y los enormes ombúes (que llenan el montjuic), pero me gustaría que hubiera un poco más de sensibilidad y gracia, inclusive para plantarlos.
menos engendros arquitectónicos, menos esculturas de pésima calidad
y más setos, plantas, árboles...
o no se dan cuenta de todo lo que nos dá un silencioso arbol?
cachito de sombra

Belnu dijo...

Ombúes? No los conozco... Me acaban de decir que en un parque de ganduxer, que era precioso, jardins de joan raventós creo que se llama, han talado un montón de tilos con el pretexto de que estaban enfermos... Hace poco estuve y no llevaba cámara, el suelo estaba sembrado de flores y quise hacer una foto, pero la hice con el móvil y luego tuve que borrar todas las fotos por falta de memoria. La que nos lo dice es una señora que lloró al verlo y suplicó a los de Parcs, que son taladores de mena y siempre tienen supuestas razones. Dicen que para nuestro ayuntamiento, no es bueno que haya frondosidad, porque facilita la delincuencia. Qué idea primitiva y arboricida. Ellos destruirían Central Park y Hyde Park o le Bois de Boulogne o los parques berlineses y todos los parques de las ciudades centroeuropeas...

Belnu dijo...

Los Jardines donde han talado la masa arbórea se llaman Dr. Roig i Raventós. Mañana tal vez me arme de valor y vaya a ver la destrucción. Era un sitio precioso aunque el pp y sus secuaces lo habían utilizado para manifestarse contra el aborto.

Dante Bertini dijo...

tal vez los han talado por eso, porque estaban mancillados por la oposición...una de las dos españas...

Belnu dijo...

... ha de helarte el corazón...
Muy buena

Anónimo dijo...

me encantó "el por qué" que linkeaste, un verdadero hallazgo de sabiduría canina!

(y me quedé con eso de los subtítulos en los balcanes, porque en argentina es igual, incluso las series de tv vienen en idioma original con subtítulos, algo que aquí -por contraposición- me sigue resultando extraño desde que llegué)

Belnu dijo...

Sabía que te gustaría! Pero no pensé que lo verías. Los "cartoons" de The New Yorker son mis favoritos, y siempre hay perros con blogs y está linqueado también ese primer y antiguo chiste de En Internet nadie sabe que eres un perro...

Belnu dijo...

Me equivoqué, tú viste el "por qué", pero no pinchaste en "blog", ese es más moderno, pero a mí me encanta! También del New Yorker, claro...
Yo siempre quise hacer una revista como el New Yorker, sólo con dibujos, sin fotos, con crónicas sobre la ciudad y cuentos de escritores, mezclando desconocidos y conocidos. Pero tendría que tocarme la lotería para hacerla...

nomesploraria dijo...

Darwin! Acabo de terminar el enorme "Hacia los confines del mundo" de Harry Thomson. La novela que narra el viaje del Beagle y sobre todo la historia de FitzRoy, el perdedor. Emocionante.

Una ciudad, una plaza sin árboles... qué despropósito.

nomesploraria dijo...

A mi también me ha gustado mucho "el por qué"

Belnu dijo...

No me extraña, Nmp, entonces el mundo era un lugar a explorar y la ciencia avanzaba deprisa... y no había ciudades ni plazas sin árboles... Pero ves? Unos leen sobre Darwin y otros no saben quién es y escriben Dauin en los subtítulos...
Ed: No sabía lo de Argentina y los subtítulos, gran suerte, incluso aunque fuese por razones económicas, como en los Balcanes...

Belnu dijo...

Y no te gustó "blog"?

Anónimo dijo...

mmmno, no puedo ver "blog", no me habilita el link...

en cuanto al "asunto económico del subtítulo argentino", no sé si se debe por un asunto monetario, no creo... ¿aquí crées que hacen los doblajes por un asunto monetario también? es decir, ¿no dejan los subtítulos porque tienen pasta para doblar las pelis? No creo. Creo que se trata de "costumbres nacionales".

Belnu dijo...

Aquí, además del analfabetismo imperante y mercantil, que no valora la versión original sino la "facilidad comercial del doblaje", dan trabajo a mucha gente, la verdad es que muchos actores han vivido del doblaje durante años, para nuestra desagracia porque las pelis dobladas son desastrosas, desdeñan el trabajo de meses de preparación de los actores originales, la atmósfera de la peli, el volumen, todo...
Y yo me refería a los Balcanes, allí se hacía porque no había dinero, o eso me dijeron, pero si en Argentina se hacía por criterio cultural, mejor que mejor!

Anónimo dijo...

el lado positivo debe ser ese: dar trabajo a actores (y no tan actores) para doblar.

yo creo que en españa funciona una ley que impulsó franco que lleva a doblar todas las pelis extranjeras; en el caso de argentina no sé si se trata de una cuestión cultural, quiero creer que sí, pero no lo sé.

de cualquier manera y no sé si por costumbre, las prefiero sin doblar.

Belnu dijo...

Claro! Hay que ser zopenco (o ciego, pero esa es otra historia) para preferirlas dobladas...