viernes, 27 de mayo de 2011

He ido

Foto: I.N. El visitante, 2011
He ido a la presentación de Chantal Maillard y su Bélgica dividida, con el "corassón partío", como dicen en el sur, porque quería estar en la plaça Catalunya, porque sabía que se llenaría otra vez. Iba ligera, con mis zapatillas de la pantera rosa, por si en el último momento cambiaba de opinión o si al salir me daba tiempo. G. me ha dicho: "No et preocupis, jo hi vaig per tu", y en parte me sentía representada, como también en la peligrosa y brutal carga de esta mañana. Pero Chantal Maillard precisamente había escrito: "Cuando las más simples reglas de la lógica quedan ausentes de los discursos de quienes nos gobiernan y son reemplazadas por el más puro cinismo podemos decir que estamos asistiendo a un caos político y en tales circunstancias es necesario que la democracia se ejerza en la calle", así que ir a escucharla no me pareció una traición a los indignados. Había estado a mediodía y al salir del metro y ver la plaza llena de gente otra vez y burbujeante y pacíficamente guerrera se me había ensanchado el espíritu. Me han dicho que incluso las empleadas del Corte Inglés estaban de acuerdo con los indignados.
Ayer había estado leyendo Bélgica, ese libro maravillosamente editado habla de algo que me concierne a mí. Yo había escrito aquí sobre el misterio de esa nostalgia que no es un deseo de volver a otro tiempo, sino de otra cosa que se me escapaba. Precisamente aludía a la Nostalghia de Tarkowski. También, muchas veces, he hablado aquí de la joie paradoxale, malgré le monde (Marion Richez) y héte aquí que Chantal Maillard me responde sin saberlo, con su charquito en la carretilla, cuya visión la llena de un sentimiento gozoso sin razón, y sigue el hilo y fracasa en encontrar el objeto de la felicidad porque no existe, porque en realidad, la nostalgia es sólo de volver a la inocencia, a esa primera vida de la infancia, sin razón ni prejuicios, en la que se descubre el mundo por primera vez. Y yo, que viví una infancia infernal (y que pese a todo he llegado a amar, por su paisaje luminiscente, por ser la materia de mi escritura y también por su ética contraria, que me ha hecho ser lo que soy, construirme para no ser como "ellos", los que me rodeaban entonces), pero que he llegado a comprarme una blusa porque la tela se parecía a una que tuve de pequeña, llena de una emoción extraña... Precisamente yo, que he traspuesto siempre a los objetos sentimientos que no podía comprender, que he descubierto una y otra vez perpleja ese deseo de volver no importa dónde... me he alegrado mucho de haber estado allí. Y es que en ella encuentro algunas afinidades extrañas, que me hacen estremecerme y que no podría explicar. Ha hablado Maillard de ese conservadurismo de Bélgica, que le ha permitido encontrar todos los lugares donde había vivido, intactos. Y Argullol ha dicho enseguida que era una suerte porque aquí se destruye todo, no nos dejan nada, no hay lugares para la memoria, no hay referentes, y yo conozco tanto ese vacío, esa sensación de pérdida y destrucción constante, pero no con selva que devore los monumentos como en Angkor, sino con puro cemento y fealdad mutante. Recuerdo la arquitectura protectora y los árboles de Bruselas, que crecen libres y vetustos, excéntricos como sus habitantes, sin que nada los amenace, y que en invierno dibujan marañas y texturas asombrosas, cimbreantes. He comprado otro ejemplar de su libro para regalar mañana, en un cumpleaños. Es precioso: la fotografía de la portada, la luz que ilumina la mirada de ChM bebé hacia el perro que fue su primer amigo en el mundo en realidad esclarece todos sus libros. El gesto de la patita del gato que la salva una vez en la bañera, del ensombrecimiento y la muerte. Todo está en esa fotografía. Argullol y Maillard han hablado de Tarkowski, yo no quería intervenir por segunda vez por no acaparar, pero si no habría dicho que La infancia de Ivan también habla de esas mismas claves, y sobre todo tiene esa luz de las fotos de ChM, en su recobrada Bélgica. Y también del primer capítulo de mi novela. No puedo escribir esto sin un leve estremecimiento. Esa luz.
Ha sido un día agitado desde el principio, cuando le he mandado un sms a G. diciéndole: ¡Están desalojando! y él me ha respondido que estaba allí, y yo le llamaba, angustiada por él al saber que estaban cargando con una violencia muy parecida a la de la policía franquista (sólo que aquellos eran más vulnerables que estos mossos disfrazados de Darth Vader y sus fuerzas del mal), que pegaban a un chico en silla de ruedas, a jóvenes y viejos, a periodistas, a chicas que les ofrecían flores. Al parecer, la consigna ha sido carta blanca para desahogarse. Les han robado los ordenadores y las 40 mil firmas que habían reunido, con la complicidad de los trabajadores de BCN-neta. La indignación ha crecido y las multitudes también. Y en Madrid, los chicos de la plaza del Sol han gritado "Barcelona, no estás sola", como en aquellos viejos tiempos solidarios. Las redes se han contagiado de la efervescencia y el bullicio, plagadas de fotos, vídeos, informaciones, sustituyendo o completando a los medios. Todo el mundo comparte enlaces interesantes, indignación y combatividad. G me ha contado los trozos que me faltaban para comprender. Tal vez me equivoque, pero para mí algo se está moviendo, y aunque será difícil, caprichoso y caótico, puede ser el principio de algo grande, una especie de abracadabra que movería la roca de la entrada, del gran cambio que el mundo necesita urgentemente para salvarse, porque estamos gobernados por psicópatas.
El mirlo ha venido un montón de veces hoy y Rufus se preparaba para atacar. Por suerte, este gato cazador no se enfada cuando le impido que se acerque a su presa y ahuyento yo misma al simpático pájaro negro. Rufus parece contento con su nueva comida bio. Se la compré en una pequeña tienda revolucionaria, a un argentino de ojos negros y fogosos que sostenía un perrillo bulldog en brazos. "Es imposible que no le guste", me dijo. Yo enarqué una ceja interrogativa. "Porque es comida de verdad", dijo él. Me demostró que los piensos que venden todos los veterinarios por estos lares son malísimos, llenos de las peores grasas y de maíz transgénico, etc. Así les chats qui ont tendance à l'embonpoint, como Rufus, no pueden recobrar la forma. Y tenía razón. El olor es muy distinto y a Rufus le sentará bien. Es una época de cambios para todos.
Rufus está revolucionado y bullicioso, persiguiendo bichos invisibles o siguiéndome a mí. Y buscando sitios frescos. Ayer le descubrí dentro de un armario ropero. Un pañuelo mío había caído al suelo del armario y le servía de almohadón interior.
He vuelto a escribir en Polis

18 comentarios:

Ephemeralthing dijo...

... lo vas a conseguir, que Rufus y el mirlo se amiguen.
Hice una foto el domingo pasado en plaza Cataluña, con el movil tuvo que ser, que significa algo así como un eslabón perdido. Colita con su cámara trabajando como una descosida, muy bien organizada con su bastón con lazo para poder colgárselo del brazo mientras sujeta la cámara. Te la envío por correo.
..., nostalgia, ... mi primera amistad también fue un perro. Se ve que era muy agresivo con todo el mundo menos conmigo, yo podía incluso estirarle la cola, de las orejas, meter mi mano en su boca .... Eso es lo que siempre me ha explicado mi tía, y como dicen los italianos, ... "si no es verdad ..."

Dante Bertini dijo...

Nos traen algún mensaje oculto?
El mirlo de mi ventana, de mi patio de manzana en realidad, se posa en el tendedero y me chilla hasta que me acerco y escapa...Temo por Federico, que casi seguro se lo zamparía, y por mi poco dominio de su idioma, aunque estoy casi seguro de que me dice ¡vete de aquí, escapa tú también!

Si quieres material gráfico de la plaza pasa por mi face y verás.
La "limpieza" fue feroz, la presencié en directo.

Belnu dijo...

Qué buena la foto de Colita! Creo que le gustará... A ver qué dice...
Ah, esos animales que nos reconciliaron con el mundo en la infancia...

Belnu dijo...

Dante! Iré a tu feis, aunque mi ordenador agoniza, y escribo ahora desde uno casi obsoleto... ay
A mí, del mirlo lo que más me gusta es cómo escucha mi voz cuando le hablo, desde que me he decidido a hablarle. Parece que sopesara esos sonidos míos, los contemplara, aunque no sé cuál es su conclusión, pero no será mala, tal vez sea sólo perplejidad curiosa, porque vuelve!

Isabel Mercadé dijo...

Yo estuve ayer por la tarde en la Plaza Cataluña como sabes también con el corazón partido, pues deseaba mucho oír a Chantal Maillard hablar sobre ese maravilloso "Bélgica". ¿No crees que esto que está ocurriendo, asistir a ello, nos está redimiendo en cierto modo de la nostalgia, nos está llevando a alguna parte de ese "no importa dónde"?

Belnu dijo...

Pues no sé si a mí me redime, desde luego no la elimina (ahora balaba con Colita en fb de los viejos golpes policiales, que ahora nos duelen; ayer al pasar por el Zurich reviví un viejo porrazo en la espalda y mi carrera orgullosa, escapando de sus zarpas mientras metían a la gente en las tocineras, sin poder respirar, hasta mitad de las Ramblas), pero sí que creo q¡como tú que nos lleva a alguna parte, a ese baudelairiano no-lugar

Stalker dijo...

Belnu:

ayer en la presentación me enteré de la verdadera dimensión de lo ocurrido durante el día. Luego, a la noche, vi las fotos, los vídeos... increíble represión promovida por el fascismo ordinario: aquellas porras cayendo sobre los chicos sentados, aquella porra que cayó, inmisericorde, sobre un chico en silla de ruedas... Parecía increíble pero era dolorosamente real. Ojalá que las manifestaciones perduren y esto refuerce el impulso original, que ya parecía languidecer.

A la salida Chantal decía que no se había enterado de lo ocurrido, que habría modificado su intervención de haberlo sabido, para darle cauce a esa realidad que irrumpe, imperiosa, incontenible, feroz, y que también traza las huellas de lo que será la memoria futura...

De la intervención, me gustó que Argullol la definiera como una escritura "sin contemplaciones". Eché en falta que se aludiera al carácter reflexivo del libro: más que una biografía de la infancia o un libro de viajes (cosa que también es, de una forma excéntrica) es ante todo una obra de pensamiento, de reflexión encarnada en el itinerario de una voz que se bifurca indefinidamente. Por eso el libro habla más de una lengua: narración, descripción, poema, fragmentos poético-filosóficos, ensayo al uso... Y a veces esa polifonía de voces es simultánea...

Y ya la curiosidad por tu futura novela es mucha y va creciendo con todas las miguitas de pan que nos ofreces. En cierto modo ya la estoy leyendo, proyectándome en esos puntos de fuga que vas diseminando y que convergen en ese centro que aún, por pudor quizá, no sabemos nombrar pero que nos interpela con su fuego, desde el abajo, en lo más vivo...

Calzabas zapatillas de pantera rosa, y así desapareciste, como la pantera de los dibujos en algunas de sus peripecias: como por ensalmo,

un abrazo!

´´ dijo...

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Empobrecimiento/elpepicul/20110524elpepicul_4/Tes

Articulo de V-M , me gusta que toque el tema de la complejidad, Ayer pase por Plaza Catalunya durante una hora , me metí en el centro, iba con traje, cantaba un huevo, mucha gente ,supongo que por la paliza de la mañana, pero el tema que toca Vila-Matas es básico, un mundo complejo necesita un discurso profundo estructurado y muy trabajado.

No cuatro frases que detecten los problemas y cuatro más dando la solución.

Belnu dijo...

Gracias, Stalker! Sí, yo también eché de menos algunas cosas, y eso que sólo había empezado el libro el día antes! Pero sin despegarme y viendo su fulgor... ¿Y por qué no dijiste tú también? Imagino que también por pudor. Yo habría querido decir más cosas, pensé que acaso Alberto H. añadiría algo, pero seguramente aún no lo había leído. Creo que Chantal dijo cosas importantes y me alegró cuando se puso a leer porque ahí se vio en defintiva el libro...
En efecto, lo ocurrido ayer ha multiplicado la indignación. Yo lamento por ejemplo que Manuel Rodríguez Rivero sienta (en Babelia) vergüenza ajena por los acampados. Yo siento vergüenza por los políticos corruptos, violentos y antidemocráticos, los psicópatas que gobiernan el mundo y los que gobiernan el país, las municiones que vendemos a África (y que nos sitúan en segundo lugar mundial), tantas cosas... Pero a veces necesitamos también que ´lo poético y lo filosófico nos restaure.
Huy, muchísimas gracias! Yo siento un gran pudor de hormiga también con mi novela, aunque cuento con una lectora, Isabel M., que siempre intenta persuadirme del poder de ese texto.

Belnu dijo...

Naturalmente estoy de acuerdo con EVM en la cuestión del empobrecimiento del lenguaje, en la desaparición del viejo espíritu humanista y en la maravilla de Wallace Stevens, a quien sigo leyendo con sus pájaros y sus árboles y sus cambios de luz, pero creo que en la indignación de estos días hay otras cosas que abordar, al margen de las redes y del libro de Hassel, que no he leído, aunque me gusta mucho el título y me gusta lo que expresa la palabra indignación. Yo creo que el empobrecimiento discursivo y léxico está efectivamente en todas partes, en los políticos, en los periódicos, en la calle y en la degradación de las Universidades. Pero de esa indignación podría nacer una posibilidad de mover algo, de cambiar este mundo e incluso de recobrar la riqueza del lenguaje. No es que yo crea exactamente en la personalidad o el discurso o la cultura de quienes están acampados, pero creo que hay que apoyarles porque todos tenemos razones para la indignación. Menos los que nos roban a todos. Eso sí, en algunos comentaristas de los periódicos (no en EVM, naturelich!, pero sí en otros de quienes no lo esperaba) se percibe esa comodidad de vida asegurada, panza llena, lejanía de la calle y del sufrimiento, falta de humildad. Es muy fácil ridiculizar a quienes protestamos...

Belnu dijo...

Y perdona, Francis! Que ni siquiera te había nombrado ni dado las gracias por el link!

´´ dijo...

Te dejo otro articulo de V-M continuación del anterior

http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Nos/perdimos/revolucion/elpepuespcat/20110529elpcat_17/Tes

y el estreno de un documental , nada que ver, que pinta muy bien.

http://jacquesleonard.wordpress.com/

Belnu dijo...

Francis, lo he leído. Como decía Proust, cada uno pone la lupa en un lugar distinto. Yo soy consciente y me preocupa el empobrecimiento del lenguaje y la desaparición del humanismo y la pasión libresca, pero creo que en la indignación ciudadana contra este mundo al revés en que vivimos, cada vez más injusto y opresivo, de corrupción y abusos, lo importante no es el nivel cultural de los que acampan. Del mismo modo que no podría desligitimar la protesta de unos obreros despedidos porque su discurso fuese reductivo. Así lo veo yo, que pongo la lupa en otro sitio. Para mí, la situación del mundo y de este país es indignante y mi indignación me importa más a la hora de mirar hacia los que acampan. Además a mí me ha preocupado siempre que este fuera un país muerto, acoquinado, preocupado sólo por llenar la panza y tener un coche en su parking. Por eso me produce esperanza que alguien se queje y que se junte un público heterogéneo, de todas las edades y procedencias, en esa protesta. Disentir no significa dejar de admirar la escritura de EVM, que para mí es un gran favorito, aunque yo le comprenda mejor cuando recuerde el extrañamiento de un mundo en el que parece imposible volver a casa. Eso sí, yo no estoy en twitter y no entiendo esas palabritas fragmentadas; al menos en facebook se pueden poner artículos enteros, y citar libros y defenderlos. "La Otra Bel" puso en facebook unas declaraciones de Eduardo Galeano en plaça Catalunya que me encantan. Yo siento como él y me encanta esa etimología de "entusiasmo". Mira
http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/eduardo-galeano-acampo-junto-indignados”-espana

Belnu dijo...

Y sí que pinta bien el documental!!!

´´ dijo...

Es interesante lo que dice Galeano. INTELECTUAL ES EL QUE DIFERENCIA LA CABEZA DEL CUERPO, que grande.

te paso otro video( 45 min) del programa Singulars de Tv3 que es un programa en que Barbera hace buenas entrevistas, aquí a Galeano.

http://www.tv3.cat/videos/3541530/Eduardo-Galeano

Belnu dijo...

Verdad que sí? Es precioso... Bien! Iré a otear

Anónimo dijo...

Alusión:

http://my.opera.com/Adarmes/blog/2011/09/11/la-carretilla

Belnu dijo...

Vicente no-anónimo: Es gracioso cómo google nos lleva a cada sitio, en una deriva a veces interesante y otras borradora. Gracias por la visita, que me ha hecho recordar aquella entrada. La Bélgica de Chantal sigue sobre mi mesa de viejo mármol negro, junto al sofá