domingo, 8 de julio de 2012

Una reseña de Mis Postales de Barcelona



Mis postales de Barcelona. Isabel Núñez

Blanco y negro de las fotografías: perspectivas, edificios, detalles, árboles, retratos de la ciudad; sensación de melancólica belleza . Ausencia de figuras, de coches, de tráfico, de fealdad. En las imágenes de Marville durante la construcción del París de Haussmann o las de Ballell de la Via Laietana atisbamos lo nuevo en proceso: planos generales con cascotes, casas semiderruidas, pero también el trazado insinuado de la nueva avenida. Isabel Núñez intenta protegernos de la estética vencedora de las columnas que entraron por la Diagonal, italianos en vanguardia.
Negro sobre blanco del texto. Delicadamente hilvanado, inseparable de las imágenes. La autora pasea, observa y rememora: barrios, pasajes, casas, tiendas; amistades, amores. Pasea y reflexiona. La Barcelona construida durante siglos con los mismos materiales de las canteras vecinas, la de Cerdà y Joussely está desapareciendo. Paradojicamente, a instancias de quienes debían ser sus salvadores. Sucede: se empieza con plazas duras y gambas sobre losetas de hormigón, faros para vacuosos de  bares sin mingitorios y se acaba derribando la Colonia Castells o el barrio de Valldaura. Los nacionales fusilaban ‘legalmente’ en el Camp de la Bota, sus antagonistas (de los nacionales, no de los fusilados) olvidaron los esqueletos bajo una gran lápida de hormigón. Encima el horror urbanístico, debajo el horror sin calificativos.
Isabel Núñez, con sencillez maravillosa, hilvana una trama compleja en la que engarza memoria y cotidianeidad, historia y relato, descubrimiento y nostalgia, pertenencia y alejamiento, recuerdo y futuro. Y los árboles, los jardines, son el hilo conductor, la referencia. El árbol civilizado, combinado con los edificios, necesario para la convivencia,  para la lectura, para la conversación, para la sombra; para la polis. Nada que ver con el árbol decorativo, esquelético, de telenoticias, puesto para disimular el encofrado que contiene el aparcamiento subterráneo.
En resumidas cuentas: que el libro es una delicia absoluta cuya lectura recomendamos con fervor. Además resulta ser un penetrante estudio no sobre los últimos treinta años de una ciudad en vías de desaparición, sino sobre la actual crisis Y no seamos pesimistas: la gamba pintarrajeada desapareció mientras el azufaifo sigue enraizado gracias al interés de los vecinos.
Frederic Yxart

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el otro dia leyendo la guia emporda te descubri y pienso seguirte en tis escritos y tambien me hizo mucha gracia que hayas publicado un libro que casi tiene el mismo titulo que mi blog.....asi que un dia de estos voy a la libreria y me lo compro..te adjunto el enlace de mis POSTALES DESDE BARCELONA.....saluditos de valentinpop...........http://blog.enfemenino.com/blog/see_23399_1/POSTALES-DESDE-BAR-CEL-ONA

Belnu dijo...

Gracias, Valentín! Visitaré ese espacio tuyo

valentinpop dijo...

acabo de leer tu libro y me ha encantado,puesto que retratas esa barcelona que fue,que es y que nos gustaria tanto a ti como a mi que fuera y no es.......postales que me han llevado durante algunas horas a pasear mentalmente con esas gotas de nostalgia por una ciudad que tambien la siento como tu en varios momentos...quizas ese era el libro que yo tambien quisiera escribir,pero tu lo has hecho de maravilla,asi que me dedicare a tenerlo en un punto importante de mi biblioteca...saluditos de valentinpop

Belnu dijo...

Muchísimas gracias por esa lectura y esa afinidad, Valentín Pop...!!!