domingo, 31 de diciembre de 2006

Pena de muerte

Knight, Death and the Devil, 1513 En mi largo y accidentado viaje de vuelta de Belgrado (con retrasos, pérdida de conexión de vuelos y por supuesto, todo agravado por los absurdos controles de seguridad en Múnich), me ha sorprendido la ejecución por sorpresa de Sadam Hussein. La brutalidad medieval de la pena de muerte, tan lejana a cualquier espíritu democrático, tan descriptiva de la barbarie y la violencia, siempre produce horror, pero además, como decía muy bien Tahar Ben Jelloun en La Vanguardia, contrasta con la muerte injustamente apacible y sin condena de un criminal de guerra como Pinochet, hace tan sólo unos días.

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