lunes, 11 de junio de 2007

Cine, historia, lágrimas, árbol y lectores

Como no tengo imágenes de la película, pongo otra de esas viejas fotos mías, que me sirve para expresar algo melancólico sobre la pérdida y encaja con lo que quiero contar. Diría que la fotógrafa era A. N. Yo tenía entonces 18 años, la edad que ahora tiene mi hijo.

Anoche vi una película que me sobrecogió. Elena Vilallonga fue la primera en hablarme de HH y luego Pere Albero, cuando supo de mi libro balcánico me recomendó Good Husband, Dear Son, y me ayudó a localizarla en una distribuidora francesa, que sólo la tenía en VHS. Aproveché que estaba aquí mi amigo serbio y la vimos juntos, en un reproductor de vídeo obsoleto.

Exceptuando el personaje del principio, que no parece formar parte de la historia, Good Husband, Dear Son muestra a los supervivientes de una masacre en el pueblo bosnio de Ahatovići, que hablan de la vida a través de la muerte, de su pérdida, nos explican sintéticamente cómo eran esos muertos, por qué les querían o cómo era su relación, pero muestran su emoción con una contención dulce, como si una especie de cortesía o de consideración con su interlocutor les dominara a la hora de exponer ese dolor que les acompaña y forma parte de sus gestos, oculto en su vitalidad reconstructora.

Hay una extrañeza poética, simbólica, de escenificación teatral en su traslación a los objetos, tan reducidos, que les han quedado de sus muertos (les quemaron las casas y lo han perdido casi todo), y queda un reloj que se paró en la hora de su muerte, una camiseta del hijo en el campo de concentración, lavada y remendada, el marco de madera de una ventana construida por otro el marido, las herramientas del hermano. La forma dolorosa en que acarician esos objetos porque no les queda nada más...A veces incluso escenificando, como si así pudieran revivirles, usando las herramientas como él lo hacía, abrazando la camiseta...

(Excepto ese primer personaje) no mencionan a quienes lo hicieron, sólo una vez a un serbio que les ayudó. No parecen pensar en la crueldad ni en la violencia, sólo en el amor que perdieron, y parecen transfigurados por ese mismo sentimiento, llenos de él pese a todo, filósofos rurales...

La mujer que cuenta, con una asombrosa quietud, llena de nostalgia, de ingenuidad y de sonrisas que casi piden perdón, el amor físico con su marido, abrazando su foto. O el viejo, con su barbilla destrozada, que cantaba en las bodas de todos y no ha vuelto a cantar, que recorre con nosotros el cementerio y acaricia cada tumba (los pilotes blancos musulmanes) como si palmeara la espalda de esos seres queridos y va diciendo: Éste es mi hijo mayor, Eldin, le gustaba salir de noche... Éste es mi hermano mayor, Ozren, daba muy buenos consejos... Y tras nombrarlos y acariciarlos a todos, revelando siempre una característica o un deseo de cada uno, llega al final del cementerio y ya en off dice que al recorrer ese camposanto le parece estar en una boda, porque él cantó en las bodas de todos ellos.

Creo que es la película más impresionante, sobria y poética que he visto sobre la guerra de los Balcanes. Heddy Honigmann es una documentalista peruana (Lima, 1951), que vive en Ámsterdam, y a mí sólo me queda buscar el resto de su filmografía. Y sobreponerme a la resaca emocional que nos invadió viéndola y que ha dejado en mí una estela poderosa, una tristeza, un enorme silencio.

Hasta tal punto que me ha consolado corregir unos textos donde se describen las estrategias animales aplicadas a la arquitectura. Y comer con amigos traductores que pasaban fugazmente por la ciudad. Y tomar café con amigos argentinos.
Mientras, la campaña por nuestro azufaifo sigue generando firmas (ya tenemos 200, sobre todo gracias al esfuerzo de Ninca) y apoyos y negociaciones (y descubrimientos). Por alguna extraña razón, nos hemos ganado la agresividad de los que trabajaban en la destrucción del edificio. Y por otra parte, en el blog Arbres amics hablan de nuestro árbol. Últimas noticias en el blog POLIS.
Y una última cosa: ayer puse unos contadores en estos blogs, animada por la desaprobación agresiva de mi interlocutor fallido ("no me extraña que no sepas nada de Yugoslavia, decía él, deberías leer mis links"), yo me preguntaba quién pasaba por aquí, quién me leería, si existirían esos lectores silenciosos, que no dejan rastros escritos. De ayer a hoy he visto más de 500 y me ha impresionado. Tal vez fuese el domingo. Tal vez la cita (sin dirección) de Enrique Vila-Matas en El País. Tal vez una casualidad.
He pasado a ver al librero de la calle Berlinès, que ha firmado para proteger al azufaifo, y allí, una profesora, al oír hablar de nuestro árbol ya conocido, me ha reconocido y ha dicho que era lectora de mi blog desde que me oyó hablar en el Any Freud. Y yo quiero dar las gracias a todos esos lectores, que me prestan su compañía invisible y silenciosa y dan sentido a estos diarios abiertos, mediante un aparato contador.

7 comentarios:

  1. Uno de tus fieles (y ahora rendido ante tu foto), que corre a buscar la película que comentas... ya sólo debes identificar los 499 siguientes...

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  2. Bah, son restos de un antiguo esplendor, como decía una mexicana que conocí hace tiempo. La película sí vale la pena. Et pour le reste, c'est littérature...

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  4. veo "comentario suprimido" casi como una amenaza...espero que mi querida san Tita nunca suprima(me)uno firmado por mí...
    los árboles de mi barrio, atacados de vértigo de escote, quieren que seas su santa...
    nos "encontremos" un día de estos?

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  5. Nooo, yo sólo suprimo a ese interlocutor agresivo, que quiere corregirme y me dice que los demás comentaristas son pelotas y que no admito la crítica ni la discusión. No sabe aún que para discutir también hay reglas y que tú y yo hemos discutido de humo, de política nacionalista y/o terrorista y tantas otras cosas. No sabe cómo me gusta discutir cuando el interlocutor es pensante, es decir, se permite dudar, matizar y no se cree, como él, en posesión de la verdad, y entiende lo que dice el otro... Ese chico ni me entiende ni le entiendo, y tiene mucha adrenalina. A mí no me gusta ser el punching ball de nadie. Por qué vuelve? Ni por interés, ni por afinidad, ni por curiosidad, sólo para encontrar a otros y de paso darme sus lecciones. Gracias por tus palabras, CdeP!!!!

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  6. lagrimas....
    me han salido
    de leerte..
    de pensar
    aunque son letras
    y estoy en
    la isla
    mirando
    una compu
    este es
    el espiritu
    de Isabel
    esta es la fuerza
    que todos tenemos
    y que tan poco
    utilizamos
    escribir y
    leer
    son la magia
    del origen
    y
    son
    la prueba
    del mas alla
    como en tu pelicula
    de los muertos
    recordados
    de las
    narrativas orales
    has podido
    llevarme
    guiarme
    al nucleo
    se ese sentimiento
    y ser como un eco
    lagrimas
    de corazon
    y despues
    segun descendiendo
    de tu mano
    aparecen los
    500
    Enrique
    lector
    escritor
    lo mas increible
    es que
    en ese viaje
    me iba maravillando
    mas y mas
    de lo que me
    gusta como
    escribes
    describes
    relatas
    documentas
    en una cuerda floja lirica
    con la precision
    de la mas perfecta
    de las equlibristas
    ademas que hasta
    te va y todo
    tal como te ves
    en esencia
    una mujer delicada
    pero fuerte
    vestida del mas bonito
    circo ruso.....
    asi
    que
    estoy
    muy
    contenta
    feliz
    de poder
    compartir
    como los personajes
    balcanos
    o
    los muertos
    de E . Dickinson
    ese placer
    por la comunicacion
    y esa capazidad
    de oyente
    a la vez
    que
    orador
    que me llega
    de tus textos
    I fail for Beauty
    fuimos
    esas jovenes
    melancolicas
    de san gervasio
    como se ve
    en tu foto
    somos fantasmas
    porque
    constatemente
    dejamos de ser
    quien fuimos
    cada foto
    es un segundo
    del ya fue...
    y si años separan
    ese segundo
    que mas da
    lo que hacemos
    es ser capazes
    de vivir como
    nuestros amigos
    balcanicos
    con nuestros
    muertos queridos
    sean otros
    o
    nous memmes....

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  7. Equilibrista! Aún tengo un antiguo vestido amarillo y dorado de equilibrista de los Encants, que se ataba con cuerdas en los costados, siempre me gustó la idea, de pequeña quería ser equilibrista, la primera peli que vi era el fabuloso mundo del circo y la segunda el maravilloso mundo de los hermanos grimm, con su capa de invisibilidad y sus siete zapatos de hierro. Yo quería saltar en el aire con el vestido amarillo oro. Me gustan mucho tus comentarios que lo recogen todo como la red donde caer. Fui a ver un concierto de los colegas de Manou y él cantaba, yo necesitaba un barrido después de las amenazas (viste en Polis?) y funcionó perfecto, me volví con mi epifanía nocturna, a tiempo, cuando la carroza se convertía en calabaza.

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