domingo, 1 de abril de 2012

¿Cuántas vidas?



Foto: I.N.  Visitante de abril, 2012
En los videojuegos que entretenían a G. de pequeño, había que superar unos niveles, y a veces el protagonista moría, pero inmediatamente le era dada otra vida. Había un score que marcaba cuántas vidas le quedaban. Eran muchas. No sé dónde podría encontrarse esa información. Dicen que los gatos tienen siete. Sé que yo he gastado unas cuantas a lo largo de esta partida planetaria, diría que al menos unas seis. Puedo considerarme en cierta manera una superviviente, casi veterana sorteando peligros absurdos, con la lógica sinsentido del juego. ¿Me quedarán más? ¿Será este juego tan generoso como aquellos?  
Todos los días vienen pájaros. No ha vuelto la elegante y aristocrática abubilla, pero vienen gorriones verduzcos y diminutos, que hacen rabiar a Rufus con sus llamadas agudas desde el extremo de un poste de la terraza, donde él no podría nunca alcanzarles. Sin embargo, Rufus no pierde la esperanza. Avanza sigiloso y se coloca en actitud de ataque, dispuesto a saltar si surgiera la ocasión. Su tenacidad me admira.
Yo no sé si he sido tenaz para conseguir lo que deseaba. No sé si demasiadas veces he abandonado. 
A veces la vida parece tan extraña y misteriosa como los sueños. Descubrir de pronto la dirección que se había tomado sin darse cuenta, descubrirse al borde de un abismo o arrastrada por una corriente, no saber si será posible volver. Y reunir valor, una vez más, a pesar del cansancio, encontrar las fuerzas para llegar a la orilla, salvarse.
¿Lo conseguiré? Resistirá mi cuerpo al sabotaje de esa parte de mí que hace un tiempo trabajó clandestinamente contra esta vida mía de videojuego? ¿Lograré un impermeable emocional para escuchar las presiones de Big Pharma sin sentirme involucrada, sin que las palabras maten? Non possiamo saperlo. Y sin embargo, a veces, al sol y con los pájaros o pensando en que podría escribir incluso todo esto que no digo aquí, vuelvo a sentirme tan cerca de la vida que casi se desvanece die Angst y pienso en la frase de Lola M. sobre las células.
Rufus se ovilla a mi lado, entierra la nariz en mi brazo, suspira. 
Mientras, ha salido mi libro de la ciudad, Mis postales de Barcelona, y ha quedado precioso, gracias al trabajo de mis editores, a los mapas de Mariscal y su prólogo luminoso, a esas fotos mías que han sabido elegir y adaptar y maquetar. Lo presentaremos el 10 de abril en La Central (Mallorca 237), con Pepe Ribas y Mariscal. Será una fiesta libresca y espero que vengan muchos lectores silenciosos y no tan silenciosos de este blog. El libro huele maravillosamente a tinta. Ahora que nada me sienta bien, tal vez debería alimentarme de libros, pensé...
Todo eso en medio de la aceleración asombrosa de los acontecimientos de este videojuego en el que vivo y que no deja apenas respiro (no sé si me dejará aliento para celebrar de alguna forma mi cumpleaños). Pero cuando se entra en esta fase, vale más que todo suceda deprisa y pase cuanto antes mejor. Para volver pronto a la placidez de la orilla. En mayo, ese mayo de JRJ.
Eso sí, leo Aire de Dylan (que logra atraer poderosamente mi atención aún en medio del frenesí, en medio de las peores pruebas, aunque sea a trocitos) leo Roma de Gogol, y desde hoy el mítico Mínima moralia de Adorno (para mi curso). He tenido que postergar mi clase de abril, por esos motivos que envuelven la aceleración y añoraré mi curso hasta mayo: ese grupo de alumnos me hace sentir privilegiada. Es una suerte haberlos encontrado. También es una suerte estar tan rodeada de afecto y amigos. Es precisamente en estos torbellinos y sacudidas, capaces de despejar el vaho que cubre normalmente las cosas y de resituar las prioridades, cuando se confirma esa suerte mía de haber escogido tan bien a mis amigos e interlocutores. 
En medio de la desesperación política y social, de las mentiras que se cuentan para disfrazar lo que está ocurriendo, de la alegría de ver a algunos rebelarse cada vez más y la desolación de comprobar que otros siguen ciegos, sordos y sumisos, capaces incluso de tragarse lo que sea con tal de no reaccionar, ocurre toda esta revolución mía, con su estela de amenazas e incertidumbre, pero también con esa oleada de gente supportive. Han sido días de muchas conversaciones y qué alivio produce sentirse comprendida incluso en lo más difícil y sutil, no toparse con esa cerrazón tan española, sino con una escucha inteligente y receptiva. Una vez más las sagradas leyes de la hospitalidad.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de paso por Barcelona este martes, lo podré encontrar ya?
Qualunque

Belnu dijo...

Espero que sí, Qualunque ! Mañana le pregunto al editor. Gracias!!

Anónimo dijo...

Quatre. Quatre com a mínim, val? Seré espectador d'excepció de la presentació, que segur t'agafarà en plena fase de recuperació, des de la llibreria mateix! Sort Belle, i segueix-nos fent gaudir amb les teves paraules, sigui com sigui, sisplau,

A.

Belnu dijo...

Quatre m'agrada molt, A.!!!! Fins i tot em conformaria amb tres! ;-) Bé, els grans terratrèmols comencen després de la presentació i de l'aniversari, 17 d'abril serà el dia D, però farà més primavera encara i l'esperit celebratiu del llibre i l'aniversari potser m'ajudaran, jo crec que sí... Gràcies per tot!

Anne-Hélène dijo...

No te comas tus libros, Bel, déjanos unos cuantos a los demás, que es una delicia leerlos y, en cierto modo y hasta cierto punto, ocupan tu lugar cuando no tenemos ocasión de oír tu voz en directo ni de ver tu brillo.

Presentación, cumpleaños y día D marcarán el inicio de una nueva era. Un día, mi padre soñó una frase, de la que transcribo el principio porque la recuerdo incompleta: Si supieras que todo es nuevo, nuevo, la luz que te baña, el aire que respiras...

¡Felicidades, Bel!

Anne-Hélène dijo...

No te comas tus libros, Bel, déjanos unos cuantos a los demás, que es una delicia leerlos y, en cierto modo y hasta cierto punto, ocupan tu lugar cuando no tenemos ocasión de oír tu voz en directo ni de ver tu brillo.

Presentación, cumpleaños y día D marcarán el inicio de una nueva era. Un día, mi padre soñó una frase, de la que transcribo el principio porque la recuerdo incompleta: Si supieras que todo es nuevo, nuevo, la luz que te baña, el aire que respiras...

Belnu dijo...

Oh gracias, Anne-Hélène, tú lo sabes todo!

Belnu dijo...

Quiero decir, advinas! Será por ese vuelo de pájaros

Belnu dijo...

He vuelto a leer esa frase que soñó tu padre, es casi para acunarse con ella, tan llena de esperanza aunque sea un condicional

nomesploraria dijo...

Sí que e deus haver cremat, jo també. Però tu en aquest videojoc tens barra lliure. Ja ho veuràs. Tinc moltes ganes de tenir el teu llibre a les mans. Faré el possible per estar a Barcelona el 10. Em faria molta il·lusió.

Belnu dijo...

Gràcies pels ànims, oh Nmp!!! Jo tamb´vull que el tinguis, crec que també t'agradarà visualment! Goso pensar...

Anónimo dijo...

Qué pena Isabel, yo no podré estar en la presentación el día 10 pero lo voy a buscar antes de fiestas, tengo muchas ganas de leerlo.
La primavera es maravillosa pero a mí me sienta fatal. Quizá también debería alimentarme de libros.....

Kathy

Belnu dijo...

Bueno, Kathy, me hará ilusión que lo tengas entre tus buenísimas lecturas, estaré en una compañía magnífica...!
Esta es una primavera sombría para mí, aunque hasta ahora me sentaba tan bien... ojalá sea transitoria la sombra!

Eva M. dijo...

Y sin embargo es cierto, lo que soñó el padre de Anne-Hélène, que todo es nuevo, nuevo, la luz que te baña, el aire que respiras... qué bonito, y como lo bonito y lo verdadero también es patrimonio colectivo, cualquier día de estos sueñas tú con el resto de la frase que ella no recordaba, o con la frase entera, pero seguro que la sabes despierta, la anuncia o la enuncia el visitante de abril... No podré ir a la presentación de tu libro esta tarde pero estoy segura de que estarás bien acompañada. Leeré pronto esas postales. Aunque por razones distintas, para mí el mes de abril también es un mes que ha adquirido densidad, pese a la ligereza primaveral que su nombre evoca, con demasiadas fechas significativas, entre otras cosas, también cumplo años en abril, una semana más tarde que tu. Te mando estos hermosos versos de Vinyoli (el tercero es absolutamente conmovedor y conjura toda densidad):
ABRIL
Altra vegada les primeres fulles
virginalment es van obrint a l'aire:
tàcites veus petites de la vida,
màgic impuls que es dilueix en èxtasi.

Enhorabuena
Abrazos

Belnu dijo...

Gracias, Eva! Justamente estaba pasando al ordenador unas fotos y salía la casa de Vinyoli, con la placa, donde una vez, hace muchísimos años fui con Casassas a escucharle decir un libro suyo de poemas y se me quedó grabado un taxi que les llevaba fora del temps. Retraté la casa saliendo de un lugar de muy malas noticias y aunque tenía el espíritu encogido y sólo pensaba en la muerte e iba a reunirme con alguien que me rescatara algo de mí misma, vi la casa y no pude evitar fotografiarla. Este es un abril cruel incluso para mí, que siempre defendí este mes de mi nacimiento, a pesar de T.S.Eliot, pero quién sabe si tal vez ese sueño de un cineasta nos ayudará a conjurarlo todo, incluyendo en mi caso la posibilidad de persistir, y no a cualquier precio. Ojalá te gusten esas postales! Un abrazo, Eva!