jueves, 22 de marzo de 2007

Li Bai y JRJ

Foto: Tharrats, Maculatures, 1984
Le debo a V la lectura de un libro maravilloso de Li Bai, en una cuidada edición de Pre-Textos, con un título que encaja bien con mi espíritu: A punto de partir. Yo siempre me siento a punto de partir (no sólo a Kosovo en abril), como en la cita de Marina Tsvietáieva que puse en mi Crucigrama: "Llegué y vi: la vida es una estación. Inútil deshacer las maletas." Los títulos de los poemas también me gustan: Acompaño a un amigo, La mansión del señor Xié, Qué duro es el camino, Bebo solo, Esparcimiento, Dedicado al archivista Lu, Pensamiento en una noche tranquila...
Y luego esos versos, a veces enigmáticos: "treinta primaveras lleva oculta mi fama en las tabernas"...
Otros casi sólo físicos, fijados intensamente a un momento, como haikus del pasado:
bebemos animosos bajo los bambúes (...)
cantamos borrachos y se espantan las garzas
que a medianoche alzan el vuelo en la playa

Me llenan de una nostalgia vaga y multiplicada, qué libro curativo y apaciguador... me gustaría ponerlo en varios sitios para abrirlo de vez en cuando...
Luego releo a JRJ, sus cartas de "envilecido vecino" contra la pianola y la grillera que le impiden trabajar, y sus quejas sobre el vocerío madrileño... que le escaneo a Tres para su web silenciosa, y reencuentro la carta de JRJ a una amiga que quiere escribir, que ya copié en este blog, pero no me resisto a reproducirla de nuevo, como antídoto contra algunas cosas:
Querida amiga:
¿Usted ha pensado bien en lo que va a hacer? Tendrá usted que pasar por la vergüenza de la literatura.Tendrá usted que tolerar que el médico, el abogado, el zapatero, el político, el pedagogo, todos los que viven de su oficio, le den consejos; el elojio del guardia civil y el dicterio del crítico.Tendrá usted que ver su nombre en los diarios, ser espuesta en los escaparates, en los programas de las recitadoras y los recitadores, saltar de boca sucia en boca sucia en las tertulias de café, tolerar con paciencia ser hocicada diariamente por el cerdo y por el hipopótamo, ser espiada por la zorra, picada por el cuervo.
Sus secretos serán públicos.
Si es tiempo, todavía, huya de usted misma.
Suyo,

Dice también JRJ en otro momento "Esta ha sido siempre mi vida: dejar y no acabar; el inquieto pase de una cosa a otra, y la ordenada acumulación del atraso..." y esa idea, que me refleja y alivia, conecta con la canción japonesa de la cabra negra y la cabra blanca que cuenta mi interesante prima V en su último post, bajo una foto maravillosa de una cabra. Yo me siento reflejada en esa cabra que, al recibir una carta de la otra carta, la devora, y luego se da cuenta de que no la ha leído, y entonces le escribe a la otra cabra que, a su vez, devora la carta... Cuántas veces he sentido que había devorado demasiado deprisa "las cartas", los mensajes, el insight de los otros, cuántas veces he visto que la única solución era escribir para averiguar, para saber y para conjurar el acto de devorar...


4 comentarios:

Eduardo dijo...

Muy interesante! Me ha gustado mucho, contundente en tus apreciaciones y muy buena eleccion de tus textos. Soy un escritor peruano, mi nombre es Eduardo Acosta, visita mi blog si lo deseas:
www.eduardo-acosta.blogspot.com
Besos, cuidate mucho!
EDUARDO

Belnu dijo...

Gracias!! Lo haré, lo haré, te visitaré a la vuelta, ahora me voy, como the Rabbit en la Alicia de Carroll, tengo muchirrrríssima prisa...

iluminaciones dijo...

Pues se me han borrado si querer los comentarios que dejaste.
Yo me refería a buscar imágenes de la obra de C. Pazos, Un artista del que además me interesan sus escritos.
El blog intenta poner imágenes de arte que sean algo así como, definitivas, en sí mismas, como si fueran un ejemplo de algo, cada una, como las direcciones únicas benjaminianas..
Un saludo y gracias por tus comentarios.

el objeto a dijo...

en lo de las treinta primaveras que lleva oculta su fama, Li Bai hace referencia a que su vida de bebedor y asiduo a las tabernas, su temperamento excéntrico, imprevisible y poco ortodoxo le impidió hacer carrera en Chang'an (capital y sede de la corte), por lo que tuvo que viajar y andar en busca de oportunidades bajo la protección de gobernantes locales,
precioso poema